Dr. José Ramón Torradas, un médico de urgencias certificado. Director adjunto de Médicos Unidos. (Foto: Staff)

El crecimiento alarmante del uso de los opioides no es algo nuevo, pero durante la pandemia se incrementó, llegando a ser un problema no solo para los que son adictos a la sustancia, sino para todo un barrio al norte de la ciudad de Filadelfia, donde existe un gran mercado al aire libre de drogas, principalmente de fentanilo, y las consecuencias socioeconómicas y de seguridad que esto significa.

La situación parece estar fuera de control y las opiniones para abordar la crisis están polarizadas; en especial entre los que están a favor y en contra de los sitios de inyección supervisada.

La sobredosis en Estados Unidos ha aumentado, 200 personas mueren todos los días por sobredosis de fentanilo, de las cuales, 15 en Pensilvania y dos o tres en Filadelfia.

En 2021, Filadelfia tuvo un total de 1276 muertes por sobredosis, según datos del Departamento de Salud Pública de Filadelfia. Además, el 82% de las muertes por sobredosis de 2021 en Filadelfia incluyeron fentanilo. Esta poderosa droga también se ha encontrado en la cocaína, la metanfetamina, las píldoras falsificadas y otras

En una conversación con el Dr. José Ramón Torradas, un médico de urgencias certificado que se especializa en la reanimación de pacientes gravemente enfermos, externó su opinión sobre el tema.  

Él ha trabajado en salas de emergencias en varias ciudades de Estados Unidos y ha atendido a un amplio espectro de pacientes, en especial de condiciones marginadas. Se graduó en el MIT y en la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania. Completó su residencia en Medicina de Emergencia en North Shore, el hospital insignia de Northwell Health, uno de los sistemas de salud más grandes de Nueva York.

LA AMPLIA DEMOGRAFÍA DE LAS ADICCIONES

José ha trabajado en las peores zonas de San Francisco, California, única ciudad con la que paragona la situación que se vive en el barrio de Kensington en Filadelfia, donde una vez por semana atiende a pacientes en una clínica.

Él viaja desde su residencia en el condado de Bucks, y comparte que los taxistas suelen comentarle que hacen varios viajes, principalmente los fines de semana, desde las zonas ricas de los suburbios hasta Kensington.

Para el médico es claro que es un problema nacional, que afecta a amplios sectores y por ello se tiene que afrontar con una visión amplia.

El fentanilo es un potente opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina

“Con la venida del fentanilo, ha sido un desastre, porque casi cualquier droga que se consigue en la calle tiene buena posibilidad de que contenga fentanilo, y cuando hablamos de la potencia del fentanilo es casi 50 veces más fuerte…  Hemos visto vídeos de policías que están tocando el medicamento con guantes y ellos se desmayan”. El especialista explica que lo que ocurre es que hay unos receptores de opioides en nuestro cuerpo y cuando se llega a dosis más altas, hace que se detenga la respiración. “Eso es lo que mata a las personas con la sobredosis”.

DE LA NEGLIGENCIA AL CRIMEN

Torradas recordó la falsa percepción de los opioides como inofensivos, que prevalecía hace unos años, lo que provocó que las recetas fueran dadas indiscriminadamente.

Responsabiliza principalmente al marketing de los farmacéuticos de diferentes compañías, que privilegiaron las ganancias económicas, a las vidas de los pacientes.

Las compañías farmacéuticas saben que puede ser adictivo, que puede generar lo que se ha venido vivido últimamente, pero a pesar de las demandas siguen sus campañas.

Lamenta que esta proliferación de prescripciones para aliviar dolores intensos, fuera en buena parte el origen de esta epidemia de opiáceos mortales.

 “La adicción ocurre primero con el acceso. Los factores ambientales, factores genéticos, factores dentro de nuestro ADN que nos hace menos o más propensos, cuando damos las recetas, hoy en día hemos cambiado, antes se daban de 15 o 20 por un dolor. Ahora si damos 5 o 6, eso es el límite, porque hemos visto un giro potente de adicción”

Explica que el tramadol inicialmente se veía como una alternativa a los opioides, pero se ha visto que conlleva riesgos similares.

Como secuelas de la pandemia, las enfermedades mentales, y la automedicación con diversas sustancias, que pueden resultar en adicciones, han generado un problema de salud pública.

El alcohol ha estado legalizado y es fácilmente disponible desde hace tiempo. Las cifras de su consumo también fueron en aumento, en especial el primer año de la pandemia, y el Dr. Torradas también tiene muchas experiencias sobre como su abuso genera tanto enfermedades crónicas como crisis agudas por intoxicación etílica, o por abstinencia. El alcoholismo también es un trastorno progresivo, y unas adiciones pueden llevar a otras.

En el caso de los opioides no hay tantas generaciones de abuso “Los opioides, después de un cierto punto, son alarmantes porque no toma mucho para cambiar el cerebro”. “El organismo empieza a cambiar al ir usando y abusando de un medicamento, y llegas al punto que piensas que sin ese medicamento no vas a poder funcionar para hacer nada”.

LA IMPORTANCIA DE INVESTIGAR A FONDO LAS ALTERNATIVAS

Como los médicos ya son más cautelosos para recetar medicamentos opiáceos, muchos de los que han generado una adicción, van a conseguir la droga a Kensington, lugar en donde se ven imágenes que le dan la vuelta al mundo por la reciente proliferación de la xilacina, un anestésico para uso veterinario, cuya combinación con el fentanilo provoca que quien la consuma extienda los efectos de la droga, a la vez que provoca graves heridas en la piel.

Como una alternativa a evitar las sobredosis, en la ciudad se discute la apertura de centros de inyección supervisada, que empezaron hace 30 años en Australia, y después en Europa, Canadá, y desde hace un par de años en Nueva York.

Torradas testimonia que en la clínica donde trabaja en Kensington la mayoría de los pacientes que trata por afecciones relacionadas al consumo de drogas, son blancos, y que llegan por las infecciones provocadas por las inyecciones y por sobredosis.

El especialista en emergencias no tiene una opinión general sobre la apertura de estos centros de inyección supervisada, pues reconoce que tiene varios aspectos a considerar.

“Como médico, viéndolo puramente de tema de salud pública, ¿Cómo puedo reducir la hepatitis o VIH sida?, ¿Cómo puedo minimizar llamadas a la ambulancia?, pensemos que esos son recursos, que, si alguien está teniendo un infarto, pero esa ambulancia tiene que ir por una sobredosis, esos recursos que se están empleando en esa ambulancia, pudieron haber ido y tratado un infarto… entonces, sí pensamos que se puede promover de una manera responsable y oyendo las opiniones de la comunidad, el proyecto podrían ser buena idea”.

Sin embargo, reconoce que existe otro aspecto a considerar, y es el que los consumidores no son los habitantes de Kensington (mayoritariamente latinos). Por lo que se pregunta ¿Por qué no prueban esos puntos de inyección supervisada donde viven los que la consumen? Se cuestiona que no haya iniciativas en condados como Bucks o Montgomery que quieran participar de un plan piloto para ver como funcionaria.

También recuerda que “La epidemia de la cocaína y la roca en los ochenta y los noventa en Filadelfia, que estaba afectando a la comunidad afroamericana, no se hablaba de hacer centros de este tipo para intentar encontrar la solución”. Era cárcel y era la única opción que se tenía, pero el crecimiento de estas adicciones en la población blanca ha cambiado la manera en como quieren intervenir.

INTERVENIR EN LA SALUD MENTAL

Otras de las crisis que han se han venido agudizando es la de trastornos mentales, que en muchas ocasiones su falta de tratamiento degenera en adicciones. Aunque se están invirtiendo millones de dólares en abordarla, como hemos reportado en Impacto, los especialistas y centros de atención psiquiátrica son insuficientes.

http://44.218.246.32/region/mas-recursos-pero-persiste-el-deficit-de-personal-para-tratar-la-salud-mental/

Dentro de la experiencia de Torradas, también ha tratado a personas que padecen depresión, ansiedad y otro tipo de condiciones mentales y psiquiátricas que pueden estar a la base de enfermedades crónicas.

“Cuando trabajaba más en las salas de emergencias era normal ver mínimo una persona por turno que venía por pensamientos de suicidio o que estaban teniendo problemas de ansiedad o psiquiátricos que realmente llegaban al punto que tenían que ir a emergencias para solamente entrar en el sistema y poder hablar con alguien”.

Como médico de emergencias, José hace radiografías, análisis de sangre, electrocardiogramas, un TAC, cosas objetivas que interpreta.

Pero cuando se habla de problemas de salud mental, sabe que se necesita de un tratamiento probablemente psiquiátrico, que en su mayoría consiste en recetar medicinas, que podrían degenerar también en otro tipo de adicciones. Considera que la terapia es fundamental para acompañar un tratamiento integral, pero reconoce también son insuficientes, en especial para la comunidad inmigrante, que necesita de un abordaje que tenga en cuenta diferencias culturales y puedan ser atendidos también en su idioma materno.

Como director adjunto de Médicos Unidos, la organización que surgió a partir de la creación de la iniciativa UNIDOS CONTRA COVID, señala que la organización también surgió a partir de esta necesidad y que también tienen como objetivo crear programas, “Creo que el obstáculo más grande es que, se puede dar dinero y espacio a esos proyectos, pero no se puede de un día a otro formar a gente. La crisis mental en los Estados Unidos es algo que se debe tomar en serio”.

Como las crisis de sobredosis, y de salud mental se entrelazan, y tienen un impacto económico y social importante, Torradas considera que vale la pena indagar a profundidad y no descartar ninguna medida para aliviar a las poblaciones más afectadas, tanto a los consumidores, como a los que viven dentro de territorios en los que prolifera su consumo.

“Creo que si como país estamos siendo honestos de que queremos afrontar estos problemas y lo que hemos hecho hasta ahora, no ha tenido fruto. Entonces sí que se necesita de gente con otras ideas y experiencias respecto a los centros de inyección supervisados…”.  

UNA NUEVA INICIATIVA PARA INFORMAR A LA COMUNIDAD

Como una iniciativa de Médicos Unidos, que incluye la divulgación de temas de interés para la comunidad hispana, en columnas como las que ha publicado en este medio, en foros educativos con diferentes grupos, en charlas, entrevistas, etc. el Dr. Torradas recién empezó en Telemundo una sección para abordar temas de salud con más profundidad.

El rincón de la salud se transmitirá una vez al mes en uno de los noticieros de Telemundo62. “Tienes una audiencia grande y podemos darle más tiempo… normalmente, cuando hacemos entrevistas con los noticieros es algo breve” En El rincón de la salud estarán dando información práctica y completa de diversos temas de relevancia actual, en segmentos de 10 minutos.  

Puedes ver el primer segmento de este programa aquí.

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