El silencio no es una opción. Crédito UNICEF

Mundo – Los confinamientos para prevenir la transmisión del COVID-19 generan diversos efectos colaterales y uno de los que no se suele hablar, pero existe y se agudiza en estas condiciones de encierro es el de la violencia contra niños y niñas, advierten los expertos.

«Hoy está más vigente que nunca el concepto de que el hogar puede ser el lugar de mayor protección, pero también el de mayor riesgo para los niños», sostiene la directora de la ONG argentina Red por la Infancia, Paula Wachter, que alerta sobre el posible aumento del maltrato y del abuso sexual de niños, niñas y adolescentes.

«En entre el 70 y el 80 % de los casos, ese abuso se produce dentro de la familia, es intrafamiliar, por lo cual pone en mayor relevancia los riesgos que para estos niños implica estar encerrados hoy posiblemente con el agresor», alerta Wachter.

LA VIOLENCIA CONTRA NIÑOS CRECE DURANTE EL ENCIERRO

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hasta mil millones de niños de entre 2 y 17 años en todo el mundo fueron víctimas de abusos físicos, sexuales, emocionales o de abandono en el último año y diversos estudios advierten que las condiciones de encierro pueden agravar la situación.

«En Unicef tenemos relevadas situaciones relacionadas con confinamientos que se hayan podido dar en otros conflictos o pandemias, como el ébola, o algunos datos de cómo fue la situación en China, que fue el antecedentelos datos indican que en general hay un aumento de las consultas y de los casos que luego se confirman por violencia contra los niños», señala Hernán Monath, especialista en Protección de los Derechos de los Niños de Unicef.

PEDIDOS DE AYUDA DURANTE EL ENCIERRO

En condiciones de encierro, las posibilidades de llamar a una línea de asistencia estatal se complican mucho más porque las víctimas no pueden hablar si están las 24 horas con su agresor y corren el riesgo de ser escuchadas; más cuando en general es la madre o cuidadora la que pide ayuda ya que los pequeños rara vez llaman ellos mismos. Por lo que se le pide a toda la comunidad a estar alertos a señales de posibles abusos y los reporten a las autoridades.

OTRAS VIOLENCIAS

El desafío hoy es identificar otras situaciones que padecen los menores cuyas mamás o cuidadoras son sometidas a violencia de género también son víctimas, no solo meros testigos.

La Unicef subraya que otros colectivos de niños también se encuentran en una situación de vulnerabilidad potencial, como lo son los chicos que viven en casas familia, o en centros de detención   para menores que viven en una situación de confinamiento y potencial riesgo de contagio muy alto porque ahí las posibilidades de mantener el distanciamiento son mucho más difíciles.

AYUDARNOS PARA SU CUIDADO

Los especialistas nos recomiendan incentivar pautas de crianza positivas que puedan facilitar la tarea de cuidado y de acompañamiento de niños y adolescentes. Dosificar el exceso de información sobre la pandemia y promover el diálogo sobre los miedos que tanto adultos como pequeños tenemos, ponerlos en palabras y en juegos. Promover estas pautas de crianza también son una forma de descomprimir la situación y evitar que las situaciones de violencia puedan desencadenase. Es una situación atípica en donde estamos bajo presión por lo que es importante cuando nos empecemos a alterar salir de la habitación, respirar profundo y buscar una actividad recreativa, como escuchar música o leer.

Saquemos lo mejor y no lo peor de nosotros. Los menores están siendo modelados por nuestros comportamientos.  Si te sientes sobregirado, pide ayuda, se vale.

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