Padrig y Gina Fahey sostienen una foto de su hijo Braden, de 12 años, mientras posan para un retrato en California el miércoles 6 de septiembre de 2023. Braden sufrió un colapso en un entrenamiento de fútbol en agosto de 2022 y murió a causa de una malformación de un vaso sanguíneo en el cerebro. Los Fahey no podían entender cómo el rostro de Braden aparecía en la portada del libro "Causa desconocida", copublicado por un grupo antivacunas liderado por Robert F. Kennedy Jr., ni por qué su nombre aparecía en sus páginas. (Foto: AP/Godofredo A. Vásquez)

El candidato presidencial independiente Robert F. Kennedy Jr. lleva años utilizando su célebre nombre para propagar información falsa sobre vacunas y otros temas, en una época en la que la difusión de teorías conspirativas se ha convertido en una poderosa forma de conseguir votantes.

Un análisis de The Associated Press sobre su trabajo y sus repercusiones revela que Kennedy ha ganado dinero, fama e influencia política, mientras que algunas personas han sufrido las consecuencias.

El equipo de campaña de Kennedy no devolvió los correos electrónicos en los que se solicitaban comentarios del candidato, hijo del difunto senador Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy.

Estas son las principales conclusiones del reportaje de la AP:

CAUSA DESCONOCIDA

Braden Fahey, de doce años, no falleció por recibir una vacuna. Sin embargo, pocos meses después de su muerte en agosto de 2022, su foto apareció en la portada de un libro copublicado por el grupo antivacunas de Kennedy. El libro argumenta falsamente que las vacunas COVID-19 causaron un pico de muertes súbitas entre jóvenes sanos.

Kennedy escribió el prólogo y tuiteó que detalla datos que demuestran que “las vacunas COVID son un crimen contra la humanidad”.

Los padres de Braden han leído comentarios de personas que culpan falsamente a las vacunas de la muerte de su hijo. Ver el recuerdo de Braden tergiversado por Kennedy y otros ha sido profundamente doloroso, dijeron. Cuando intentaron en repetidas ocasiones ponerse en contacto con el autor y el editor para que retiraran el nombre y la foto de Braden, nadie respondió.

La AP se puso en contacto con Kennedy y otras personas relacionadas con el libro la semana pasada, y el presidente de la editorial Skyhorse, coeditora del libro, envió un mensaje de texto a los Fahey. Pero Gina Fahey dijo a la AP que creía que lo hizo sólo después de que quedara claro que podría dañar su reputación.

El presidente de Skyhorse, Tony Lyons, no explicó por qué Braden fue elegido específicamente para la portada, pero defendió su inclusión en el libro diciendo que las noticias y su obituario no mencionaban la causa de su muerte.

Lyons dijo que desconocía los intentos de los Fahey de ponerse en contacto con su empresa. Esta semana declaró a la AP que estaban considerando la posibilidad de retirar a Braden del libro o de la portada.

CUIDADOS RETRASADOS

Lydia Greene, una madre que vive en la provincia canadiense de Alberta, se identificaba anteriormente como antivacunas y era una devota seguidora de Kennedy. Dijo que pensaba que era un héroe porque decía cosas que otras personas tenían demasiado miedo de decir.

Rechazó todas las vacunas para su hijo tras creerse la insistencia de Kennedy y otros líderes antivacunas en que las vacunas provocan autismo. Cuando su hijo empezó a manifestar señales de autismo, Greene lo descartó porque en el movimiento antivacunas el autismo se describe como un daño grave y lo peor que le puede ocurrir a un niño. Ella no vio eso en su hijo.

Dice que no reconoció su enfermedad hasta que “salió del bucle de los antivacunas”.

“Me di cuenta de que había perdido un tiempo muy valioso en el que debería haber estado en terapia ocupacional, logopedia, terapia basada en pruebas para el autismo”, dijo Greene.

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