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Trump promete eliminar los permisos humanitarios para Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití

(Foto: EFE/ERIK S. LESSER)

El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, prometió este miércoles que si gana las elecciones eliminará el programa ‘parole humanitario’ que concede permisos temporales de trabajo para migrantes provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.

En una entrevista con la cadena Fox News, el republicano también dijo que cerrará la aplicación de teléfono CBP One que utilizan los migrantes para solicitar citas para presentarse ante un puerto de entrada fronterizo de Estados Unidos.

«Lo revocaría», afirmó Trump, quien dijo que CBP One es «malo» pero el ‘parole’ es «todavía peor» porque permite a los beneficiarios llegar a Estados Unidos en avión.

A pesar de que las personas con ‘parole’ cuentan con estatus legal para estar en Estados Unidos durante dos años, Trump dijo que son «inmigrantes ilegales» que no deberían estar en el país.

«Que se preparen para irse, especialmente si son criminales», amenazó Trump en caso de ganar las elecciones del 5 de noviembre a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris.

El ‘parole’ concede la entrada a Estados Unidos de hasta 30.000 personas de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití cada mes, y les permite obtener un permiso de trabajo por un periodo de dos años.

El programa, instaurado por la Administración de Joe Biden a finales de 2022, ha permitido la entrada de 530.000 personas.

Para pedir el permiso, los migrantes necesitan tener un patrocinador en Estados Unidos que tenga ya un estatus legal y demuestre tener suficientes ingresos para apoyar financieramente al beneficiario del programa.

El Gobierno de Biden diseñó este programa, junto con la implementación de nuevas restricciones en la frontera, para intentar reducir la cifra de llegadas de migrantes indocumentados a Estados Unidos.

Trump ha puesto la migración en el centro de la campaña de las elecciones presidenciales y ha intensificado su retórica antiinmigrante al difundir el bulo de que los haitianos de un pueblo de Ohio se comen las mascotas de los vecinos.

El presidente más popular de México en décadas se retira ¿Qué deja detrás?

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El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hace una pausa durante su conferencia de prensa matutina diaria en el Palacio Nacional, en Ciudad de México, el 1 de marzo de 2024. (AP Foto/Marco Ugarte, Archivo)

CIUDAD DE MÉXICO— Muchos mexicanos sentirán una profunda sensación de pérdida cuando el carismático y nacionalista presidente Andrés Manuel López Obrador, deje el cargo el 30 de septiembre, y eso no es una sorpresa.

El propio López Obrador ha pasado una cantidad excesiva de tiempo hablando de su legado —y de su lugar en la historia— durante su mandato de seis años, algo que saca a relucir en casi todas sus maratónicas sesiones informativas diarias que inician a las 7 de la mañana.

Pero, ¿qué legado dejará el arrugado y sonriente López Obrador? Es quizás la pregunta principal para un hombre obsesionado con la historia, y una cosa parece clara: ha cambiado la forma en que se hace política en México, tal vez para siempre.

A diferencia de décadas de presidentes reservados y distantes, López Obrador ha construido una profunda conexión personal con muchos mexicanos. Ha despojado a la oficina de los miles de guardias presidenciales, limusinas y recintos amurallados que alguna vez la caracterizaron, diciendo que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.

“Es un político cercano, que recuerda al padre, al tío, al abuelo”, dijo Carlos Pérez Ricart, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en México. Tampoco es una coincidencia. López Obrador elogia constantemente a la familia tradicional y dice que ha salvado al país.

“Sí añora digamos un tipo de estructura social de los años de la década de los 70 en México, también añora el sentido de familia”, agregó Pérez Ricart.

¿Será su legado como el del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, cuyo “New Deal” o nuevo pacto creó instituciones duraderas como la Seguridad Social y los programas de hipotecas para viviendas que dieron como resultado una clase media enorme y estable?

El líder mexicano apostó por los programas de beneficios sociales en efectivo, le gusta compararse con Roosevelt y muchos mexicanos piensan en él con el mismo cariño que el más patricio Roosevelt inspiró en su día.

“Yo creo que se va a recordar como un presidente que empezó un gran cambio, que pensó en el pueblo”, dijo Armando López, de 60 años, quien trabaja limpiando las calles.

Marina Fiesco, una oficinista que se toma un descanso en un parque de la Ciudad de México con su hijo de 11 años, expresó sentimientos similares.

“Siento que él sí pensó en el pueblo”, dijo Fiesco. “No es de derecha ni de izquierda, el presidente tiene que ver por el pueblo”.

Parte de esa conexión es de la que él habla más, y plantea más preguntas, que probablemente cualquier otro líder en el mundo.

Durante su sexenio, ha realizado unas 1.400 sesiones informativas matutinas televisadas que duran en promedio dos horas y media cada una. Cuenta chistes, habla de sus comidas favoritas, arremete contra los periodistas críticos, se burla de la oposición y, a veces, reproduce sus videos musicales favoritos. La mayoría de las “mañaneras” las termina diciendo: “Ya vámonos a desayunar”.

Con frecuencia dice cosas que no son ciertas. Afirma que México no produce fentanilo —el opioide sintético que mata a unos 70.000 estadounidenses cada año— a pesar de que sus propios funcionarios lo han contradicho. Cuando los homicidios se dispararon este año —a pesar de sus afirmaciones de haber logrado una reducción del 18%— simplemente ignoró las cifras.

Muchos mexicanos parecen dispuestos a tolerar las falsedades, en parte porque López Obrador, de 70 años, ha dominado un dicho clave del pueblo mexicano: “El que se enoja, pierde”. Resta importancia a las contradicciones y problemas reales con una risita, una negativa pétrea a discutirlos o con su frase de siempre: “Yo tengo otros datos”.

Es probablemente el político más hábil que jamás haya gobernado México y parece disfrutar de una fuerza motivadora imparable: en sus miles de horas de conversación, ni una sola vez se ha sentado, tomado un sorbo de agua o ido al baño.

Influenciado por los presidentes mexicanos del siglo XX, a AMLO le hubiera gustado dejar su huella con grandes proyectos de infraestructura —está obsesionado con los ferrocarriles y las refinerías— y grandes empresas estatales como las que dominaron la economía de México en la década de 1970, los años de formación de López Obrador.

Pero sus proyectos de construcción a menudo están mal planificados y estarán sujetos a las tendencias fulminantes de la transición económica y energética. A diferencia de sus héroes del pasado, no pudo nacionalizar ninguna industria, y sólo ha sido capaz de luchar en la retaguardia para defender a las endeudadas y endeudadas empresas estatales de petróleo y energía eléctrica que heredó.

Tampoco ha sido capaz de dejar mucha huella en política exterior, aparte de algunas disputas no resueltas y sin resolver con España, el Vaticano, Ecuador y Perú. Ante la presión de Estados Unidos, ha utilizado la Guardia Nacional de 120.000 miembros que creó no para enfrentar a los cárteles de la droga, sino para evitar que los migrantes lleguen a la frontera norte.

Y sus programas sociales —como el pago equivalente a 150 dólares al mes a los mayores de 65 años— podrían desvanecerse, quedar sin financiamiento o verse devorados por la inflación.

Entonces, ¿podría López Obrador convertirse en una figura como el presidente de Argentina en las décadas de 1940 y 1950, Juan Perón, quien dejó un legado ideológicamente amorfo que fue disputado por alas dispares de su movimiento durante décadas?

“Creo que lo que vamos a ver es la ‘balcanización’ del obradorismo”, dijo Pérez Ricart, “una disputa entre la izquierda y la derecha por adueñarse del término, un poco como lo que pasó con el peronismo en Argentina”.

O podría pasar a la historia como la persona que, aunque sea brevemente, revivió la tradición mexicana de casi un siglo de un “partido de Estado”, como el antiguo PRI, donde López Obrador comenzó su carrera política. El PRI gobernó México durante 70 años, antes de que la corrupción, las disputas internas y las crisis económicas lo derribaran.

Algunos de los seguidores más devotos de López Obrador parecen sorprendentemente dispuestos a arriesgarse con otro PRI.

“Si después de 70 años nos arrepentimos, pos, ni modo”, dijo Fiesco.

López Obrador puede ser parte de un resurgimiento en toda la región de los viejos modelos populistas de partidos de Estado, tanto de izquierda como de derecha.

Una partidaria del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sostiene un muñeco con su imagen mientras lo escucha dar el grito anual del Día de la Independencia desde el balcón del Palacio Nacional en el Zócalo en la Ciudad de México, el 15 de septiembre de 2024. (AP Foto/Eduardo Verdugo, Archivo)

Por ejemplo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, subraya que su administración, que obtuvo márgenes de reelección aún mayores que el partido Morena de López Obrador, es un “partido hegemónico, no un partido de Estado”.

Así es casi exactamente como los partidarios de Morena describen su movimiento, pero en el instante en que cualquier partido comienza a usar el poder del gobierno para mantenerse en el poder, esa distinción desaparece.

La mayoría de la gente piensa que es poco probable que Morena dure tanto en el poder como las siete décadas del PRI.

“Ya no es posible, el mundo ya cambió”, dijo Armando López, el barrendero. “Ya no se le va a seguir ciegamente”, en referencia a los 70 años priistas.

López Obrador formó al partido Morena a partir de exintegrantes del PRI como él y personas de orígenes más izquierdistas. Él es la estrella de Morena, su guía, su autoridad moral. Cuando se vaya, las tensiones dentro del partido, ya palpables, probablemente se harán más fuertes.

López Obrador es muy consciente de eso, y desde el principio ha construido conscientemente estructuras para proteger su legado, que considera suyo, no del partido. Ha entregado más poder económico y policial a las fuerzas armadas que cualquier otro presidente mexicano, porque el ejército le obedece sin cuestionamientos y él confía en ellos.

Su legado más duradero pueden ser esos cambios estructurales: la militarización de la aplicación de la ley y de grandes franjas de la economía, la eliminación de todas las agencias reguladoras y de supervisión independientes, los frecuentes ataques a los medios de comunicación y una reforma judicial que, según los críticos, debilitará los controles y equilibrios democráticos.

Las fuerzas armadas de México ahora administran aeropuertos, trenes, instalaciones aduaneras e incluso una aerolínea.

“La verdad es que hay un legado muy importante, y ese legado es la militarización”, dijo Guadalupe Correa-Cabrera, profesora asociada de la Universidad George Mason.

Speaker Johnson demands Zelenskyy remove Ukraine’s ambassador to US after Pennsylvania visit

Zelenskyy
Ukraine President Volodymyr Zelenskyy, signs a guest book before his meeting with United Nations Secretary-General Antonio Guterres, Wednesday, Sept. 25, 2024 at U.N. headquarters. (Photo: AP/Frank Franklin II)

House Speaker Mike Johnson is calling on Ukrainian President Volodymyr Zelenskyy to fire his country’s ambassador to the U.S. as Republicans criticize the war-torn leader’s visit to a swing-state Pennsylvania site producing munitions for the Russia-Ukraine war as a political stunt.

The Republican Johnson’s demand Wednesday came as Zelenskyy addressed the United Nations in New York on the eve of his visit to Washington, D.C., where he has plans Thursday to brief lawmakers on Capitol Hill about the war effort before meeting with President Joe Biden at the White House.

“The tour was clearly a partisan campaign event designed to help Democrats and is clearly election interference,” Johnson wrote in a letter to Zelenskyy.

Johnson, who is close to Republican presidential nominee Donald Trump, said no Republicans were invited to the plant tour arranged by Ambassador Oksana Markarova to Scranton, Pennsylvania, which is Biden’s hometown.

Johnson called the visit an “intentionally political move” and said it “has caused Republicans to lose trust in Ambassador Markarova’s ability to fairly and effectively serve as a diplomat in this country. She should be removed from her post immediately.”

The speaker’s stern demand for the swift removal of Markarova, a well-received diplomat in Washington who has been a fixture on Capitol Hill since the outset of the war — even sitting as a guest in the House visitor’s gallery during pivotal speeches — comes at a daunting time for Ukraine as Zelenskyy works to ensure U.S. support for the war effort in an election year.

While Biden and Democrats in Congress have largely stood with Ukraine since the outset of the Russian invasion in 2022, sending billions in U.S. aid to buy weaponry and support services, Republicans have split deeply. Trump has turned the GOP toward a new America First movement that generally prefers to limit U.S. involvement overseas, and he often speaks admirably of Russia and its president, Vladmir Putin.

Johnson said that support for ending Russia’s war against Ukraine “continues to be bipartisan, but our relationship is unnecessarily tested,» noting comments from the Ukraine government about the top of the Trump-Vance presidential ticket.

Trump in his own speech Wednesday lashed out at Zelenskyy and said the people of Ukraine are “dead” and the country itself “demolished,” raising fresh questions about the level of U.S. support the former president would provide to help Ukraine fight Russia if he returns to the White House.

Later Johnson, who said he won’t be meeting Thursday with Zelenskyy at the Capitol, said the ambassador “crossed the line” and the situation requires “immediate attention and action.”

Zelenskyy on Sunday visited the Pennsylvania ammunition factory to thank the workers who are producing one of the most critically needed munitions for his country’s fight to fend off Russian ground forces.

The Scranton plant is one of the few facilities in the country to manufacture 155 mm artillery shells and has increased production over the past year. Ukraine has already received more than 3 million of them from the U.S.

Joining for the visit were the state’s leading Democrats, Gov. Josh Shapiro, Sen. Bob Casey and the area’s Rep. Matt Cartwright, but it is not clear if any Republicans were invited.

“It is in places like this where you can truly feel that the democratic world can prevail,” Zelenskyy wrote on X.

“Thanks to people like these — in Ukraine, in America, and in all partner countries — who work tirelessly to ensure that life is protected.”

The visit sparked swift reprisals from the Republicans.

Rep. James Comer, the Republican chairman of the House Oversight Committee, announced Wednesday he was opening an investigation into whether the Biden-Harris administration used taxpayer-funded resources to fly Zelenskyy to Pennsylvania as a campaign event for Vice President Kamala Harris, who is the Democratic nominee for president.

«The Committee seeks to determine whether the Biden-Harris Administration attempted to use a foreign leader to benefit Vice President Harris’s presidential campaign and, if so, necessarily committed an abuse of power,” he wrote in letters to Biden, the White House counsel and others in the administration.

Senate Republicans, even those who had supported aid for Ukraine, roundly criticized Zelenskyy on Wednesday. “He really messed up,” said Sen. Markwayne Mullin, an Oklahoma Republican.

However, Sen. Roger Wicker, the top Republican on the Senate Armed Services Committee and a firm backer of Ukraine, suggested that Zelenskyy’s visit was not as partisan as it appeared. Wicker was also planning to meet with the Ukrainian president at the Capitol Thursday.

“If President Zelenskyy came to Mississippi, he would be accompanied by Republican officials because that’s who the people in their wisdom elected,” he said.

Harris is making a ‘capitalist’ pitch to boost the economy as Trump pushes deeper into populism

Trump
Democratic presidential nominee Vice President Kamala Harris waves after speaking at a campaign event at Carnegie Mellon University, Wednesday, Sept. 25, 2024, in Pittsburgh. (Photo: AP/Jacquelyn Martin)

PITTSBURGH.— Vice President Kamala Harris on Wednesday pledged to build an economy that is both pro-business and helps the middle class as she pushed back against Republican nominee Donald Trump ’s claims that she’s advancing “communist” ideas.

The Democratic nominee said in remarks at the Economic Club of Pittsburgh in battleground Pennsylvania that she “would take good ideas from wherever they come» as she promised to double the number of people being trained in registered apprenticeships and outlined her support for more home ownership.

“As president, I will be grounded in my fundamental values of fairness, dignity and opportunity,” Harris said. “And I promise you, I will be pragmatic in my approach.”

Little more than a hour before her speech, Trump offered his own competing vision of the economy while visiting a furnituremaker in Mint Hill, North Carolina. He defended his idea for a special lower tax rate for U.S. manufacturers and pledged to impose tariffs high enough that there would be an “exodus” of auto factory jobs from Japan, Germany and South Korea.

Republican presidential nominee former President Donald Trump speaks at a campaign event in Mint Hill, N.C., Wednesday, Sept. 25, 2024. (Photo: AP/Nell Redmond)

“I’m imposing tariffs on your competition from foreign countries, all these foreign countries that have ripped us off, which stole all of your businesses and all of your jobs years ago,” Trump said.

The dueling speeches by the two candidates reflected how they’re honing their economic messages for voters in battleground states. Both are trying to counter criticism while laying out their best cases for a public that still worries about the economy’s health. Trump is focused on the idea of U.S. dominance over foreign competitors, while Harris is stressing the importance of supporting the middle class and entrepreneurs.

Harris later sat down for an interview with MSNBC and reacted to Trump’s calls for tariffs, saying, “You don’t just throw around the idea of, just tariffs across the board.» She added of her opponent: “He’s just not serious about very many of these issues.”

In the interview, the vice president also renewed her calls for raising corporate tax rates, saying, “I’m not mad at anyone for achieving success, but everyone should pay their fair share.»

Democratic presidential nominee Vice President Kamala Harris arrives at an event hosted by the Pittsburgh Economic Council on the Carnegie Mellon University campus in Pittsburgh, Wednesday, Sept. 25, 2024. (Photo: AP/Gene J. Puskar)

Those remarks came after Harris’ speech focused on her broader philosophy and what she’s trying to achieve for the economy. That was in contrast to Trump’s, which was more freestyle, including insinuations about Iranian connection to the two assassination attempts against him.

The former president said the corporate tax rate would drop from 21% to 15% for companies that make their products domestically if he were elected. The Republican nominee suggested that his support for broad tariffs as high as 20% have made him an international target.

“This is why people in countries want to kill me,» he said. «They’re not happy with me.”

The candidates are each emphasizing the economy at a time when polls show that it is one of the most important issues for voters as they consider who to support. A recent AP-NORC poll found that neither candidate has a decisive edge with the public on the issue.

Both say their own approach will do more to ensure that the U.S. economy — and not China’s — leads the world in this century. Both are eager to embrace an image as a tax cutter and are accusing the other of backing massive tax hikes on the middle class. It’s a meaningful shift in messaging as inflation concerns have ebbed somewhat with the Federal Reserve cutting its benchmark interest rates last week.

Harris rebutted Trump by saying that she is a capitalist who believes in an “active partnership between government and the private sector.» She said Trump has “no intention to grow our middle class — he’s only interested in making life better for himself and people like himself.”

Democratic presidential nominee Vice President Kamala Harris addresses the Economic Club of Pittsburgh on the Carnegie Mellon University campus in Pittsburgh, Wednesday, Sept. 25, 2024. (Photo: AP/Gene J. Puskar)

The Democratic nominee plans to provide $100 billion worth of tax breaks and other incentives to build up U.S. manufacturing and emerging technologies, according to a person familiar with her plans who provided details on the condition of anonymity. She has a forthcoming brochure to outline her vision for the economy.

Elsewhere, billionaire Mark Cuban said business leaders like him are backing Harris because she has taken considered stances that companies can understand even when they have a different perspective.

«I want a president that for business goes into details and has a policy team that understands all the ramifications of what’s been proposed,” Cuban said on a Tuesday call with reporters set up by the Harris campaign.

The Harris campaign’s efforts to show business support have overlapped with Trump’s in offering a host of populist ideas. In addition to wanting no taxes on tips, Social Security or overtime pay, Trump wants to limit the interest rate on credit cards to 10% and set up low-tax zones on federal lands to lure employers. Trump also wants to ditch the cap on the deduction of state and local taxes that he put into the tax code in 2017 while president.

Both candidates see an opportunity to trash the other’s tax ideas. Trump recently dubbed Harris the «tax queen.» She wants to raise the corporate tax rate to 28% from 21%, as well as tax the unrealized capital gains of people worth more than $100 million. She would use the revenue from that and other policies to sustain tax cuts for the middle class that are set to expire after 2025 as well as offer new tax breaks to parents and entrepreneurs. Many of her policies build on ideas initially proposed by President Joe Biden.

Republican presidential nominee former President Donald Trump gestures as he leaves a manufacturing plant after speaking in Mint Hill, N.C., Wednesday, Sept. 25, 2024. (Photo: AP/Nell Redmond)

Trump claims her tax hikes would ultimately trickle down to the middle class.

“She’s coming for your money,» he told an audience on Monday. «She’s coming for your pensions, and she’s coming for your savings.”

Harris has shown that two can play that game. She labeled his call for tariffs a “national sales tax,” as it could increase the cost of coffee, clothes, electronics, autos and almost anything that gets imported or depends on imported parts.

Her campaign likes to cite an analysis that originated with Brendan Duke of the Center for American Progress that estimated a 20% universal tariff would cost a typical family almost $4,000 a year. For taxpayers in the middle-income range, that sum would effectively increase their total federal taxes by 50%, according to calculations based on Treasury Department data.

Trump has long portrayed himself as someone who will slash regulations, but Harris said Wednesday that she would do likewise because “whether it’s a new housing development, a new factory or a new bridge, projects take too long to go from concept to reality.”

“China is not moving slowly,” Harris said. She added that she would reform permitting and cut red tape because “patience may be a virtue, but not when it comes to job creation or America’s competitiveness.”

Pandilla Tren de Aragua comenzó en prisiones de Venezuela y ahora siembra el miedo en Estados Unidos

Venezuela
Soldados ingresan al Centro Penitenciario de Tocorón, en Tocorón, Venezuela, 20 de septiembre de 2023. La pandilla Tren de Aragua se originó en la prisión. (Foto: VOA)

El gobierno de EE. UU. sancionó a la pandilla, colocándola junto a la MS-13 de El Salvador y la Camorra italiana, en una lista de organizaciones criminales transnacionales y este mes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró al Tren de Aragua como organización terrorista extranjera.

El exagente federal Wes Tabor dice que su teléfono se ha estado iluminando con llamadas de departamentos de policía de todo Estados Unidos pidiendo consejos sobre cómo combatir la creciente amenaza de la pandilla venezolana Tren de Aragua.

Tabor estaba a cargo de la oficina de la DEA en Caracas, la capital venezolana, en 2012, cuando la pandilla aún era nueva y cuando Tabor apenas había oído hablar de ella.

Venezuela había sido durante mucho tiempo una importante zona de tránsito para la cocaína traficada por las guerrillas colombianas, con un gobierno de izquierda que tenía estrechos vínculos con algunos de los principales adversarios de Estados Unidos, desde Irán hasta Rusia.

De modo que la pandilla callejera local, aunque era una preocupación para el personal de la embajada de Estados Unidos en sus movimientos diarios por la peligrosa capital de Venezuela, no se consideraba un riesgo importante para la seguridad de Estados Unidos.

Ahora, más de una década después, la pandilla se ha convertido en una amenaza incluso en suelo estadounidense y ha irrumpido en la campaña presidencial estadounidense en medio de una ola de secuestros, extorsiones y otros crímenes en todo el hemisferio occidental vinculados a un éxodo masivo de inmigrantes venezolanos.

“Lo que distingue a este grupo es el nivel de violencia”, dijo Tabor, ahora retirado de la DEA. «Son agresivos, tienen hambre y no conocen límites porque hasta ahora se les ha permitido extender sus alas sin ninguna confrontación por parte de las autoridades».

Eso está empezando a cambiar. En julio, la administración Biden sancionó a la pandilla, colocándola junto a la MS-13 de El Salvador y la Camorra italiana, de estilo mafioso, en una lista de organizaciones criminales transnacionales y ofreciendo 12 millones de dólares en recompensas por el arresto de tres líderes.

Luego, este mes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró al Tren de Aragua una amenaza de Nivel 1, ordenando a la policía estatal que atacara a la pandilla y allanando el camino para sanciones más severas para sus miembros. Es posible que otros estados pronto sigan su ejemplo.

Pandilla gana notoriedad en EE. UU.

La atención sobre la pandilla saltó después de que aparecieran en las redes sociales imágenes de una cámara de seguridad que mostraban a un grupo de hombres fuertemente armados entrando descaradamente a un apartamento en el suburbio de Aurora, Colorado, en Denver.

Eso llevó al expresidente Donald Trump a prometer “liberar a Aurora” de los venezolanos que, según dijo falsamente, estaban “apoderándose de toda la ciudad”. La policía ha calificado los informes de exagerados, pero aun así reconoció que está investigando a 10 pandilleros por su participación en varios delitos, incluido un homicidio en julio.

Entre ellos se encuentra un venezolano que fue arrestado en otro suburbio de Denver y acusado de ayudar a otra persona a robar una motocicleta y apuntar con un AR-15 al conductor de una grúa que le había pedido que moviera su auto.

Otro era sospechoso de robar gafas de sol del diseñador Gucci en Boulder y tiene antecedentes penales en varios estados, incluso por robo de auto y asalto vehicular.

En otros lugares, desde el centro del país hasta ciudades importantes como Nueva York y Chicago, la pandilla ha sido culpada de tráfico sexual, contrabando de drogas y tiroteos policiales, así como de explotación de inmigrantes.

No está claro el tamaño de la pandilla y el grado en que sus acciones están coordinadas a través de fronteras estatales y con líderes que se cree que están fuera de Estados Unidos.

El Tren se originó en una prisión en Venezuela

«El Tren» tiene su origen hace más de una década en una prisión infame y anárquica con criminales empedernidos en el estado central de Aragua. Sin embargo, se ha expandido en los últimos años a medida que más de 8 millones de venezolanos desesperados huyeron de la agitación económica bajo el gobierno del presidente Nicolás Maduro y emigraron a otras partes de América Latina o Estados Unidos.

Uno de los fundadores es Héctor Guerrero, quien fue encarcelado hace años por matar a un oficial de policía, según InSight Crime, un grupo de expertos que monitorea el crimen organizado en las Américas.

Guerrero, más conocido por su alias El Niño, escapó más tarde y luego fue recapturado en 2013. Volvió a huir de prisión más recientemente, mientras el gobierno de Venezuela intentaba reafirmar el control sobre su población carcelaria, y se cree que está residiendo en Colombia.

Las autoridades de países como Chile, Perú y Colombia, todos con grandes poblaciones de inmigrantes venezolanos, han acusado al grupo de estar detrás de una ola de violencia en una región que durante mucho tiempo ha tenido algunas de las tasas de homicidios más altas del mundo.

Algunos de sus crímenes más sensacionalistas, incluida la decapitación y el entierro vivo de las víctimas, han sembrado el pánico en los barrios pobres donde la pandilla extorsiona a los negocios locales y cobra ilegalmente a los residentes por “protección”.

Legisladores republicanos demuestran preocupación

Ahora existe la preocupación de que sus tácticas despiadadas lleguen a las costas estadounidenses a medida que sus miembros se infiltran en los casi 1 millón de inmigrantes venezolanos que han cruzado a Estados Unidos en los últimos años.

Once republicanos encabezados por el senador Marco Rubio de Florida, vicepresidente del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, escribieron la semana pasada en una carta al fiscal general Merrick Garland pidiendo una estrategia coordinada por parte de la administración Biden para combatir a la pandilla.

“La débil aplicación de las leyes de inmigración por parte del gobierno permite que pandillas, como el Tren de Aragua, controlen rutas y exploten a los migrantes”, decía la carta.

Montgomery County man pleads guilty to election fraud offenses

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PHILADELPHIA. – United States Attorney Jacqueline C. Romero announced that Philip C. Pulley, 62, of Huntington Valley, Pennsylvania, entered a plea of guilty today before Chief United States District Court Judge Mitchell S. Goldberg on charges of falsely registering to vote, double voting, and election fraud. Pulley was charged with those violations by information last month.

In 2018, while registered to vote in Montgomery County, Pennsylvania, the defendant also registered to vote in Broward County, Florida.

In 2020, while already registered to vote in Montgomery County and Broward County, he registered to vote in Philadelphia County, Pennsylvania, using a false home address in Philadelphia and social security number.

In the 2022 general election, which included the election for United States Senator, Pulley voted in both Montgomery and Philadelphia counties.

“Ensuring that our elections are free and fair is critical to maintaining the public’s trust in the results,” said U.S. Attorney Romero. “My office and the FBI will continue to enforce the federal laws prohibiting election crimes like Mr. Pulley’s. We will investigate, prosecute, and hold these violators accountable.”

“Free and fair elections are the foundation of American democracy, and voter fraud undermines our democratic system,” said Wayne A. Jacobs, Special Agent in Charge of FBI Philadelphia. “Protecting the right to participate in this process remains a top priority for the FBI and our partners.”

Pulley is scheduled to be sentenced on January 9, 2025. On each count, he faces a maximum possible sentence of five years in prison, three years of supervised release, a $10,000 to $250,000 fine, and a $100 special assessment.

The case was investigated by the FBI and the Pennsylvania Attorney General’s Office and is being prosecuted by Assistant United States Attorneys Nancy E. Potts and Mark B. Dubnoff, with support from James Price, Senior Deputy Attorney General and Special Assistant United States Attorney.

En discursos enfrentados, Harris promueve el capitalismo mientras Trump se adentra en el populismo

Trump
En esta combinación de fotos tomadas en Pennsylvania, la candidata presidencial demócrata y vicepresidenta Kamala Harris habla en un evento de campaña el 18 de agosto de 2024, en Rochester, izquierda, y el candidato presidencial republicano y expresidente Donald Trump habla en un evento de campaña el 19 de agosto de 2024, en York. (Foto: AP)

PITTSBURGH. Ridiculizada por Donald Trump como “comunista”, Kamala Harris hace gala de su credibilidad popular como capitalista.

Atacado por Harris como un niño rico que heredó 400 millones de dólares de su padre en “bandeja de plata”, Trump se inclina hacia su populismo más crudo.

Ambos candidatos presidenciales pronunciaron el miércoles discursos enfrentados en los que reflejan cómo afinan sus mensajes económicos para los votantes de los estados en disputa. Ambos tratan de contrarrestar las críticas que reciben, al tiempo que presentan sus mejores argumentos ante un público al que aún le preocupa la salud de la economía.

La vicepresidenta Harris hablará en el Club Económico de Pittsburgh, donde planea hacer énfasis en una filosofía “pragmática”, al tiempo que describe nuevas políticas para impulsar la fabricación en el país, de acuerdo con un funcionario de campaña de alto nivel que pidió mantenerse en el anonimato para describir el discurso. Las afirmaciones de la candidata demócrata se producen después de afirmar el domingo, ante un público de donantes adinerados en la Ciudad de Nueva York, que eliminaría cualquier “papeleo” que impida el crecimiento.

El expresidente Trump pronunció un discurso en Mint Hill, Carolina del Norte, en el que afirmó que la economía es débil, a pesar de que la inflación se ha reducido y que la tasa de desempleo se encuentra en un saludable 4,2%. El candidato republicano forjó su reputación como empresario, pero recientemente ha expresado su deseo de ejercer medidas enérgicas contra las empresas, y ha propuesto poner un tope a las tasas de interés de las tarjetas de crédito e imponer un estratosférico arancel de 200% al fabricante de tractores John Deere si la empresa traslada empleos a México.

Cada uno de los candidatos hace énfasis en la economía, en un momento en que las encuestas muestran que ese es uno de los temas más importantes para los votantes cuando consideran a quién apoyarán. En una encuesta reciente realizada por AP-NORC, se encontró que ninguno de los candidatos tiene una ventaja decisiva entre el público con respecto a este tema.

Ambos ansían adoptar una imagen de reductores de impuestos y acusan al otro de respaldar enormes aumentos fiscales para la clase media. Se trata de un cambio importante en la comunicación de mensajes, en un momento en que las preocupaciones sobre la inflación disminuyeron ligeramente con el recorte realizado la semana pasada por la Reserva Federal a su tasa de interés de referencia.

Ante el temor de ir a su iglesia, algunos nicaragüenses han hecho de sus casas sus templos

nicaragüenses
El exiliado nicaragüense Francisco Alvicio, a la derecha, diácono de la Iglesia morava de Nicaragua, reza en una habitación alquilada junto con otros fieles en el exilio y el líder misquito Salomón Martínez Ocampo en San José, Costa Rica, el domingo 22 de septiembre de 2024. (Foto: AP/Carlos Herrera)

Cuando su iglesia dejó de sentirse segura, el diácono nicaragüense Francisco Alvicio hizo un plan con su congregación. Discretamente, comenzaron a transformar sus hogares en templos.

“Si me persiguen en la iglesia, yo tengo mi Biblia”, dijo el religioso de 63 años.

Rezar a escondidas fue lo último que intentó antes de huir de su país en octubre de 2023. Como él, otros pastores evangélicos, sacerdotes católicos y organizaciones de derechos humanos de Nicaragua han denunciado hostigamiento, vigilancia y detención de líderes religiosos en años recientes.

“No es de buen corazón ir ahí con un arma”, dijo Alvicio desde Costa Rica, donde ahora vive con su esposa. “Si a una iglesia llegan con armas, uniformes, hablando fuerte, es para intimidar al pueblo”.

La relación entre el gobierno y las comunidades religiosas nicaragüenses se complicó desde 2018, cuando el presidente Daniel Ortega reprimió violentamente una serie de protestas sociales multitudinarias.

Ortega pidió que la Iglesia católica fungiera como mediadora cuando las tensiones comenzaron, pero el diálogo duró poco. Después de que algunos sacerdotes brindaran refugio a los manifestantes y expresaran preocupación por el uso excesivo de la fuerza, Ortega los señaló como “terroristas”.

Entre los evangélicos, sólo unos cuantos líderes han apoyado al presidente abiertamente. La mayoría de las congregaciones ha evitado pronunciarse, pero esto no ha salvado a varios pastores de ser arrestados ni a cientos de organizaciones de ser canceladas por el gobierno.

En el norte de Nicaragua, donde Alvicio nació, la mayor parte de la comunidad indígena misquita se identifica como evangélica.

La Iglesia morava —a la que el diácono pertenece— se estableció en 1849. Y hasta antes de su cierre por orden del gobierno en agosto pasado, reunía a unos 350.000 miembros.

Por décadas, dijo Alvicio, los misquitos podían profesar su fe con libertad. Los cultos se realizaban los miércoles, viernes y domingos. Ancianos y niños por igual se reunían en el templo, donde los reverendos leían la Biblia y las ceremonias concluían con el canto de un himno.

El panorama cambió cuando el gobierno impuso nuevas reglas sobre su congregación. Primero, el pago de un impuesto nuevo. Luego, el reemplazo de un cordero que la iglesia empleaba como imagen.

“No aceptamos”, dijo Alvicio. “No podemos cambiar ni un artículo porque el gobierno quiere. El único camino que tenemos es el de Dios”.

Poco después, desconocidos vestidos de negro comenzaron a aparecer en su templo.

Aquellos temerosos de asistir a un culto público comenzaron a optar por quedarse en casa. Algunos leían sus Biblias en silencio y soledad. Otros, con sillas de sobra como para transformar sus casas en iglesias improvisadas, empezaron a invitar a vecinos y líderes como Alvicio a rezar juntos.

Y así, cambiado casas diariamente, hablando en voz baja y reuniéndose a las 4:00 a.m. para evitar ser detectados, mantuvieron su cercanía con Dios.

Los evangélicos también se han visto afectados por el gobierno de Ortega

De acuerdo con CSW, una organización británica que aboga por la libertad religiosa en el mundo, las violaciones a este derecho en las comunidades cristianas nicaragüenses han sido menos visibles que aquellas en contra de la Iglesia católica.

Anna Lee Stangl, jefa de abogacía de CSW, señaló en una publicación reciente que esto obedece a varias causas. Entre ellas, que la Iglesia católica es una sola organización religiosa cuya estructura se extiende geográficamente y tiene una jerarquía clara.

“La Iglesia protestante, en cambio, está compuesta por diferentes denominaciones e iglesias independientes, algunas de las cuales dominan en una parte del país y se ausentan en otras, y que no necesariamente trabajan en conjunto o se comunican”, escribió.

En ambas comunidades de fe, las violaciones a la libertad religiosa que sus miembros refieren son similares: restricciones a los servicios religiosos, prohibición de procesiones, irrupción de hombres armados a los templos, robo o destrucción de objetos sagrados e infiltración de informantes.

“Este año ha empeorado gravemente la situación”, dijo Martha Patricia Molina, una abogada nicaragüense que lleva un registro detallado de violaciones a la libertad religiosa en su país.

De acuerdo con su último reporte, al menos 870 agresiones se cometieron contra la Iglesia católica entre 2018 y 2024. Unas 100 más se registraron contra la Iglesia protestante en el mismo periodo.

Adicionalmente, la organización de derechos humanos Nicaragua Nunca Más establece que al menos 256 iglesias evangélicas han sido cerradas por el gobierno en los últimos cuatro años. En comparación, 43 comunidades católicas se han visto afectadas por cierres desde 2022.

Más de 200 religiosos han huido del país. A unos 20 se les retiró la nacionalidad y 65 han sido acusados de conspiración y otros cargos.

El gobierno de Nicaragua no respondió un pedido de comentario sobre el tema.

Un pastor estadounidense en Nicaragua

El pastor Jon Britton Hancock no lo vio venir. ¿Cómo podría imaginar que 11 colaboradores de su iglesia serían encarcelados si el gobierno de Ortega les había dado luz verde para operar durante años?

Hancock y su esposa —ambos estadounidenses y fundadores de la iglesia Mountain Gateway — comenzaron a trabajar en Nicaragua en 2013. Dos años después enviaron a sus primeros misioneros y empezaron a colaborar con pastores locales.

A lo largo de la siguiente década desarrollaron prácticas sustentables para comercializar café, ofrecieron apoyo a familias afectadas por huracanes y organizaron campañas masivas de evangelización. La última de éstas, dijo Hancock, convocó a casi un millón de personas. Pero luego todo cambió.

En diciembre de 2023, 11 pastores y dos abogados de su iglesia fueron arrestados y sus familias no supieron nada de ellos durante meses. No fue sino hasta septiembre de 2024 que fueron liberados por razones humanitarias.

Hancock no entiende qué pasó. Aunque sus sermones nunca se politizaron, llegó a predicar en el Congreso y la Policía Nacional. Mantuvo encuentros con autoridades y, tanto Ortega como su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, le enviaron notas felicitándolo por el trabajo de su iglesia.

“Pienso que la verdadera razón es que el Evangelio es una amenaza para las ideas totalitarias”, dijo el pastor. “Nuestra perspectiva se enfoca en la relación personal con Dios y está basada en el amor, pero el amor no puede florecer bajo control o coerción”.

Las medidas que Ortega ha tomado contra las comunidades de fe, dijo Hancock, no sólo afectan a la libertad. Las confiscaciones encabezadas por el gobierno han impactado en las inversiones de las iglesias y, en muchos casos, los pastores detenidos o forzados al exilio son el sostén económico de sus hogares.

El líder local de Mountain Gateway en Nicaragua, Walder Blandón, fue detenido junto con su esposa, por lo que la pareja tuvo que separarse de su bebé de dos meses. El pequeño y su hermano —dos años mayor— quedaron en manos de su abuela, que tenía problemas de salud.

“Ya sea que el gobierno nicaragüense quiera atemorizar a la gente o no, te puedo asegurar que hay mucho miedo y la gente está reaccionando”, añadió el pastor.

Él también ha sabido de personas que realizan reuniones en casa para rezar. Los modestos equipos de sonido de los feligreses ya no pueden utilizarse, explicó, porque cualquier guitarra podría atraer la atención de la policía, pero las congregaciones se han mantenido activas de manera clandestina.

“No es muy conocido lo que está pasando con los evangélicos en Nicaragua”, dijo. “Los pastores evangélicos no manifiestan una posición como los sacerdotes católicos, por lo que han pasado un poco desapercibidos, pero ahí están”.

No queda más que irse

El pastor ya se había acostumbrado a observar a policías monitoreando sus sermones y a detectar desconocidos escuchando sus conversaciones, pero cuando alguien le dijo “quieren tu cabeza”, entendió que no le quedaba más que dejar su país.

“El gobierno quiere controlar todo”, dijo el líder evangélico, quien salió de Nicaragua hace un año y pidió reservar su nombre y nuevo lugar de residencia por razones de seguridad. “Tienen miedo de que, si uno habla contra el gobierno, el pueblo se va a levantar”.

En su pueblo, dijo, los informantes “son como Judas”: miembros de la comunidad que hablan la lengua local y usan sus teléfonos para grabar charlas o imágenes que podrían interesar al gobierno.

“Ellos entran y te saludan como si nada y uno, sin saber, les da la bienvenida”, relató el religioso. “Pero se llevan la acusación en sus grabaciones”.

Con el tiempo, dijo, aprendió a reconocerlos en camiones y lanchas que usan los locales para cruzar un río cercano. “Si alguien murió y lo van a velar, en esa vela también están”, aseguró. Junto a las familias llorando a sus muertos.

Ahora, que vive lejos de su país, su familia también ha dejado de ir a la iglesia. Aún cantan y alaban, pero en casa, y él los acompaña desde lejos. A diario reza por ellos, dijo, pero también por el gobierno. Porque cree en la justicia y la paz.

Como él, a la distancia, Alvicio también se aferra a su fe. Puede que su iglesia haya sido clausurada y la hostilidad del gobierno lo haya forzado a huir, pero a través de sus oraciones aún se siente cerca de Nicaragua.

“Nosotros, los moravos, creemos que, donde sea, podemos orar a Dios”, dijo. “Yo camino, yo hablo, yo pienso y uso todo ese poder que tengo porque creo que, aunque esté solo, él está conmigo”.

Más mujeres son acusadas de delitos relacionados con el embarazo desde el fin de Roe vs. Wade

delitos
Exterior del edificio de la Corte Suprema de Alabama en Montgomery, Alabama, el 20 de febrero de 2024.

Un nuevo estudio revela que es más común que las autoridades imputen a las mujeres por delitos vinculados a su embarazo.

En el año posterior a que la Corte Suprema de Estados Unidos pusiera fin al derecho al aborto a nivel nacional, es más frecuente que las autoridades acusen a las mujeres de delitos relacionados con su embarazo, según un nuevo estudio, aunque casi nunca se las acuse de violar la prohibición a la interrupción del mismo.

Al menos 210 mujeres de todo el país fueron acusadas de delitos relacionados con sus embarazos desde que la Corte Suprema anuló el histórico fallo del caso Roe vs. Wade en 2022 en su sentencia Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, según el informe publicado por Pregnancy Justice, una organización de defensa de los derechos de la mujer.

Se trata de la cifra más alta que el grupo ha identificado en un período de 12 meses en proyectos de investigación que se remontan hasta 1973.

Wendy Bach, profesora de la facultad de derecho de la Universidad de Tennessee y una de las investigadoras principales del proyecto, explicó que uno de los casos fue el de una mujer que dio a luz en su casa a un bebé muerto a los seis o siete meses de embarazo.

Bach dijo que cuando la mujer fue a organizar el funeral, la funeraria alertó a las autoridades y la mujer fue acusada de homicidio.

Debido a las disposiciones de confidencialidad del estudio, Bach no quiso revelar más detalles. Pero éste fue uno de los 22 casos del estudio en los que murió un feto o un bebé.

“Es un entorno en el que la pérdida del embarazo es potencialmente sospechosa desde el punto de vista penal”, declaró en una entrevista Lourdes Rivera, presidenta de Pregnancy Justice.

Las investigadoras señalan que el recuento de casos desde el 24 de junio de 2022 hasta el 23 de junio de 2023 es inferior al real, al igual que las versiones anteriores. En consecuencia, no pueden asegurar que entre 1973 y 2022 no hubiera tantos casos como después de la sentencia Dobbs.

Durante el período anterior, encontraron más de 1.800 casos, con un máximo de 160 en 2015 y 2017.

La mayoría de los casos desde el fin de Roe incluyen cargos de abuso infantil, negligencia o puesta en peligro en los que el feto figuraba como víctima. La mayoría incluía acusaciones de consumo de sustancias durante el embarazo, incluidas 133 en las que era la única acusación.

Según el grupo, la mayoría de los cargos no requieren pruebas de que el bebé o el feto hayan sufrido daños reales.

Trump propone aranceles del 100% sobre autos fabricados en México

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El candidato presidencial republicano y expresidente, Donald Trump, habla sobre el código fiscal y la fabricación en el Johnny Mercer Theatre Civic Center, el martes 24 de septiembre de 2024, en Savannah, Georgia. (AP Foto/Evan Vucci)

SAVANNAH, Georgia, EE.UU.— Donald Trump prometió el martes que evitará que las empresas estadounidenses trasladen sus operaciones al extranjero y quedarse con las fábricas y empleos de otros países mediante la imposición de aranceles significativos para impulsar la manufactura automotriz —pese a las advertencias de que los consumidores de Estados Unidos pagarían un mayor costo y a la falta de detalles sobre sus planes.

“Quiero que las compañías automotrices alemanas se vuelvan compañías automotrices estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí”, dijo Trump durante un discurso en Savannah, Georgia.

Trump añadió que, de ser elegido, colocaría un arancel del 100% sobre cada automóvil importado desde México y que la única manera de evitar ese gravamen sería que la automotriz fabrique los vehículos en territorio estadounidense.

De materializarse, sus ideas podrían causar una gran agitación en la industria automotriz estadounidense. Actualmente, muchas automotrices fabrican vehículos más pequeños y de menores precios en México —facilitado por un acuerdo comercial que Trump negoció durante su mandato— o en otros países debido a que sus márgenes de ganancias son pequeños. El menor costo de mano de obra ayuda a las compañías a tener ganancias de esos vehículos.

Las automotrices alemanas y de otros países ya tienen extensas operaciones de fabricación en Estados Unidos, y hoy en día muchas fabrican más vehículos de los que venden en el país. BMW, por ejemplo, tiene una planta de más de 700.000 metros cuadrados (8 millones de pies cuadrados) en Carolina del Sur que da empleo a 11.000 personas y fabrica más de 1.500 camionetas SUV al día para Estados Unidos y 120 mercados de exportación. Mercedes y Volkswagen también tienen grandes fábricas en el territorio.

Si las automotrices alemanas aumentan la producción en Estados Unidos, probablemente tendrían que tomarla de Alemania, que entonces operaría por debajo de su capacidad y sería menos eficiente, dijo Sam Abuelsamid, principal analista de investigación de Guidehouse Insights.

“No tiene sentido”, señaló.

Trump propone una nueva “industrialización estadounidense”, pero no da detalles clave

El expresidente ha presionado a la vicepresidenta y candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, con el tema de la economía y ha propuesto la aplicación de aranceles a las importaciones, así como otras medidas, para impulsar a la industria estadounidense, aun cuando los economistas advierten que los consumidores estadounidenses tendrán que asumir los costos de los aranceles y de otras de las propuestas de Trump, como llevar a cabo la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos.

Trump expuso una amplia variedad de propuestas económicas durante un discurso en Georgia, un estado sin clara preferencia política, y prometió crear la figura de un embajador especial para ayudar a atraer a fabricantes extranjeros a Estados Unidos y convencerlos ofreciéndoles acceso a terrenos federales.

Además, pidió reducir la tasa fiscal corporativa de Estados Unidos de 21% a 15%, pero sólo para las compañías que fabriquen en Estados Unidos. Harris, por su parte, quiere aumentar la tasa impositiva corporativa a un 28%. Era del 35% cuando Trump asumió la presidencia en 2017, y más tarde promulgó una ley para reducirla.

“Estamos poniendo a Estados Unidos primero”, dijo Trump. “Esta nueva industrialización estadounidense creará millones y millones de empleos”.

Y Trump insinuó que se podrían retirar algunas regulaciones ambientales para impulsar la producción energética, señalando que Estados Unidos “tiene el petróleo, tiene el gas. Tenemos todo. Lo único que no tenemos es gente inteligente dirigiendo a nuestro país”.

Las propuestas económicas anunciadas el martes plantean un gran número de dudas, pero el expresidente no ha dado respuestas específicas sobre sus ideas, las cuales podrían afectar sustancialmente su impacto y su costo. No ha especificado, por ejemplo, si sus reducciones al impuesto corporativo aplicarían a compañías que fabriquen sus productos domésticamente a partir de importaciones.

Trump también dejó entrever que recurriría a un enviado —un puesto que se necesitaría crear— y a sus propios esfuerzos para reclutar a las compañías extranjeras. Pero tiene un historial intermitente en la Casa Blanca en cuanto a la atracción de inversión extranjera. En un caso, Trump prometió una inversión de 10.000 millones de dólares del gigante de inversiones taiwanés Foxconn en Wisconsin, el cual crearía unos 13.000 nuevos empleos, algo que nunca pasó.

Su promesa de ofrecer terrenos federales, en tanto, podría chocar con las restricciones de la Oficina de Administración de Tierras a las empresas extranjeras que buscan alquilar terrenos. Tampoco estaba claro si las compañías de China estarían excluidas, dadas las antiguas acusaciones de Trump de que China perjudica a las empresas estadounidenses.

El gobernador Kemp se ausenta del regreso de Trump a Georgia

El candidato republicano a la presidencia presentó su plan en Savannah, que tiene uno de los puertos más activos del país en el transporte de mercancías. Fue su primera visita desde que su disputa con el gobernador Brian Kemp llegó a su fin el mes pasado, cuando el gobernador del estado finalmente respaldó a Trump.

Pero Kemp no estuvo presente en el evento de Trump y en lugar de eso participó en un evento de campaña el martes en Pensilvania con el candidato republicano al Senado, David McCormick.

Algunos republicanos han dicho que temen que Georgia se ha vuelto más competitivo políticamente en los dos meses que han transcurrido desde que Harris lanzó su candidatura presidencial luego de que el presidente Joe Biden dejó de lado su intento de reelección.

El vicegobernador de Georgia, Burt Jones, arremetió contra Harris por decir que Trump era una amenaza para la democracia. Jones fungió como un compromisario falso y afirmó erróneamente que Trump había ganado las elecciones de 2020 que realmente perdió ante Biden. Un fiscal especial, sin embargo, rechazó avanzar con los cargos penales contra Jones relacionados con el asunto.

Heather Mathis, de 43 años, asistió al evento del martes con su hija de 11 años de edad y dijo que Kemp había realizado un “buen trabajo”. Comentó que no pensaba que algún problema entre el gobernador y Trump pudiera afectar las probabilidades del exmandatario en el estado.

“Muchas personas tienen diferencias personales. Eso no significa que alguna de ellas sea mala”, dijo Mathis. “Quizá sólo no se llevan bien, y esto está bien”.