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Los familiares y activistas unieron sus voces para exigir al Gobierno de Estados Unidos el cierre de todos los centros de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en el país y la liberación de la población penal por la crisis derivada de la pandemia del COVID-19. EFE/Darren Hauck/Archivo

Liberan a casi 100 indocumentados de cárcel con agente infectado de COVID-19

Denver (CO), 27 mar.- Pocas horas después de que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) oficialmente confirmarse el contagio con coronavirus de uno de sus agentes en una cárcel en Colorado, casi un centenar de los indocumentados alojados en ese establecimiento quedaron libres «por razones humanitarias».

Según la información provista por la filial en Denver del Comité de Servicio de Amigos Americanos (AFSC), 60 mujeres y 30 hombres inmigrantes salieron entre el martes pasado (cuando surgieron las versiones no confirmadas del contagio del agente) y hoy viernes del centro de detención del ICE en Aurora, al este de Denver.

Se anticipa que más inmigrantes quedarán libres en los próximos días.

La cárcel, operada por la empresa privada GEO Group, ha enfrentado numerosos cuestionamientos durante los últimos dos años por la situación sanitaria dentro de ese centro, incluyendo la muerte de un iraní en diciembre de 2017 (presuntamente por falta de atención médica) y un brote de enfermedades contagiosas entre enero y abril de 2019.

Por eso, la cárcel enfrenta demandas judiciales por parte de organizaciones nacionales, incluyendo la Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU, y la situación llevó a la intervención del congresista Jason Crow (demócrata de Colorado), quien desde hace un año envía cada semana a uno de sus representantes a visitar el establecimiento.

A pesar de que hace un año se anunciaron nuevas medidas sanitarias, como un nuevo sistema de notificación por parte de GEO a las autoridades de salud locales en caso de enfermedades contagiosas, el pasado martes 17 de marzo el ICE anunció que 10 personas detenidas en el centro de Aurora estaban en cuarentena «por posible exposición al COVID-19».

A diez días de esa notificación, se desconoce la situación actual de esos reclusos en cuarentena y solo se indicó que el agente contagiado «cumplía responsabilidades de escritorio» y no estaba en contacto con los inmigrantes.

Pero, según uno de los inmigrantes que este viernes quedaron en libertad, dentro de la cárcel de GEO no se estarían tomando las medidas necesarias para impedir nuevos contagios.

«GEO no les da pruebas a las nuevas personas ni mantiene a las personas separadas. Si nos infectamos, es por el mal manejo dentro de ese centro», afirmó en declaraciones preparadas «Iván» (un seudónimo).

Aunque ya en libertad, «Iván» expresó su temor de haberse contagiado porque «colocaron a personas de afuera directamente con nosotros, a pesar de tener (celdas) vacías»,

Según datos oficiales, la cárcel de GEO alojaba a principios de semana a unas 650 personas, menos de la mitad de la capacidad total de 1.500, número que se alcanzó durante el primer cuatrimestre del año pasado.

En cuanto a los liberados, AFSC y la Alianza Popular de Colorado (COPA) comenzaron a ofrecerles ayuda para estar en contacto con sus familias (muchos de ellos habían llegado desde centros de detención cercanos a la frontera con México) o para acceder a cuidados médicos o recursos básicos.

Además, el congresista Crow anunció que pedirá apoyo en el Congreso para una ley en favor de una «liberación limitada» de indocumentados y «mejores condiciones» para aquellos que permanezcan encarcelados.

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