(Foto: Ilustrativa/Pexels)

Durante este año, en Impacto adoptamos el lema de Latinos Contra el Cáncer, con la intención de informar a la comunidad sobre esta difusa enfermedad, como lo hemos venido haciendo con otras enfermedades frecuentes entre los latinos, como la diabetes.

Hemos difundido la gran labor de la organización local MORIVIVI, Tocando puertas, salvando vidas, presentado investigaciones de KHN, reportes de agencias de noticias a las que estamos afiliados, y hecho entrevistas a diversos especialistas de la región, un par de ellos, orgullo latino, la Dra. Ana María López, y el Dr. Arturo Loaiza Bonilla.   

La Dra. Nilsa Graciani, colaboradora de Impacto, a cargo de la columna las Maravillas de las Ciencias, fue quien trajo a Impacto, la necesidad de abordar el tema del cáncer en los latinos. Acepté de inmediato, porque el cáncer es, como para muchos, un tema personal. Varios miembros de mi familia han fallecido por este mal que sigue proliferándose y que no discrimina.  Mi padre, el hombre más optimista que he conocido, y que raramente vi enfermo, murió de un linfoma, sin saber que tenía cáncer. Mi hermana lo enfrentó antes de los 40, como la guerrera que es, y tuvo una mastectomía radical.  

Por mis antecedentes familiares he procurado mantenerme al día con las mamografías anuales, sin embargo, entre la pandemia y el trabajo, deje pasar el tiempo, pero gracias a Dios, no demasiado, pues inspirada por el apelo de la concejal María Quiñones Sánchez, y con la ayuda de mi amiga Marla Vega, me fui a realizar la mamografía, misma que salió sospechosa, por lo que me tuvieron que hacer una biopsia. No había sido la primera, pues años atrás ya había vivido la experiencia de semejante incertidumbre. Esta vez el resultado paso de tener células atípicas, a células precancerosa, y células gr. 0. Opté por la cirugía para extraerlas, y por un tratamiento acelerado de radiaciones. No ha sido fácil, pero como algunas amigas me han dicho, es solo una raya más al tigre, y lo que no te tumba, te hace más fuerte.

Le doy gracias a las pocas, pero maravillosas personas que me han acompañado en esta experiencia, que me ha dejado nuevas y profundas lecciones de vida. En especial le agradezco a mi gran equipo de producción de esta aventura, “experimento social” llamado Impacto; que han pasado de ser compañeros de trabajo, a revelarse verdaderos amigos y extraordinarios profesionistas.  Y a ti lector de Impacto, por ser un impulso todos los días, para cumplir con mi misión, con mi propósito; y dar mi mejor esfuerzo para servirte.  Porque la información es poder, y el poder es para servir.

No lo dejes para mañana, la detección a tiempo es vital.

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