Según el comunicado de la Policía, el personal y estudiantes fueron desalojados, mientras que los expertos en explosivos ya han comenzado la búsqueda. Imagen de archivo. (Foto: EFE/Jorge Muñiz)

San Juan, Puerto Rico.– La División de Explosivos y Seguridad Pública no encontró ningún artefacto sospechoso en el Recinto Universitario de Mayagüez tras una amenaza este martes de explosión en el edificio Chardón, realizada por una estudiante que ha sido identificada.

El mensaje de amenaza fue difundido en la red social Twitter por una estudiante que advertía que el lugar explotaría «en cantos», por lo que se procedió al desalojo de las instalaciones.

El rector del Recinto Universitario de Mayaguez de la Universidad de Puerto Rico, Agustín Rullán Toro, no descartó tomar medidas disciplinarias contra la estudiante.

En una conferencia de prensa virtual, el rector explicó que, aunque el mensaje fue borrado y la cuenta de Twitter cerrada, activaron el protocolo de seguridad.

También se comunicaron con el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) por entender que se trataba de un posible crimen cibernético.

«Como medida administrativa, habíamos decidido cerrar y desalojar el edificio donde parecía que estaba concentrada la amenaza, también habíamos controlado todos los accesos del área y se empezó a desalojar el Centro de Estudiantes que queda muy cerca del edifico Chardón y las áreas que son aledañas», detalló.

Esta alerta se produce tan solo un día después de que las autoridades desalojaron dos escuelas en San Juan cuando un maestro reportó una supuesta amenaza de que alguien iba a tirotear esas instalaciones.

La amenaza se hizo mediante mensajes de WhatsApp, en los que tres adolescentes, alumnos de esas escuelas, hablaban de atacar ambos centros.

Uno de ellos, de 14 años, quien presuntamente originó los mensajes, fue entrevistado por la Policía y admitió parcialmente que pensó en efectuar un tiroteo porque es víctima de acoso en la escuela.

Al contrario que en Estados Unidos, en Puerto Rico no son comunes las amenazas contra escuelas y universidades y, mucho menos, los ataques o tiroteos masivos en estos recintos.

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