Noé Jacinto presentó su exposición Entre Máscaras y Sonidos en Filadelfia. (Foto: Suministrada)

El arte se convierte en un puente cuando logra transmitir la esencia de una comunidad. Así lo demuestra el pintor oaxaqueño Noé Jacinto, quien presentó recientemente en Filadelfia su exposición individual “Entre Máscaras y Sonidos”. Aunque radica en México, la entrevista con Impacto ocurrió mientras el artista se encontraba en Washington D. C., donde coordinaba su próxima muestra en el Centro Cultural Mexicano. Sobre este nuevo proyecto comentó: “Acabo de tener una reunión para plantear mi próxima exposición individual aquí”.

Una exposición creada en Estados Unidos

La muestra presentada en el Consulado Mexicano de Filadelfia fue concebida durante una estancia de cinco meses en el país. El artista explicó que todo el proceso creativo ocurrió aquí:
“La muestra fue pensada y hecha en Estados Unidos. Estuve viviendo cinco meses acá y produje toda la obra para esta colección”.
Inaugurada el 6 de agosto y clausurada el 28 de octubre, la exposición reunió 13 pinturas originales que reflejan su identidad y la riqueza cultural de su comunidad sin olvidar su esencia de la celebración del Día de los muertos.

Oaxaca como inspiración

Para Jacinto, esta exposición tiene un profundo significado personal. Él mismo lo describe así:
“Fue algo muy significativo porque habla de México, de Oaxaca, que es mi estado, y también de mi pueblo”.
El artista creció rodeado de danza, música y celebraciones tradicionales porque su pueblo se distingue por su vibrante carnaval, festividad que ha marcado su vida desde la infancia.
“El Carnaval es nuestra máxima fiesta. Hay mucho color, movimiento y música. Yo soy danzante desde muy pequeño y los papalotes no pueden faltar”.

Noé Jacinto presentó su exposición Entre Máscaras y Sonidos en Filadelfia. (Foto: Suministrada)

La fuerza del color y la música

La colección Entre Máscaras y Sonidos toma su nombre del corazón de estas tradiciones.
Su obra, caracterizada por un estilo cubista y geométrico, incorpora una paleta intensa que refleja la energía cultural de su comunidad. Desde niño convivió con la música gracias a su familia:
“En mi familia hay músicos; mi padre, mi madre y mi abuelo tocan la guitarra.”
Todo ello influyó directamente en el desarrollo de esta exposición.

El origen de la colección

La primera pieza creada, Carnaval de Pinotepa de Don Luis, dio nacimiento al concepto completo. A partir de ella, el artista desarrolló las demás pinturas, manteniendo una línea visual que celebra el movimiento y la identidad oaxaqueña.

Un trabajo inspirador

Al preguntarle si considera esta exposición como una propuesta inspiradora, su respuesta es clara: “Claro”.
Además, representa un regalo cultural para la comunidad hispana de Filadelfia, a la que agradece profundamente, especialmente ahora que forma parte de la exposición colectiva Migrantes del Mictlán.

El artista cerró con un mensaje inspirador: “Permítanles a los niños conocer el arte y desarrollarlo; eso es lo que necesitamos para que el arte siga creciendo a nivel mundial”.

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