(Foto: Cortesía Yasmine Marina Rivera/Filadefia, PA 4 may 2023)

Se acerca el 15 de septiembre, y con él, el mes de festejos con que toda la nación celebra y pone en vitrina la riqueza cultural y los aportes al país de los inmigrantes hispanos. La fecha le hace un guiño a los países que celebran ese día su independencia: Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua; pero también a México, que lo celebra el 16, y Chile el 18.

Aunque en muchas zonas del país todavía los hispanos de primera o segunda generación puedan sentir que son ciudadanos que no disfrutan de los plenos derechos, lo cierto es que cada vez más la vida, la política, la economía y la demografía de los Estados Unidos, se está tiñendo de colores latinos; ya que las cifras muestran que son la población con mayor nivel de crecimiento en el país. De hecho, los nacimientos de niños de padres hispanos, supera el numero de nuevos inmigrantes latinoamericanos.

En los años 80, el presidente Ronald Reagan intuyó la importancia que estaban ganando los latinos, e impulsó y consiguió aprobar en 1986 la única gran Reforma Migratoria que haya logrado un presidente de la época moderna, lo que le facilitó el camino hacia la ciudadanía a unos 3,5 millones de inmigrantes que hasta ese momento habían sido irregulares.

Los archivos también muestran que para esa época Estados Unidos tenía unos 15 millones de latinos; mientras que según datos de la Oficina del Censo, para julio de 2022 el país registraba 63.7 millones de hispanos; es decir, que en 40 años la población hispana se multiplicó por más de cuatro, siendo hoy el 19.1 por ciento de la población total del país fundado por inmigrantes y que gracias a ellos se ha convertido en el más poderoso del mundo.

Con esas cifras, los latinos se han vuelto hoy el segundo grupo más grande del país después de los blancos, es decir la primera minoría, por delante de los negros y mulatos, que en 2022 llegaban a 40.1 millones.

Si los latinos fueran una república independiente, serían hoy la segunda nación hispana más grande del mundo después de México, y por encima de Colombia o de España, (o la tercera si se incluye a Brasil).

Según datos del Pew Center, entre 2010 y 2020 los latinos han sido responsables por cerca de la mitad de los nacimientos en Estados Unidos, y se han convertido en la colectividad mayoritaria en estados como California y Nuevo México. Y de hecho Texas, Florida y California, reúnen a cerca de la mitad de todos los hispanos del país.

En años recientes estados como las Dakotas han sido los de mayor crecimiento porcentual de hispanos, demostrando cómo su demografía crece y se distribuye por toda la nación. También en Pensilvania se está viviendo un aumento significativo.

Por el lado de la economía, el PIB de los latinos se calcula hoy en unos tres mil millones de dólares, superando la economía global de países como Inglaterra, Francia o México; siendo una potencia mundial que durante la pandemia se ha fortalecido.

Respecto a la política, en los años 80 apenas había habido un alcalde latino en Denver y un gobernador en New Hampshire, las cifras hoy han cambiado drásticamente, pues ya ha habido gobernadores latinos en California, Florida, New México y Nevada; es común que grandes ciudades del sur tengan alcaldes latinos, y en la presente legislatura hay 7 senadores y 39 representantes hispanos, aparte de 3 miembros del gabinete del presidente Biden.

Sin embargo, no se puede cantar victoria, aunque hoy representan casi el 20% de la población; la representación política en comparación todavía es bajísima, ya que según cifras de NALEO, los latinos solo llegan al 2% de oficiales en cargos de elección a nivel nacional.

Esta cifra tan baja implica un llamado expreso a todos los latinos a aumentar su nivel de conciencia política para salir a votar en las próximas elecciones; y no solamente a elegir, sino también, a correr y a competir por los puestos públicos; a poner sus talentos y conocimientos al servicio de sus comunidades. Se necesita este nivel de generosidad y de valentía si se quiere que los números de representación política se acerquen cada vez más al porcentaje que por demografía corresponde.

Una de las mejores maneras de celebrar el Mes de la Herencia Hispana, no solo es acudir a las festividades, y fomentar las buenas tradiciones culturales, y construir redes, es también ejercer el poder económico y político, con actos cotidianos de solidaridad, como por ejemplo consumir en negocios latinos; y también actos de civismo, participando activamente en la organización comunitaria, y dando seguimiento al actuar de las autoridades se eligieron y hacerlas responsables de sus decisiones.

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