Un grupo de padres dominicanos pide que se reabra la docencia presencial. (Foto: archivo EFE)

Santo Domingo – Al inicio de la pandemia en el continente americano, a mediados de marzo, muchos padres apoyaron la medida de desescolarizar a sus hijos para prevenir la posibilidad de contagiarse del COVID-19; sin embargo, tras terminar el primer confinamiento, y a pesar de que los casos están resurgiendo en el mundo, muchos grupos de padres se muestran abiertos, e incluso deseosos de que sus hijos vuelvan a la enseñanza presencial, siempre y cuando las autoridades sean capaces de establecer protocolos rigurosos para proteger la salud de los alumnos.

Para presionar en tal sentido se ha formado la asociación “Padres por la Educación Presencial”; la cual ha hecho un llamado a las autoridades para que autoricen a los padres que así lo quieran, a enviar a sus hijos para que reciban sus clases correspondientes en forma presencial.

En un comunicado a la prensa, el colectivo ha argumentado que no es explicable que, por una parte, actividades lúdicas y recreativas como cines, gimnasios, bares y restaurantes estén abiertos al público, además de iglesias y hoteles, y en cambio un asunto de tanta importancia como la educación, sea excluido y sea mantenido bajo las medidas del confinamiento.

“Nuestros hijos han sufrido y están sufriendo consecuencias, tanto físicas como psicológicas, además de, obviamente, a nivel de rendimiento escolar, a raíz de este cierre de los planteles educativos”, afirma el grupo en su comunicado.

“A todo el país se le debe dar esta posibilidad, de que la enseñanza virtual no sea algo obligatorio o establecido desde arriba, sin posibilidad de discusión. La educación tiene derecho a estar cobijada por los mismos parámetros que se le aplican al mundo del comercio, la recreación, los hoteles y los restaurantes”, expresó una madre, hablando a nombre del movimiento.

“El objetivo de nuestra protesta es pedirle al gobierno que sea flexible en sus medidas; que entienda que en la educación también se pueden tener opciones distintas, ya que cada familia es diferente y cada colectivo de padres puede tener una percepción distinta sobre el manejo de la crisis”, expresó otra de las voceras del grupo, mientras marchaban por las calles del central sector de Piantini.

“Sin olvidar que tenemos un porcentaje grande de estudiantes con discapacidades físicas o cognitivas de distinto grado, y que no pueden recibir la instrucción que necesitan a través de medios virtuales; ellos merecen que se les atienda con el debido respeto y atención”, afirmó Pamela Moquete, directora de un centro educativo para menores, y quien participó en la protesta. Con información de agencias.

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