A mi manera.

De forma análoga al proceso psicológico de aceptación y /o negación cuando un padre recibe la noticia que ha tenido un niño con capacidades diferentes hoy abordaremos la noticia de estar desempleados gracias al COVID-19. 

La economía mundial ha recibido en pleno rostro un golpe por un boxeador de peso pesado el Invisible COVID-19 sin una defensa apropiada y como resultado la ha puesto a dormir a la cuenta de 10 y parece que no va a poder levantarse. 

Que haría si el jefe le comunica que ya no tiene trabajo, ante ello usted se paralizaría y quedaría perplej@, después tendría una sensación de emociones y afectos tan distintos unos de otros, el pensamiento sobre el futuro se tornaría incierto y amenazador y las expectativas sobre el mañana se avizoraría que será con mucho sufrimiento.

Cuando la Pandemia llegó a los EE.UU. se hizo acompañar de incertidumbre, confusión, aturdimiento, preocupación, así como la negación de que esto no podía pasar en la primera potencia mundial, inclusive las autoridades lo minimizaron por que fueron incapaces de comprender la magnitud de la severidad de la pandemia. 

Cabe recordar que ni la Gran Depresión de 1929, ni la caída del empleo 10.2% en noviembre de 1989 en la era de Ronald Reagan, ni la Gran Recesión 2007-2009, ni los desastres naturales, dejaron como saldo que el Departamento de trabajo de Estados, haya recibido más de 30 millones de solicitudes de subsidio por desempleo, que saturan la capacidad de las agencias para agilizar los trámites  y además se agotan los fondos . Coincidiendo con algunos economistas que no se tiene registro de nada parecido a esto en la historia de los Estados Unidos ni en ningún país del mundo.

Entonces con ira surge la idea de culpabilidad, fueron los asiáticos; los doctores no saben lo que hacen; es un castigo divino, este dolor nunca desaparecerá. Nos aborda la desesperación la frustración e impotencia porque nuestros proyectos se derrumban, nuestra economía es insolvente, está en la ruina, en quiebra, en bancarrota, no podemos hacer nada, sólo quedarnos en casa.  Ante ello la medida de emergencia más grande en la historia de los Estados Unidos, paquetes de estímulo económico 2 millones de millones, en este plan de rescate económico histórico se derivan cheques de estímulo y subsidios a desempleados afectados por las medidas de prevención.

La pandemia tiene un impacto económico y social en diversos sectores que tras una dura y agotadora negociación con el gobierno y congreso sobre esta fatalidad y producido el apoyo, se resalta aún más la importancia de seguir las medidas de prevención. 

A diferencia de la peste negra, hoy conocemos parcialmente que es lo que está matando a la gente, sabemos que no tenemos un sistema de salud de acceso universal, que las poblaciones pobres afroamericanas y latinas son las más afectadas, que hay excluidos de las ayudas gubernamentales de la pandemia.  Llegamos a la aceptación que, aunque no implica ser feliz, se producen cambios adaptaciones, crecimiento personal, nuevos potenciales, se estimulara nuestra creatividad y por ultimo un renacimiento, aunque las etapas anteriores puedan reaparecer. 

Hoy escuchamos un grito desesperado, reactivar la economía del país YA, habría que preguntarnos bajo que costo y si estamos preparados, al parecer estamos equivocados en como encaramos la pandemia y aprendemos día a día algo nuevo.

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