Palabra: un nombre femenino que significa “Unidad léxica constituida por un sonido o conjunto de sonidos articulados que tienen un significado fijo, y una categoría gramatical”.
¿Alguna vez se ha detenido a pensar en el poder de la palabra, y cómo la usamos para obtener poder? Personalmente, opino que la “Palabra” tiene un poder ilimitado. ¿Cuál es su opinión?
Para mí, el “Poder y la Palabra” son amantes inseparables, hace mucho tiempo que perdí la cuenta de cuántas veces he tenido que recurrir a buscar palabras en el diccionario para poder comprenderlas. La realidad es que, ya sea en una conversación o un escrito, “la Palabra” nos puede esconder lo que realmente nos quiere decir; especialmente la palabra que puede sustituir a muchas otras, por tener u otorgársele un significado muy general. Esta clase de Palabra el diccionario la señala como, “palabra comodín”. El punto es que todos necesitamos de la palabra para expresarnos, ya sea verbalmente o por escrito.
¿Ha tenido alguna vez dificultad en expresar lo que quiere decir? ¿Cuántas veces ha sido malentendido al hablar o al enviar un mensaje escrito? Bueno, a mí me ha sucedido cientos de veces, especialmente cuando estamos entre dos idiomas, inglés y español. Un ejemplo sobre esto me llega a la mente: Sucede que estaba en un evento celebrando nuestra hispanidad, cuando me indican que le quieren dar un galardón a un invitado.
Yo conozco personalmente al individuo y sé que él no tenía idea alguna de este galardón, así que procedí con el anuncio de un galardón bien merecido a una persona querida y admirable; y dije lo siguiente: “Esta persona está aquí y no tiene ni idea del porqué lo vamos a llamar al micrófono”. Al escuchar esto, su madre se indignó, pues entendió que yo decía que su hijo no sabía ni lo que hacía. Al final, por más que se le explicó a la señora, que no fue en lo absoluto, eso que entendió, lo que se dijo, creo que hasta el día de hoy está convencida de que estábamos burlándonos de su hijo.
Lo cierto es que “el Poder de la Palabra” nos hipnotiza, se apodera de nuestros pensamientos y juega con nuestras emociones. Yo entiendo que, si logramos controlar nuestros pensamientos, entonces, podemos controlar nuestras emociones, y así podemos contrarrestar el “Poder de la Palabra”.
