Migrantes haitianos esperando asilo en México. EFE/Joebeth Terriquez

Una de las promesas de campaña del presidente Donald Trump en 2016 fue la construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos y que México pagaría por los costos. El 28 de agosto en un mitin en Nueva Hampshire, Trump declaró que se han construido 300 millas, lo equivalente a 480 kilómetros, de acuerdo con un artículo del diario “El Heraldo de México”.  Esto es un tramo pequeño ya que la frontera entre México y Estados Unidos tiene una longitud de 3,175 km.  De acuerdo con datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, dicha zona fronteriza conforma de manera conjunta un territorio de 2,525,569 kmy es el hogar de más de 90 millones de personas.

El periódico de Chicago “El Tribuno del Pueblo” patrocinó el trabajo de 27 participantes para realizar de agosto a octubre cinco paneles virtuales acerca de las políticas del gobierno de Estados Unidos. Estas afectan a quienes buscan asilo, la construcción del muro fronterizo y su efecto en las comunidades locales, la manera en que la sociedad civil, en los respectivos países, mantienen los derechos de los migrantes a pesar de las arduas condiciones de trabajo y la continua militarización en las comunidades fronterizas. “Los niños han sido separados de sus padres y han muerto bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, el muro fronterizo ha profanado las tierras ancestrales de los pueblos indígenas y estas problemáticas deben ser incluidas en el diálogo acerca del liderazgo de este país” precisó con firmeza Laura García, editora de “El Tribuno del Pueblo”.

Detención de indocumentados en Laredo, TX. Foto Agencia EFE

La pandemia ha exacerbado las violaciones de los derechos de inmigrantes, refugiados, trabajadores, estudiantes y los indígenas en las comunidades de la frontera entre Estados Unidos y México. En una conferencia de prensa virtual el 29 de octubre, moderada por Magdaleno Rose- Ávila, colaborador de Impacto. Se habló sobre algunos de los hallazgos y se anunció que se presentarán un informe final este mes, a la Organización de las Naciones Unidas. En la conferencia de prensa virtual hubo cinco participantes.

La hermana Norma Pimentel, directora de “Catholic Charities of Rio Grande”, habló sobre la situación de miles de personas que están varadas en la ciudad de Matamoros, en México:“ el campamento está cerrado por el COVID-19 y se ha convertido como un campamento de detención. Es deprimente ya que las familias están desesperadas”. Ha visto como mucha gente intenta cruzar el llamado Río Grande que ahora se conoce como “El Río de Sangre”. Dice que todos los días “vemos un cadáver flotando en el río y todos los días escuchamos historias de los familiares acerca de muertes, asesinatos y golpizas”. Agrega que es inmoral que esa situación continúe ya que Estados Unidos está supuesto de mejorar la calidad de vida y no empeorarla. Por su parte, la directora ejecutiva de Ángeles de la Frontera está trabajando arduamente ayudando a los albergues de Tijuana.

Agentes de la patrulla fronteriza. EFE/Larry W. Smith

Los centros de detención para niños sin acompañante

El programa piloto para separar a los niños de sus padres comenzó en Tomillo, Tejas, donde había un centro de detención enorme que fue cerrado por las protestas y manifestaciones en su contra. Aunque ya no hay niños inmigrantes en jaulas, Calibrun International construyó un albergue con cupo para 500 niños en Montana Vista en el condado de El Paso en Tejas.  Es una instalación supervisada por el departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS). Desde 2008, el gobierno de Estados Unidos ha dado fondos por la cantidad de 9 mil millones de dólares al programa UAC. “El gobierno ha delegado más a las corporaciones o entidades privadas la detención de menores en un proceso de mayor privatización y menor rendición de cuentas”, afirmó Fernando García, director de la Red Fronteriza de Derechos Humanos.

De acuerdo con la cadena noticiosa KTSM en El Paso, Tejas, en 2019 hubo 69 mil niños inmigrantes indocumentados bajo la custodia de HHS. El número se redujo de manera drástica a 900 niños porque la administración de Trump expulsó a miles de niños a sus países de origen bajo una declaración de emergencia por el coronavirus. Los panelistas coincidieron en que del trabajo que están haciendo, dependen muchas vidas, especialmente las de los niños.

Niños migrantes expulsados de Estados Unidos. EFE/Esteban Biba

Una de sus conclusiones es que lo que suceda en la frontera entre Estados Unidos y México va a definir, para bien o para mal, el carácter de la nación en el siglo 21. Estados Unidos trascenderá como una nación donde meten a los niños en jaulas o una nación que reconozca a los inmigrantes de diversas etnicidades, y seguirá siendo la tierra de las oportunidades.

La zona fronteriza puede ser la nueva Ellis Island que sirvió de puerto de entrada a los inmigrantes europeos. Los panelistas también coincidieron en que se necesitan leyes humanas compasivas, en vez de un muro que esconde la falla de las políticas de inmigración y la xenofobia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí