Manuel Oliver interpelando al presidente Biden durante la reunion en la Casa Blanca el 11 de Julio, con activistas y sobrevientes de la violencia armada. (Foto: EFE/SHAWN THEW)

Manuel Oliver, luego de la pérdida de su hijo, Joaquín Oliver, -quien fue una de las 17 víctimas mortales de la masacre de Parkland, Florida, en el tiroteo que ocurrió en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas el 14 de febrero de 2018- vertió su dolor buscando un propósito en su irreparable pérdida, y se convirtió en uno de los más relevantes activistas, que junto con su esposa Patricia, a manera de extender la vida de su hijo, ha viajado por toda la Unión Americana y varios países, para lograr el control de armas, en un país donde hay más armas de fuego que habitantes.

Manuel y Patricia estuvieron en Filadelfia, donde asistieron a la invitación de un grupo de venezolanos que estuvieron realizando una serie de eventos durante la semana en la que se celebró su aniversario de independencia. La noche del pasado 7 de julio, acudió a un evento donde dio su testimonio, presentó un impactante video con su hijo, y realizó una enternecedora pintura que será subastada.

Entre una cita y otra, Manuel conversó con Impacto, y fue tajante sobre el problema de moral y ética que hay en torno a los intereses ante el problema de las armas, por lo que hasta ahora ha prevalecido el dinero a las vidas de tantos inocentes, víctimas de la violencia exacerbada que usa indiscriminadamente las armas de fuego, incluida el proliferado uso de armas de asalto.

Marcar la diferencia y modificar la narrativa

Oliver ha estado en la primera línea del activismo por el control de armas, junto con otros activistas, critica el proyecto de ley, argumentando que no va lo suficientemente lejos para evitar tiroteos masivos.

“Hace tiempo que vengo diciendo que al usar las palabras ‘celebración’, juntarnos, es como si fuéramos a una fiesta, a una boda… Y mientras tanto, puedes ver a estas madres en Uvalde que acaban de ver cómo masacraron a sus hijos dentro de una escuela”, dijo Oliver en una entrevista con CNN.

“Realmente desearía que hubiera más en este paquete de proyectos de ley y haré todo lo posible para obtener más en este paquete de proyectos de ley. … Estamos ‘celebrando’ y… no hay espacio para esa palabra”.

Su hijo de 17 años fue acribillado con 4 balas que salieron de un rifle AR-15, en manos de un joven desquiciado de 19 años.

“No hay una palabra que pueda conceptualizar el cambio que tuvo la vida nuestra, es una situación inaceptable, el ser humano no está preparado para eso, no hay nada que nos prepare para la ausencia de un hijo”. Expresó Manuel tras contarnos como ha cambiado su vida, después del asesinato de su hijo. “Joaquín merece ser recordado más que una víctima de un tiroteo, merece ser recordado como un líder, como un activista”.

Manuel compartió como era Joaquín y los ideales que lo caracterizaban “Era un personaje con muchas facetas, todas gratas, era un atleta de primera, sumamente inteligente, era muy gracioso, tenía una magia, puedo pasar horas describiéndolo, aprendí más que a ser su padre, a ser su mejor amigo, era nuestro guía cultural para enseñarnos que estaba bien y que estaba mal”.

Existe una línea de muerte que viene desde Centroamérica relacionada con el tráfico de armas y de drogas, y que mata gente en Filadelfia, y en todas partes de Estados Unidos, la raíz del problema está aquí, donde se construyen las armas y se demandan las drogas. En esta ciudad, como en el resto del país, la violencia armada se ha venido incrementando durante los más recientes años, y las muertes y heridos por bala, en menores de edad en Filadelfia, también han aumentado significativamente. Muchos latinos que huyen de su país, ya se sienten inseguros estando aquí, queriendo regresar a sus países, prefiriendo la pobreza, que la alta inseguridad que ya tenemos aquí; ante estos datos, el también artivista, reaccionó así: “Toda sociedad tiene su eslabón débil, y en este caso la industria de las armas es el de este país, y nosotros podemos cambiarlo, es nuestra tarea, es nuestra labor, y la hacemos a través de comunicadores y otros activistas como nosotros. Nosotros decidimos que esté sería nuestro nuevo país, nuestra nueva nación y a mi hijo le jugó sucio, como venezolano, si eso hubiera pasado en Venezuela, hubiera alzado la voz, hubiera hecho un escándalo, ¿Qué me diferencia ahora que estoy aquí? En Nada hago lo mismo. Alzo la voz”; explicó.

Manuel Oliver ha utilizado sus dotes artísticas para honrar a su hijo Joaquín y para su campaña de activación cívica en para el control de armas. (Foto: Cortesía/Emilio Buitrago)

Manuel ha traspasado las fronteras en muchas dimensiones, representando a muchos latinos en el activismo, sobre lo que se tiene que hacer en este país.

“Esto no es tema que se pueda discutir en un día y luego esperar a que haya otro tiroteo para volver hablar, es como una epidemia, que diariamente está acabando con más de 100 vidas en los Estados Unidos, el país que se hace llamar la potencia mundial. Nosotros tenemos que llevar este tema a la opinión pública a diario, nosotros no paramos, pero también somos los que perdimos al hijo, por ello es la invitación a que más gente se involucre y crear conciencia, esto no se resuelve con una entrevista, esto se resuelve con una activación colectiva a diario” destacó.

(Foto: Cortesía/Emilio Buitrago)
(Foto: Cortesía/Emilio Buitrago)

El trazo de la familia Oliver en Filadelfia

Manuel Oliver mostró un video junto con su hijo Joaquín cuando vino por última vez a Filadelfia antes de ser asesinado en Parkland, Florida.

El mensaje fue poderoso, desgarrador y alentador para continuar la lucha contra la violencia armada.  No pude contener las lágrimas cuando Manuel mostró el video casero de Joaquín corriendo por los famosos escalones del Museo de Arte con el tema musical de Rocky de fondo… Independientemente del tipo de violencia con armas de fuego, una masacre en una escuela que acaba con la vida de muchas personas, un crimen o robo, violencia doméstica o cualquier otra cosa en la que se use indebidamente un arma para dañar a alguien, debe detenerse.

Como dijo Manuel: “Nosotros no empezamos esta pelea, estamos contraatacando”. Considere hacer una donación a Change the Ref y/o a CeaseFirePA.

Emilio Buitrago

SIN REPARO Y CON UN CLARO OBJETIVO

En su incansable peregrinaje con su esposa, el pasado 11 de julio, Manuel acudió a la invitación de la Casa Blanca para asistir a la celebración de la firma de una ley sobre control de armas, pactada entre demócratas y republicanos,

En el evento interrumpió al presidente de Estados Unidos, Joe Biden; Manuel se levantó entre el público para reprochar al mandatario que la iniciativa es insuficiente para acabar con la violencia relacionada con las armas.

«Siéntese. Escuche lo que tengo que decir. Deje que acabe mi discurso», respondió el mandatario desde el atril, pero ante la insistencia de Oliver, los servicios de seguridad lo acabaron expulsando del acto.

Biden defendió que la nueva ley, fruto de un acuerdo de mínimos entre demócratas y republicanos, «supone un progreso real» y «salvará vidas», pero admitió que «todavía queda mucho por hacer».

En ese sentido, el presidente hizo un llamamiento a prohibir la venta a civiles de los rifles de asalto, usados habitualmente en los tiroteos masivos, y prometió «no parar» hasta lograrlo.

Otra de las peticiones es que se aumente la edad para poder comprarlas, de los 18 años a los 21, considerando que muchos de los tiradores en masa, sobre todo recientemente, han sido menores de 21.

Posteriormente, en una rueda de prensa frente a la Casa Blanca junto a otros familiares de víctimas de tiroteos, Oliver dijo que Biden, por quien votó en 2020, «puede hacer más» contra las armas.

«¿Qué otra opción tenía? ¿Qué se supone que tenía que hacer yo aquí (en el evento)? ¿Escuchar un paquete de medidas que no soluciona el problema?», expresó sobre su interrupción al presidente.

El tiroteo del 24 de mayo en el colegio de Uvalde (Texas), en el que murieron 19 niños y 2 profesoras, reabrió el debate de la posesión de armas en el país, donde los demócratas apuestan por un mayor control en su comercialización, algo a lo que se oponen los republicanos, muchos de ellos patrocinados y aliados de la Asociación Nacional del Rifle.

Ambos partidos aprobaron en junio en el Congreso una nueva ley de control de armas que no tiene un gran impacto, pero que es considerada la mayor iniciativa de este tipo en tres décadas.

La ley incluye una revisión del proceso de compra de armas para los menores de 21 años y extiende a todo el país las llamadas leyes de «alerta de peligro» («Red Flag»), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.

Además, busca acabar con lo que se conoce como «el vacío legal del novio», por el que hasta ahora, si alguien es acusado de violencia doméstica sin estar casado, se le permite seguir teniendo armas en propiedad, algo que no ocurre en el caso de las personas casadas.

También incluye millonarios fondos para recursos de salud mental y para reforzar la seguridad en las escuelas, dos aspectos en los que insisten los defensores de las armas cada vez que hay un tiroteo en EE. UU.

El suceso de Uvalde del pasado 24 de mayo estuvo precedido por otro tiroteo masivo en un supermercado de Búfalo (Nueva York), esta vez por motivos racistas, en el que un joven blanco asesinó a diez personas, y seguido por la otra matanza del pasado 4 de julio, durante el desfile del Día de la Independencia en Highland Park, una localidad al norte de Chicago, donde un hombre disparó varias rondas de munición contra los asistentes, matando a 7 de ellos e hiriendo a otros 39, uno de ellos un niño que sigue grave y está paralizado a causa de las heridas.

Joaquin Oliver resucitó digitalmente en una nueva iniciativa de votación https://www.youtube.com/watch?v=awg0Hvl1rSw

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