Una fotorreportera usa una máscara quirúrgica durante una conferencia de prensa en San Salvador el 21 de abril de 2020.

La reunión bianual de la Sociedad Interamericana de Prensa abordó el tema del rol y las brechas que encaran las mujeres en el ejercicio del periodismo actual. Según un informe del Instituto Reuters, solo el 22 % de los 180 puestos jerárquicos de 24o medios están en manos de mujeres.

Líderes de editoriales latinoamericanas que participaron en el encuentro bianual organizado por Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), coinciden en que, a pesar de que las mujeres integran varias redacciones en el mundo, aún no hay suficiente reconocimiento para ellas, lo que incluso se ve reflejado en su poca representación en altos cargos.

Según un informe del Instituto Reuters 2023, que se basó en una muestra estratégica de 240 grandes medios online y offline en 12 mercados de cuatro continentes, apenas el 22 % de los 180 puestos jerárquicos en estos medios están en manos de mujeres, a pesar de que, en promedio, las mujeres suponen un 40 % del total de periodistas que ejercen la profesión. Una cifra que es mínima en países como México, donde esta alcanza tan solo el 5 %.

Para Cathy Reyes, vicepresidenta de Programación de CNN en Español “no necesariamente tener mujeres crea mejores condiciones” en las redacciones de los medios de comunicación, sino que es una situación a la que debe dársele más visibilidad.

“Contratar mujeres no resuelve el problema en su totalidad. También tenemos que amplificar las voces de esas mujeres” ponerlas “en puestos significativos”, afirmó la periodista, durante el panel sobre inclusión, liderazgo y mujeres en el periodismo de la SIP.

Un problema de adentro

Según el estudio de Reuters, en Estados Unidos, el porcentaje de mujeres que ocupan los cargos más altos disminuyó del 50 % al 44 % desde 2022.

Martha Ramos, directora editorial de Organización Editorial Mexicana (OEM), y moderadora del panel, indicó que muchas oficinas de Recursos Humanos, basadas en la tradicionalidad, aún se fijan en si las mujeres tienen niños, están recién casadas o embarazadas, pero también enfrentar a nuevas reporteras activistas que, muchas veces, las han “puesto en jaque”.

Para Reyes, licenciada en Periodismo de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, por sus siglas en inglés), el problema, más allá de las tradicionales oficinas de recursos, también radica en que existe “un problema de las culturas corporativas”. Dentro del medio en el que trabaja, rescata que la mitad de los ejecutivos son mujeres.

No obstante, enfatiza que entre mujeres se imponen “estigmas que nos limitan los crecimientos, no es globalmente, pero sí pasa”. Es decir, “una mamá… tiene que abatir esos mismos estereotipos porque… una chica por tener un bebé no quiere decir que vaya a trabajar menos o nos va a crear conflictos”.

Por estos casos, agrega, es necesario mejorar la cultura corporativa y trabajar por combatir los estigmas.

Un tema que también está relacionado con el empoderamiento de la mujer frente a sus capacidades pues, según Laura Puertas, directora de Noticias de Corporación Medcom, Panamá, “el problema es que las mujeres tampoco nos la creemos… el hombres siempre la sabe hacer aunque no tenga idea… pero se presenta como sí tiene las aptitudes».

«Tenemos que demostrar hasta tres veces más… Normalmente lo que la mujer dice que es capaz de hacer en realidad dice menos de lo que realmente puede porque nos cuesta mucho. Como no queremos ser desplazadas…”, añade Puertas.

Afirma además que en su opinión es necesario que las mujeres líderes en la industria empoderen a otras para que vean hasta dónde son capaces de llegar y se hagan visibles: “trabajar bien no es suficiente. Hay que trabajar bien y hacer un poco de alarde”.

Otros factores

El problema de la falta de liderazgos de mujeres en los medios, según Gabriela Vivanco, directora de La Hora de Ecuador, se presenta también en las facultades de periodismo: “A medida de que pasa el tiempo y las carreras se van especializando, vamos perdiendo mujeres en esa vertiginosa carrera hacia las posiciones de liderazgo. Pero creo también que es un reflejo de lo que pasa en el sector privado”.

Para la Vivanco, presidenta del Comité Ejecutivo de la SIP, desde la formación universitaria no existen programas completos que indiquen cuáles son las necesidades reales del periodismo y la comunicación en el mercado ni cómo enfrentar hechos violentos, pero tampoco hay mecanismos de protección íntegros que protejan a los periodistas en general, lo que, en su opinión, también hace más vulnerable a las mujeres.

Dentro de las redacciones

Tanto hombres como mujeres tienen mucho que aportar en las salas de redacción. En el caso femenino, la directora de La Hora de Ecuador cree que l»a cosmovisión de la mujer es distinta” y más aún en América Latina, donde en muchos casos de la población, ellas tienen a su cargo la manutención del hogar y el cuidado de personas vulnerables.

En este sentido, explica, cuando una mujer está presente en cargos de toma de decisiones dentro de las redacciones, hay un tinte especial en “la forma de elegir las fuentes y la forma, el enfoque en tratar temas”.

Además, dice la periodista, su presencia en los medios es importante para tratar de influir en las políticas públicas para mejorar la situación de las mujeres en poblaciones, especialmente, invisibilizadas y apartadas de las grandes ciudades.

“Somos más sensibles a empezar a despertar frente a estas realidades y empezar a reflejarlo en nuestras coberturas”, agrega.

No obstante, asegura que en las redacciones hay que tener un posición equilibrada y objetiva. “Verlo desde afuera y no adoptar ciertos extremos que son dañinos para el avance de las posiciones feministas en la agenda púbica”, un cuidado que también tiene que ver con “un sector de la posición masculina que se siente completamente estigmatizada”.

En este sentido, dice se requiere un trabajo de las redacciones en entrenarse en temas de género, pero también responde a la responsabilidad de los medios de mantener una posición ajustada a la verdad”.

Por otro lado, Vivanco también indica que es necesario que, dentro del trabajo diario, se incluyan fuentes femeninas: “Es un trabajo nuestro de darle visibilidad a las fuentes femeninas y no tiene que ser un tema de tener editoras mujeres tampoco. Sí tener una línea editorial muy marcada en nuestros medios, que se facilita cuando hay mujeres que lo tengan en cuenta, pero también podemos trabajar con nuestro equipo de editores para irlos formando”.

Así mismo, dice Laura, no se trata solo de tener editores de género, sino que las universidades deberían formar y las redacciones deberían contar con especialistas en estos temas, como en los de derechos humanos y democracia para «evitar cometer errores al informar” y caer en “sesgos”.

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