Varias personas transitan por las avenidas en San José, Costa Rica. EFE/Jeffrey Arguedas/Archivo

Lima, Perú. – América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo en plena pandemia y mantiene unas condiciones que han permitido que aún bajo la catástrofe económica internacional, sus 69 millonarios aumenten sus fortunas en 104.100 millones de dólares desde marzo.

«Con las ganancias que las 69 personas más ricas de América Latina han hecho durante la pandemia se puede financiar el 50 % del presupuesto de los países en salud, y nosotros lo que estamos diciendo es que queremos posiblemente menos milmillonarios y más enfermeras y enfermeros», afirmó el pasado martes el director regional para Oxfam en América Latina y el Caribe, Asier Hernando.

La organización agregó que la cifra obtenida por los milmillonarios de la región sería suficiente para que cada una de los 25 millones de personas forzadas a la pobreza durante la pandemia en el continente reciba un cheque de 4.000 dólares.

Londres presentó al inicio de la semana el informe «El virus de la desigualdad», Oxfam denunció que mientras las mil personas más ricas del planeta necesitaron apenas nueve meses para recuperarse del impacto económico de la pandemia, eso podría llevar una década a la población más pobre del mundo.

EL VIRUS DE LA DESIGUALDAD

Para llegar a estos hallazgos, Oxfam hizo un sondeo entre 295 economistas de 79 países, lo que permitió determinar que el 87 % de los participantes esperaban un «incremento» o un «aumento importante» en la desigualdad de los ingresos en sus países como resultado de la crisis generada por la pandemia.

«La pandemia está suponiendo que este pueda ser uno de los años, desde que se tiene registros, donde más aumente la desigualdad en, prácticamente, todos los países del mundo», indicó Hernando al comentar el informe de su organización.

Precisó que las cifras ofrecidas se elaboraron tras consultar diferentes fuentes con mucha «rigurosidad», como la lista Forbes, que «es fundamental», y los datos que ofrece el Banco Mundial.

EL SÍNTOMA DE UN FRACASO

«Nosotros creemos que es el síntoma de un fracaso en una pandemia que puede suponer que prácticamente todas las personas que estaban sufriendo pobreza y que han conseguido a través de mucho esfuerzo ser clase media en los últimos quince años puedan regresar a la pobreza», agregó el director regional.

En ese sentido, el informe señaló cómo el actual sistema económico permite a los súper ricos amasar fortunas en medio de la peor recesión mundial desde la Gran Depresión, mientras que miles de millones tienen problemas para cubrir necesidades básicas.

Entre sus conclusiones, aseguró que la recesión ha terminado para los más ricos y que las diez mayores fortunas del mundo han visto su riqueza aumentar por un monto que sería suficiente para pagar vacunas contra el COVID-19 para todo el mundo y asegurar que nadie quede sumido en la pobreza por el virus.

AMÉRICA LATINA

América Latina y el Caribe repiten una situación global que podría provocar que la humanidad tarde, como mínimo, catorce veces más en reducir la pobreza hasta el nivel previo a la pandemia, que el tiempo que han tardado los más ricos en recuperar su riqueza.

«América Latina son países pobres con muchos ricos actualmente y eso es un síntoma de un fracaso económico, no cabe duda», enfatizó Hernando antes de reiterar que la región se ratifica «como la más desigual del mundo».

A pesar de ello, el representante de Oxfam sostuvo que su organización cree que aún «se pueden tomar medidas para revertir» esta situación y aún se está «a tiempo de aprender de la pandemia».

UN COMPROMISO COLECTIVO

«Lo que no hemos aprendido este último año lo podemos aprender este segundo año, y esto pasa por un compromiso colectivo y de acuerdo con las posibilidades de cada uno para poder financiar la recuperación«, acotó Hernando.

Por ese motivo, Oxfam cree que «es mucho mejor si las personas que más recursos tienen asumen un compromiso mayor, porque si no los costos que pueda suponer esta pandemia los van a pagar las siguientes dos generaciones».

El representante remarcó que en América Latina se pagan «muy poquitos impuestos», menores a los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y esto hace que, «sobre todo, cuando más recursos tienes, menos impuestos pagas».

Consideró que, por eso, se «tiene la posibilidad y el margen para tener un compromiso mayor por parte de los que más tienen» que permita establecer «un compromiso fiscal mayor del que se está teniendo actualmente».

«Creemos que tiene que haber impuestos a las ganancias extraordinarias», afirmó.

Mujeres guatemaltecas EFE/Esteban Biba/Archivo

DESIGUALDAD CON ROSTRO DE MUJER

En este duro escenario, las mujeres son las más afectadas, ya que muchas se desempeñan en trabajos mal remunerados y precarios, y representan el 70 % de la fuerza laboral a nivel mundial en el ámbito de la salud y la atención social.

«Creo que la desigualdad tiene rostro de mujer, las mujeres han jugado un rol fundamental durante esta pandemia, porque gran parte de los puestos en enfermería y en los cuidados dentro del sistema público de salud son mujeres quienes los realizan», acotó Hernando.

A pesar de ello, las mujeres «han sido quienes más han sufrido esta pandemia», ya que «son las que más trabajos precarios tienen» y han sido golpeadas por la pobreza y los despidos.

«Creemos que debemos tener un foco especial ahí si no queremos que esta pandemia nos desangre todavía más», sostuvo.

RECOMENDACIONES

En su informe, Oxfam remarcó que «la clave para lograr una rápida recuperación es construir una economía más humana y justa», por lo que es necesario implementar sistemas de seguridad social y construir una economía verde que evite una mayor degradación del planeta y lo preserve para las futuras generaciones.

Además, sostuvo que la aplicación de un impuesto temporal sobre los beneficios excesivos obtenidos por las 32 multinacionales que mayor riqueza han acumulado desde que comenzó la pandemia habría permitido recaudar 104.000 millones de dólares en 2020, una cantidad suficiente para financiar prestaciones sociales a las personas de los países de renta media y baja.

En América Latina, indicó Hernando, la aplicación de este tipo de medidas «no es una cuestión ideológica, es de sentido común», para poder alcanzar un compromiso colectivo como sociedad que permita «subsanar los errores con los que entramos a esta pandemia y los desgarros que esta pandemia está suponiendo».

A pesar de la situación adversa, el representante de Oxfam dijo que países como Brasil y Bolivia están «tomando buenas medidas», Costa Rica tiene «buenas iniciativas contra el racismo» y están «contentos con cómo lo está haciendo Uruguay».

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