Jason Killinger enseñando cómo cultivar. (Foto: LRN)

La jardinería ayuda a los niños a estimular sus sentidos, apreciar la naturaleza y a responsabilizarse del cuidado apropiado de las plantas y árboles. También es una oportunidad de estar con miembros de su familia y de la comunidad; por lo que en el terreno de la esquina de las calles 25 y Reed se ofrecen cursos de jardinería infantil.

Uno de los maestros es el artista Jason Killinger, quien los guía en la siembra y el cultivo de los vegetales. Por su parte, Jenna Robb, la maestra de muralismo está trabajando en colaboración con el proyecto “Heat Response” del fideicomiso de la tierra pública. Será la facilitadora del diseño del mural cerca del lote y los miembros de la comunidad decidirán el tema.

El proyecto aborda el problema del impacto desproporcionado del calor extremo en las comunidades de bajos ingresos, que muchas veces coinciden con ser poblaciones racializadas. Esta inequidad influye en la salud, la seguridad y en la vida diaria de las personas.

Terreno de la 25 y Reed. (Foto: Carly Pourzand)

CULTIVO COMUNITARIO

Hace cuatro años, Carly Pourzand estaba trabajando con Nationalities Services Center, una organización que brinda servicios sociales a inmigrantes y refugiados. “En ese entonces, se alquilaba el terreno de la iglesia bautista El Redentor para que las personas tuvieran acceso al lote y cultivar sus vegetales”, contó la activista. Un verano, fue asignada para trabajar en el jardín “Creciendo Juntos” con Paul Jones, residente del sur de la ciudad. “Ese increíble verano, conocí a personas de la iglesia, refugiados y vecinos mientras cultivábamos las verduras”, precisó. Aunque la iglesia es la dueña del predio, ahora no lo administra por completo. Con el tiempo, el terrenose ha convertido en un espacio verde multirracial y multilingüe.

Carly Pourzand, Eréndira Zamacona y niños. (Foto: Carly Pourzand)

Carly es la especialista de programas de participación comunitaria del Centro Penn State. También forma parte de la Alianza del Pueblo 215. “Nuestro trabajo comunitario es al mismo tiempo que los talleres de murales y jardinería. De esa manera, los padres nos pueden ayudar a desyerbar, regar y cosechar las 70 camas con sus niños mientras aprenden a cultivar”, afirmó.

En las semanas recientes, ella y Eréndira Zamacona Solano, miembro de la Alianza, han donado parte de los vegetales que cosechan a la escuela primara Sheridan en Kensington, a la Iglesia de la Crucifixión y a la Iglesia Bautista del Redentor, así como a varias familias y vecinos.

Jenna Robb, facilitadora del mural. (Foto: LRN)

Los miembros de la Alianza no están enfocados en la producción o el éxito. “Todas las personas pueden aprender a cultivar y a tener una conexión con la tierra. Para nosotros, este proyecto se trata de aprender juntos, con nuestras manos en la tierra, mientras seguimos activos acerca de la justicia de los terrenos en un vecindario activamente gentrificado”, afirmó Carly.

Los talleres de jardinería infantil son los jueves, a las 5:30, sin costo alguno.

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