Miguel Albán. (Foto: Cortesía/Miguel Albán)

Durante este verano se han celebrado varias de las fiestas de independencia de países sudamericanos. Las banderas de Argentina, Colombia, y Perú, se izaron en el corazón de la ciudad que fue la cuna de la independencia estadounidense.

Miguel Albán Salazar, cónsul honorario del Perú, fue el encargado de esta celebración en Filadelfia. El diplomático llegó en el 2005 directamente a Pensilvania, y para muchos es un rostro conocido, pero aprovechamos la ocasión para conversar con él y conocer su historia.

Originario del norte de Perú, se crio en Piura, en una familia de clase media, por lo que no era sencillo continuar sus estudios y menos en una universidad privada, pero gracias al haber obtenido una un buen puntaje en el examen de ingreso y su buen desempeño académico logró titularse como abogado.

“Cantaba en un grupo de música durante los fines de semana para ayudarme a pagar la universidad e hice un poco de arte”

“Me gradué de la Universidad, en el año 2004. Siempre quise inmigrar, entonces tuve la oportunidad de entrar aquí al país. Estudié una maestría en Temple, en Derecho Internacional… No fue fácil, pensaba que iba a llegar, y ser abogado muy rápido, pero el idioma fue un obstáculo”.

Por lo que trabajó en un poco de todo, inclusive en trabajos nocturnos, acomodando estantes en tiendas de autoservicio. En esa época se casó, y tuvo a su primer hijo, fue algo bueno, que lo impulso a trabajar más. “Un año después fui aceptado en la universidad, aprendí un poquito el inglés, fui invitado a la universidad para hacer esta maestría y trabajaba en las mañanas… luego en una escuela de Chester County. Era profesor de español a tiempo completo. Una vez que me gradué de la maestría, una firma de abogados en Chester County me dio la oportunidad de hacer un intensivo durante ese período donde los profesores estamos de vacaciones”.

Miguel Albán. (Foto: Cortesía)

EN EL LUGAR Y TIEMPOS CORRECTOS

En el 2008, conoció en un evento de su trabajo al CEO de un banco en West Chester que se llamaba First National Bank of Chester County.

En un paseo por yate fue a sugerirle al capitán que anclara para que pudieran echarse al agua y disfrutar del día. “Tome un trago con un señor, que no sabía quién era… reconociendo mi determinación al hacer aquella sugerencia, me dio su tarjeta. La semana siguiente lo llamé y en menos de dos semanas, él creó una pequeña división en el banco… me hizo el director de la banca hispana. Miguel dice que su vida dio un giro sin haberlo buscado.No tenía conocimiento de finanzas, pero aprendió y tuvo éxito en su nueva profesión.

Más adelante un amigo le dijo: “oye, tú sabes que eres un consultor, ¿por qué no creas una compañía?… así fue, hice una compañía que se llamó The Hispanic Approach… se expandió, brindando servicios de consultoría a compañías muy grandes, y eventualmente abrí una oficina en Clearwater en Florida. No todo el mundo necesitaba un consultor, pero se requerían anuncios, así que hice una revista”. Agregó.

Miguel Albán. (Foto: Cortesía)

APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES

Actualmente, es senior, vicepresidente y director nacional de la División Multicultural, de un banco con oficinas desde Massachussets hasta la Florida. Atiende a una prolífera comunidad asiática, india, afroamericana, y latina. Agradece la visión de este banco que lo consolidó como especialista en préstamos e inversiones.“soy abogado de profesión, y banquero de vocación”.

Dicen que cuando algo es para ti, aunque te quites te toca y cuando no es para ti, aunque te pongas no te toca. Miguel se considera afortunado, pero ha sabido tomar cada oportunidad y seguir progresando, aun cambiando diversas veces de profesión. A sus 40 años es uno de los directores más jóvenes en su trabajo, y asume los pros y contras, seguro de sí mismo y de la ventaja de ser bicultural.

Alban comenta que, aunque es común que no se distingan las diferencias culturales entre la diversidad latina, esto esta cambiando. “Pienso que las compañías se están dando cuenta que no solamente es el idioma, sino la cultura, fue lo que me llamó más la atención al interactuar. Hacemos muchos préstamos a dominicanos, a puertorriqueños, el individuo de Centroamérica es muy diferente, me encanta interactuar con la cultura latina”. Aseguró.

Miguel Albán. (Foto: Cortesía)

ORGULLOSO DE SUS RAÍCES

Miguel se fue del Perú teniendo 23 años y lo que más extraña es a sus padres, a su familia, amigos y las tradiciones latinas. “Extraño esa espontaneidad de los países latinos…extraño esa vaina de ¿oye qué estás haciendo ahorita?, vamos a comer un ceviche con una cerveza. O sea, aquí, jamás, todo el mundo está ocupado, cada vez que vas a visitar tienes que hacer ‘booking’ y poner en la agenda”. Sin embargo, reconoce que algo que exportaría al Perú sería el respeto “La gente es muy organizada, respeta mucho la cultura, nadie te toca el claxon… el orden, la limpieza, el respeto, eso es lo que pienso que mi país debería tener más”.

Aunque en el área cada vez hay más y mejores restaurantes peruanos, nada como comer en Perú. “La comida peruana, es una de las mejores cocinas. Hemos ganado premios a nivel mundial en Francia, en el campeonato de cocina por los últimos cinco años, puedes ir comiendo comida peruana los 365 días del año con platos diferentes, es tan variada”.

Miguel Albán es padre de 3 hijos, Joaquín, Mateo y Sofia. (Foto: Cortesía)
 

EMISARIO ESTRATÉGICO

Se convirtió en cónsul honorario casi a finales del 2018 y en el 2019 fue el primer izamiento de bandera que lideró. “El cónsul general me nominó, ¿ellos comienzan a ver quién eres, a qué te dedicas, después te dan un diploma donde dicen que te dan la facultad, el presidente lo firma para que ejerzas los cargos… por dos años fui el vicepresidente de la Asociación Consular de Filadelfia”.

Miguel no solo es un buen embajador de la cultura peruana, sino es un digno representante del inmigrante latino. Además de seguir la escalada de éxitos profesionales, es padre de tres hijos, a quienes inculca su riqueza bicultural, y está involucrado en la junta escolar.  Forma parte de diversas juntas donando su tiempo y sus talentos.

Actualmente, es parte de la Cámara de Comercio Asiática Americana y, “Hace cuatro o cinco años empecé en Congreso, fui miembro, Carolina DiGiorgio, la CEO, me eligió para que sea el “chair” y llevo ahí ya un año. Este año fue nuestro evento más significativo, nuestra gala” Expresó.

 APELO A LA COMUNIDAD

Uno de los retos más importantes para las organizaciones sin fines de lucro que trabajan para apalear las inequidades que han provocado un rezago en la comunidad latina en la ciudad de Filadelfia, la urbe con más pobres del país, es el traer los recursos que se necesitan, sin embargo, además de la insuficiencia de estos recursos que deberían de venir del sector público y privado, también hace un exhorto a nuestra propia comunidad.

 “¿Cuántos hispanos hay en la ciudad de Filadelfia? ¿Si esos hispanos contribuyeran también a ayudar a otros hispanos?, pues la cosa sería diferente, sin embargo, la necesidad viene creciendo, porque no solamente vienen ayudando al que llegó aquí hace tiempo, que de repente hasta ni ayuda necesita, pero siguen aprovechándose del sistema. Creo que hay gente nueva entrando, que de verdad necesita la ayuda. Y no te das abasto, tienes que seguir recaudando dinero, pidiéndole dinero a la ciudad, al gobierno, a las organizaciones”. Pero la crisis y los que se sirven de ellas, están en todas partes, por lo que agregó: “El peruano es una persona muy trabajadora y digna, no voy a generalizar en lo absoluto, estoy en la organización de Chester County Food Bank. Ayudando al necesitado. Hay que tener cuidado con estereotipar que solamente las minorías o la gente de color son los que ahora tienen problemas, porque hay un montón de gente blanca que está hasta peor. Entonces ya no es un sistema cultural o racial, es un sistema económico, social que afecta a todo el mundo, no al americano estereotipado”. Compartió.

CAMBIOS QUE TRANSFORMEN

Por último, aunque expresó que le gusta su carrera, el ayudar a los mercados multiculturales, y que a través de la organización a la que pertenece se valore más a los latinos, sabe que hay mucho por hacer para continuar ayudando a nuestra comunidad, y no descarta que en el futuro empiece una nueva carrera, esta vez en la política, pues piensa en grande, y en los beneficios que podría traer a nuestra comunidad en particular.

Hay personas emprendedoras, talentosas, y de buena voluntad, que quieren generar un cambio, transformar, que día con día trabajan aportando, a que como sociedad se logre revertir la historia, el futuro, apoyando y alzando la voz, en una lucha constante, en donde se entretejen vidas, proyectos e ideales, por un bien común, a través de fundaciones, organizaciones, de grupos, y de diversos medios, con la finalidad de retumbar fuerte para beneficio de todos, recordando que hay un camino para llegar a donde queramos llegar, solo es cuestión de intentarlo, y la vida de Miguel es una muestra de ello.

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