Filadelfia, PA – El Día de los Caídos, también conocido como el de la “Recordación” fue celebrado en Filadelfia sin actos oficiales, con una gran cantidad de oficinas públicas cerradas, pero con los parques abiertos con el fin de que las familias tomaran un respiro.

Igualmente, el Puesto 840 Latinoamericano de la Legión Americana canceló el solemne evento que lleva realizando desde 1978 en la Arboleda en Honor a los nueve portorriqueños que recibieron la Medalla de Honor del Congreso de Estados Unidos, en las Fundaciones de las Libertades en Valley Forge, Pensilvania.

El Puesto Latinoamericano 840 y la Unidad Auxiliar 840, realizan esta ceremonia anual en recuerdo a los que recibieron la “Medalla de Honor del Congreso”, de los cuales cuatro de la guerra de Corea y cinco de la de Vietnam. Estos hombres valientes realizaron el máximo sacrificio sirviendo a su país para preservar la libertad que disfrutamos. Ellos son: Fernando Luis García, Humbert Roque Versace, Carlos James Lozada, Héctor Santiago Colón, Eurípides Rubio, Demensio Rivera, Miguel A. Vera, Félix M. Conde-Flacón y Juan E. Negrón.

Los 9 merecedores de la Medalla Honor/ Cortesía

“El año pasado sí pudimos llevarlo a cabo en el monumento nuevo en Valley Forge”, dice José A. Rivera, veterano puertorriqueño de la Guerra de Vietnam, quien fue infante de marina a los 22 años y fue combatiente de 1964 a 1968. “En esa guerra murieron muchos amigos y gente que conocía.”

Don José fue fundador de este puesto, así como comandante. “Al principio no nos querían aceptar en el grupo y ahora somos los más viejos y los que hemos mantenido la Legión Americana. La mayoría de los miembros del Puesto Latinoamericano 840 somos del barrio de Filadelfia. Actualmente somos 55 miembros cuando una vez éramos 300”, comenta José A. Rivera.

Las reuniones de los miembros del Puesto 840 se llevan a cabo el segundo sábado del mes a las dos de la tarde en 2732 N. 5th St. El comandante actual es el Dr. Darryl Johnson.

A pesar de la discriminación racial

Haciendo un poco de historia: “Hicimos nuestro trabajo”, afirmó Hector Maisonave, miembro del Regimiento 65 de Infantería, auto llamado “Borinqueeners” en el Día de Los Caídos en 2015 al hablar del extraordinario récord militar  de los “Borinqueeners” durante la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea.

“Lo inaceptable”

A pesar de haber sido la última unidad segregada en la historia militar de los Estados Unidos, y haber enfrentado un tratamiento discriminatorio y una severa crítica por hablar su idioma materno, es decir el español, ellos hicieron su trabajo.

Historia Militar

El 25 de junio de 1898, el ejército de los Estados Unidos invadió a Puerto Rico. Por virtud del Tratado de París, España cedió a los Estados Unidos el archipiélago puertorriqueño “en lugar de indemnizaciones” por la Guerra Hispanoamericana. Así, los portorriqueños comenzaron oficialmente a servir en las fuerzas militares de Estados Unidos en 1899 con la creación del Batallón de los Portorriqueños Voluntarios. Desde entonces cientos de miles de puertorriqueños han sido reclutados o han sido voluntarios en todas las ramas del ejército.  Eran voluntarios porque era una manera de salir de la pobreza y tener una educación superior. También era una oportunidad para pertenecer a la clase media. Al ingresar al ejército, formaron parte de la diáspora puertorriqueña.

Puesto 840 y su Unidad Auxiliar honran el Día de los Caídos/Cortesía

A lo largo del tiempo 18 mil portorriqueños sirvieron en las fuerzas armadas de Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial; 65 mil durante la Segunda Guerra Mundial, 23 de ellos murieron en acción; 61 mil en la Guerra de Corea, 371 murieron en acción. Más de 3 mil fueron heridos en Corea; 48 mil pelearon en la Guerra de Vietnam, de los cuales 342 murieron en acción y 3 mil resultaron heridos.

En los últimos años, es difícil cuantificar el número de puertorriqueños que perdieron su vida peleando por la democracia en Irak y en Afganistán. Y sin embargo sigue siendo por lo menos “paradójico” que, aunque sean ciudadanos de los Estados Unidos, no puedan votar por su Comandante en Jefe, es decir, el presidente de los Estados Unidos.

A lo largo de su historia militar, los puertorriqueños, y latinos en general, combaten en dos frentes: en la guerra y contra el prejuicio racial a pesar de sacrificar sus vidas.

Un saldo que se tiene pendiente a nuestro favor.

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