La actriz brasileña Sonia Braga mira con «preocupación» el futuro de una sociedad que «ha perdido la empatía», el «principal problema» durante un momento tan difícil como la pandemia del coronavirus que tanto a afectado a su país natal y a EE.UU., donde reside desde hace años.

La veterana actriz, que conquistó Hollywood con «Kiss of the Spider Woman» (1985) y se convirtió en la primera brasileña en presentar un Óscar, estrena esta temporada «Fátima», una película que cuenta los acontecimientos que en 1917 convirtieron a una localidad portuguesa en un centro de peregrinaje mundial.

«Cuando rodamos este película contábamos el final de la Guerra (I Guerra Mundial) y nunca pensamos que se vería en unas circunstancias tan difíciles como la pandemia actual», asegura Braga desde su residencia en Nueva York durante una entrevista telefónica.

Al comienzo de la conversación, la actriz se preocupa por la salud de todos los interlocutores y lamenta «no poder conocerse en persona».

«El mundo está loco ahora mismo», expresa con calidez.

¿El problema para ese mundo?

«¿Qué piensas? Pues es la falta de empatía -se autorresponde-. Yo creo esa carencia es el gran problema del mundo».

En un momento marcado por una crisis sanitaria global y la división política tan acentuada en las dos naciones de Braga, EE.UU. y Brasil, la actriz ve muchas circunstancias anteriores que han empeorado la respuesta a los retos actuales.

«Sin pandemia, antes de todo esto, el cuidar de los otros, sentir su dolor o su felicidad… todo eso es algo que la humanidad está perdiendo».

Braga, que siempre ha mostrado su preocupación por las causas sociales, analiza la actualidad hasta que en un punto recuerda que está promocionando una película.

«No me gustan las entrevistas telefónicas, prefiero conectar en persona -afirma-. El año pasado me llamaron como cinco personas, incluyendo periodistas, ahora suena todo el día».

«FÁTIMA»: UN FENÓMENO RELIGIOSO QUE ENTRÓ EN EL DEBATE POLÍTICO

Aunque iba a llegar a los cines la pasada primavera, «Fátima» se ha estrenado directamente por «streaming» este verano.

La cinta, una coproducción estadounidense y portuguesa, cuenta el «Milagro de Fátima», por el que tres niños pastores aseguraron en 1917 haber visto a la Virgen María en una pequeña localidad de Portugal, un fenómeno que convirtió al lugar en un sitio de peregrinación mundial hasta el día de hoy.

Lejos de abundar en connotaciones religiosas, la trama recuerda las tensiones políticas que vivía portugal, tras la Revolución de 1910 y la I Guerra Mundial, que afectaron a un país que avanzaba hacia la democracia y la modernidad.

«Yo no sabía lo que supuso históricamente, el momento que vivía Portugal y el debate que existía sobre la separación del estado y la Iglesia. Conocemos estos relatos de manera muy simple», analiza Braga.

La actriz, que no se considera religiosa o creyente, interpreta en «Fátima» a la Hermana Lucía, la niña que informó de la primera aparición, en su etapa adulta.

El guion combina imágenes de 1917 con una entrevista que la religiosa tiene de adulta con un profesor escéptico de los milagros que está trabajando en un libro.

«También hubo tensiones dentro la propia Iglesia, fue un hecho que marcó la historia de este lugar», argumenta al considerar que conocer sobre la religión aporta «conocimiento, respeto y tolerancia», sean cuales sean las creencias.

HOLLYWOOD VUELVE A INSPIRARSE EN LA RELIGIÓN

Marco Pontecorvo, cineasta con «Game Of Thrones» y «Letters to Juliet», dirige esta película que ha cosechado buenas críticas en la prensa especializada, que no ha dudado en compararla con otros filmes inspirados por la religión como la exitosa «The Passion Of The Christ» o «The Da Vinci Code».

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