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Puertorriqueños protestan por falta de transparencia en los resultados de las elecciones

Puertorriqueños

San Juan.- Un grupo de manifestantes puertorriqueños se congregó la noche de este miércoles frente a la sede del Gobierno de Puerto Rico para protestar por los resultados de las elecciones en los que Jenniffer González, del Partido Nuevo Progresista (PNP), se perfile como la próxima gobernadora de la isla.

«Estamos protestando porque están parando el conteo de votos, se repite lo mismo cada cuatrienio. Estamos ejerciendo nuestro derecho a la manifestación y este es solo el comienzo», afirmó a EFE Carlos Rafael Lugo de 24 años, desde la calle Fortaleza, también conocida como «Calle de la Resistencia».

«Aquí nos quieren robar el voto apuntando gente que está muerta como votantes y aprovechándose de nuestros viejitos. Estamos aquí para defender el derecho al voto, esto ya no es ni por un partido», apuntó el manifestante, oriundo de Río Piedras.

En os vídeos publicados por los manifestantes en redes sociales aparecen un centenar de personas ataviadas con banderas de Puerto Rico en el Viejo San Juan, que corearon «oye que jodienda, todos los años la misma vaina, la misma mierda, puñetas», «pa arriba, pa bajo JGO pal carajo» y «Que se vayan ellos, que se vayan ellos», versos de la conocida canción de Bad Bunny ‘El Apagón’.

«Las elecciones pasadas hubo también un fraude total con Manuel Natal en la alcaldía de San Juan, yo esperaba un cambio y sino que como está pasando ahora, la gente saliera a manifestarse», declaró Lugo.

Asimismo, el joven resaltó que en su generación están «inspirados» por artistas, «están vivos» y «la furia boricua se siente y se va a sentir en un futuro, es un proceso de transición y hay esperanza».

La presidenta de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Jessika Padilla, emitió este miércoles la segunda certificación parcial de las elecciones generales de Puerto Rico, que mantiene en la delantera a la gobernación de la isla a Jenniffer González, del Partido Nuevo Progresista (PNP).

A las 08.00 (12.00 GMT) de este miércoles y con el 91 % de las votaciones contabilizadas, las cifras de la CEE reflejan una clara ventaja de González para la gobernación con 438.183 votos o el 39,45 %, frente a Juan Dalmau, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), quien contaba con 364.145 votos o el 32,78 %.

Tras González y Dalmau van en carrera Jesús Manuel Ortiz, del PPD, con 233.470 votos o el 21,02 %, y Javier Jiménez, de Proyecto Dignidad, con 73,613 votos o 6,63 %.

Si al final del conteo de papeletas González prevalece, como está previsto que ocurra, se convertirá en la primera gobernadora del PNP y la segunda electa en la isla después de Sila María Calderón (2001-2005), del Partido Popular Democrático (PPD).

Además de gobernador y comisionado residente, los puertorriqueños eligieron ayer a los miembros de la Asamblea Legislativa y los alcaldes de sus 78 municipios.

Miles de personas vuelven a manifestarse en Jerusalén en contra del Gobierno de Netanyahu

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Jerusalén, 06/11/2024.- Manifestación ante el Tribuanl Supremo de Israel al día siguiente de la decisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de destituir a su ministro de Defensa, Yoav Gallant. EFE/EPA/VASSIL DONEV

Jerusalén.- Miles de personas, según cifró el diario israelí Haaretz, se manifestaron de nuevo este miércoles ante el Tribunal Supremo de Israel en Jerusalén, desde donde se dirigieron hacia la residencia del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para exigirle un acuerdo que permita el retorno de los rehenes secuestrados por el grupo islamista palestino Hamás hace más de un año y un adelanto electoral.

Las protestas también se producen para criticar el cese de Yoav Gallant como ministro de Defensa, que la oficina de Netanyahu comunicó ayer a última hora de la tarde por sorpresa, con el argumento de las «discrepancias» entre ambos políticos.

«Os apelo a uniros a mí y a los miembros de las familias. Venid con tiendas de campaña y juntos dejaremos claro a Netanyahu que no le dejaremos ir hasta que haya un acuerdo», dijo Einav Zangauker, madre de uno de los cautivos en Gaza, durante la protesta.

Zangauker ha plantado una tienda de campaña junto a la residencia en Jerusalén de Netanyahu en la calle Azza.

Entre los carteles de los asistentes se leían mensajes como «Quien destruye no repara. ¡Elecciones ya!» o «La destrucción ya está aquí. Tenemos que convocar elecciones», en referencia al adelanto electoral que quienes salen a las calles en estas manifestaciones repiten desde hace meses.

También en Tel Aviv una multitud protestó contra Netanyahu en una manifestación cuyos integrantes portaban carteles con imágenes de los secuestrados que siguen en Gaza.

La súbita destitución de Gallant empujó la noche del martes a miles de israelíes a salir a las calles para protestar contra la medida, como ya ocurrió a finales de marzo de 2023, cuando Netanyahu lo cesó por primera vez por oponerse a su reforma judicial. Entonces, el primer ministro tuvo que restituirlo en el cargo.

El primer ministro israelí justificó el cese de Gallant por discrepancias en la gestión de la guerra en Gaza y afirmó que existen «brechas significativas» entre Gallant y que «estas brechas fueron acompañadas de declaraciones y acciones que contradicen las decisiones del Gobierno y las decisiones del Gabinete».

La victoria de Trump podría garantizar una mayoría conservadora en la Corte Suprema durante décadas

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Vista de la Corte Suprema al atardecer, en Washington, el 6 de noviembre de 2020. (Foto: AP/J. Scott Applewhite/Archivo)

Donald Trump ya ha nombrado a tres magistrados de la Corte Suprema. Durante su segundo mandato, podría tener la oportunidad de nombrar a dos más, lo cual significaría que la Corte Suprema tendría una mayoría nombrada por Trump que podría fungir durante décadas.

El resultado decisivo evita que la corte tenga que intervenir en disputas electorales. También parece probable que cambie el tono de los casos que se presenten ante la corte, incluidos los relacionados con el aborto y la inmigración.

Los dos magistrados de mayor edad —Clarence Thomas, de 76 años, y Samuel Alito, de 74— podrían considerar retirarse a sabiendas de que Trump, un republicano, los remplazaría con magistrados que podrían tener tres décadas menos, lo cual aseguraría el dominio conservador en la corte hasta mediados de siglo, o más allá.

Trump tendría una larga lista de candidatos entre los más de 50 hombres y mujeres que nombró a las cortes de apelación federales, incluidos algunos exsecretarios de Thomas y Alito.

Si ambos hombres se retiraran, probablemente no lo harían al mismo tiempo para minimizar la interrupción en las labores de la Corte Suprema. Los magistrados David Souter y John Paul Stevens se retiraron con un año de diferencia, durante los primeros dos años de la presidencia de Barack Obama.

Thomas ha dicho en más de una ocasión que no tiene intención de retirarse.

Pero Ed Whelan, un abogado conservador que fungió como secretario del magistrado Antonin Scalia, escribió en el blog Bench Memos de la revista National Review que Thomas se dará cuenta de que la mejor manera de asegurar su legado es dejar que lo reemplace un magistrado con ideas afines y retirarse antes de las elecciones legislativas de medio mandato.

Si Thomas permanece en la Corte Suprema hasta cerca de su 80mo cumpleaños, en junio de 2028, superará a William O. Douglas como el magistrado que ha ostentado el cargo por más tiempo. Douglas fungió como magistrado de la Corte Suprema durante más de 36 años.

No hay garantía de que los republicanos mantengan su mayoría en el Senado entonces, y Thomas ya vio lo que sucedió cuando una de sus colegas no se retiró cuando podría haberlo hecho, escribió Whelan. “Sería imprudente de su parte arriesgarse a repetir el error de Ruth Bader Ginsburg: mantenerse en el cargo sólo para morir y ser reemplazado por alguien con una filosofía judicial muy diferente”, advirtió Whelan.

Ginsburg murió en septiembre de 2020, menos de dos meses antes de la elección de Joe Biden como presidente. Trump nominó a Amy Coney Barrett para llenar la vacante y la mayoría republicana impulsó su nominación en el Senado antes de las elecciones.

Barrett, junto con los magistrados Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, quienes también fueron nombrados a la Corte Suprema por Trump, sumaron fuerzas con Thomas y Alito para anular Roe vs. Wade y poner fin al derecho al aborto a nivel nacional.

Junto con el magistrado presidente John Roberts, los conservadores también han ampliado el derecho a la portación de armas, han puesto fin a las políticas de acción afirmativa en las admisiones universitarias (políticas para garantizar la igualdad de oportunidades sin distinción de raza, sexo, religión u orientación sexual), han restringido los esfuerzos del gobierno de Biden para enfrentar el cambio climático y han debilitado a los reguladores federales al anular una decisión que había estado en vigor durante 40 años y había sido atacada por intereses empresariales y conservadores.

El histórico fallo de la corte no marcó el fin de su involucramiento en el tema del aborto; este año, los magistrados también consideraron casos relacionados con el aborto de emergencia en estados con prohibiciones y casos relacionados con el acceso al aborto con medicamentos.

Es previsible que el próximo gobierno elimine las directrices del gobierno de Biden que estipulan que los médicos deben proporcionar abortos de emergencia en caso de que sea necesario para proteger la vida o la salud de una mujer, incluso en estados donde el aborto está prohibido. Esto pondría fin a un caso de Idaho que los jueces enviaron de vuelta a los tribunales inferiores durante el verano.

El acceso a la pastilla abortiva de mifepristona también enfrentará un nuevo desafío en los tribunales inferiores. Esa demanda podría enfrentar dificultades en los tribunales inferiores luego de que la Corte Suprema permitiera el acceso al medicamento este año, pero quienes se oponen al aborto han planteado otras formas en que una administración conservadora podría restringir el acceso a la pastilla. Esto incluye la aplicación de una ley del siglo XIX llamada Ley Comstock, que prohíbe el envío por correo de medicamentos que podrían usarse en abortos, aunque Trump no se ha pronunciado claramente sobre la mifepristona.

Casos migratorios relacionados con el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) implementado en la presidencia de Obama, también están llegando a los tribunales. Trump intentó poner fin a la DACA en su primer mandato, pero la Corte Suprema lo impidió. Ahora, la corte de apelaciones, de mayoría conservadora, con sede en Nueva Orleans, está considerando si el DACA es legal.

Una de las primeras batallas de la era Trump que llegó a la Corte Suprema concernía una medida que le prohibía el ingreso al país a personas de algunos países de mayoría musulmana. Finalmente, los magistrados aprobaron el programa después de dos revisiones.

Durante su campaña, Trump dijo que volvería a implementar dicha restricción.

Las repercusiones anti migratorias del regreso de Trump a Casa Blanca

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Trump dice que si gana impondrá aranceles a países que no acepten migrantes deportados. (Foto: AP)

Por Elliot Spagat y Gisela Salom    

“Construyan el muro” fue el lema de la campaña de Donald Trump en 2016, y actuó en consecuencia al recurrir a presupuestos militares para construir cientos de kilómetros de muro fronterizo con México. “Deportación masiva” fue la expresión de moda que entusiasmó a quienes lo apoyaron en su contienda por la Casa Blanca en 2024.

La victoria de Trump prepara el escenario para una rápida ofensiva después de que una encuesta de AP VoteCast mostró que los partidarios del presidente electo se centraron en la inmigración y la inflación, temas que el republicano recalcó durante toda su campaña.

Es incierto cómo y cuándo tomarán forma las acciones de Trump sobre la inmigración.

Aunque Trump y sus asesores han ofrecido un plan a grandes rasgos, quedan muchas preguntas sobre cómo deportarían a las cerca de 11 millones de personas que se estima que están en el país ilegalmente. ¿Cómo se identificaría a los inmigrantes? ¿Dónde serían detenidos? ¿Qué pasaría si sus países se niegan a recibirlos de regreso? ¿Dónde encontraría Trump dinero y oficiales entrenados para llevar a cabo su deportación?

Trump ha dicho que invocaría la Ley de Enemigos Extranjeros, una ley de 1798 que rara vez se ha utilizado y que permite al presidente deportar a cualquier no ciudadano de un país con el que Estados Unidos esté en guerra. Ha hablado sobre desplegar a la Guardia Nacional, que puede ser activada por órdenes de un gobernador. Stephen Miller, un asesor de Trump, ha dicho que las tropas bajo el mando de gobernadores republicanos simpatizantes serían enviadas a estados vecinos que se nieguen a participar.

Trump, quien repetidamente dijo que los inmigrantes “envenenan la sangre” de Estados Unidos, ha infundido miedo en las comunidades inmigrantes sólo con sus palabras.

Julie Moreno, una ciudadana estadounidense quien lleva siete años casada con un mexicano que se encuentra en el país ilegalmente, se adapta a la idea de que tal vez tenga que vivir separada de su esposo, quien llegó a Estados Unidos en 2004. Ella puede mudarse a México desde Nueva Jersey, pero le sería casi imposible dirigir su negocio de importación de guantes de boxeo.

“Todavía no tengo palabras. Son demasiados sentimientos”, expresó Moreno con la voz entrecortada al hablar el miércoles de la victoria de Trump. “Tengo mucho miedo por la seguridad de mi esposo… Si lo detienen, ¿qué va a pasar?”.

Neftalí Juárez, el esposo de Moreno, dirigía una empresa de construcción y siente que ha contribuido al país al pagar impuestos y brindar empleo a través de su empresa. “Desafortunadamente, la opinión de la gente que votó es diferente”, dijo. “Me siento terrible por perder a mi esposa”.

Algunos expertos en políticas creen que las primeras medidas de Trump en materia de inmigración se den en la frontera. Podría presionar a México para que siga impidiendo que los migrantes lleguen a la frontera estadounidense. Es posible que coaccione a México para restablecer una política del gobierno previo de Trump que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano hasta que se realicen sus audiencias en un tribunal de inmigración estadounidense.

Andrew Arthur, miembro del Center for Immigration Studies (Centro de Estudios de Inmigración), quien apoya las restricciones a la inmigración, destacó las declaraciones de campaña del vicepresidente electo JD Vance sobre que la deportación de millones de personas se haría paso a paso, no de una sola vez.

“No hablas de una emboscada”, dijo Arthur, exjuez de inmigración, a The Associated Press. “No hay forma de que puedas hacerlo. Lo primero que tienes que hacer es sellar la frontera —y luego se puede abordar el interior—. Todo esto se guiará por los recursos que tengas disponibles”.

Elena, una nicaragüense de 46 años que lleva 25 años viviendo ilegalmente en Estados Unidos, no pudo dormir tras la victoria de Trump. Lloró sobre qué hacer si ella y su esposo, de 50 años, son deportados. Tienen dos hijas adultas, ambas ciudadanas estadounidenses, quienes han tenido dolores de estómago y problemas respiratorios a causa de la ansiedad por las elecciones.

“Se me hace tan difícil desarraigarse del país al que yo he visto como mi casa”, dijo Elena, quien vive en el sur de Florida y sólo dio su primer nombre por miedo a ser deportada. “He hecho mis raíces aquí y es difícil tener que abandonar todo para volver a empezar”.

Los defensores analizan dónde podrían ocurrir los arrestos por deportación, y observan especialmente de cerca para ver si las autoridades se adhieren a una política —que ha estado en práctica por años— de evitar las escuelas, los hospitales, los lugares de culto y los centros de ayuda en caso de desastre, reportó Heidi Altman, directora de defensa federal del Fondo de Justicia para Inmigrantes del Centro Nacional de Leyes Migratorias (NILC por sus siglas en inglés).

“Nos lo tomamos muy en serio”, dijo Altman. “Todos debemos tener los ojos bien abiertos ante el hecho de que no estamos en 2016. Trump y Stephen Miller aprendieron mucho de su primer gobierno. Los tribunales se ven muy diferentes a los de hace cuatro años”.

Se presume que Trump reanudará otras políticas de gran alcance de su primer mandato y descarte medidas clave del presidente Joe Biden. Esto incluye:

— Trump ha criticado duramente las políticas de Biden para crear y ampliar vías legales de entrada, incluida una app llamada CBP One con la cual casi 1 millón de personas han ingresado por cruces terrestres con México desde enero de 2023. Otra política ha permitido que más de 500.000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos vuelen al país con patrocinadores financieros.

— Trump redujo el número de refugiados examinados y aprobados en el extranjero por la Organización de las Naciones Unidas y el Departamento de Estado para establecerse en Estados Unidos, hasta llegar a su nivel más bajo desde que el Congreso estableció el programa en 1980. Biden lo reconstruyó y estableció un límite anual de 125.000, comparados con 18.000 bajo Trump.

— Trump buscó poner fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) del gobierno de Obama, el cual protegía de la deportación a las personas que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños pequeños. Una demanda de gobernadores republicanos que parece encaminarse a la Corte Suprema impugna el DACA. Por ahora, cientos de miles de beneficiarios del DACA pueden renovar su estatus, pero no se aceptan nuevas solicitudes.

— Trump redujo drásticamente el uso del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), creado bajo una ley de 1990 para permitir que las personas que ya están en Estados Unidos se queden si sus países de origen son considerados inseguros. Biden amplió drásticamente el uso del TPS, e incluyó a cientos de miles de haitianos y venezolanos.

Maribel Hernández, una venezolana con TPS que le permite quedarse en Estados Unidos hasta abril de 2025, rompió a llorar mientras su hijo de 2 años dormía en un cochecito afuera del Hotel Roosevelt de Nueva York y los inmigrantes discutían las consecuencias de las elecciones.

“Imagina si le ponen fin”, dijo.

Demócrata latina recupera escaño en la Cámara baja de EE.UU. por distrito de Nueva York

Demócrata
(Foto: EFE/SARAH YENESEL)

La demócrata Laura Gillen, de 55 años, representará en la Cámara Baja de Estados Unidos al Distrito 4 de Long Island (Nueva York), tras ganarle al congresista republicano Anthony D’Esposito en una reñida pelea en las elecciones presidenciales de este martes.

«En esta campaña, los votantes de este distrito eligieron el sentido común por sobre el caos y la corrupción», apuntó Gillen este miércoles en las redes sociales, donde dijo sentirse «muy honrada y agradecida por el privilegio de servir a la gente de NY04».

Fue una de las elecciones para la Cámara de Representantes más reñidas del estado: Gillen derrotó por un estrecho margen al actual poseedor del escaño, D’Esposito, con lo que logra retomar el asiento para la formación demócrata.

Según cifras de las autoridades electorales, la congresista demócrata ganó por 182.771 votos (50,9 %) frente a 176.623 (49,1 %) de D’Esposito.

El Distrito 4 de Nueva York ha votado históricamente por los demócratas. En 2020, los demócratas lo ganaron por más de 14 puntos. Sin embargo, en 2022, D’Esposito venció a Gillen por el escaño, lo que dejó el distrito en manos republicanas por primera vez en décadas.

La victoria de Gillen, graduada en la Universidad de Georgetown y abogada, es vista como la revancha en esta igualada elección dos años después de perder la carrera por el distrito, que muchos vieron como un error del Partido Demócrata estatal, según medios.

Gillen, exsupervisora de la ciudad de Hempstead, se ha presentado en estas elecciones como moderada, haciendo campaña a favor del derecho al aborto y la imposición de restricciones a la inmigración.

«Estamos a 2.000 millas de México, pero estamos sintiendo la crisis migratoria casi todos los días», señalaba la candidata en un anuncio político que se emitió en estos comicios.

En el anuncio, Gillen prometió que, de regresar al Congreso, trabajaría «con cualquiera de cualquier partido para asegurar nuestra frontera sur, encerrar a los criminales que trafican con fentanilo y detener la crisis migratoria».

Cuando fue supervisora de la ciudad, Laura «encabezó los esfuerzos para revitalizar la infraestructura de la urbe, presentó una demanda para recuperar los daños por contaminantes en el suministro público de agua y aprobó una legislación crítica relacionada con el acoso sexual y los beneficios para veteranos», destaca su página web.

D’Esposito, un exoficial de policía de Nueva York y miembro del Concejo de Hempstead, había sido respaldado por el expresidente Donald Trump y, de hecho, habló en el mitin de Trump en el condado de Nassau en septiembre pasado.

Estados Unidos eligió este martes al candidato republicano Donald Trump como su nuevo presidente.

Demócratas enfrentan presidencia de Trump sin un plan o un líder claro

La vicepresidenta Kamala Harris durante su discurso en el que admite la derrota en las elecciones presidenciales de 2024, el miércoles 6 de noviembre de 2024, en el campus de la Universidad Howard, en Washington. (Foto: AP/J. Scott Applewhite)

Los demócratas gastaron miles de millones de dólares para advertir a los votantes de Estados Unidos que Donald Trump representaba una amenaza inminente para la democracia, que sus políticas económicas únicamente beneficiarían a sus amigos ricos, y que, literalmente, era un fascista.

Al final, eso no le importó a los votantes, o si les importó, no tuvo relevancia.

Y ahora, después de la contundente derrota de Kamala Harris, los demócratas se enfrentan a una segunda presidencia de Trump sin un líder claro, un plan definido o un consenso sobre qué fue lo que salió tan mal en las elecciones de 2024.

“Creo que es necesario hacer una limpieza, existe la necesidad de que surja una nueva generación de líderes”, dijo el representante Ro Khanna, uno de los pocos demócratas con ambiciones presidenciales que habló sobre el futuro del partido el miércoles. “Necesitamos un nuevo concepto, nuevas ideas y una nueva dirección. Y, ya sabes, el orden establecido produjo un desastre”.

Cuando aún quedan votos por contabilizar, Trump se enfilaba a convertirse en el primer republicano en dos décadas en ganar el voto popular, aunque el alcance de su triunfo en el Colegio Electoral probablemente no supere el desempeño del presidente Barack Obama en 2008, cuando obtuvo 365 votos electorales.

Trump captó una pequeña pero significativa proporción de votantes jóvenes, negros e hispanos, muchos de los cuales se sentían desanimados por el estado de la economía, según AP VoteCast, una amplia encuesta de más de 120.000 votantes a nivel nacional. El republicano también registró avances entre los votantes que no cuentan con un título universitario.

La mayoría de los demócratas electos que se mencionan con más frecuencia como posibles candidatos presidenciales para 2028 —incluidos los gobernadores de California, Illinois, Michigan y Pensilvania— se negaron a dar su punto de vista. Otros cancelaron entrevistas programadas.

Los pocos progresistas dispuestos a dar declaraciones públicas, presentaron distintas explicaciones. Relativamente pocos de ellos culparon al presidente Joe Biden por haberse retractado de su promesa de no postularse para la reelección, lo que le impidió al partido elegir a un reemplazo en una primaria tradicional.

Bernie Sanders, el senador independiente por Vermont y excandidato en las primarias demócratas, le había advertido a Harris antes de la jornada electoral que se estaba enfocando demasiado en atraer el voto de los republicanos y no lo suficiente en cuestiones económicas. Sanders emitió un comunicado en el que arremetió contra la cúpula del partido.

“No debería sorprender que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora también los ha abandonado”, dijo. “Primero fue la clase trabajadora blanca, y ahora también los trabajadores latinos y negros. Mientras el liderazgo demócrata defiende el statu quo, el pueblo estadounidense está enojado y quiere un cambio. Y tienen razón”.

Otros no se mostraron tan impacientes en hacer cambios radicales.

“Nuestro desafío no es reaccionar en exceso al resultado de esta elección”, dijo el representante Don Beyer, quien ganó fácilmente la reelección por Virginia el martes por la noche. “Tuvimos una candidata con un perfil relativamente bajo, en realidad nadie sabía mucho sobre Kamala Harris… quien se enfrentó a una de las personas más reconocidas en la historia de la humanidad”.

Hace apenas ocho años, los demócratas quedaron atónitos por la sorprendente victoria de Trump sobre Hillary Clinton. Pero en ese momento, muchos presentaron un frente unido para atribuir la derrota a una disfunción dentro del Comité Nacional Demócrata. Otros señalaron que el resultado fue gracias a las labores de influencia rusa a favor de Trump o a la declaración del director del FBI, James Comey, quien criticó a Clinton por la manera en que manejó información confidencial en sus correos electrónicos mientras era secretaria de Estado.

Esta vez no hay excusas. Los resultados muestran que los problemas actuales de los demócratas van más allá de su maquinaria política.

Operadores del ala progresista del partido criticaron al equipo de campaña de Harris por destinar demasiado tiempo y recursos para atraer a los republicanos moderados a expensas de la base de clase trabajadora del partido, incluidos los trabajadores sindicalizados que se inclinaron por Trump gracias a sus promesas de imponer aranceles tanto a naciones aliadas como enemigas y a sus amenazas a las empresas estadounidenses que sopesan trasladar sus operaciones al extranjero.

Las advertencias sobre la amenaza que Trump representaba para la democracia de Estados Unidos eran importantes, afirman, pero no era el tema primordial en la mente de la mayoría de los votantes.

“Nuestro partido hará mucha introspección en los próximos meses, tiene mucho en qué pensar», dijo el representante demócrata Shri Thanedar, cuyo distrito incluye a buena parte de la zona metropolitana de Detroit. “Los demócratas se concentraron en el carácter de Trump. Sus problemas legales, el hecho de que es un delincuente. Pero en gran parte, las personas que tienen problemas económicos, aquellos que sienten que están peor económicamente, no le prestaron mucha atención a su carácter”.

Otros fueron menos diplomáticos.

Alexandra Rojas, directora ejecutiva del grupo izquierdista Justice Democrats, dijo que el liderazgo del partido debe “asumir la responsabilidad de cómo fue posible que Donald Trump obtuviera un segundo mandato».

“El Partido Demócrata pierde rápidamente su legitimidad entre las personas comunes y entre las comunidades marginadas que a menudo son utilizadas como peldaños para ganar elecciones”, acusó Rojas.

De hecho, los datos dejan entrever que los demócratas tienen mucho trabajo por hacer.

Biden prácticamente empató con Trump entre los votantes sin título universitario hace cuatro años, obteniendo el 47% de su voto en comparación con el 51% de Trump. Pero estos votantes se inclinaron por Trump en 2024, dándole una clara ventaja con el 55% de su voto, frente apenas el 43% a favor de Harris.

El modesto movimiento entre los votantes sin título universitario fue aún más pronunciado entre los jóvenes. Trump obtuvo el 52% de las preferencias en 2024, en comparación con el 44% hace cuatro años, y entre los votantes no blancos, con el 32% frente al 25%.

En general, aproximadamente la mitad de los votantes menores de 30 años apoyaron a Harris, mientras que hace cuatro años la cifra rondó el 60% a favor de Biden. Al mismo tiempo, los votantes negros y latinos parecieron ligeramente menos propensos a apoyar a Harris de lo que estaban en apoyar a Biden, según VoteCast.

Jef Pollock, un experimentado encuestador demócrata, dijo que la campaña de Harris “tuvo la mala suerte de que los partidos en el gobierno en distintas partes del mundo sean vistos con malos ojos en momentos en que la frustración de los votantes sobre el estado de la economía ha llegado a un punto crítico”.

“Pero los demócratas tienen que mirar hacia el interior del partido y preguntarnos qué podemos hacer para reconstruir nuestra relación con los votantes rurales, trabajadores y latinos, así como con los jóvenes”, dijo Pollock. “Claramente, ellos creen que no estamos abordando sus necesidades diarias”.

Por ahora, no está claro si el partido llevará a cabo algún tipo de proceso formal de autoevaluación para determinar exactamente qué fue lo que salió mal.

Después de la elección de 2012, el Comité Nacional Republicano ordenó que se llevara a cabo un estudio interno de “crecimiento y oportunidad” para trazar un camino a seguir. Pero incluso entonces, el partido sólo fue capaz de encontrar el éxito electoral hasta que Trump ignoró las recomendaciones del informe para fortalecer la infraestructura del partido y adoptar un mensaje más inclusivo.

Después de la elección de 2016, los demócratas también hicieron cambios en su infraestructura partidaria y de recaudación de fondos luego de un período de introspección.

Al estratega demócrata Faiz Shakir —quien encabezó la campaña presidencial de Sanders en 2020— le preocupa que los demócratas no hagan la introspección necesaria después de esta devastadora derrota.

“Un partido saludable se está desafiando a sí mismo para llevar a cabo este tipo de autopsia y averiguar qué fue lo que hicimos mal”, dijo. “Ni siquiera sé si ese tipo de proceso va a ocurrir».

Sanders mismo fue más directo.

”¿Los grandes intereses monetarios y los consultores bien pagados que controlan al Partido Demócrata aprenderán alguna lección de esta campaña desastrosa?”, dijo. ”¿Comprenderán el dolor y el desencanto político que están experimentando decenas de millones de estadounidenses? ¿Tienen alguna idea de cómo podemos enfrentar a la oligarquía cada vez más poderosa que tiene tanto poder económico y político? Probablemente no”.

Los Clinton, sobre victoria de Trump: «EE. UU. es más grande que cualquier elección»

Trump
(Foto: EFE/Ting Shen/Archivo)

El expresidente Bill Clinton y la excandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton felicitaron este miércoles a Donald Trump tras su victoria electoral, apuntando que «EE. UU. es más grande que los resultados de cualquier elección».

En un comunicado, los Clinton felicitaron a Kamala Harris y a su fórmula vicepresidencial, Tim Walz, por la «campaña positiva y esperanzadora» que han desarrollado y desearon al expresidente Trump buena suerte y que «gobierne para todos».

«Tenemos que recordar que Estados Unidos es más grande que los resultados de cualquier elección, y lo que hagamos como ciudadanos hará que avancemos o nos caigamos hacia atrás», apuntaron el exmandatario y la que fuera secretaria de Estado de Barack Obama.

Además, consideraron que «hay que resolver las diferencias y buscar oportunidades juntos» pues «el futuro del país» depende de ello.

Hillary Clinton concurrió a las elecciones contra Trump en 2016, las que perdió y le dieron su primer mandato al magnate neoyorkino, que ahora, ocho años después, volverá a la Casa Blanca después de ganar los comicios de este martes contra Kamala Harris.

Trump arrasa en las zonas fronterizas de Texas y supera el apoyo que obtuvo en 2020

Archivo. EFE/EPA/ADAM DAVIS

Alejandra Arredondo, Albert Traver

El exmandatario de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) arrasó el martes en las presidenciales en casi todas los condados fronterizos en Texas, superando además el apoyo que obtuvo entre los votantes de esta zona hace cuatro años.

El republicano- quien lideró una campaña con un mensaje antimigrante y duramente crítico con la gestión del Gobierno actual- obtuvo la victoria en 12 de los 14 condados tejanos atravesados por la frontera con México.

En total, pasó de tener aproximadamente el 38,3 % del voto en esta región en 2020 al 48,9 % en 2024, según datos oficiales. Este triunfo incluye dos de los tres condados más pobladas de la región fronteriza: Hidalgo y Cameron.

Por su parte, la vicepresidenta, Kamala Harris, mantuvo el apoyo demócrata en el condado de El Paso con la mayoría de los votos, aunque Trump también ganó terreno en la región con un 41,8 % en comparación con el 31,6 % de 2020.

Los resultados de las elecciones representan un golpe a los demócratas tejanos, quienes esperaban que el aumento de la población latina allanara el camino a arrebatar la popularidad de los candidatos republicanos en un estado donde los aspirantes conservadores a la Presidencia han ganado en todos los comicios desde 1976.

Pérdida del voto hispano

Por primera vez en la historia, los latinos representan la mayoría de la población en Texas y la región fronteriza: un 89 % de los habitantes se identifican como latinos o hispanos, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas.

Desde las elecciones de 2016, cuando Trump irrumpió en la escena política con un discurso populista que caló entre la clase trabajadora blanca, la región fronteriza en Texas ha visto una «erosión gradual» del apoyo a los demócratas en los condados fronterizos, explicó a EFE Mark Jones, politólogo de la Universidad Rice en Houston.

Sin embargo, indicó el experto, los resultados del martes son «un fenómeno completamente distinto».

El atractivo de Trump entre este tipo de votantes puede explicarse por una serie de factores: la ansiedad económica en una región donde más del 30 % de la personas viven bajo el umbral de la pobreza, junto con un deseo por reducir la migración al país y un rechazo a los valores socioculturales más progresistas como el apoyo a la comunidad LGTBQ, de acuerdo con expertos consultados por EFE.

«Esta es un área en donde muchas personas van a trabajar (…) y al final del día se dan cuenta de que el salario no es suficiente para sus necesidades», subrayó Jorge Martínez, director para Texas de la iniciativa LIBRE, una organización que promueve ideas libertarias.

El deseo de controlar la migración está relacionado con que los hispanos de la zona fronteriza en Texas han estado en el país «por generaciones» y no se identifican tanto con «las dificultades de las personas que buscan asilo», resaltó Jones.

Las urnas en esta región reflejan una tendencia nacional de un mayor atractivo por parte de los latinos hacia Trump: en estas elecciones el republicano incrementó su apoyo entre esta población por 14 puntos porcentuales con respecto a 2020, según una encuesta a pie de urna de la firma Edison Research.

Obama: Hay vientos en contra para los gobernantes demócratas del mundo y EE. UU. no es inmune

Obama
(Foto: EFE/JUSTIN MERRIMAN/Archivo)

El expresidente Barack Obama (2009-2017) lamentó este miércoles que en los últimos años se han dado condiciones que han creado «vientos en contra para los gobernantes demócratas de todo el mundo», y apuntó que los resultados de las elecciones del martes demostraron que «Estados Unidos no es inmune a ellos».

«Estos problemas tienen solución, pero solo si nos escuchamos unos a otros y respetamos los principios constitucionales y las normas democráticas que han hecho grande a este país», aseguró en un comunicado publicado en sus redes sociales poco después de que la vicepresidenta, Kamala Harris, compareciese en la Universidad de Howard de Washington tras asumir su derrota.

Obama señaló a la pandemia, la subida de precios y la sensación «que tiene mucha gente de que, por mucho que trabajen, lo mejor que pueden hacer es mantenerse a flote» como algunos de los problemas globales causantes de estos vientos en contra.

El exmandatario, que ha tenido un papel importante en la campaña de Harris, aseguró estar muy orgulloso tanto de la candidata como de su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz y agradeció a todo el personal que había trabajado para conseguir que Harris llegase a la Casa Blanca.

«No es el resultado que esperábamos dadas nuestras profundas discrepancias con la candidatura republicana en toda una serie de cuestiones, pero vivir en una democracia consiste en reconocer que nuestro punto de vista no siempre ganará», afirmó tras felicitar al expresidente Donald Trump por su victoria.

Según Obama, el progreso exige «buena fe y gracia» hasta con aquellos con los que se discrepa. «Así es como hemos llegado hasta aquí y así es como seguiremos construyendo un país más justo y equitativo, más igualitario y más libre», concluyó.

Durante el final de esta campaña, tanto él como su esposa, Michelle, han tenido papeles protagonistas en algunos de los mítines celebrados en los estados clave.

La relación entre Harris y Obama se remonta a 20 años atrás, cuando ella ejercía como fiscal de distrito en San Francisco y colaboró en la organización de un evento de recaudación para la entonces campaña de Obama por el Senado.

La vicepresidenta fue, además, una de las primeras en respaldar a Obama en su carrera presidencial de 2008 y participó como voluntaria de su campaña en Iowa.

Los demócratas pierden casi un millón de votos en su feudo demócrata de Nueva York

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(Foto: EFE/SARAH YENESEL)

El Partido Demócrata perdió ayer casi un millón de votos menos en el estado de Nueva York, que es uno de sus tradicionales feudos, si se compara el apoyo obtenido ayer por la candidata Kamala Harris en comparación con el total obtenido por el aún jefe del Ejecutivo estadounidense, Joe Biden, en 2020.

Harris, que ha perdido la carrera presidencial contra Donald Trump, consiguió 4.330.195 votos (55,5 % de los sufragios) en dicho estado frente a las 5.244.886 (60,9 %) papeletas que llevaron el nombre de Biden hace cuatro años.

Por su parte, el ya 47 presidente de EE. UU., Donald Trump, pasó de 3.251.997 votos en 2020 a 3.428.381 en esta ocasión, con el 97 % de los sufragios escrutados.

Es decir que en estos comicios, con el escrutinio mencionado, votaron 7.758.576 personas en el estado de Nueva York frente a los 8.496.883 individuos que acudieron a las urnas allí en 2020.

En el estado de Nueva York se había instalado durante la campaña un clima de apatía basado en que el voto de los siete ‘estados bisagra’ (Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada) determinaría el resultado de las elecciones presidenciales y en que el peso de los otros estados sería muy limitado.

Más detalladamente, la aspirante demócrata pulverizó a Trump en el condado de Nueva York, donde se ubica la Gran Manzana, con 480.178 votos frente a los 102.534 de Trump; así como en la capital del estado, Albany, con 87.849 sufragios para Harris y 52.532 para el magnate republicano.

Asimismo, en el condado de Erie, que cuenta con Búfalo -segunda mayor ciudad del estado de Nueva York-, Harris superó por unos 40.000 votos a Trump (239.712 a 199.313).

Trump tiñó de rojo la mayor parte de condados del estado de Nueva York, pero la victoria de Harris se basó en su apoyo en las urbes más pobladas y cosmopolitas.

No obstante, Trump recuperó condados próximos a la Gran Mazana como Suffolk, donde se registró un empate en 2020, o Nassau, zona con gran presencia latina que en las últimas elecciones cayó del lado demócrata y ahora ha votado republicano.

Además, según los sondeos a pie de urna de Fox News publicados ayer, aproximadamente el 45 % de los votantes que se identifican como judíos en el ‘Empire State’, como se conoce popularmente al estado de Nueva York, se inclinaron por Trump.

Harris habría obtenido así el 55 % del voto judío en el estado de Nueva York, un drástico descenso respecto al 69 % que se llevó Biden.

El área metropolitana de la ciudad de Nueva York alberga a más de un millón de judíos, lo que la convierte en la ciudad con mayor población judía fuera de Israel.