1.8 C
Philadelphia
spot_img
Inicio Blog Página 668

Elecciones República Dominicana: cierran las urnas, comienza el conteo de votos para elegir presidente y Congreso

congreso
Funcionarios electorales ayudan a un elector a emitir su voto durante las elecciones generales en Santo Domingo, República Dominicana, el domingo 19 de mayo de 2024.

Los dominicanos acudieron a elegir al próximo presidente, y congreso, en una elección marcada por la crisis en su vecino Haití y en la que el actual mandatario, Luis Abinader, corre como favorito.

SANTO DOMINGO — Los dominicanos acudieron este domingo a votar para elegir presidente, vicepresidente y legisladores, en una elección marcada por la crisis en su vecino Haití y en la que el actual mandatario, Luis Abinader, corre como favorito.

Las urnas cerraron a las 5 p.m. hora local y comenzó el conteo de votos.

La Junta Central Electoral (JCE) restringió los resultados de las encuestas a boca de urna apenas termine la votación «hasta la emisión del boletín definitivo de los resultados».

El primer informe de resultados está fijado para las 8:30 p.m. o cuando las Juntas Electorales hayan enviado el 20 % del conteo.

La jornada transcurrió sin contratiempos. Las urnas en Santo Domingo, la capital, estaban funcionando desde las 7:10 a.m. Los centros de votación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña se mantuvieron concurridos desde temprano, si bien no había demoras para ejercer el sufragio y varias personas destacaron la rapidez del proceso.

El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Román Jáquez Liranzo, garantizó «un proceso transparente y justo» e informó que más de 7,2 millones de ciudadanos votarían en 4,295 recintos electorales a nivel nacional, mientras que casi 900,000 sufragarían en el extranjero en 35 países.

Jáquez Liranzo dijo que había un contingente de 55.000 miembros de las fuerzas militares y de la policía nacional desplegados para garantizar una jornada sin novedades.

Ana Castellanos, una ciudadana que acudió a votar, afirmó a la VOA que espera el país «se siga desarrollando tanto en lo económico como en lo político y que sea lo mejor para todos».

¿Quiénes son los candidatos a la presidencia?

Abinader, quien llegó al poder en 2020 a través del Partido Revolucionario Moderno, compite con el tres veces presidente Leonel Fernández, de Fuerza del Pueblo, quien va de segundo en las encuestas, y Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y exalcalde de Santiago de los caballeros, la segunda ciudad más importante del país.

También compiten Miguel Vargas (PRD); María Teresa Cabrera (Frente Amplio); Fulgencio Severino (Patria para Todos); Carlos Peña (Generación de Servidores); Virginia Antares (Opción Democrática), y Roque Espaillat (Partido Esperanza Democrática).

Abinader, quien busca reelegirse por cuatro años más, llegó poco después de las 10 a.m. a votar, acompañado de su esposa, Raquel Arbaje, y de la senadora Faride Raful.

Abinader, quien fue recibido entre aplausos, pidió «votar en paz y hermandad, sin importar el partido».

El candidato y expresidente Leonel Fernández acudió a su centro de votación poco después de las 10 a.m. y fue vitoreado por sus simpatizantes. «No hay que ponerle tope a la gracia divina, a lo mejor ganamos en la primera vuelta, quien sabe, el entusiasmo que veo es debordante», dijo a la televisora SIN desde su vehículo.

Los dominicanos también elegirán a 178 diputados y 32 senadores para el Congreso Nacional por los próximos cuatro años.

Observadores atentos

Una misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), liderada por el expresidente chileno Eduardo Frei, supervisa el proceso.

“Hemos estado recibiendo informaciones a través de 84 observadores de la OEA que están repartidos en toda la República Dominicana. Ahí recibimos los temas que se van presentando para hacer el seguimiento», dijo Frei a periodistas.

Preocupaciones por la crisis en Haití en la contienda presidencial dominicana

La crisis humanitaria del vecino Haití se ha exacerbado por el amplio control de territorio de las pandillas, convirtiendo este tema en el principal motivo de inquietud entre los dominicanos, que temen un traspaso de problemas como la inseguridad y la migración masiva. Estas preocupaciones han jugado un papel importante en las campañas de los candidatos presidenciales.

Una encuesta de Greenberg indicó que el 65 % de los votantes han pensado en la situación de Haití al momento de decidir sobre su voto.

Abinader ha adoptado una postura firme sobre el control fronterizo y la migración, por lo que muchos dominicanos lo han visto como el líder más adecuado para manejar la crisis en Haití. El actual gobierno ha comenzado a construir un muro fronterizo a lo largo de la frontera con Haití y llevó a cabo deportaciones masivas de 175.000 haitianos el año pasado.

Esas medidas han resultado también en críticas de organizaciones de derechos humanos, que las han señalado por discriminatorias.

Las promesas de los candidatos han girado en torno a controlar el flujo migratorio y mantener las deportaciones.

Para el nuevo gobierno habrá retos en el plano económico. El Banco Mundial dijo en un informe de abril de este año que el “excepcional crecimiento» estaba «llegando a su límite debido al bajo crecimiento de la productividad en los últimos años, un insuficiente capital humano para atender las necesidades del sector empresarial, la ocurrencia de desastres relacionados con el cambio climático y distorsiones en mercados claves”.

Primer candidato negro a ser astronauta en EE. UU. va al espacio 60 años después en cohete de Bezos

astronauta
Ed Dwight, ex piloto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, posa para un retrato con el fin de promocionar el documental "La carrera espacial" de National Geographic el jueves 8 de febrero de 2024, en el hotel Langham Huntington en Pasadena, California. (Foto: AP/Chris Pizzello/Archivo)

El primer candidato de raza negra a ser astronauta en Estados Unidos finalmente partió al espacio 60 años después, volando el domingo en un cohete de la compañía de Jeff Bezos.

Ed Dwight era piloto de la Fuerza Aérea cuando el presidente John F. Kennedy lo promovió como candidato para integrar el primer cuerpo de astronautas de la NASA. Pero no fue elegido para el grupo de 1963.

Dwight, ahora de 90 años, experimentó unos minutos de pérdida de gravedad junto con otros cinco pasajeros a bordo de la cápsula Blue Origin mientras rozaba el espacio en un vuelo de aproximadamente 10 minutos. Consideró que fue “una experiencia que te cambia la vida”.

“Yo pensaba que realmente no necesitaba esto en mi vida”, dijo Dwight poco después de salir de la cápsula. “Pero ahora, sí lo necesito en mi vida… estoy extasiado”.

El breve vuelo que partió desde el oeste de Texas convirtió a Dwight en el nuevo poseedor del récord de la persona de más edad que llega al espacio, casi dos meses más viejo que la edad que tenía el actor William Shatner de “Star Trek” cuando salió de la Tierra en 2021.

Fue el primer lanzamiento tripulado de Blue Origin en casi dos años. La compañía dejó de efectuar lanzamientos tras un accidente en 2022 en el que el propulsor se estrelló en tierra, pero la cápsula llena de experimentos aterrizó a salvo sostenida por paracaídas. Los vuelos se reanudaron en diciembre pasado, pero sin nadie a bordo. Esta es la séptima ocasión en que Blue Origin envía turistas al espacio.

Dwight, un escultor de Denver, estuvo acompañado por cuatro empresarios de Estados Unidos y Francia, y un contador retirado. No se reveló el costo de los boletos; el asiento de Dwight fue patrocinado en parte por Space for Humanity, un organismo sin fines de lucro.

Dwight estaba entre los posibles astronautas que la Fuerza Aérea le recomendó a la NASA. Pero no fue elegido para el grupo de 1963, en el que estuvieron astronautas que a la larga participarían en los programas Gemini y Apolo, incluidos Buzz Aldrin y Michael Collins del Apolo 11. La agencia espacial no eligió a astronautas negros sino hasta 1978, y en 1983 Guion Bluford se convirtió en el primer afroestadounidense en llegar al espacio. Tres años antes, los soviéticos lanzaron al primer astronauta negro de la historia, Arnaldo Tamayo Méndez, un cubano de ascendencia africana.

Botánicos de México y EE. UU. documentan un ecosistema dividido por el muro fronterizo

México
El doctor Georges Seingier, profesor en Ciencias Marinas y Ambientales de la Universidad Autónoma de Baja California, participa en una expedición botánica con estudiantes de la UABC para documentar la biodiversidad en la frontera entre EEUU y México, el viernes 19 de abril de 2024, en Jacumé, Baja California. (Foto: AP/Damián Dovarganes)

JACUMÉ, México.— Cerca del imponente muro fronterizo flanqueado por un vehículo de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, la botánica Sula Vanderplank escuchó “chi-ca-go”, el aullido de una codorniz entre los matorrales, un sonido que las aves usan para indicar que están separadas de una pareja o bandada.

Luego, silencio.

Una codorniz del lado mexicano respondió, desencadenando una melodía de ida y vuelta que era a la vez apropiada y desgarradora en un ecosistema dividido por una barrera artificial.

Vanderplank estuvo entre varios botánicos y científicos ciudadanos que participaron en el Border Bioblitz cerca de la comunidad mexicana de Jacumé, en Baja California, a unos 100 kilómetros (60 millas) al este de Tijuana.

Unos mil voluntarios armados con la aplicación iNaturalist en sus smartphones estarán documentando tantas especies como sea posible a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México durante mayo. Cargar fotografías en la aplicación ayuda a identificar plantas y animales y registra las coordenadas de la ubicación.

La esperanza es que la información pueda conducir a una mayor protección de la riqueza natural de la región, que se ve eclipsada por noticias sobre tráfico de drogas y tráfico de migrantes.

Hace poco, los voluntarios de Bioblitz examinaron una alfombra de flores silvestres amarillo brillante, un marcado contraste con los imponentes bolardos de acero del muro fronterizo rematados con rollos de alambre de púas. Algunos se abrieron paso entre montones de envases de agua vacíos, una sudadera con capucha gris y latas vacías de atún abandonadas bajo las ramas de la flora nativa como el ciprés de Tecate.

“Aquí hay una cantidad fabulosa de biodiversidad que tradicionalmente se ha pasado por alto”, dijo Vanderplank, del programa binacional Baja Rare.

Los esfuerzos comenzaron después de que el expresidente Donald Trump ordenó alargar cientos de kilómetros el muro fronterizo, derribando un número incalculable de cactus saguaro en Arizona y atravesando el punto crítico de la biodiversidad de Baja California.

“Cuando comenzó la construcción del muro fronterizo, nos dimos cuenta de la poca información concreta que teníamos, especialmente cuando se trataba de plantas y organismos pequeños”, dijo Vanderplank. “No sabemos cuánto podíamos perder”.

Desde entonces, ha habido una oleada de iniciativas para documentar la flora y la fauna de la zona fronteriza a medida que el cambio climático, junto con la pérdida de hábitat, la contaminación y el desarrollo, han golpeado la biodiversidad del mundo. Una estimación de 2019 advierte que un millón de especies de plantas y animales se enfrentan a la extinción en cuestión de décadas, una tasa de pérdida mil veces mayor de lo esperado.

La península de Baja California, que limita con California y alberga a Tijuana con una de las tasas de homicidio más altas de México, tiene más de 4.000 especies de plantas. Una cuarta parte de ellas son endémicas y al menos 400 plantas se consideran raras y cuentan con poca o ninguna protección.

La flora y la fauna que se han extinguido o están en peligro de desaparecer en Estados Unidos, como la rana de patas rojas de California, están prosperando al sur de la frontera, produciendo especímenes que se están utilizando para recuperar poblaciones.

Pero la delincuencia en la región disuade a muchos científicos estadounidenses de cruzar la frontera. México también está restringiendo los permisos para los botánicos y no permitiendo la recolección de semillas, lo que restringe aún más el trabajo, señalan los científicos.

“Hay que tener mucho cuidado debido a la violencia”, dijo Jon Rebman, curador de botánica en el Museo de Historia Natural de San Diego, quien nombró para la ciencia 33 nuevas plantas del sur de California y la región de Baja California.

“Da miedo desde ese punto de vista, pero esas son las áreas donde realmente necesitamos más información porque casi no hay áreas protegidas en el lado sur”, dijo.

La botánica Mariana Fernández, de Expediciones Botánicas, con sede en Tijuana, revisa periódicamente las plantas. Trabajando con Rebman, está presionando a Baja California para que adopte más protecciones para sus plantas nativas. Actualmente, sólo una fracción está en la lista de protección federal de México.

“La gente está asombrada de que existan estas cosas en Tijuana, y espero mostrárselas a más y más personas para que puedan ver la belleza, porque eso lo necesitamos”, dijo Fernández. “Es importante no verse obstaculizado por las barreras que crean los humanos”.

“Nunca hubiera pensado que hubiera tanta diversidad en la frontera”, dijo Jocelyn Reyes, alumna de Fernández en la Universidad Autónoma de Baja California, quien se detenía cada pocos metros para observar una planta y fotografiar sus detalles.

Biden dice a graduados que “escucha” sus protestas contra la guerra en Gaza

protestas
El presidente Joe Biden da un mensaje a los estudiantes en la ceremonia de graduación del Morehouse College, el domingo 19 de mayo de 2024 en Atlanta. (Foto: AP/Alex Brandon)

El presidente Joe Biden dijo el domingo a los graduados del Morehouse College que escuchó sus voces de protesta por la guerra entre Israel y Hamás y que las escenas del conflicto en Gaza han sido desgarradoras.

“Apoyo las protestas pacíficas y no violentas”, dijo a los estudiantes, algunos de los cuales llevaban kufiyas (pañuelos) sobre los hombros encima de sus togas negras de graduación. Un estudiante se envolvió en una bandera palestina. “Sus voces deben ser escuchadas, y les prometo que las escucho”.

El mandatario dijo a la multitud que se trataba de una “crisis humanitaria en Gaza, por eso he pedido un alto el fuego inmediato para detener los combates” y traer a casa a los rehenes tomados cuando Hamás atacó a Israel el 7 de octubre. El discurso, que también reflexionó sobre la democracia estadounidense y su papel en salvaguardarla, fue el reconocimiento más directo a los estudiantes sobre las protestas universitarias que se han extendido por todo el país.

El anuncio de Morehouse de que Biden sería el orador de la ceremonia de graduación provocó cierta reacción entre los profesores y partidarios de la escuela que se oponen al manejo de la guerra por parte de Biden. Algunos exalumnos circularon una carta en internet condenando a los administradores escolares por invitar a Biden y solicitaron firmas para presionar al presidente de Morehouse, David Thomas, para que la rescindiera.

Casi todas las calles alrededor del campus fueron cerradas para el evento. Mientras la multitud se reunía justo antes de que los graduados comenzaran a entrar al patio, el rector asociado Mel Foster advirtió: “Aunque respetamos el derecho de todos a la libertad de expresión, Morehouse College ha emitido directrices para garantizar que cumplimos con la ley”.

Este discurso y otro que Biden pronunciará más tarde el domingo en la región central del país es parte de una serie de acercamientos con los electores negros por parte del presidente, quien ha visto cómo su apoyo entre estos votantes ha mermado desde las elecciones de 2020.

Después de hablar en Morehouse en Atlanta, Biden viajará a Detroit para pronunciar un discurso en una cena de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).

Georgia y Michigan se encuentran entre un puñado de estados decisivos en una posible revancha electoral entre Biden y el expresidente republicano Donald Trump en noviembre.

Takeaways from the AP’s investigation into how US prisoners are hurt or killed on the job

prisoners

A sweeping Associated Press investigation into prison labor in the United States found that prisoners who are hurt or killed on the job are often being denied the rights and protections offered to other American workers.

These prisoners are being placed in dangerous jobs, sometimes with little or no training. They pick up trash along busy highways, fight wildfires, and operate heavy machinery. They work on industrial-sized farms and meat-processing plants tied to the supply chains of some of the world’s most iconic brands and companies. But incarcerated workers and their families often have little or no recourse when things go wrong.

The report on the dangers of prison labor is part of a wider AP investigation into what has become a multibillion-dollar industry that often operates with little oversight.

This 2015 photo shows first responders as they work to free Blas Sanchez from an auger that snagged and mutilated his right leg, at Hickman’s Family Farms, in Tonopah, Ariz. Nationwide, prisoners are increasingly being placed in dangerous jobs, sometimes with little or no training. They are part of a labor system that, often by design, largely denies them basic rights and protections guaranteed to other American workers. (Photo: AP/Provided by Blas Sanchez)

Here are takeaways from the latest installment of AP’s investigation:

PRISONERS ARE AMONG THE MOST VULNERABLE U.S. WORKERS

Laws in some states spell it out clearly: Prisoners aren’t classified as employees, whether they’re working inside correctional facilities or for private businesses through prison contracts or work-release programs.

That can exclude them from workers’ compensation benefits, along with state and federal workplace safety standards. They cannot protest against poor conditions, form unions or strike, and it’s harder for them to sue. Some also can be punished for refusing to work, including being sent to solitary confinement. And many work for pennies an hour – or nothing at all.

AP reporters spoke with more than 100 current and former prisoners nationwide about their experiences with prison labor, along with family members of workers who were killed. About a quarter of them related stories involving injuries or deaths, from severe burns and traumatic head wounds to severed body parts.

It’s almost impossible to know how many incarcerated workers are hurt or killed each year, the AP found, partly due to privacy laws but also because prisoners often don’t report injuries, fearing retaliation or losing privileges like contact with their families.

Chicken barns are seen at Hickman’s Family Farm and egg-packaging operations in Tonopah, Ariz., Thursday, March 14, 2024. In many states, prisoners are denied everything from disability benefits to protections guaranteed by OSHA or state agencies that ensure safe and healthy conditions for laborers. In Arizona, for instance, the state occupational safety division doesn’t have the authority to pursue cases involving inmate deaths or injuries. (AP Photo/Carolyn Kaster)

DANGEROUS JOBS, LITTLE OR NO TRAINING

Prisoners work in poultry plants, sawmills and in industrial factories. In many states, laws mandate that they be deployed during disasters and emergencies for dangerous jobs like hazardous material cleanup. They’re also sent to fight fires, filling vital worker shortage gaps, including in some rural communities in Georgia where incarcerated firefighters are paid nothing as the sole responders for everything from car wrecks to medical emergencies.

California, Nevada, Arizona and several other states also deploy prisoners to fight wildfires.

Prisoners who are injured on the job and decide to sue can face nearly insurmountable hurdles, including finding a lawyer willing to take the case. That’s especially true after the federal Prison Litigation Reform Act was passed almost three decades ago to stem a flood of lawsuits that accompanied booming prison populations.

Inmate firefighter David Clary, 41, with the Mount Gleason Conservation Camp 16, walks down a steep hill after eight hours of fighting a wildfire in the Angeles National Forest near Azusa, Calif., Saturday, Sept. 5, 2009. California currently has about 1,250 prisoners trained to fight fires and has used them since the 1940s. It pays its «Angels in Orange» $2.90 to $5.12 a day, plus an extra $1 an hour when they work during emergencies. (Photo: AP/Jae C. Hong, File)

Michael Duff, a law professor at Saint Louis University and an expert on labor law, said an entire class of society is being denied civil rights.

“We’ve got this category of human beings that can be wrongfully harmed and yet left with no remedy for their harm,” he said.

IT’S ALL LEGAL

Today, nearly 2 million people are locked up in the U.S. – more than almost any country in the world – a number that began spiking in the 1980s when tough-on-crime laws were passed. More than 800,000 prisoners have some kind of job, from serving food inside facilities to working outside for private companies, including work-release assignments everywhere from Burger King to Tyson Foods poultry plants. They’re also employed at state and municipal agencies, and at colleges and nonprofit organizations.

And it’s all legal: A loophole in the 13th Amendment to the U.S. Constitution passed after the Civil War makes forced labor legal, abolishing slavery except “as punishment for a crime.”

Diesel mechanic Johnny Reyes, 40, a former gang member who says he is serving a 364 day sentence in the Brevard County jail for burglary and violating probation, does maintenance on landscaping equipment in a workshop at the Sheriff’s Work Farm, in Cocoa, Fla., Thursday, Sept. 14, 2023. Participation in Brevard County’s various work crews, including a chain gang where participants wear chains around their ankles, is unpaid and voluntary. (Photo: AP/Rebecca Blackwell)

Few critics believe all prison jobs should be eliminated, but say work should be voluntary and that prisoners should be fairly paid and treated humanely. Correctional officials and others running work programs across the country respond that they place a heavy emphasis on training and that injuries are taken seriously. And many prisoners see work as a welcome break from boredom and violence inside their facilities.

Protegiendo el Futuro y Nuestro Compromiso Climático

Climático

Esta semana mi hijo mayor y yo estábamos viendo las noticias y observamos las inundaciones en Brasil y cómo atletas olímpicos que deberían estar compitiendo, decidieron quedarse para ayudar a su país. “La crisis climática es el gran desafío de tu generación”, le dije, para encontrar una cara de asombro e inquietud en respuesta. “Por qué tenemos que pagar nosotros por algo que ustedes causaron?”, me contestó.

Mi hijo tiene razón. La frustración de hacerse cargo de una crisis heredada es entendible pero lamentablemente es la realidad. Pero la pregunta es, ¿qué estamos haciendo ahora para ayudar a esa generación a no cargar con todo el peso de la herencia dejada por los grandes contaminadores? La respuesta es clara: proteger e impulsar el progreso climático.

Diversas organizaciones ambientales se unieron para publicar un análisis del historial ambiental de la Administración Biden que muestra que el Presidente Biden ha tomado más de 300 medidas ambientales para combatir el cambio climático. Estas medidas están ayudándonos a reducir la contaminación, amplían el acceso a la energía limpia, reducen los gastos en energía y aceleran la transición a la energía limpia.

Muchas de estas medidas ambientales están especialmente dirigidas a proteger la salud y fomentar el bienestar de las comunidades de color y las comunidades con bajos ingresos, las cuales son especialmente vulnerables a la polución y a los impactos del cambio climático. De los más de 27,5 millones de personas de color que viven en condados con preocupantes niveles de contaminación por ozono y partículas, casi 16,8 millones son hispanos.

Por el contrario, cuando Trump estuvo al mando, revocó más de 100 medidas ambientales y dejó que las grandes petroleras contaminaran nuestro aire y nuestra agua, a la vez que les concedió exenciones fiscales de 25.000 millones de dólares—y no tiene ningún remordimiento ya que ha prometido hacerlo otra vez si vuelve a la presidencia.

Recientemente, Trump ofreció a las grandes petroleras implementar su agenda de contaminación y desmantelamiento de la industria de energía limpia desde el primer día de su mandato a cambio de mil millones de dólares en contribuciones a su campaña. Trump incluso dijo que el precio de 1.000 millones de dólares sería una “ganga” por lo mucho que se beneficiarán evitando impuestos y regulaciones. Este no es el tipo de liderazgo que nos merecemos, vendiéndonos al mejor postor.

Según una encuesta de marzo del 2024, el 85 por ciento de los latinos están preocupados por la contaminación del aire y el agua y el 77 por ciento dice estar preocupado por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. Con estas más de 300 medidas, la administración Biden está respondiendo a nuestras preocupaciones.

Nuestras comunidades latinas se benefician especialmente de las acciones contra la polución del aire y del agua, ya que muchos latinos trabajan al aire libre y viven en zonas propensas a alta contaminación. Los beneficios son buenos para nuestra salud y nuestras economías familiares ya que también estamos viendo nuevas oportunidades de empleo en los sectores de energía limpia, donde los latinos ya constituyen una parte importante de la creciente fuerza laboral.

Es nuestra obligación responsabilizar a los contaminadores y elegir a líderes que tomen medidas para abordar la crisis climática que afecta al mundo en el que están creciendo nuestros hijos.

Antonieta Cádiz es la directora ejecutiva adjunta de Climate Power En Acción. Anteriormente, trabajó como corresponsal nacional para La Opinión y fue escritora política nacional para Univisión.

Harper y Clemens conducen a Filis a triunfo 4-3 sobre Nacionales en 10 innings

harper
Bryce Harper (centro) y Whit Merrifield, de los Filis de Filadelfia, festejan el triunfo xobre los Nacionales de Washington, el sábado 18 de mayo de 2024 (AP Foto/Matt Slocum)

FILADELFIA— Bryce Harper pegó un elevado de sacrificio en el décimo capítulo, después de que Kody Clemens conectó un jonrón que significó el empate con dos outs en el noveno, y los Filis de Filadelfia superaron el sábado 4-3 a los Nacionales de Washington.

Bryson Stott aportó también un cuadrangular a la causa de Filadelfia, que ha ganado o empatado cada una de sus últimas 14 series. Los Filis (33-14) tienen el mayor número de victorias en las Grandes Ligas en esta campaña y buscarán barrer la serie de tres duelos este domingo.

CJ Abrams y el venezolano Ildemaro Vargas batearon tres hits cada uno por los Nacionales, que han perdido cuatro compromisos en fila y seis de siete.

Con corredores en segunda y tercera y con un out en el décimo episodio, Harper encontró un splitter del taponero Kyle Finnegan (1-3) y envió la pelota al jardín central para empujar al dominicano Johan Rojas. Harper, dos veces nombrado el Jugador Más Valioso, elevó los brazos cuando llegó a la inicial, donde fue felicitado por sus compañeros.

El mexicano Gregory Soto (1-1) resolvió en blanco la parte alta de la décima entrada.

Por los Nacionales, el venezolano Ildemaro Vargas de 5-3. El mexicano Joey Mneses de 5-1 con una remolcada. El dominicano Víctor Robles de 3-0. El boricua Eddie Rosario de 1-0.

Por los Filis, el panameño Edmundo Sosa de 2-0. Los dominicanos Cristian Pache de 2-0, Rojas de 4-1 con una anotada.

Claves de las elecciones en República Dominicana: lo que debe saber este 19 de mayo

Elecciones
Dominicana celebra el 19 de mayo elecciones generales, para elegir presidente y vicepresidente, renovar 32 senadores y 178 diputados.

República Dominicana celebra este domingo sus elecciones presidenciales, con temas como la migración y la crisis en Haití como protagonistas. Pero ¿qué le depara a los dominicanos en estos comicios?

SANTO DOMINGO — En los últimos cinco años, República Dominicana se ha posicionado mejor en aspectos democráticos, según analistas consultados por la Voz de América y de cara a las elecciones de este domingo, 19 de mayo, el país pondrá a prueba al partido en el poder. Temas como migración y la crisis en Haití se mantienen como protagonistas, pero, ¿qué le depara a los dominicanos estas elecciones?

Tres de los ocho candidatos registrados emergieron como líderes en las encuestas. El presidente en funciones, Luis Abinader, encabezaba la lista con un sólido 59% de apoyo, lo que sugiere una victoria potencial en la primera vuelta.

Abinader, miembro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ha ocupado la presidencia desde 2020, tras ganar las elecciones anteriores con una plataforma anti-corrupción y un enfoque pro-empresarial. Durante su mandato, mostró disposición para incrementar el gasto social y trabajar en pro de la transparencia.

Abinader compite contra el expresidente Leonel Fernández del Partido Fuerza del Pueblo (FP), quien obtuvo un 27 % de apoyo en las encuestas nacionales. Fernández, que ha ocupado la presidencia en tres períodos anteriores (de 1996 a 2000 y de 2004 a 2012), se enfocó en la redistribución de la riqueza y la justicia social durante su campaña.

A Fernández se le conoce por sus esfuerzos en mejorar la infraestructura en la isla, incluyendo su participación en la construcción del sistema de metro en Santo Domingo. Aunque Fernández criticó la gestión de Abinader en las relaciones con Haití, compartió la postura restrictiva del actual mandatario hacia la inmigración y la opinión de que la comunidad internacional debería jugar un papel más activo en este tema.

Abel Martínez, actual alcalde de Santiago de los Caballeros y miembro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fue el tercer contendiente más destacado con un 13 % de apoyo.

Durante su campaña, resaltó una amplia experiencia en servicio público y su gestión como alcalde. Al igual que los otros candidatos, Martínez ha mantenido una postura firme sobre el control migratorio, especialmente en relación en Haití.

El auge de Luis Abinader y su popularidad en República Dominicana

Abinader, un ex empresario y político, surgió como una alternativa durante las elecciones de 2020 en respuesta a la corrupción y la necesidad de transparencia en el Gobierno. Durante su mandato, fue elogiado por su manejo de la pandemia de COVID-19 y las mejoras económicas, que ayudaron a posicionar a República Dominicana como la segunda economía de más rápido crecimiento en América Latina y el Caribe según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Estos logros contribuyeron a una alta aprobación regional, con Abinader alcanzando un 62 por ciento en las encuestas.

Sus políticas migratorias estrictas, especialmente en relación con los haitianos, resonaron fuertemente entre la población dominicana.

¿Cómo se encuentra República Dominicana en términos de democracia?

«República Dominicana representa una excepción alentadora a las tendencias regionales más amplias de declive democrático en los últimos años, especialmente en lo que respecta a mejoras en medidas de participación», dijo el analista Iván Gatón, consultado por la VOA.

Al mismo tiempo, el país muestra avances positivos en el Estado de derecho y representación, según el estudio de Índices del Estado Global de la Democracia para la República Dominicana frente a las Américas, hecho por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral.

Estos progresos han sido impulsados por protestas públicas que ayudaron a detener la reforma constitucional que habría permitido a los presidentes postularse para un tercer mandato consecutivo. Además, las manifestaciones ciudadanas llevaron a la creación e implementación de nuevos mecanismos de participación y diálogo con actores nacionales.

Desafíos para la actual gestión de Abinader

República Dominicana se enfrentaba a varios desafíos importantes, y la nueva administración tenía la tarea de abordarlos. Uno de los desafíos más significativos fue cómo manejar la relación con el vecino Haití, que atravesaba una crisis humanitaria y política severa.

La decisión de cerrar las fronteras y continuar deportando ciudadanos haitianos, incluidos aquellos que buscaban asilo, reflejaba las tensiones existentes entre los dos países. La administración del presidente Abinader había adoptado un enfoque restrictivo, enfatizando la necesidad de evitar la «inseguridad desbordante».

Abinader también responsabilizó a la comunidad internacional por su inacción en el tema y dejó claro que República Dominicana no asumiría la carga de ayudar a los ciudadanos haitianos que escapaban de su país.

Recientemente, Abinader hizo un llamado a la comunidad internacional para brindar apoyo a Haití, advirtiendo que era necesario actuar juntos para salvar a Haití, o de lo contrario República Dominicana se vería obligada a protegerse sola.

Estos desafíos plantearon importantes preguntas sobre las políticas y estrategias que la nueva administración implementaría para manejar esta situación delicada en la región.

Tres personas heridas en el desfile del Super Bowl viven con balas que siguen alojadas en sus cuerpos

bala
Holguín (izq.), Mireya Nelson (arriba a la derecha) y James Lemons (abajo a la derecha) todavía tienen una bala o fragmentos de bala en sus cuerpos después de recibir disparos en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, en Missouri, en febrero. La recuperación de esas heridas es sumamente personal e incluye una sorprendente zona gris en la medicina: si se deben o no retirar las balas. (Foto: KFF Health News /Christopher smith/Erika Nelson/ Brandie Lemons)

James Lemons, de 39 años, quiere que le extraigan la bala de su muslo para poder volver a trabajar.

Sarai Holguín, de 71 años y originaria de México, ha aceptado la bala alojada cerca de su rodilla como su “compa”, es decir, una amiga cercana.

A Mireya Nelson, de 15, la alcanzó una bala que atravesó su mandíbula y le rompió el hombro, donde quedaron fragmentos. Por ahora vivirá con ellos, mientras los médicos monitorean los niveles de plomo en su sangre por al menos dos años.

A casi tres meses del tiroteo en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, que dejó al menos 24 personas heridas, recuperarse de esas heridas es algo profundamente personal e incluye una sorprendente área gris de la medicina: si las balas deberían o no extraerse.

El protocolo médico no ofrece una respuesta clara. Una encuesta de 2016 entre cirujanos reveló que solo cerca del 15% de los encuestados trabajaban en instalaciones médicas que tenían normas sobre la extracción de balas.

Los médicos en Estados Unidos a menudo dejan las balas enterradas profundamente en el cuerpo de una persona, al menos al principio, para no causar más trauma.

Pero a medida que la violencia armada surge como una epidemia de salud pública, algunos investigadores se preguntan si esa práctica es la mejor.

Algunos de los heridos, como James Lemons, quedan en una situación precaria. “Si hay una manera de sacarla y se saca de forma segura, sáquenla fuera de la persona”, dijo Lemons. “Hagan que esa persona se sienta más segura consigo misma. Y que no tengas que estar caminando con ese recuerdo dentro de tí”.

Lemons, Holguín y Nelson están sobrellevando las cosas de manera muy diferente.

En el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, Holguín escuchó lo que pensó que eran fuegos artificiales, sin darse cuenta que le habían disparado. Tuvo una cirugía y los médicos optaron por dejar la bala en su pierna. Ahora usa un andador para moverse.(CHRISTOPHER SMITH FOR KFF HEALTH NEWS)

El dolor se convirtió en un problema

Tres días después de que los Chiefs ganaran el Super Bowl, Lemons condujo las 37 millas desde Harrisonville, Missouri, hasta el centro de Kansas City para celebrar la victoria. Lemons, quien trabaja en un depósito, llevaba a su hija de 5 años, Kensley, en sus hombros cuando sintió una bala entrar en la parte posterior de su muslo derecho.

Los disparos se desataron en un área abarrotada de fans, dijeron más tarde los fiscales, después de una “confrontación verbal” entre dos grupos. Los detectives encontraron “múltiples cartuchos de bala calibre 9 mm y .40” en el lugar. Lemons dijo que entendió inmediatamente lo que estaba sucediendo.

“Conozco mi ciudad. No estamos lanzando fuegos artificiales”, dijo.

Mientras se tiraban al  suelo, Lemons protegió el rostro de Kensley para que no golpeara sobre el cemento. Su primer pensamiento fue llevar a su familia —su esposa, Brandie; su hija de 17 años, Kallie; y su hijo de 10 años, Jaxson— a un lugar seguro.

“Me dispararon. Pero no te preocupes”, recordó Lemons que le dijo a Brandie. “Tenemos que irnos”.

Llevó a Kensley en sus hombros mientras la familia caminaba una milla hasta su auto. Al principio su pierna sangraba a través de sus pantalones, pero después paró, dijo. Ardía de dolor. Brandie insistió en llevarlo al hospital, pero el tráfico estaba estancado, así que encendió las luces de emergencia y condujo en la dirección opuesta.

Lemons recordó que ella dijo: “’Te estoy llevando al hospital. Estoy cansada de que la gente se interponga en mi camino’”. “Nunca había visto a mi esposa así. La miré y pensé, ‘esto es algo sexy’”.

Contó que le sonrió a su esposa y aplaudió, a lo que ella respondió: “¿Por qué estás sonriendo? Acaban de dispararte”. Se mantuvo en silenciosa admiración hasta que los detuvo un sheriff, que llamó a una ambulancia, recordó Lemons.

Lo llevaron a la sala de emergencias de University Health, que ese día admitió a 12 pacientes del rally, incluidos ocho con heridas de bala. Las placas mostraron que la bala apenas había esquivado una arteria, dijo Lemons.

Los médicos limpiaron la herida, pusieron su pierna en un aparato ortopédico y le dijeron que regresara en una semana. La bala todavía estaba en su pierna.

“Me sentí un poco desconcertado, pero pensé, ‘Está bien, lo que sea, saldré de aquí’”, recordó Lemons.

Cuando regresó, los médicos le quitaron el aparato ortopédico pero le explicaron que a menudo dejan balas y fragmentos en el cuerpo, a menos que se vuelvan demasiado dolorosos.

“Entiendo, pero no me gusta eso”, dijo Lemons. “¿Por qué no la sacarías si pudieras?”

Leslie Carto, vocera de University Health, dijo que el hospital no puede comentar sobre la atención de pacientes debido a las leyes federales de privacidad.

Los cirujanos generalmente extraen las balas cuando las encuentran durante la cirugía o cuando están en lugares peligrosos, como en el canal espinal, o a punto de dañar un órgano, explicó Brendan Campbell, cirujano pediátrico del Connecticut Children’s.

Campbell también preside el Comité de Prevención y Control de Lesiones del Comité de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos, que trabaja en la prevención de lesiones por armas de fuego.

LJ Punch, cirujano entrenado en trauma y fundador de la Bullet Related Injury Clinic  en St. Louis, dijo que los orígenes de la atención del trauma también ayudan a explicar por qué las balas generalmente no se extraen.

“La atención del trauma es medicina de guerra”, dijo Punch. “Está preparada para estar lista en cualquier momento, todos los días, para salvar una vida. No está equipada para cuidar la curación que se necesita después”.

En la encuesta a los cirujanos, las razones más comunes dadas para extraer una bala fueron el dolor, una bala palpable alojada cerca de la piel o una infección. Mucho menos comunes fueron la intoxicación por plomo y las preocupaciones de salud mental como el trastorno de estrés postraumático y la ansiedad.

Los cirujanos dijeron que lo que querían los pacientes también impactaba en sus decisiones.

Lemons quería que le quitaran la bala. El dolor en su pierna se irradiaba desde su muslo, lo que le dificultaba moverse durante más de una hora o dos. Era imposible trabajar en el depósito.

“Tengo que levantar 100 libras cada noche”, recordó Lemons que le dijo a sus médicos. “Tengo que levantar a mi hijo. No puedo trabajar así”.

Ha perdido sus ingresos y su seguro de salud. Otro racha de mala suerte: el dueño de la casa que alquilaban decidió venderla poco después del desfile, y tuvieron que encontrar un nuevo lugar para vivir.

La casa actual es más pequeña, pero era importante mantener a los niños en el mismo distrito escolar con sus amigos, dijo Lemons en una entrevista en el dormitorio rosa de Kensley, el lugar más tranquilo para hablar.

Han pedido dinero prestado y recaudaron $6,500 en GoFundMe para ayudar con el depósito y las reparaciones del automóvil, pero el tiroteo del desfile ha dejado a la familia en un profundo pozo financiero.

Sin seguro, Lemons temía no poder pagar para que le extrajeran la bala. Luego se enteró que su cirugía sería pagada por donaciones. Programó una cita en un hospital al norte de la ciudad, donde un cirujano tomó medidas en su radiografía y le explicó el procedimiento.

“Necesito que estés involucrado tanto como yo voy a estar involucrado”, recordó que le dijeron, “porque —adivina qué— esta no es mi pierna”.

La cirugía está programada para este mes.

Después de recibir un disparo en la pierna en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, a Lemons le dijeron inicialmente que no extraerían la bala, a menos que se volviera un problema. “Entiendo, pero no me gusta”, dice Lemons. “¿Por qué no la sacarían si pudieran?”(BRAM SABLE-SMITH/KFF HEALTH NEWS)

“Nos hicimos amigas”

Sarai Holguín no es gran fanática de los Chiefs, pero aceptó ir al rally en Union Station para mostrarle a su amiga el mejor lugar para ver a los jugadores en el escenario.

Era un día inusualmente cálido, y estaban paradas cerca de una entrada donde había muchos policías. Había papás con bebés en cochecitos, los niños jugaban al fútbol americano y Holguín se sentía segura.

Un poco antes de las 2 pm, escuchó lo que pensó que eran fuegos artificiales. La gente comenzó a correr lejos del escenario. Se dio vuelta, tratando de encontrar a su amiga, pero se sintió mareada. No se dio cuenta que le habían disparado. Tres personas rápidamente la ayudaron a tirarse al suelo, y un extraño se quitó la camisa e hizo un torniquete en su pierna izquierda.

Holguín, originaria de Puebla, México, ciudadana estadounidense desde 2018, nunca había visto tanto caos, tantos paramédicos trabajando bajo tanta presión. Fueron “héroes anónimos”, dijo.

Los vio atendiendo a Lisa López-Galván, una conocida DJ de 43 años y dos hijos. López-Galván murió en el lugar, y fue la única víctima mortal. A Holguín la llevaron a University Health, a unos cinco minutos de Union Station.

Allí, la operaron, pero dejaron la bala en su pierna. Holguín se despertó en medio de más caos. Había perdido su bolso y su teléfono celular, así que no pudo llamar a César, su esposo. La internaron en el hospital bajo un alias, una práctica común en los centros médicos para comenzar a atender al paciente de inmediato.

Su esposo e hija no la encontraron hasta cerca de las 10 pm, unas ocho horas después de que le dispararan.

“Ha sido un gran trauma para mí”, dijo Holguín a través de un intérprete. “Estaba herida y en el hospital sin haber hecho nada malo. [El rally] era un momento para jugar, relajarse, estar juntos”.

Holguín estuvo una semana internada, e inmediatamente tuvo dos cirugías ambulatorias más para eliminar el tejido muerto alrededor de la herida. Usó un dispositivo especial durante varias semanas y tuvo citas médicas cada dos días.

Campbell, el cirujano de trauma, dijo que esos dispositivos, llamados “de cierre asistido por vacío” son comunes cuando las balas dañan tejidos que no se pueden reconstruir fácilmente en la cirugía. (Ayudan a acelerar el proceso de cierre de la herida)

“No son solo las lesiones físicas”, dijo Campbell. “Muchas veces son las lesiones emocionales, psicológicas, que muchos de estos pacientes también experimentan”.

La bala sigue cerca de la rodilla de Holguín.

“La tendré por el resto de mi vida”, dijo, agregando que ella y la bala se han convertido en “compas”, amigas cercanas. “Nos hicimos amigas para que ella no me haga ningún otro daño”, dijo Holguín sonriendo.

Punch, de la Bullet Related Injury Clinic en St. Louis, dijo que algunas personas como Holguín pueden tener la fortaleza mental para vivir con una bala en el cuerpo.

“Si puedes crear una historia sobre lo que significa que esa bala esté en tu cuerpo, eso te da poder; te empodera”, dijo Punch.

La vida de Holguín cambió en un instante: está usando un andador para moverse. Su pie, dijo, actúa “como si hubiera tenido un derrame cerebral”, se queda colgando y es difícil mover los dedos de los pies.

La consecuencia más frustrante es que no puede viajar para ver a su padre de 102 años, que está en México. Lo ve en video a través de su teléfono, pero eso no ofrece mucho consuelo, dijo, y pensar en él la hace llorar.

En el hospital le dijeron que sus facturas médicas serían cubiertas, pero luego muchas de ellas llegaron por correo. Intentó obtener ayuda para las víctimas del estado de Missouri, pero le costo entender todos los formularios que tenía porque estaban en inglés.

Solo alquilar el dispositivo de cierre asistido por vacío costaba $800 al mes.

Finalmente escuchó que el Consulado de México en Kansas City podía ayudar, y el cónsul la remitió a la Oficina del Fiscal del condado de Jackson, donde se registró como víctima oficial. Ahora todas sus facturas están siendo pagadas, dijo.

Holguín no buscará tratamiento de salud mental, ya que cree que uno debe aprender a vivir con una situación determinada o se convertirá en una carga. “He procesado este nuevo capítulo en mi vida”, dijo Holguín. “Nunca me he rendido y seguiré adelante con la ayuda de Dios”.

Una bala atravesó la mandíbula de Mireya Nelson durante el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs el 14 de febrero. También tiene fragmentos de bala en el hombro y necesitará que le hagan pruebas de plomo en la sangre por al menos los próximos dos años.(ERIKA NELSON)

“Vi sangre en mis manos”

Mireya Nelson llegó tarde al desfile. Su madre, Erika, le dijo que se fuera temprano, por el tráfico y el millón de personas que se esperaba en el centro de Kansas City, pero ella y sus amigos adolescentes ignoraron el consejo. Los Nelson viven en Belton, Missouri, aproximadamente a media hora al sur de la ciudad.

Mireya quería sostener el trofeo del Super Bowl. Cuando ella y sus tres amigos llegaron, el desfile que había pasado por el centro ya había terminado y había comenzado el rally en Union Station. Estaban atrapados entre la multitud y se aburrieron rápido, dijo Mireya.

Mireya y una de sus amigas intentaron llamar al conductor de su grupo para irse, pero no tenían señal en el celular, por la gran multitud.

En medio del caos de personas y ruido, Mireya de repente se desplomó.

“Vi sangre en mis manos. Así que supe que me habían disparado. Sí, y simplemente me arrastré hacia un árbol”, dijo Mireya. “En realidad, al principio no sabía dónde me habían disparado. Solo ví sangre en mis manos”.

La bala rozó la barbilla de Mireya, atravesó su mandíbula, le rompió el hombro y salió por su brazo. Quedaron fragmentos de bala en su hombro. Los médicos decidieron dejarlos porque la joven ya había sufrido mucho daño.

Por ahora, la madre de Mireya apoya esa decisión, señalando que eran solo “fragmentos”. “Creo que si no la van a dañar el resto de su vida”, dijo Erika, “no quiero que siga volviendo al hospital y teniendo cirugías. Eso es más trauma para ella y más tiempo de recuperación, más terapia física y cosas así”.

Punch dijo que los fragmentos de bala, especialmente los que son solo superficiales, a menudo se abren paso como astillas, aunque a los pacientes no siempre se les dice eso. Además, agregó, las lesiones causadas por las balas se extienden más allá de aquellos con tejido dañado a las personas a su alrededor, como Erika. Pidió un enfoque holístico para recuperarse de todo el trauma.

“Cuando las personas permanecen en su trauma, ese trauma puede cambiarlas para toda la vida”, dijo Punch.

Mireya será sometida a pruebas de niveles de plomo en su sangre durante al menos los próximos dos años. Ahora sus niveles están bien, dijeron los médicos a la familia, pero si empeoran, necesitará cirugía para remover los fragmentos, dijo su madre.

Campbell, el cirujano pediátrico, dijo que el plomo es particularmente preocupante para los niños pequeños, cuyos cerebros en desarrollo los hacen especialmente vulnerables a sus efectos perjudiciales. Incluso una pequeña cantidad de plomo —3.5 microgramos por decilitro— es suficiente para informar a las autoridades de salud estatales, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Mireya habla sobre adolescentes lindos, pero todavía usa pijamas de Cookie Monster. Parece confundida por los tiroteos, por toda la atención en casa, en la escuela, de los periodistas. Cuando le preguntaron cómo se siente sobre los fragmentos en su brazo, dijo: “Realmente no me importan”.

Después de su estadía en el hospital, Mireya tomó antibióticos durante 10 días porque los médicos temían que hubieran bacterias en la herida. Ha tenido terapia física, pero es doloroso hacer los ejercicios. Tiene una cicatriz en la barbilla. “Una muesca”, dijo, que es “irregular”.

“Dijeron que tuvo suerte porque si no hubiera girado la cabeza de cierta manera, podría haber muerto”, dijo Erika.

Mireya enfrenta una evaluación psiquiátrica y sesiones de terapia, aunque no le gusta hablar de sus sentimientos.

Hasta ahora, el seguro de Erika está pagando las facturas médicas, aunque espera obtener algo de ayuda del fondo #KCStrong de United Way, que recaudó casi $1.9 millones, o de una organización de fe llamada Unite KC.

Erika no quiere limosnas. Tiene un trabajo en atención médica y acaba de tener un ascenso.

La bala ha cambiado la vida de la familia de muchas maneras. Ahora forma parte de sus charlas. Hablan sobre cómo desearían saber qué tipo de munición era, o cómo se veía.

“Como si quisiera quedarme con la bala que atravesó mi brazo”, dijo Mireya. “Quiero saber qué tipo de bala era”. Eso provocó un suspiro de su mamá, quien dijo que su hija había visto demasiados episodios de “Forensic Files”.

Erika se culpa por la herida, porque no pudo proteger a su hija en el desfile.

“Me duele mucho porque me siento mal, porque ella me suplicó que dejara el trabajo y no fui allí porque cuando tienes un puesto nuevo, no puedes simplemente irte del trabajo”, dijo Erika. “Porque yo hubiera recibido la bala. Porque haría cualquier cosa. Es lo que hace una mamá”.

Seis alumnos de la Universidad de Pensilvania están entre 19 detenidos por tratar de ocupar edificio

Un manifestante es arrestado en la calle S 34, cerca de la Universidad de Pensilvania, el viernes 17 de mayo de 2024, en Filadelfia. (Steven M. Falk/The Philadelphia Inquirer vía AP)

FILADELFIA — Media docena de estudiantes de la Universidad de Pensilvania están entre 19 manifestantes propalestinos detenidos durante un intento de ocupar un edificio escolar, dijo el sábado la policía universitaria.

Los arrestos se llevaron a cabo una semana después de que las autoridades desmontaran un campamento de protesta en el campus y arrestaran a nueve estudiantes, y mientras otras universidades de todo Estados Unidos, ansiosas por prepararse para la temporada de graduaciones, han negociado acuerdos con los alumnos o han convocado a la policía para que desmantele los campamentos.

Miembros de la organización Penn Students Against the Occupation of Palestine (Estudiantes de la Universidad de Pensilvania contra la ocupación de Palestina) anunciaron el viernes la acción en el salón Fisher-Bennett de la escuela, instando a sus seguidores a llevar “banderas, ollas, cacerolas, objetos que hagan ruido, megáfonos” y otros artículos, dijo en un comunicado la División de Seguridad Pública de la Universidad de Pensilvania

Fue posible ver a agentes policiales acercándose “en la hora siguiente”, informó el diario The Philadelphia Inquirer. La policía universitaria, apoyada por la policía de la ciudad, condujo a los manifestantes hacia el exterior y aseguró el edificio, informaron medios noticiosos.

La policía señaló que, después de desalojar el edificio, se habían recuperado “ganzúas y escudos de metal caseros, hechos a partir de barriles de petróleo”.

Las puertas de salida habían sido bloqueadas con bridas de plástico y alambre de púas y se les habían colocado barricadas con sillas y escritorios, mientras que las ventanas estaban cubiertas con periódico y cartón, y portabicicletas y sillas de metal bloqueaban las entradas, indicó la policía.

Siete de los estudiantes arrestados el viernes permanecían detenidos el sábado, a la espera de que se presenten cargos en su contra por delitos graves, y entre ellos había una persona que atacó a un oficial, señaló la policía del campus. A una docena de ellos se les entregaron citatorios por no dispersarse ni acatar las órdenes policiacas. Estos últimos fueron puestos en libertad.

El intento de ocupar el salón Fisher-Bennett ocurrió una semana después de que la policía de la ciudad y la del campus irrumpieran en un campamento que llevaba dos semanas en la institución, arrestando a 33 personas, nueve de las cuales eran estudiantes y las otras dos docenas “no estaban afiliadas a la Universidad de Pensilvania”, según las autoridades universitarias.

Mientras tanto, un grupo que protestaba contra la guerra en Gaza y que exigía que la Universidad de Chicago se deslinde de empresas que hacen negocios con Israel tomó temporalmente un edificio del campus el viernes por la tarde.

Miembros del grupo rodearon el edificio del Instituto de Política cerca de las 5 de la tarde, mientras que otros se abrieron paso al interior, informó el diario Chicago Sun-Times.