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Pence, el fiel escudero caído en desgracia

La vicepresidenta electa de EEUU, Kamala Harris (C), y el vicepresidente saliente de Estados Unidos, Mike Pence (derecha), hablan antes de la toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos en Washington, DC, el 20 de enero de 2021. EFE/EPA/Greg Nash / POOL

Washington. – A Mike Pence le tocó este miércoles pasar el trago amargo de representar al Gobierno saliente de EE.UU. en la toma de posesión del demócrata Joe Biden y de su sucesora en la Vicepresidencia, Kamala Harris, en ausencia de su jefe, Donald Trump.

Pence, que durante cuatro años fue el fiel escudero de Trump, acabó su período como vicepresidente alejado del mandatario, tanto en lo personal como en lo físico, ya que este había partido horas antes del frío Washington a su soleada mansión de Palm Beach, en Florida.

Las cosas entre ambos aparentemente habían ido bien desde que Pence ayudó a Trump a ganar las elecciones de 2016 aportando a la fórmula presidencial el voto del conservadurismo cristiano, almorzando juntos casi a diario en la Casa Blanca.

ASCENSIÓN Y POSTERIOR CAÍDA EN DESGRACIA

Pence, un poco conocido gobernador y congresista republicano de Indiana hasta entonces, parecía servir hasta cierto punto, con su sensatez, de anclaje y equilibrio a las salidas de tono de un gobernante que desconocía los entresijos de la política de Washington.

Pero el aliado incondicional de Trump durante los últimos cuatro años cayó definitivamente en desgracia para el gobernante cuando se negó a seguir sus indicaciones y, en una maniobra desesperada, rechazar los resultados del Colegio Electoral que daban la victoria a Biden.

Fue el pasado 6 de enero, el día en que se produjo el ataque de los seguidores radicales de Trump al Capitolio para interrumpir una sesión presidida por Pence para confirmar la victoria del demócrata.

«Todo lo que Mike Pence tiene que hacer es enviar (los votos del Colegio Electoral) de vuelta a los estados y GANAREMOS. Hazlo, Mike ¡Es el momento de la valentía extrema!», fue la inédita petición de Trump en un tuit.

Hasta ese momento Pence había apoyado las denuncias sin fundamento de que habían sido objeto de un «fraude masivo» con que Trump machacaba a sus seguidores desde antes incluso de que se supiera su derrota electoral, pero esto era pasar una línea roja.

APOYAR Y DEFENDER LA CONSTITUCIÓN

Consciente de no tener capacidad legal para cumplir las órdenes de su jefe y del disparate de la petición, Pence mandó un mensaje tranquilizador a los legisladores:

«Es mi juicio meditado que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me impide reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no».

La respuesta de Trump, también por Twitter, fue llamar cobarde a su discreto vicepresidente por no haber cumplido su petición.

A partir de ahí, el alejamiento total. Fue Pence quien primero condenó la violencia del asalto al Capitolio y el que, en contacto con el Pentágono y las autoridades de la capital, ayudó a coordinar el despliegue de la Guardia Nacional y de otras fuerzas para recuperar el control de Washington DC.

Pese al alejamiento, Pence, que llevaba cuatro años defendiendo a Trump con diligencia en numerosos escándalos, mantuvo su fidelidad al mandatario y se negó a su destitución fulminante.

Tras la algarada de los seguidores de Trump después de que este los arengara instándolos a ir al Capitolio y hacer una demostración de fuerza, los demócratas del Congreso llamaron a Pence a recurrir la Enmienda 25 de la Constitución y destituirlo.

Pero Pence, que por una vez contaba con todo el protagonismo y la atención, se negó.

Esa medida requería también el apoyo de una mayoría de los miembros del Gabinete, algunos de los cuales ya habían abandonado a Trump, en protesta por la actitud del mandatario ante el intento de alterar el orden constitucional.

Todo derivó en un segundo proceso de destitución contra el presidente, acusado de «incitar a la insurrección», que se debe ventilar en el Senado.

La vicepresidenta electa de EEUU, Kamala Harris (C), y el vicepresidente saliente de Estados Unidos, Mike Pence (derecha), hablan antes de la toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos en Washington, DC, el 20 de enero de 2021. EFE/EPA/ERIN SCHAFF / POOL

CRISTIANO Y CONSERVADOR

Con sus acciones, Pence demostró seguir fiel a sus valores de «cristiano y conservador», sin perder la calma.

Tampoco perdió la calma durante uno de los momentos más complicados de la Presidencia de Trump: el primer juicio político al que fue sometido el ya exmandatario hace un año por obstrucción a la Justicia y abuso de poder en el caso de las presiones a Ucrania.

En esa ocasión existía la posibilidad de que, de haber sido condenado Trump, a Pence le hubiera correspondido asumir el cargo, un peligro que ahora no existe en el nuevo juicio, pues lo único que se juega el magnate es la inhabilitación para ocupar nuevos cargos públicos.

Se desconocen los planes políticos de Pence, que de momento vuelve a su vida ordenada, con su esposa de hace más de 30 años, Karen, una educadora y pintora de acuarelas, y sus tres hijos.

Las 10 claves del plan de reforma migratoria del presidente Joe Biden

Vista de varias personas que revisan formularios oficiales que debe rellenar en el centro de inmigración de Washington DC, Estados Unidos. EFE/Michael Reynolds/Archivo

Washington. – En el primer día de su mandato, el presidente Joe Biden envió este miércoles al Congreso un proyecto de ley de inmigración que abre la senda para la legalización de más de 11 millones de indocumentados e incrementa los recursos para el control de la frontera y la ayuda a América Central para lidiar con las causas de la migración.

Biden ha prometido, además, una revisión de unas 400 ordenanzas con las cuales, sin legislación, su predecesor Donald Trump restringió el asilo, detuvo a decenas de miles de inmigrantes indocumentados e hizo más complejo y costoso el trámite de visas de residencia legal y la adquisición de la ciudadanía estadounidense.

En un cambio semántico, la propuesta sustituye el término «alien», cuya traducción literal es extraño, por el de «no ciudadano» en los documentos oficiales del Gobierno.

Los temas centrales de la propuesta son una senda hacia la ciudadanía para los indocumentados y el fortalecimiento de las protecciones laborales, prioridad de los controles más eficaces en la frontera y la atención a la causas principales de la migración.

Migrantes centroamericanos cruzan hacia Estados Unidos desde la línea ubicada en la ciudad del El Chaparral, en la fronteriza Tijuana (México). EFE/Joebeth Terriquez/Archivo

Estos son los 10 puntos clave del problema migratorio de Estados Unidos y las propuestas de Biden, según su plan difundido hoy:

1 – Un estatus legal temporario para los indocumentados que hayan ingresado al país antes del 1 de enero de 2021 y tengan una permanencia en el país de por lo menos cinco años, tras lo cual se les otorgará la residencia permanente (tarjeta verde). Tres años más tarde, estos inmigrantes podrán solicitar y obtener la ciudadanía estadounidense.

2 – Otorgamiento inmediato de la residencia legal permanente a los beneficiarios de los programas Acción Diferida (DACA) y Estatus de Protección Temporal (TPS) y posterior opción de ciudadanía.

3 – Una colaboración con los Gobiernos de México, Honduras, El Salvador y Guatemala y la asignación de recursos para atender las causas económicas y sociales que empujan a millones de personas al camino de la migración ilegal con la esperanza de una vida mejor si llegan a Estados Unidos. Esto incluye la creación de centros de procesamiento en América Central para los trámites de quienes busquen refugio.

4 – El mejoramiento de los tribunales de inmigración y la asignación de fondos para programas de orientación legal y asistencia para los menores y los individuos vulnerables para asegurar la resolución justa de sus solicitudes. Este aspecto incluye fondos para los distritos escolares donde reciban educación los niños migrantes que no tienen compañía de adultos.

5 – Suspensión de la medida que llevó a la separación entre 2017 y 2018 de unos 5.000 menores de edad de sus padres y madres migrantes, y un esfuerzo para reunir con sus familias a unos 600 niños y niñas que han permanecido bajo custodia del Gobierno.

6 – La cancelación de la política del Gobierno de Trump -conocida como Protocolo para la Protección de Migrantes (MPP, en inglés)- por la cual decenas de miles de personas que llegaron a la frontera de EE.UU. pidiendo asilo han sido devueltas a México y América Central a la espera de sus trámites de asilo.

7 – La cancelación de la política de Trump por la cual decenas de miles de migrantes indocumentados han sido detenidos por largos períodos a la espera de que se complete su trámite de deportación.

8 – Cancelación de la regla de «carga pública» bajo la cual las autoridades de inmigración pueden negar la residencia legal permanente a personas que hayan recurrido a programas de asistencia social como cupones de alimentos o subsidios para la vivienda.

9 – En cuanto a la protección de la frontera, Biden ha prometido que abandonará el proyecto de Trump para la construcción de un muro fronterizo y reasignará los recursos para mejorar la operación de los puestos aduaneros y el uso de tecnología y más personal en el combate del contrabando de personas y de drogas.

10 – Un incremento sustancial de los recursos humanitarios en la frontera, con apoyo a organizaciones religiosas y no gubernamentales, grupos de ayuda legal e instituciones de asistencia de la salud para atender a los migrantes mientras se completan los trámites de los pedidos de asilo.

En fotos: Lideres mundiales reaccionan a la toma de posesión de Joe Biden

Gran Bretaña, primer ministro Boris Johnson.

Jill Biden, primera dama, maestra trabajadora y doctora

El presidente electo de EEUU Joe Biden (I) y su esposa Dr. Jill Biden (C) junto a la vice presidenta de EEUU Kamala Harris (R) llegan al Capitolio para la ceremonia de toma de protesta en Washington, DC. EFE/EPA/JIM LO SCALZO / POOL

Nueva York. – Jill Biden, la flamante primera dama de Estados Unidos, hace historia al mantener su empleo de profesora pese a las demandas de su nuevo rol, en el que marcará a buen seguro un fuerte contraste con su predecesora, Melania Trump.

Jill Biden, de 69 años, ha dedicado su vida a la educación. Comenzó como maestra de secundaria para niños con necesidades especiales y durante la vicepresidencia de su marido en 2009 compaginó una apretada agenda institucional con su trabajo de profesora de inglés en un colegio universitario en Virginia, donde como primera dama seguirá desempeñando su trabajo.

Esa decisión, la de seguir manteniendo su independencia laboral, además de mantenerse al frente de la oficina de la primera dama, es histórica.

«Para mi es difícil considerar mi decisión en términos históricos, porque ya enseñé durante los ocho años en los que fui segunda dama», explicó el mes pasado en una entrevista con el humorista Stephen Colbert.

Pese a la intensa carrera política de Joe Biden, que intentó optar a la Presidencia en varias ocasiones y fue vicepresidente de Barack Obama durante ocho años, Jill ha desarrollado su carrera como docente y ha sido durante este difícil año una defensora de la importancia de los educadores durante la pandemia.

La primera dama obtuvo en 2007 un doctorado en educación, un título por el que trabajó durante seis años, pero que recientemente fue objeto de críticas misóginas de un columnista de opinión del diario Wall Street Journal.

La columna, repleta de comentarios machistas, criticaba a Jill Biden -que públicamente ha dicho que su doctorado es uno de los logros que más le enorgullecen-, por usar públicamente ese título honorífico que posee, pese a no ser «médico ni haber ayudado a traer a alguien al mundo».

La exprimera dama Michelle Obama respondió a aquellas críticas recordando que «no hay mejor ejemplo» de persona trabajadora que Jill.

«Durante ocho años vi a la doctora Jill Biden hacer lo que muchas mujeres profesionales hacen a diario. Gestionar con éxito más de una responsabilidad, desde sus obligaciones como docente a sus obligaciones oficiales en la Casa Blanca o su rol de madre, esposa y amiga», señaló Michelle Obama.

Ese ataque es un aperitivo de lo que le espera a Jill Biden en la Casa Blanca, dando forma a un papel en ocasiones ingrato, que ha sido tratado dentro los corsés reservados tradicionalmente para la mujer y que otras primeras damas han querido reformar.

Jill y Joe se conocieron en 1975 en una cita organizada por el hermano del segundo. Jill estaba aún terminando su grado de inglés en la Universidad de Delaware y se estaba separando de su primer marido. Joe Biden venía de pasar tres duros años tras la muerte de su primera esposa, Neilia Hunter Biden, en un accidente de tráfico, en el que también falleció su hija Naomi, aún una bebé.

Ambos contrajeron matrimonio en 1977 en una discreta ceremonia católica en la capilla de las Naciones Unidas en Nueva York.

Jill vino a reemplazar el vacío de la familia Biden para convertirse, no solo en esposa del entonces senador, sino también en madre para sus hijos, Beau y Hunter. «Puso las piezas de nuevo juntas. Me devolvió la vida y una familia», aseguró Joe Biden en una entrevista.

Tras cuatro años de matrimonio, nació la única hija de ambos: Ashley Biden, activista y trabajadora social muy cercana al recién investido presidente.

Jill, que creció en el seno de una familia de clase media en Filadelfia, ha intentado mantener un rol discreto e independiente de la política que ha vivido a diario durante décadas, primero en los años de su marido como senador y posteriormente como vicepresidente.

Sus estudiantes la llaman «Doctor B» y pronto se enfrentarán al dilema de tratar con la primera dama de Estados Unidos, que compaginará una agenda de trabajo que podría poner prioridad a asuntos como la lucha contra el cáncer, la pandemia del coronavirus o la infancia.

La web de Casa Blanca recupera el español tras 4 años de ausencia por Trump

El presidente Donald Trump es visto en un auto a su llegada a West Palm Beach, hoy en el sureste de Florida (EE. UU.) EFE/Giorgio Viera

Washington. – Poco después de que el nuevo presidente, Joe Biden, asumiera el cargo la Casa Blanca estrenó este miércoles su nueva y remozada página web, en la que se vuelve a informar en español después de que este idioma desapareciese del sitio oficial durante el mandato de su predecesor, Donald Trump.

La web de la Casa Blanca ofrece hoy el mismo contenido en inglés que en español, idioma que pasó al olvido oficial hace justo cuatro años, cuando se inauguró la página oficial del Gobierno del magnate neoyorquino.

Aunque semanas después de que asumiera el cargo, el 20 de enero de 2017, la entonces asesora del mandatario, Helen Aguirre Ferré, asegurase a Efe que la web tendría versión en español porque el Gobierno Trump comprendía «la importancia y el interés» que hay en tener información en ese idioma, fueron pasando los meses sin concretarse esa medida.

La Administración anterior, la del expresidente Barack Obama (2009-2017), también tuvo versión en español de la web de la residencia presidencial.

El español es hablado por más de 50 millones de personas en Estados Unidos y su retirada de la web oficial de la Casa Blanca fue objeto en su día de numerosas críticas por parte de amplios sectores hispanos de Estados Unidos e incluso de las autoridades españolas y los responsables de la Academia de la Lengua en España.

Aquella decisión fue vista como un desplante más de Trump, que lanzó su campaña precisamente con ataques a la comunidad mexicana, la más numerosa dentro de la población de origen latinoamericano en Estados Unidos.

Sin embargo, con Biden en la Casa Blanca parece haber cambiado y ya tienen también cuenta oficial en Twitter en español, y aunque no han publicado todavía ningún mensaje paulatinamente va sumando seguidores.

Pero no tienen todavía cuenta en español en otras de las grandes redes sociales como Instagram o Facebook, donde todavía se puede ver la cuenta administrada por la Casa Blanca durante el mandato de Obama y cuyo último mensaje tiene fecha precisamente del 20 de enero de 2017.

Biden tiene previsto presentar este mismo miércoles varias medidas de gran interés para la comunidad latina de EE.UU., como un proyecto de ley para lograr una reforma migratoria que dé acceso a la ciudadanía a cerca de 11 millones de indocumentados y ordenará detener la construcción del muro fronterizo impulsado por Trump, entre otras.

Uno de los contenidos de la nueva web de la Casa Blanca aborda el combate a la pandemia del coronavirus, que está afectando de manera desproporcionada a la comunidad hispana.

Precisamente en este tema, al Gobierno de Trump también le costó publicar información en este idioma y en marzo de 2020 finalmente sacó una traducción de las pautas gubernamentales de combate a la enfermedad en los sitios web de la Casa Blanca y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Lo hizo después de tres días de presiones y quejas de algunos de los principales grupos latinos del país, que demandaban información en este idioma para los cerca de 60 millones de hispanos que viven en el país.

Douglas Emhoff, el primer «segundo caballero» de la historia de EE.UU.

El vicepresidente electo Kamala Harris y Douglas Emhoff llegan al Capitolio de los Estados Unidos para la toma de posesión de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos en Washington, DC, Estados Unidos, el 20 de enero de 2021. EFE/EPA/ROD LAMKEY

Los Ángeles. – A la vez que Kamala Harris se convirtió este miércoles en la primera vicepresidenta mujer de Estados Unidos, su marido, Douglas Emhoff, entró también en los libros de historia al iniciar su andadura como primer «segundo caballero» del país en los 232 años de democracia estadounidense.

Emhoff (1964), un abogado experto en entretenimiento, nació y creció en Brooklyn (Nueva York) hasta los 17 años, momento en el que se trasladó con su familia a California, estado que fue su hogar desde entonces y hasta llegar hoy a Washington D.C.

En la costa oeste se graduó en la Facultad de Derecho de la Universidad del Sur de California, se casó con su primera esposa, Kerstin Emhoff, tuvo dos hijos, Cole y Ella, trabajó en varios despachos de abogados hasta convertirse en socio de DLA Piper y en 2013, tras divorciarse, conoció a su actual mujer, Kamala Harris.

UNA «CITA A CIEGAS» QUE TERMINÓ EN MATRIMONIO

La flamante vicepresidenta de EE.UU. aceptó el consejo de una amiga cercana para quedar por primera vez con Emhoff en una «cita a ciegas», cuando ella era la fiscal general de California, según han contado ambos varias veces en entrevistas sobre el inicio de su relación.

De acuerdo a su relato, Emhoff tomó la iniciativa tras ese primer encuentro y mandó un correo electrónico a Harris con una lista con todas las fechas disponibles de su calendario para seguir viéndose con ella y con el mensaje: «Quiero ver si podemos hacer que esto funcione».

Sobre esa primera cita escribió el propio Emhoff en un artículo publicado este martes en la revista GQ: «En el momento en que conocí a Kamala supe que estaba enamorado. No solo por quién es ella, la mujer cálida, divertida y compasiva que fundamenta a nuestra familia, sino también por la profunda determinación con la que lucha por las causas en las que cree».

Y funcionó, ya que un año después de esa primera cita decidieron casarse en una ceremonia «súper íntima», según Harris, en un juzgado de Santa Bárbara (California, EE.UU.).

Después de la boda, Harris se convirtió oficialmente en la madrastra de Cole y Ella, que se refieren ahora a ella como «Momala», un juego de palabras entre la palabra «mom» (mamá) y Kamala.

DEJÓ SU TRABAJO PARA CENTRARSE EN SU NUEVO ROL

Seis años después de su boda, Harris fue elegida por el ahora presidente, Joe Biden, como su compañera de fórmula para las elecciones y Emhoff decidió dejar «temporalmente» su puesto en el importante bufete de abogados centrado en entretenimiento y propiedad intelectual, en el que tiene clientes como el jugador de fútbol americano Willie Gault y empresas como Merck y Walmart, según la Revista Oprah.

Tras la victoria electoral de noviembre, Emhoff anunció que dejaría definitivamente su lugar de trabajo a partir de hoy, 20 de enero, con la toma de posesión de Biden y Harris como nuevos mandatarios de EE.UU.

De este modo, Emhoff podrá centrarse en su nuevo rol como primer «segundo caballero» de la historia, posición desde la que espera tener impacto y generar confianza «en las instituciones del país y en el extranjero», según su artículo en GQ.

Además de su cargo oficial, el neoyorquino también dará clases de derecho en la Universidad de Georgetown, en Washington, una de las más prestigiosas del país.

«Puede que sea el primer ‘segundo caballero’, pero sé que no seré el último», aseguró.

Las frases más significativas del discurso de Biden. Un mensaje de unidad

Joe Biden se convirtió este miércoles en el presidente de Estados Unidos en una solemne ceremonia de investidura en la que pidió apostar por la unidad para superar las múltiples crisis que atraviesa el país, y proclamó que «la democracia ha prevalecido» tras el mandato de Donald Trump.

En la ceremonia frente al Capitolio también juró su cargo Kamala Harris, que hizo historia al convertirse en la primera mujer, la primera negra y la primera persona de origen asiático en ocupar la Vicepresidencia de Estados Unidos.

El presidente, Joe Biden, afirmó este miércoles que su antecesor, Donald Trump, le ha dejado «una carta muy generosa» antes de dejar la Casa Blanca, pero decidió no revelar el contenido por respeto al que fuera su contrincante en las elecciones.

En declaraciones a la prensa en el Despacho Oval, Biden afirmó que no hablará del contenido de la misiva hasta que hable sobre ello con Trump, quien no asistió hoy a su ceremonia de investidura

«UN DÍA HISTÓRICO»

«Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución», dijo Biden en su discurso de investidura, poco después de jurar el cargo como el presidente número 46 de la historia de Estados Unidos.

Su juramento puso fin a los turbulentos cuatro años de Presidencia de Donald Trump, que se convirtió en el primer mandatario saliente en 152 años que no asiste a la investidura de su sucesor y, para cuando Biden juró el cargo, ya estaba en Florida.

El primer discurso de Biden como presidente fue optimista, aunque realista respecto a los retos que enfrenta el país, inmerso en lo que describió como «un frente unido de crisis y desafíos».

«SIN UNIDAD SOLO HAY AMARGURA Y FURIA»

«La unidad es el camino a seguir», subrayó, al asegurar que sin ella «no hay paz, solo amargura y furia».

El nuevo presidente pidió terminar con lo que definió como una «guerra no civil» entre demócratas y republicanos, y prometió trabajar tan duro por los que no le apoyaron en las elecciones del pasado 3 de noviembre «como por los que lo hicieron».

«Seremos juzgados, ustedes y yo, por cómo resolvamos esta cascada de crisis de nuestra era. ¿Nos levantaremos para la ocasión? ¿Seremos capaces de superar este hora extraña y difícil?», planteó.

Además, pidió «defender la verdad y derrotar las mentiras», tras cuatro años de distorsión de los hechos por parte de Trump y sus aliados, y llamó a confrontar el «extremismo político, el supremacismo blanco y el terrorismo doméstico» de quienes asaltaron el Capitolio hace dos semanas.

«REPARAREMOS NUESTRAS ALIANZAS»

«Estados Unidos ha sido puesta a prueba y saldremos más fuertes», pronosticó.

«Repararemos nuestras alianzas y nos implicaremos con el mundo de nuevo, no para encarar los desafíos de ayer sino los retos de hoy y mañana», fue su mensaje a las personas que le veían desde todo el mundo.

Hacia el final de sus más de 20 minutos de discurso, Biden también se refirió al hecho histórico de la llegada a la Casa Blanca de la primera mujer en la historia del país, Harris, y recalcó: «Que no me digan que las cosas no pueden cambiar».

Biden juró su cargo poco antes del mediodía, sobre la misma Biblia que ha utilizado con ese fin durante toda su carrera política: un enorme tomo que es propiedad de su familia desde 1893, y que mide casi 13 centímetros de ancho (5 pulgadas).

HARRIS HACE HISTORIA

Poco antes, Harris también prestó juramento de su cargo con la ayuda de la jueza Sonia Sotomayor, la primera magistrada latina del Tribunal Supremo federal.

La vicepresidenta juró con la mano encima de dos Biblias: una de ellas perteneció a una amiga de su familia, Regina Shelton, y la segunda fue propiedad del fallecido juez Thurgood Marshall, que fue el primer afroamericano que formó parte del Tribunal Supremo y es uno de los grandes referentes de Harris.

DOS CANTANTES Y UNA POETA

En la ceremonia, que comenzó con la caída de algunos copos de nieve, cantaron tanto Lady Gaga -que interpretó el himno estadounidense- como Jennifer López, que entonó «This Land Is Your Land» («Esta tierras es tu tierra»), compuesta por Woody Guthrie y convertida en un himno nacional, patriótico y antifascista.

Al terminar su actuación, López recitó en español el juramento de lealtad del país: «Una nación, bajo un Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos».

El broche final lo puso Amanda Gorman, una poeta negra que a sus 22 años se convirtió en la más joven que ha pronunciado un poema en una investidura estadounidense, y que conmovió a los asistentes al proclamar que el país entra en una «era de redención».

«Siempre hay luz, si somos lo suficientemente valientes para verla, si somos lo suficientemente valientes para encarnarla», dijo Gorman al concluir su poema.

MENOS INVITADOS Y MÁS SEGURIDAD

Solo un millar de personas, frente a las 200.000 habituales, asistieron como invitados a la ceremonia, reducida al mínimo debido a la pandemia y las amenazas de seguridad tras el asalto al Capitolio.

La mayoría de los invitados a la ceremonia eran legisladores estadounidenses, aunque también estaban los expresidentes Barack Obama (2009-2017), George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a sus respectivas esposas, Michelle Obama, Laura Bush y Hillary Clinton.

El ya exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, asistió también a la ceremonia junto a su esposa, Karen, para despegar luego rumbo a Indiana.

La ceremonia contó con el mayor despliegue de seguridad de cualquier investidura presidencial en la historia del país, bajo la atenta mirada de hasta 25.000 militares de la Guardia Nacional, cinco veces más que los que hay en Irak y Afganistán.

Además, la jornada contrastó con otras investiduras por la ausencia de público en el National Mall, la enorme explanada que se extiende desde el Capitolio hasta el monumento a Lincoln.

Para representar a los estadounidenses que, de no haber sido por la pandemia, se habrían desplazado a Washington para ver la investidura, los organizadores dispusieron a lo largo de esa explanada 191.500 banderas de diferentes tamaños y colores.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció este miércoles un potente discurso en su investidura tras jurar su cargo, en el que hizo un llamado a la «unidad» para cuidar la «frágil y preciosa» democracia.

Estas son las frases más destacadas en su intervención, de 21 minutos.

DEMOCRACIA

«Celebramos el triunfo de una causa, la causa de la democracia. Es frágil, preciosa. La democracia ha prevalecido».

RENOVACIÓN

«Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución».

DEFENDER LA VERDAD

«Hay verdad y mentiras. Mentiras dichas por poder y por beneficios. Y cada uno de nosotros tiene una obligación y una responsabilidad como ciudadanos, como estadounidenses, y especialmente como líderes (…) para defender la verdad y derrotar las mentiras».

MOMENTOS DIFÍCILES

«Amigos, este es un momento de prueba. Todos los colegas con los que he servido en la Cámara y el Senado aquí, sabemos que el mundo nos está viendo hoy. Estados Unidos ha sido puesta a prueba y saldremos más fuertes»

KAMALA HARRIS

«Hoy marcamos la jura de la primera mujer en la historia elegida como vicepresidenta. Que no me digan que las cosas no pueden cambiar».

UNIDAD

«El desacuerdo no debe llevarnos a la separación. Sin unidad, no hay paz, solo amargura y furia (…). Debemos terminar esta guerra no civil».

RECONCILIACIÓN

“Seré el presidente de todos los estadounidenses. Lucharé tan duro por los que no me apoyaron como por los que lo hicieron».

LIDERAZGO

«Lideramos no solo por el ejemplo de nuestro poder, sino por el poder de nuestro ejemplo».

CRISIS

«Seremos juzgados, ustedes y yo, por cómo resolvamos esta cascada de crisis de nuestra era. ¿Nos levantaremos para la ocasión? ¿Seremos capaces de superar este hora extraña y difícil».

ALIADOS INTERNACIONALES

«Repararemos nuestras alianzas y nos implicaremos con el mundo de nuevo, no para encarar los desafíos de ayer sino con los retos de hoy y mañana».

Biden planifica ambicioso día uno para enfrentar «La Crisis Climática»

Sus planes contemplan invertir en empleos de energía limpia
Washington, D.C. — Horas antes de su toma de posesión como presidente, Joe Biden anunció planes para restablecer el liderazgo global de Estados Unidos abordando la crisis climática y tomó medidas para revertir rápidamente cuatro años de retrocesos a las protecciones ambientales, de salud pública y científicas.
 
“Este es nuestro momento climático y el presidente Biden entiende que debemos enfrentar este desafío con la acción audaz y decisiva que tanto la ciencia como el pueblo estadounidense están exigiendo”, dijo la directora ejecutiva de Climate Power, Lori Lodes. “Las órdenes ejecutivas de hoy tendrán un impacto real y significativo en la vida de las personas en todo el país, especialmente en las comunidades de primera línea que han soportado la peor parte del racismo ambiental durante décadas y más durante los últimos cuatro años. Además de restaurar las salvaguardias críticas para la salud y el medio ambiente y proteger los tesoros naturales más importantes de nuestra nación, las acciones de hoy formarán una base sólida para el enfoque de todo el gobierno del presidente Biden para abordar la crisis climática. No podemos esperar a ver qué sigue».
 
Estas son algunas de las formas en que las acciones ejecutivas de hoy mejorarán las economías y la salud de las comunidades de primera línea en todo el país: Reincorporación al Acuerdo Climático de París: Biden puede reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire al reincorporarse a este histórico acuerdo climático. Reincorporarse al acuerdo también protegería a nuestra economía del costo del cambio climático, ya que la continua inacción de Estados Unidos tiene un precio anual de $698,77 mil millones. La reducción de emisiones salvaría vidas, ya que la contaminación del aire es responsable de al menos 7 millones de muertes al año. Protección de las tierras públicas de nuestra nación: Al tomar medidas para conservar las tierras públicas del país, Biden puede estabilizar los ecosistemas y la biodiversidad, asegurar los recursos hídricos críticos y mejorar la salud pública al garantizar el acceso a la naturaleza (el cual se ha demostrado ayuda con la depresión, la ansiedad y la obesidad, todo lo cual ha aumentado a niveles sin precedentes durante la pandemia). Esta medida también crearía un auge económico en las comunidades rurales que continúan luchando con una economía en recesión, ya que la recreación al aire libre representa $887 mil millones en gastos de consumo anualmente y crea 7.6 millones de empleos sostenibles. Revivir los estándares de eficiencia energética: Biden puede fortalecer los estándares de eficiencia para edificios y electrodomésticos que impulsarían la economía y reducirían las emisiones de carbono de EE. UU. En un 50% para 2050. Al actualizar los estándares de eficiencia energética para solo 47 productos de consumo comunes, el hogar estadounidense promedio podría ahorrar más de $100 por año en 2030. Mejorar estos estándares puede crear nuevos empleos de energía limpia: los estándares de eficiencia energética existentes que Trump eliminó ayudaron a respaldar 300,000 empleos en 2016, y revertir el curso ayudaría a estimular un nuevo crecimiento económico. Protección del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico: Tomar medidas para proteger el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico protegerá el hábitat de más de 700 especies de plantas y animales, y preservará el modo de vida tradicional de los nativos como los gwich’in. Cancelar el permiso para el oleoducto Keystone XL: Cancelar el permiso para el oleoducto Keystone XL protegería la tierra, el agua y el aire de quienes viven a lo largo de su ruta, de la contaminación y del combustible fósil más sucio del planeta: las arenas bituminosas. Detener la construcción del oleoducto también será una bendición para los agricultores familiares que durante mucho tiempo se han opuesto al proyecto, ya que amenaza sus granjas y suministros de agua. Además de ser un desastre ambiental, Keystone XL no es el creador de empleos que una vez prometió; es más, PolitiFact descubrió que generará menos de 50 empleos a largo plazo. Reducción de la contaminación por metano: Biden podría mejorar en gran medida la salud de las comunidades de primera línea mediante la implementación de estándares agresivos de contaminación por metano para nuevas operaciones de petróleo y gas. Los estudios han demostrado que la contaminación del aire cerca de los sitios de fracturación hidráulica ha provocado que las áreas rurales tengan peores niveles de smog que el centro de Los Ángeles y que los productos químicos que se escapan de los pozos de gas rurales pueden causar problemas de salud graves como cáncer y defectos de nacimiento. En general, esta contaminación del aire derivada de la industria del petróleo y el gas causa casi 2,000 muertes cada año en los Estados Unidos. ###

Rebuilding Democracy

El presidente electo Joe Biden (i) y la Dra. Jill Biden llegan al Capitolio de los Estados Unidos para la ceremonia de toma de posesión del 46 ° Presidente de los Estados Unidos en Washington. , DC, EE. UU., 20 de enero de 2021. Biden ganó las elecciones del 3 de noviembre de 2020 para convertirse en el 46º presidente de los Estados Unidos de América. EFE / JIM LO SCALZO / POOL

On January 20, 2021, dignitaries gathered in front of the Capitol to witness Joe Biden’s swearing-in ceremony. It was in the same spot on Wednesday, November 6, that we saw insurrectionists climbing the walls, breaking windows, and attacking guards in a vain attempt to stop the event that was taking place, the constitutional confirmation of Joe Biden’s victory. 

Four years ago, Donald Trump delivered his first address as president and told the country about ending “the American carnage,” under his predecessor. At that point, the people sitting in the stands, that included Bill Clinton, Barack Obama, and George W. Bush were puzzled by the statement. It was a dark speech full of fear and foreboding. Nobody knew at that point that that was in fact the beginning of a true period of carnage and tragedy for this country. Donald Trump did not bring Covid-19 to this country, but he made it possible for the deadly virus to advance and kill 400,000 Americans by the end of his only term in office. Republican politicians are now calling for peace and reconciliation, appealing to their countrymen and women to leave behind the chaos and embrace the promise of the future. And we are happy to do that, but also feel the obligation to remind everyone that we are where we are at this moment, because of the man who just left Washington. He must have seen the chaos he left behind as Air Force One took him to Mar-a-Lago. When the airplane took off with the Trump family Joe Biden was in church with other dignitaries. A man of faith replaces a man of no faith and no integrity–a man who has not been able to mention the name of his successor and goes into oblivion with bitterness in his heart. As Joe Biden and Kamala Harris make history, we can only hope that they succeed and bring this country back to a sense of normalcy, where we do not wake up every day worried that the man in the White House has brought more damage to the nation, to the environment, and to the world. We want to express our best wishes to Joe Biden and Kamala Harris. Their success will be our success, as they prepare to face the challenges left behind by Donald Trump and a compliant Republican establishment that made his destructive government possible. Peace and hope reign today in the land of Lincoln. As we just witnessed recently, our democracy is fragile, but men and women of goodwill can rebuild and reinforce the ideals that built this nation.  Today is the start of rebuilding and the hope for a better future. 

No hay Paz Sin Justicia

Dwight Evans, Congresista del 3er. Distrito de Pensilvania. Cortesía

Cada año, en el tercer lunes del mes de enero, las comunidades en los Estados Unidos honran la vida y el legado del Dr. Martin Luther King Jr. realizando actividades de servicio. El senador Harris Wofford ayudó a crear el Día Nacional de Servicio King en el país, en 1994, mediante una legislación federal coauspiciada por el Representante John Lewis, un ícono de los derechos civiles.

En esta ciudad, el 18 de enero marcó el año 26 de celebración y, en la actualidad, este evento deL Gran Filadelfia se ha expandido al Valle Delaware. El tema del 2021 fue “Justicia y la Crisis de Salud por el COVID-19”. El Girard College auspició cientos de proyectos, talleres y capacitaciones, entre otros eventos.

Global Citizen, una organización sin fines de lucro, también celebró este día feriado nacional. “En 1966, el Dr. King dijo que, de todas las formas de desigualdad, la injusticia en la salud es la más impactante e inhumana”, precisó categórico Todd Bernstein, presidente de Global Citizen.

Esta mortal pandemia ha causado cientos de miles de muertes en los Estados Unidos y Bernstein expresó que “ha despertado a más estadounidenses la conciencia sobre las disparidades en el cuidado de salud y el racismo sistémico”. Agregó que el país tiene un desempleo masivo, inseguridad alimentaria y una falta de recursos crítica para los estudiantes que están confinados en sus hogares, en particular los estudiantes de las escuelas desaventajadas de los sistemas escolares públicos.

Eco del 6 de enero

El congresista del tercer distrito congresual de Pensilvania, Dwight Evans hizo la siguiente reflexión, con motivo del Día de Servicio en Conmemoración de Martin Luther King, Jr.:

“Los eventos del 6 de enero del 2021 recordaron al mundo lo que muchos de nosotros ya sabíamos: que nuestra lucha por la justicia, la igualdad y la paz continúa. El Dr. Martin Luther King, Jr. nos dijo que ‘el arco del universo moral es largo, pero se inclina a la justicia’. Es tiempo de proseguir con esa tarea hacia una democracia que sirva a todos, no solo a unos cuantos millonarios y poderosos”.

“No hay paz sin justicia y no puede haber justicia sin rendición de cuentas. El ver los símbolos de odio en la Casa del Pueblo es un espectáculo que nunca olvidaré. Es un llamado a la acción a todos los líderes de que nuestro país; hay que realizar el trabajo de enfrentarse a los pecados del pasado, de esclavitud, intolerancia y clasismo”, declaró contundente el congresista Evans.

Este servidor público no se le olvida ese día cuando los amotinados atacaron el Capitolio, pero tampoco olvida que el reverendo Ralph Warnock, un negro, fue elegido como senador para representar al estado de Georgia por primera vez en la historia de los Estadios Unidos. Tampoco olvida que un judío, Jon Ossof, tuvo como mentor a John Lewis, el líder de derechos civiles, y también fue elegido como senador a inicios de enero.

“En estos tiempos tan difíciles en la historia de nuestra nación, tengo esperanza y es un honor en mi vida, unirme a ustedes al frente de nuestra batalla por la igualdad y la justicia para todos”, afirmó con orgullo Evans. 

Sin duda, la celebración del Día de Servicio en Conmemoración de Martin Luther King, Jr. ha cobrado un significado todavía más significativo tras el mortal ataque al Capitolio de los Estados Unidos.