Un palestino herido en un bombardeo israelí en la Franja de Gaza es trasladado a un hospital en Jan Yunis, el 15 de noviembre de 2023. (Foto: AP/Fatima Shbair)

Las fuerzas israelíes asaltaron a primera hora del miércoles el mayor hospital de Gaza, una institución asediada llena de cientos de pacientes, entre los que hay recién nacidos, que es objeto de narrativas enfrentadas en torno de la guerra y es un poderoso símbolo del sufrimiento palestino.

Israel considera el hospital Shifa un blanco crucial en un conflicto que ha matado a miles de palestinos y provocado la destrucción generalizada de Gaza. La guerra entre Israel y Hamás comenzó luego de que el grupo insurgente mató a unas 1.200 personas y capturó a unos 240 rehenes en un asalto sorpresa sobre el sur de Israel el 7 de octubre.

Israel sostiene que Hamás tiene un enorme centro de mando dentro y debajo del hospital, pero no ha proporcionado evidencias visuales. Es parte de su argumento de que Hamás emplea a los civiles como escudos humanos, mientras que los palestinos y los grupos de derechos dicen que Israel ha puesto en peligro de forma temeraria a la población en su intento de erradicar al grupo insurgente.

Mientras tanto, la escasez creciente de combustibles amenaza con paralizar la entrega de servicios humanitarios en Gaza y clausurado la red de telefonía celular e internet.

Munir al-Boursh, un alto funcionario del Ministerio de Salud de Gaza, dijo que las fuerzas israelíes habían saqueado el sótano y otros edificios en Shifa, incluso los que alojan las secciones de urgencia y cirugía.

“Todavía están aquí”, dijo por teléfono desde el interior del hospital horas después del inicio del asalto. “Pacientes, mujeres y niños están aterrados”.

El ejército israelí indicó que está llevando a cabo una “operación precisa y selectiva contra Hamás en una zona específica del hospital de Shifa”, la cual estaba separada de los lugares donde se encontraban pacientes y personal médico. Dijo que los soldados estaban acompañados de equipos médicos y tenían suministros y alimentos para bebés, además de incubadoras y otros materiales.

No fue posible evaluar la situación de manera independiente.

De acuerdo con el ejército, las fuerzas que están cateando Shifa buscaban también a los rehenes. La difícil situación de los cautivos, entre los que hay hombres, mujeres y niños, ha movilizado el apoyo a Israel en el conflicto, y las familias y los simpatizantes de los cautivos participaban en una marcha entre Tel Aviv y Jerusalén.

Dos semanas y media después del inicio de su campaña terrestre en el norte de la Franja, las tropas israelíes han tomado el control de varios edificios clave y de un barrio céntrico de la Ciudad de Gaza.

La mayoría de los cientos de miles de habitantes de la ciudad y de sus alrededores han huido tras semanas de bombardeos israelíes. Al norte del territorio no ha llegado apenas la ayuda y llevan semanas sin electricidad ni agua corriente.

Más de 11.200 personas, dos tercios de ellas mujeres y niños, han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino en Ramala, y dos tercios de los 2,3 millones de habitantes del territorio han huido de sus hogares. Alrededor de 2.700 personas fueron reportadas como desaparecidas y se cree que la mayoría estarían sepultadas bajo los escombros. El recuento del ministerio no distingue entre muertos civiles y combatientes.

Casi toda la población de Gaza se ha refugiado en dos terceras partes del pequeño enclave, en el sur, donde las condiciones se han ido deteriorando a medida que continúan los bombardeos.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) dijo el martes que sus instalaciones de almacenamiento de combustible en Gaza estaban vacías y que pronto pondría fin a las operaciones de ayuda, incluyendo el reparto limitado de alimentos y medicinas desde Egipto para más de 600.000 personas refugiadas en escuelas y otras instalaciones gestionadas por la entidad en el sur.

Las autoridades de defensa israelíes cambiaron de opinión a primera hora del miércoles para permitir la entrada de 24.000 litros (6.340 galones) de combustible para las labores humanitarias. Antes habían prohibido repetidamente la entrada de combustible alegando que Hamás podría desviarlo para uso militar.

El COGAT, la agencia del ejército israelí responsable de los asuntos palestinos, explicó que permitirá que los camiones de la ONU reposten en el paso de Rafah, en la frontera con Egipto, más tarde en el día. La decisión se tomó en respuesta a un pedido de Estados Unidos, añadió.

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