¿Latino o Hispano, importa?

Norristown, PA – El otro día encontré una nota que decía: “En Estados Unidos viven más de 300 millones de personas, de las cuales el 16.4% corresponde a latinoamericanos o hispanos”, pero ¿es cierto que un latinoamericano es lo mismo que un hispano? Aunque en esta nación, las personas que venimos de Latinoamérica y hablamos español somos llamados indistintamente latinos o hispanos, lo cierto es que, tenemos orígenes un tanto diferentes.

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española y con la Enciclopedia Británica, Latino se relaciona con aquellos habitantes de la antigua región de Lacio, en Italia; hablantes del idioma latino o lenguas romances como español, italiano, francés, portugués y rumano. Posteriormente, el Imperio Romano conquistó tierras europeas, y a su vez países “latinoeuropeos”, colonizaron naciones de África, Asia y Latinoamérica. Por otro lado, Hispano se define como relativo a Hispania, nombre que los romanos le dieron a la Península Ibérica, región localizada al suroeste de Europa, hoy España y Portugal, donde el idioma oficial era el español. Así, un hispano es un latino, pero un latino no es necesariamente un hispano. Y ¿esto realmente importa? ¿Acaso son diferentes los derechos y obligaciones?

En Estados Unidos, la diversidad racial, étnica y cultural ha sido una excusa para que a la gente se le identifique y se le etiquete de acuerdo con su apariencia física o modo de hablar. Expresiones como blanco, caucásico, negro, afroamericano, amarillo, árabe, chino, indio, hispano, latino, etc., suelen usarse como adjetivos ofensivos o descalificativos para ejercer actos de racismo y discriminación. Sin embargo, no hay que perder de vista que “todos estamos hechos de todos un poco”.

En 2015, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard realizó un estudio genético de la población en Estados Unidos. Los resultados revelaron que el 3.5% de la población europea estadounidense tiene más del 1% de ascendencia africana; que los llamados afroamericanos tienen 73.2% de ascendencia africana, 24% europea y 0.8% nativa americana; y que los latinos tienen un 65.1% de ascendencia europea, 18% indígena y 6.2% africana. Este estudio concluyó que la diversidad de la población estadounidense es el legado de las migraciones e interacciones de la población en los últimos cientos de años. Cierto es que, “definitivamente cada una de las etnias o razas del mundo son sólo una expresión de un mismo ancestro”, del mismo modo que mis hermanos y yo compartimos los mismos padres. Cada uno con su propia personalidad e identidad, diferentes en apariencia, pero finalmente de la misma familia.

A este respecto, el 2020 nos ha mostrado algo muy importante: la mirada detrás de una mascarilla es la misma en todos nosotros. Todos aquí somos iguales, ¡blanco o negro, latino o hispano, no importa!

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