Fotografía cedida por Disney que muestra mascarillas de tela decoradas con sus personajes. Disney estrenó la línea de mascarillas que venderá en internet y cuyos beneficios irán destinados a organizaciones caritativas en medio de la pandemia del coronavirus. Los diseños, disponibles en tallas de pequeña a grande, incluyen desde protagonistas de Star Wars, Marvel, Pixar o las películas de Disney, entre los que destaca Baby Yoda, que se prevé que será uno de los modelos más populares. EFE/Cortesía Disney

Filadelfia, PA – Las autoridades de salud pública de todo el mundo están actuando para contener el COVID-19. Sin embargo, este momento de crisis está generando estrés en la población, que somos todos y no solamente los adultos. Usted quizás se esté preguntando ¿Es posible que los niños sufran estrés?

La organización Panamericana de la salud, y otras entidades médicas, concuerdan que el estrés en los niños se puede presentar en circunstancias en las que se requiera que el niño cambie o se adapte repentinamente a una nueva situación. Estos cambios pueden ser positivos como iniciar clases en una nueva escuela, pero frecuentemente el estrés está asociado con los cambios negativos. En pequeñas cantidades el estrés puede ser bueno por que ayudará al niño a enfrentarse a situaciones nuevas, quizás difíciles, en las que tendrá que aprender a buscar alternativas de solución, ampliando sus experiencias de vida. Todos los niños mejoran su capacidad de manejar el estrés si han tenido éxito enfrentando desafíos anteriormente y si sienten que tienen la capacidad y el apoyo emocional de la familia y los amigos. A los niños que tienen un sentido claro de su capacidad personal y se sienten amados y apoyados, generalmente, les va bien; pero la edad, el nivel de desarrollo, la experiencia y el temperamento determinarán cuán estresante puede ser para él una situación determinada.
Muchos padres creen que sus hijos son muy pequeños y no se dan cuenta de las situaciones que los rodean o que, de alguna manera, son inmunes a ellas; indiscutiblemente los niños perciben los sentimientos, las reacciones de sus padres y los cambios de su entorno. Esto impacta significativamente en el sentimiento de seguridad y confianza del niño, afectando su estado socio emocional.
Vivir en un lugar inseguro, los cambios en la economía familiar, las responsabilidades nuevas que se deben asumir, los cambios en el trabajo escolar, el estar sin amigos; o un cambio drástico en su vida cómo perder a un ser querido, tendrá un efecto duradero en la salud y bienestar psicológico del niño. Esta situación de exceso de estrés es exactamente la que están viviendo los niños a nivel mundial y me preocupa que muy poco o casi nada se hable de ello.
El exceso de estrés afecta la manera en que el niño siente, actúa y piensa.

Un niño con estrés puede tener cambios de apetito, dolor de cabeza o estómago, alteraciones del sueño, puede volver a mojar la cama, y mostrar otros síntomas físicos sin tener una enfermedad, estar preocupado, tener incapacidad para relajarse, miedo a la oscuridad, a estar solos, a los extraños; tener rabia, llanto, dificultad para controlar sus emociones, conducta agresiva o terca, regresión en el comportamiento y negarse a participar en actividades familiares.
Ayude a su hijo a encontrar formas positivas de expresar sus sentimientos, y emociones, como el temor y la tristeza. Cada niño tiene su propia manera de expresarse, conversen y escúchelo con atención, sin criticarlo o tratando de resolver todo por él, hágale sentir lo importante que son sus sentimientos y opiniones; para resolver juntos lo que le está molestando. La participación en una actividad creativa, como jugar y dibujar, puede facilitar este proceso.

Usted puede hacer la diferencia en sus hijos, aléjelos de las noticias que generen angustia en la TV o los medios sociales. Aliéntelos a que sigan jugando y socializando con otros, aunque solo sea dentro de la familia ahora que se ha limitado el contacto social. Haga que se comuniquen con amigos y familiares, apoyándose en la tecnología. En épocas de crisis y estrés, es común que los niños muestren más necesidad de estar con sus padres y de recibir más atención. Hable con ellos sobre COVID-19, y apóyese en información sencilla y adecuada para la edad. Si sus hijos tienen preocupaciones, hablen de ello para disminuir su ansiedad. Sea un ejemplo a seguir, tomen descansos, duerman los suficiente, coman bien y manténganse hidratados. Fortalezca la autoestima con muestras de cariño, enfóquese en lo positivo y aláguelo, evite los castigos y las críticas. Estimule la actividad física y compártala con ellos. Deles la opción de elegir en cosas simples del día a día, eso puede mejorar su respuesta al estrés. Recuerde, los niños ven al adulto en busca de señales que les indiquen cómo manejar sus propias emociones en los momentos difíciles.

Si su hijo llega a mostrar signos de estar abstraído en sí mismo, infeliz o deprimido; tiene ira y es incapaz de controlar su comportamiento, o ha dejado de interactuar con la familia y amigos; es momento de buscar ayuda profesional.

Contáctenos a petymarcet@gmail.com
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Cell 267 970 4848

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