El alcalde de Nueva York, Eric Adams (c), y la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul (d). (Foto: EFE/JUSTIN LANE)

Nueva York, EE.UU.- La Unión de Libertades Civiles (ACLU) de Nueva York dijo hoy estar «profundamente preocupados» de que el plan del alcalde, Eric Adams, para hacer frente a la crisis de la violencia por armas que afecta la ciudad, incluya más presencia de policías, incluida la recuperación de la polémica unidad de agentes en ropa de civil.

La ACLU hizo un llamado para que se reduzca esta violencia «invirtiendo más en las comunidades, no en más policías», momentos antes de que el alcalde Adams y la gobernadora Kathy Hochul se reunan con el presidente Joe Biden para discutir la situación.

Tanto Adams, que asumió el liderazgo de la ciudad el 1 de enero, como Hochul pidieron ayuda al Gobierno federal para combatir esta violencia armada.

A la organización de derechos civiles le preocupa que el plan de Adams resucite la unidad de policías vestidos de civil, «descendientes directos de la unidad de crimen callejero que llegó a simbolizar lo peor de la vigilancia policial abusiva, racista y mortal de ventanas rotas».

La controvertida teoría de las ventanas, que se enfocó en no tolerar los delitos menores como mecanismo de prevención, fue puesta en marcha en la década del 90 por el jefe de la policía William Braton y el alcalde republicano Rudolph Giuliani, y fue muy criticada por ensañarse con las comunidades latina y negra.

De acuerdo con Donna Lieberman, directora ejecutiva de ACLU, la reunión entre el Presidente y Adams debe centrarse en las formas en que la Administración Biden puede apoyar las iniciativas comunitarias «que impulsan la verdadera seguridad pública, como un mayor acceso a la vivienda, asistencia laboral, ampliar los recursos de atención y tratamiento de salud mental y programas de interrupción de la violencia».

«Lo que la ciudad no necesita son más recursos federales para sobrecargar innecesariamente a la policía de Nueva York, que cuenta con el mayor presupuesto y número de efectivos de cualquier fuerza policial en la nación, o para imponer una vigilancia general que pisoteará las libertades civiles y tendrá como objetivo a las comunidades de color», sostuvo la abogada.

Advirtió que para avanzar en las respuestas comunitarias a la violencia, hay que proteger a los neoyorquinos contra el exceso de vigilancia policial y propuso que durante la reunión se analicen las formas en que el presidente puede cumplir su promesa de campaña de reforma a la policía.

La ACLU recordó que mañana se cumplen 23 años del asesinato del inmigrante guineano Amadou Diallo, el 4 de febrero de 1999, por cuatro agentes en ropa de civil de la unidad de crimen callejero, que dispararon 41 veces contra el inmigrante de 23 años, alcanzándolo con 19 tiros, lo que indignó a la ciudad y llevó a masivas protestas.

«El aniversario es un telón de fondo apropiado para la reunión del alcalde Adams y el presidente Biden, un recordatorio abrasador de las consecuencias de pedir a la policía con tanta frecuencia que resuelva los problemas más difíciles de nuestra ciudad», afirmó Lieberman.

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