La legisladora Marjorie Taylor Greene. EFE/EPA/ERIN SCOTT / POOL/Archivo

La representante republicana del estado de Georgia, Marjorie Taylor Greene, tiene menos de un mes en el Congreso, pero ya enfrenta pedidos de que renuncie o sea retirada de su cargo principalmente por su apoyo abierto y constante a diversas teorías de conspiración. Ella comparte sus “teorías locas” con varios grupos de odio a los que les esta dando gasolina desde el mismo capitolio. Mitch McConnell emitió un comunicado condenando las ideas falsas de Greene. “Las mentiras locas y las teorías de conspiración son un cáncer para el Partido Republicano”, expresó.

Al menos 838 grupos extremistas y «de odio» estuvieron activos en Estados Unidos el año pasado y, aunque el número de organizaciones disminuyó, no ha menguado la amenaza que representan para la seguridad nacional, según un informe presentado por el Southern Poverty Law Center (SPLC).

«Nuestra nación encara la amenaza cada vez más peligrosa del extremismo doméstico», afirmó Margaret Huang, presidente de SPLC. «Esta constelación de extremistas violentos ha ganado espacio en internet alentada por la retórica racista del presidente Donald Trump».

El número de grupos disminuyó el año pasado en un 11 %, pero el SPLC sigue documentando niveles históricamente altos de extremistas y el informe señaló que en 2015 la cifra de estos grupos saltó de 784 a 892 y ha permanecido muy por encima de los 800 durante toda la presidencia de Trump.

El número de estos grupos específicamente antiinmigrantes se mantuvo estable en 19 en todo el país, con organizaciones así identificadas en Washington, Oregón, California, Arizona, Texas, Colorado, Florida, Georgia, Carolina del Norte, Virginia, el Distrito de Columbia y Maryland.

La semana pasada el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) usó por primera vez en un año su sistema de alerta a la población indicando que el descontento «alimentado por versiones falsas», incluida la alegación de fraude en la elección presidencial de 2020, podría llevar a ataques terroristas en las próximas semanas.

Aunque no cita una amenaza específica, el DHS advirtió que la información recibida por el Gobierno de EE. UU. apunta a que algunos «extremistas ideológicamente violentos» que se oponen al triunfo electoral del presidente, Joe Biden, en noviembre pasado podrían continuar movilizándose y organizando actos violentos.

En este sentido, el informe de SPLC afirma que «Trump incitó el 6 de enero a una muchedumbre que incluía grupos de odio y antigubernamentales como Proud Boys, Oath Keepers y Three Percenters a que asaltaran el Congreso de EE. UU. en una insurrección para mantener la supremacía blanca».

La asonada en la sede del Congreso federal se saldó con cinco personas muertas, entre ellas un policía, y centenares de heridos y detenidos, y provocó que Trump vaya a ser objeto de un nuevo juicio político («impeachment») en su contra por, según los demócratas, alentar el asalto.

Canadá designó al grupo de extrema derecha estadounidense Proud Boys como organización terrorista “El grupo y sus miembros han alentado abiertamente, planificado y realizado actividades violentas contra aquellos a los que consideran contrarios a su ideología y creencias políticas”, señaló al respecto el gobierno de Justin Trudeau.

Susan Corke, directora del Proyecto de Inteligencia en el SPLC, indicó que la amenaza «no proviene sólo de grupos antigubernamentales y el riesgo ahora es mayor porque cuentan con medios para propagar sus ideas más allá de sus miembros y de la geografía».

«Estos grupos han dejado de lado las estructuras organizativas tradicionales y ahora logran una radicalización descentralizada y más difusa», añadió Corke. «La merma en el número de grupos puede atribuirse, en parte, a cómo la pandemia ha afectado las actividades que incluyen la congregación de personas».

La lista de lo que SPLC clasifica como grupos «extremistas y de odio» no se refiere, exclusivamente, a organizaciones armadas o que promueven actos terroristas, sino también a grupos que promueven el racismo o demonizan a segmentos de la población por su religión, su origen nacional o étnico.

Entre esos grupos los hay que denuncian a los inmigrantes o a las personas por su orientación sexual o identidad de género, grupos anti musulmanes y separatistas negros, de «identidad cristiana» y otros que niegan que hayan ocurrido las matanzas nazis de judíos y otros grupos durante la Segunda Mundial.

También SPLC identifica en su informe grupos neonazis, otros que reivindican el Sur esclavista en la Guerra Civil (1861-1865), el Ku Klux Klan, grupos de «supremacía blanca» y de «supremacía masculina», o que proclaman la superioridad de sus ancestros vikingos o germánicos.

Entre los grupos extremistas o «de odio» que el SPLC describe como antiinmigrantes se cuentan «Texans for Immigration Reduction and Enforcement» y «The Remembrance Project», ambos con sede en Houston; «San Diegans for Secure Borders» y «Californians for Population Stabilization» en California.

En Arizona, el SPLC señaló a «AZ Patriots» y «American Border Patrol», y en otros estados a «Oregonians for Immigration Reform», «Help Save Maryland», «Floridians for American Immigration Reform», y en Georgia «Americans for Legal Immigration».

El informe señaló que «debe entenderse que el número de grupos de odio es meramente una vara para medir el nivel de odio y racismo en EE. UU., y que la disminución en el número de grupos no debería interpretarse en una reducción de las credencias y acciones fanáticas motivadas por el odio».

Con información de EFE

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