Nicolás recibiendo la vacuna contra COVID-19. (Foto cortesía)

Montgomery, PA- El martes 11 de mayo en el condado de Montgomery, Pensilvania, comenzó la vacunación de adolescentes a partir de los 12 años con la vacuna de Pfizer. El registro para obtener una cita en alguno de los centros de vacunación, que incluyeron instalaciones escolares, que no se dejaron esperar.

Los padres de Nicolás, un adolescente de 15 años del Distrito Escolar de Wissahickon, obtuvieron una cita para aplicarle la vacuna en el centro de vacunación ubicado en Montgomery Mall, el pasado viernes 14 de mayo. Nicolás cuenta que fue grato para él saber que recibiría la vacuna anticovid, y de esa forma contribuir para terminar de una vez por todas con esta pandemia. “Hace dos años emigré junto con mi familia, de México a Pensilvania, y más de la mitad de mi residencia aquí ha sido encerrado. A penas comenzaba a adaptarme a la escuela cuando nos recluyeron por la pandemia”, explicó.

Nicolás mostrando su comprobante de vacunación. (Foto cortesía)

La pandemia significó para él mucha incertidumbre, por momentos aburrimiento, extrañaba la convivencia en la escuela, pero al mismo tiempo, tuvo la oportunidad de aprender cosas nuevas. De esa forma, tuvo la fortuna de aprender a tocar guitarra y a diseñar digitalmente figuras con piezas de Lego. Por otro lado, reconoce que esta emergencia sanitaria hizo que la gente se preocupara más por temas científicos y por su salud. Aunque él confiesa que estuvo tranquilo porque sabía que, si mantenía la sana distancia, el lavado de manos y el uso de mascarilla era poco probable que se infectara. Pero, lo que más le inquietaba era el tiempo en que se tardarían en sacar la vacuna, y dijo, “me tocó vivir el terremoto de la Ciudad de México en el 2017, y puedo decir que la pandemia me asustó más porque, afortunadamente el temblor fue un evento que pasó pronto, y mis familiares y amigos no resultaron dañados, pero la pandemia duró mucho más y con el peligro de que mis abuelos se llegaran a enfermar, aunque sabía que mis tíos los tenían bien cuidados”.

Al preguntarle a Nicolás cuál fue su sentir al recibir la vacuna contra el COVID-19 expresó que se sintió aliviado al ser vacunado, que a pesar de que alguna vez le dieron mucho miedo los piquetes, no se sintió nervioso, “creo que es peor contagiarte y enfermarte porque puedes llegar a morir. Además, las vacunas han ayudado a erradicar muchas enfermedades”. El lugar de la vacunación le resultó agradable, le dio gusto ver a muchos niños en compañía de sus padres, y la atención de todo el personal le pareció muy buena. Su mayor molestia fue un leve dolor en el brazo, y comentó que, para él, la vacuna es la opción más viable para no sufrir por los síntomas del virus. “Los invito a que se vacunen, es nuestra responsabilidad social”, finalizó.

Los padres y abuelos de Nicolás ya han sido vacunados, y espera que pronto el resto de sus familiares y amigos en México también lo hagan, y así poder viajar para verlos y abrazarlos.

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