
En Pensilvania se preparan para los recortes económicos derivados del retraso de fondos estatales por la no aprobación de la ley de presupuesto.
Continúan el tira y afloja en la Cámara de Representantes. Como fondo, la estimación del estado de obtener mayores ingresos a través de la legalización del consumo para usos recreativos de la marihuana.
En mayo ya se rechazó en Harrisburg una propuesta para legalizar el cannabis.
Desde entonces dos cosas han cambiado: la premura de tiempo para aprobar la ley de presupuestos y que no todos los republicanos se oponen (los líderes demócratas continúan apoyando) a la legalización.
Uno de los republicanos a favor es el representante Dan Laughlin (R–Erie) co-espónsor junto al representante Sharif Street (D–Filadelfia), un proyecto de ley que legalizaría el consumo recreativo de cannabis. Según el proyecto, los dispensarios de marihuana medicinal podrían solicitar un permiso para iniciar las ventas de marihuana recreativa a cambio de una tarifa. De ser así se darían licencias a otros solicitantes.
La cuantía de esa tarifa (fijada inicialmente en $100,000 por los espónsores del proyecto) es la que ya está siendo objeto de debate entre los potenciales vendedores, junto con quiénes deberían ser esos “otros solicitantes”.
Por el momento, los republicanos del Senado (que son mayoría) siguen sin ver esta ley como una prioridad. El senador estatal Scott Martin (R–Lancaster) declaró hace unos días que no avanzaría en su comité ningún proyecto sobre este asunto.
Mientras tanto ¿qué prevalece en otros estados del área para legalizar el uso recreativo del cannabis? Para los defensores los ingresos que sus estados necesitan y que, si no, escapan hacia otros estados. Para los detractores su idea de que creará más adictos a drogas más fuertes y un balance económico negativo (al ingresarse menos de lo previsto y por contra dispararse los gastos generados por aumento de delitos y accidentes en carreteras por conducir bajo la influencia de marihuana).
En New Jersey, es legal desde principios de 2021. El Estado Jardín grava todas las transacciones derivadas del cannabis con un 6,625% de impuesto sobre ventas, más una tasa especial de equidad social de 1/3 del 1%.
Delaware comenzó a vender legalmente marihuana para uso adulto este 1 de agosto.
Los legisladores defendieron la ley valorando esta nueva fuente de ingresos para el estado. En palabras del gobernador Meyer, “Esta nueva industria generará ingresos cruciales para fortalecer nuestras escuelas, infraestructura y sistemas de salud pública, a la vez que crea oportunidades reales para emprendedores”.
Sin embargo, estados como Colorado –primer estado que legalizó el cannabis en 2012– manejan informes económicos que confirman en su caso un balance económico negativo para el estado, y añaden una preocupación más: lejos de ser un tratamiento para la depresión, y la ansiedad, el consumo de marihuana empeora los síntomas y eleva el riesgo de brotes psicóticos y suicidio.
Mientras, el debate en Harrisburg continúa.





