(Foto: Iustrativa/Pexels)

Las mujeres enfrentaron un panorama laboral complicado, ya que de los 4,5 millones de empleos que desaparecieron por la pandemia, 4,2 millones pertenecía a ellas. Sin embargo, las latinoamericanas no se quedaron de brazos cruzados y han ocupado los primeros puestos entre las emprendedoras a nivel internacional, indica Global Entrepreneurship Monitor.

Son las principales dueñas de las pequeñas y medianas empresas, y las creadoras del 67% de las oportunidades laborales de la región. Irónicamente, esto las ha posicionado en el limbo financiero, conocido como Missing Middle, que sucede cuando una empresa no es lo suficientemente pequeña para acceder a un microcrédito, ni tan grande para aplicar a un financiamiento. Entonces, se ven afectadas por la brecha de créditos.

Por si fuera poco, también nos enfrentamos a una serie de estereotipos que complican el juego. TecReview comparte que los inversionistas consideran que las emprendedoras tienen menos conocimiento financiero, seguridad en sí mismas y aversión al riesgo, pese a que financian sus propios negocios.

Sin embargo, no todo está perdido. De acuerdo con Global Entrepreneurship Report, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Panamá y Uruguay cuentan con una de las tasas más altas de participación femenina en las actividades empresariales.

También los gobiernos han estado impulsando a las mujeres con talleres y programas de apoyo económico. Por ejemplo, Lía Limón, la alcaldesa de Álvaro Obregón, en México, dijo recientemente que está comprometida con las mujeres, y busca apoyar su espíritu emprendedor. Según la alcaldesa, debe romperse el prejuicio de que las mujeres no tienen capacidades de negocios y llevar una política con perspectiva de género.

Las oportunidades para emprender sí existen. Muchas veces, lo que nos llena de pensamientos limitantes y no nos deja actuar, no son las circunstancias, sino el miedo.

Como emprendedoras, es vital que aprendamos a reconocer qué es lo que nos genera miedo y hacerle frente. Si es por falta de preparación, debemos buscar asesoría o colaboradores que nos puedan apoyar. Si es miedo al qué dirán, debemos identificar si nuestro círculo social es sano, porque este influye en cómo percibimos las cosas y en la capacidad para abordar los obstáculos.

Busca relacionarte con personas más inteligentes, altamente productivas, que adopten posiciones resolutivas ante los obstáculos y te motiven a actuar. Y nunca olvides que un sueño sin acción solo es un sueño.

IG @adrianagallardo1

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