Joanna Otero Cruz.

Joanna Otero Cruz nació en el barrio de Kensington en la ciudad de Filadelfia, es hija de madre costarricense y de padre puertorriqueño. Joanna se graduó del Peirce College en administración, gestión y operaciones empresariales en 2007. Joanna se ha destacado por su liderazgo en agencias sin fines de lucro, especialmente al servicio de niños y familias sobrevivientes de violencia doméstica, situación que también vivió en carne propia.

DE LA RESISTENCIA A LA RESILIENCIA

Joanna quedó embarazada cuando era adolescente, y su pareja comenzó a controlar sus asuntos personales, su trabajo, su vida, hasta que la violencia fue escalando y entonces con valentía tomó la decisión de separarse. En una situación muy dura, luchó en la corte criminal con una niña de casi tres años, quien extrañaba a su papá, sin embargo, tomó en mano su destino, reinició su vida enfrentando las consecuencias de la decisión de ser una mamá soltera, pero con la ayuda esencial de su madre. Esta experiencia le dejó una gran enseñanza; cinco años más tarde, se volvió a casar y tuvo un hijo más de su actual matrimonio.

De ser asistente médico, llegó a dirigir la clínica; después empezó a trabajar en Congreso de Latinos Unidos, donde estuvo por 10 años. En esa institución se desempeñó como trabajadora social, donde coordinaba un programa para jóvenes embarazadas y para prevenir futuros embarazos sin planificación. Luego de varios cursos y entrenamientos Joanna llegó a ser la directora del Departamento de Servicios de Salud Familiar y Conductual, donde supervisó el área de violencia doméstica, un tema que la apasionó y que la llevó a seguir creciendo profesionalmente.

“Nunca dejen de aprender, todos los días en la vida se aprende algo, y cuando aprendes, comparte, porque tenemos que seguir apoyándonos las unas a las otras”.

Joanna Otero Cruz.

FAMILIAS EN CRISIS

Joanna se desempeñó como directora general ejecutiva de CONCILIO por seis años, donde uno de sus mayores retos fue conseguir fondos y reubicar las instalaciones de esta institución, de Spring Garden a East Hunting Park, en 2014. También estableció nuevos programas como el de “Sobrevivientes de víctimas de crimen”. “Estas víctimas tienen mucho miedo de llamar al 911, en particular las personas que son inmigrantes”, por lo que, aunque consciente de que aún falta por hacer, cree que se ha avanzado en que los latinos puedan tener una alternativa, un lugar para ser escuchados y asesorados legalmente.

Desafortunadamente, dice Joanna, también son demasiados los niños que necesitan un hogar temporal, por lo que muchas veces a pesar de que necesitan ser removidos incluso por abuso físico, es muy difícil encontrarles Foster Care (crianza temporal). Cuando logran encontrar un hogar de acogida, los chicos enfrentan otro trauma al ser removidos de su familia, por lo que es muy importante trabajar con familias en la comunidad que comparten la misma cultura, idioma, y ayudarlos a no cambiar drásticamente su rutina, como el barrio y la escuela. “Mi tiempo en CONCILIO, fue muy bonito, donde logramos muchas metas, nos enfocamos mucho en desarrollar, expandir y fortalecer los programas de la institución”. El trabajo que Joanna desarrolló en CONCILIO le abrió la oportunidad de trabajar en el ayuntamiento.

Joanna Otero Cruz.

SU PASO COMO FUNCIONARIA PUBLICA

El alcalde de la ciudad, James Kenney, la llamó para tomar el cargo de subdirectora general de servicios comunitarios de la Ciudad de Filadelfia. “Fue una decisión fácil, porque dentro de la agenda del alcalde estaba el tema de la migración, algo muy importante para mí, por el legado que me dejó mi madre, de seguir abogando por la gente latina como mi familia y yo”, dice orgullosa y añade “Sé que como puertorriqueños no conocemos muy bien el proceso de migración, y lo difícil que es, porque no es lo mismo venir de Puerto Rico que de otro país como inmigrante”. Una información que ella considera importante para que la gente tenga compasión. Como las leyes migratorias son muy anticuadas le emocionó poder trabajar desde el gobierno para ayudar a la comunidad latina migrante.

En Kensington le tocó trabajar con muchas personas sin hogar y afectadas por los opioides, algo que impacta también la calidad de vida de las familias. “Para mí ha sido muy difícil pararme todos los días a luchar por los derechos de esa comunidad… y me he sentido muy frustrada muchas veces porque el cambio no es al instante”. Para Joanna, no era suficiente tener varios pequeños logros ante las grandes necesidades, en especial las generadas por el circulo de salud mental, pobreza, violencia. “El miedo de encontrarse con una bala en su misma casa a través de la ventana, como ha ocurrido recientemente en esta zona de Filadelfia”. Sin embargo, su paso por la Ciudad también le dio satisfacciones como la labor que dirigió desde las primeras semanas de la pandemia, cuando enfrentó el reto de coordinar en sólo tres días la entrega de alimentos para las personas en necesidad, ayudando a más de 40 mil familias a la semana durante seis meses.

WOMAN AGAINST ABUSE

“En EE.UU. 20 personas son abusadas físicamente cada minuto”

El pasado 8 de noviembre de 2021 Joanna Otero Cruz fue designada la nueva presidenta y directora ejecutiva de Women Againts Abuse (WAA), una organización de más de 45 años que brinda servicios que buscan fomentar el respeto propio y la independencia de las personas que experimentan violencia. WWA también lucha contra la violencia doméstica a través de la educación comunitaria y es la única organización en la ciudad que tiene refugios para sobrevivientes de mujeres, hombres y niños, y que cuenta con un centro legal. “Para mí es importante saber cómo traemos todos estos beneficios y programas a la comunidad latina, y cómo hacer para asegurar que todo lo que estamos proveyendo culturalmente es relevante para otras personas latinas”, expresó Joanna.

“Quiero hacer que las personas necesitadas, aunque no hablen inglés, se sientan cómodas en este hogar”

Las personas que se encuentran en una situación de violencia doméstica (física o psicológica) o envueltas en un patrón no saludable, de control y poder, pueden llamar 7/24 a la hotline (línea de recursos) y hablar con una persona que está capacitada y les ofrecerá alternativas. “Sabemos que cada situación es única, y se debe identificar cuáles son los recursos necesarios para cada caso”. La línea tiene acceso a la traducción de 180 idiomas, y trabaja en conjunto con cuatro agencias más.

Si la familia está en peligro de agresión física se permite que las madres se queden con sus hijos menores y se da asistencia legal. Los refugios cuentan en total con 100 camas, y pueden alojarse de 60 a 90 días. Durante este tiempo un trabajador social les ayuda en el proceso rumbo a la independencia. Joanna señala que la atención incluye a todos los miembros del núcleo familiar, inclusive al agresor, y busca proveer un servicio interdisciplinario e integral.

Aunque sabe que los retos son enormes, Joanna como agente de impacto en la ciudad de Filadelfia, seguirá ahora desde esta nueva trinchera, dedicando su experiencia y pasión al servicio de los más vulnerables.

Women Against Abuse.

¿CÓMO ENCONTRAR AYUDA?

Women Against Abuse esta ubicado en la 100 South Broad St, Suite 1341, Filadelfia, PA, 19102.

Numero de emergencia 1-866-723-3014, 24/7. La línea de ayuda legal es 215-386-1280, o puede mensajear mediante su página web en https://www.womenagainstabuse.org/

Una persona que sea testigo de una situación de violencia doméstica también puede llamar y pedir apoyo.

WAA tiene un departamento de salud mental que cuenta con terapistas para ayudar a la familia completa, además trabaja con otras instituciones que pueden ayudar al agresor.

LA EPIDEMIA DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

Aproximadamente se reciben 100 mil llamadas al 911 cada año que son de naturaleza doméstica. Entre 2014 y 2019 se presentó un promedio de 10 mil solicitudes de órdenes de protección contra el abuso (PFA, siglas en inglés). En 2021 en Filadelfia ocurrieron 43 homicidios en el ámbito doméstico, casi el doble de los reportados en el 2020. 1 de cada 4 mujeres y 1 de cada 9 hombres, experimentan violencia física severa, violencia sexual o acoso por parte de su pareja íntima, lo que suma a más de 10 millones de mujeres y hombres que son abusados cada año.

Fuente: Informe de la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica en Estados Unidos (NCADV). Más información en:  2021 Annual Report | Women Against Abuse

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