Fotografía de archivo de pastillas de metanfetaminas incautadas. (Foto: EFE/Juan Ignacio Mazzoni)
Los Ángeles, EE. UU.- Las muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos fueron superiores a 100.000 en el período de 12 meses que finalizó en abril pasado, lo que constituye una cifra sin precedentes, según datos oficiales publicados este miércoles.
De acuerdo a los datos provisionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), se estima que hubo 100.306 muertes por sobredosis en todo el país durante esos 12 meses, en comparación con las 78.056 reportadas durante el mismo período el año anterior, lo que supone un aumento del 28,5 %.
Los opiáceos sintéticos, especialmente el fentanilo, continuaron siendo el motivo principal de fallecimientos por sobredosis, ya que causaron casi dos tercios (64 %) de todos esos decesos, lo que significa un incremento del 49 % comparado con el año anterior.
Los CDC indican que el fentanilo es cincuenta veces más fuerte que la morfina y la heroína, y a menudo se vende ilegalmente por tener unos efectos similares a los de la heroína.
Estas cifras muestran que las muertes por sobredosis de metanfetamina y otros psicoestimulantes también crecieron significativamente, un 48% más en el año que terminó en abril de 2021 en comparación con el año anterior.
Los fallecimientos por cocaína y analgésicos recetados también subieron respecto al año anterior, pero no tan drásticamente.
Tras conocer esos datos, el presidente estadounidense, Joe Biden, se comprometió en un comunicado a «hacer todo lo que esté al alcance para abordar las adicciones y poner fin a la epidemia de sobredosis por drogas».
«Estamos fortaleciendo la prevención, promoviendo la reducción de daños, ampliando el tratamiento y apoyando a las personas en recuperación, así como reduciendo el suministro de sustancias nocivas en nuestras comunidades. Y no nos detendremos», aseguró Biden.
En esa nota, el mandatario subrayó que su Administración ha asignado 4.000 millones de dólares a través del Plan de Rescate Estadounidense -el paquete de estímulo de 1,9 billones aprobado por el Congreso en marzo pasado- para fortalecer y expandir los servicios para el trastorno por uso de sustancias y la salud mental.
Fotografía de archivo fechada el 6 de enero de 2021 que muestra a seguidores de Donald Trump mientras irrumpen en el Capitolio de los Estados Unidos durante unas protestas, en Washington (Estados Unidos). (Foto: EFE/ Jim Lo Scalzo)
Washington, EE.UU.– Jacob Chansley, el hombre que participó en el asalto al Capitolio de Estados Unidos disfrazado de bisonte, fue condenado este miércoles a 41 meses de prisión -tres años y cinco meses de cárcel- en un tribunal federal del país.
«Lo que usted hizo fue terrible», afirmó este miércoles el juez Royce Lamberth, de una corte federal del Distrito de Columbia durante la vista para leer la sentencia.
Pese a opinar que los remordimientos expresados por Chansley son genuinos, Lamberth subrayó que el delito cometido por el conocido en EE.UU. como el «chamán de QAnon» es tan «grave» que no justifica una sentencia menor.
En la audiencia, Chansley le dijo al juez que se equivocó al entrar en el Capitolio. «No tengo excusas», indicó este hombre, quien agregó que su comportamiento de ese día es «indefendible».
En septiembre, Chansley, oriundo de Arizona, se declaró culpable por el cargo de haber obstruido un procedimiento oficial durante una sesión del Congreso el pasado 6 de enero, cuando tuvo lugar el asalto al Capitolio.
Mediante dicha declaración de culpabilidad, que formó parte de un acuerdo con la Fiscalía, Chansley aceptó una pena recomendada de entre 41 y 51 meses de prisión, aunque se le descontará el tiempo que lleva en la cárcel desde el 9 de enero pasado.
Chansley, un adepto a las teorías conspirativas del movimiento Qanon, se convirtió en el asaltante más mediático del Capitolio ya que lo hizo disfrazado de bisonte y llegó a sentarse en la silla del presidente del Senado.
Fue detenido tres días después y desde entonces ha permanecido entre rejas, aunque el interés mediático siguió activo por él después de exigir que le ofrecieran comida orgánica en la cárcel y negarse a comer durante nueve días hasta lograrlo.
La Fiscalía había solicitado una sentencia para Chansley de 51 meses de prisión.
Durante la vista de este miércoles, el fiscal mostró un vídeo del acusado gritando dentro de la sede del Congreso e insultando a los legisladores.
El Departamento de Justicia sostiene que Chansley fue una de las primeras 30 personas que entraron en el Capitolio, y que luego fueron seguidas por cientos.
La turba de seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021) logró interrumpir durante unas horas la sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso que se celebraba ese día para ratificar la victoria en los comicios de noviembre de 2020 del demócrata Joe Biden.
Hasta ahora, más de 600 personas han sido imputadas en tribunales federales por el asalto al Capitolio.
La sentencia contra Chansley sigue a la dictada la semana pasada por el mismo juez contra un hombre que golpeó a un policía durante el asalto al Capitolio, quien también fue condenado a 3 años y 5 meses de prisión.
Estas dos son las penas más altas ordenadas hasta el momento contra imputados por ese suceso.
Vista de la calle 23 en el barrio Vedado, en La Habana (Cuba). (Foto: EFE/Ernesto Mastrascusa)
Washington, EE.UU.- El «régimen» cubano «tiene miedo de escuchar la voz de su propio pueblo», aseguró este martes el responsable de Latinoamérica en el Departamento de Estado de EE.UU., Brian Nichols, sobre el fuerte dispositivo policial desplegado por las autoridades cubanas con el que sofocó la protesta pacífica convocada para el lunes.
Nichols comentó así la marcha disidente organizada el 15 de noviembre en la isla, que al final no tuvo seguimiento por la detención de opositores y bloqueos en las casas de activistas y periodistas independientes, ante el subcomité del Hemisferio Occidental del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU.
«Es una señal clara de que el régimen cubano tiene miedo de la voz de su propia gente y de sus intentos para reprimir sus deseos legítimos de democracia y marcar su propio futuro», señaló el funcionario estadounidense, en su primera comparecencia ante el Congreso desde que fue confirmado como encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado.
Nichols subrayó que «las autoridades cubanas arrestaron, bloquearon y hospitalizaron a activistas en toda la isla», e «intentaron bloquear el acceso a internet a algunas personas, así como a redes y áreas específicas».
Preguntado por las acciones adoptadas por Washington contra La Habana, el diplomático estadounidense dijo que, desde las protestas de julio pasado en la isla caribeña, EE.UU. ha impuesto «cuatro rondas de sanciones» contra las autoridades cubanas implicadas en la represión.
«Continuaremos buscando oportunidades para enviar muestras concretas de apoyo al pueblo cubano», agregó, sin ofrecer más detalles.
Activistas y organizaciones denunciaron en la isla caribeña este martes detenciones, arrestos domiciliarios e intimidaciones por parte de las autoridades cubanas para impedir la marcha disidente del 15 de noviembre.
Archipiélago, el grupo de activistas que convocó la protesta, aseguró en un comunicado que han registrado «más de 100 activistas sitiados, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, actos de repudio, violencia, amenazas, coacción y discursos de odio».
Por su parte, el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó de «operación fallida» la convocatoria de la marcha que había sido declarada ilegal por el Gobierno.
Rodríguez reiteró su acusación al Gobierno de EE.UU. de haber orquestado la campaña a favor de la Marcha Cívica por el Cambio, una iniciativa creada por un grupo de jóvenes cubanos descontentos con el sistema de partido único y economía centralizada vigente desde hace seis décadas.
Previamente, el Gobierno cubano retiró el pasado sábado, horas antes del inicio de las protestas, las acreditaciones a todos los periodistas y gráficos de la Agencia Efe en la isla sin explicar motivos ni aclarar si se trataba de una medida temporal o permanente, aunque horas después se las devolvió a dos de ellos.
Una pantalla transmite una reunión virtual entre los presidentes de EE. UU., Joe Biden, y China, Xi Jinping, en un restaurante de Beijing el 15 de noviembre de 2021. (Foto: VOA)
La videollamada duró casi cuatro horas. Ambos líderes buscaron rebajar las tensiones de los últimos meses entre las dos superpotencias.
Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y China, Xi Jinping, conversaron el lunes de manera virtual sobre asuntos de interés común y otros temas de importancia.
Los puntos relevantes fueron los siguientes:
Competidores que se comunican
Biden y Xi hablaron públicamente por igual sobre la necesidad de que sus gobiernos sean abiertos y honestos entre sí.
Biden dijo que ambos líderes tienen una responsabilidad “de asegurar que la competencia” entre los dos países “no se desvíe hacia un conflicto, ya sea intencionado o no intencionado. Simplemente una competencia regular”.
Xi expresó que las dos naciones “deben respetarse entre sí, coexistir en paz y buscar la cooperación en beneficio mutuo”.
Áreas de cooperación
Como Estados Unidos y China son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en su condición de ser las dos mayores economías del mundo, Biden y Xi señalaron que hay áreas importantes de interés común.
“Me parece que necesitamos establecer algunas protecciones, para ser claros y honestos cuando discrepamos, y trabajar juntos donde confluyen nuestros intereses, especialmente en temas globales vitales como el cambio climático”, dijo Biden.
Xi dijo que una relación estable “es necesaria para avanzar el desarrollo de cada país y proteger un entorno internacional pacífico y estable, incluyendo encontrar respuestas efectivas a retos globales como el cambio climático (…) y la pandemia del COVID”.
Una diversidad de tópicos
La Casa Blanca dijo que la reunión incluyó una discusión de las prácticas de derechos humanos de China en Xinjiang, el Tíbet y Hong Kong, y también sobre la libertad de navegación marítima y la necesidad de proteger a los trabajadores y empresas de EE. UU. de las “injustas prácticas comerciales y económicas” de China.
El comunicado agregó que en relación a Taiwán, Biden “subrayó que Estados Unidos sigue comprometido con la política de una sola China”, pero también se “opone fuertemente a los esfuerzos unilaterales para cambiar la situación o socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Formosa”.
EE. UU. reitera los beneficios del encuentro
El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, proyectó este martes en un seminario web de Brookings Institution la forma en que Estados Unidos y China abordarán la visión de Biden y Xi Jinping.
«Ustedes verán en múltiples niveles una intensificación del acercamiento para asegurar que haya protecciones alrededor de esta competencia con el fin de que no degenere en un conflicto”, dijo Sullivan.
Policías cubanos caminan por el Paseo del Prado en La Habana el 15 de noviembre de 2021 como parte de una movilización de las autoridades para impedir una anunciada protesta de la oposición. (Foto: VOA)
El Gobierno cubano había prohibido una marcha planeada para el 15 de noviembre con acusaciones de que era parte de un plan intervencionista de Estados Unidos.
La policía cubana se desplazó en grandes números en La Habana el lunes para impedir una manifestación convocada para horas de la tarde. También arrestó a organizadores y rodeó las casas de activistas y periodistas independientes para asegurar que no asistieran. La demostración de fuerza silenció el evento.
El Gobierno presidido por Miguel Díaz-Canel había prohibido la marcha con acusaciones de que era parte de un plan intervencionista de Estados Unidos. Washington lo desmintió, pero la fiscalía cubana advirtió que quienes trataran de manifestarse serían encarcelados.
A continuación algunos detalles sobre la manifestación fallida y la respuesta del gobierno.
¿Quién organizó la protesta?
Un grupo de Facebook llamado Archipiélago, dirigido por el dramaturgo de 39 años Yunior García Aguilera, planeó la protesta del lunes. El grupo pidió un permiso oficial para la marcha en septiembre, pero le fue negado de plano. Archipiélago dice que tiene 35.000 seguidores, más de la mitad en Cuba.
¿Qué pedían los organizadores de la protesta?
Los planificadores de la manifestación pedían más libertades y la liberación de los presos políticos, especialmente los detenidos durante las protestas del 11 de julio. Los organizadores denuncian que cientos de manifestantes arrestados en julio aún permanecen en las cárceles.
¿Por qué Cuba prohibió la protesta?
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, describió la protesta como una “operación desestabilizadora concebida en Washington” y el gobierno dijo que no toleraría lo que denominó como actos “contrarrevolucionarios” y “terroristas”.
Vehículos de la policía recorren calles de La Habana, Cuba, el 15 de noviembre de 2021, después de haber sido movilizados para impedir una manifestación anunciada por opositores. (Foto: VOA)
¿Quiénes fueron arrestados?
Las autoridades cubanas arrestaron a varios conocidos disidentes horas antes de la planeada manifestación. La Agencia de Prensa Francesa reportó que entre los arrestados estuvieron el opositor Manuel Cuesta Morúa; la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su esposo Ángel Moya.
¿Qué dijo Estados Unidos?
El secretario de Estado, Antony Blinken, expresó en una declaración el domingo: “Llamamos al gobierno de Cuba a respetar los derechos de los cubanos, permitiéndoles reunirse pacíficamente y usar sus voces sin temor a represalias o violencia del gobierno, y mantener abiertas las líneas de internet y telecomunicaciones para el intercambio libre de información”.
La Casa Blanca achacó a la “intimidación” por parte del gobierno cubano la escasa participación en la jornada de protestas convocada en la isla por grupos opositores para el lunes.
«Ante las pacíficas protestas planeadas para hoy, el régimen cubano desplegó, como era predecible, el abanico de las duras condenas de prisión, los arrestos esporádicos y las tácticas de intimidación, todo en un intento por silenciar la voz del pueblo cubano según claman por cambios», señaló el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jack Sullivan, en un comunicado.
Sullivan reconoció «el valor» de aquellos cubanos que, a pesar de todo, optaron por salir a las calles, lo cual contrastó con «las acciones del régimen cubano». Sostuvo que el gobierno comunista «falló en el respeto de los derechos civiles y políticos enumerados en la Declaración de Derechos Humanos».
¿Hubo protestas fuera de Cuba?
Partidarios y simpatizantes de la oposición cubana organizaron protestas el domingo y el lunes en varias ciudades y países del mundo, como Miami, España, Colombia, Chile y Canadá.
¿Qué sucedió en las protestas en Cuba en julio?
La policía y unidades militares salieron a reprimir a manifestantes pacíficos que protestaron por sus problemas económicos y demandaron más libertades políticas. Miles fueron arrestados y muchos de ellos aún enfrentan cargos en las cortes.
El presidente estadounidense Joe Biden, rodeado de legisladores, firma la Ley bipartidista de empleo e inversión en infraestructura en el jardín sur de la Casa Blanca en Washington, DC, EE. UU., 15 de noviembre de 2021. (Foto: EFE/JIM LO SCALZO)
Washington, EE.UU.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este lunes un histórico plan de infraestructuras, por valor de 1,2 billones de dólares, que permitirá la mayor modernización del país en más de una década y supone una victoria para el mandatario a la hora de materializar su agenda económica.
Biden esperó diez días para estampar su rúbrica en la ley después de que fuera aprobada definitivamente por el Congreso el pasado 5 de noviembre; y para celebrarlo se rodeó de legisladores demócratas y republicanos, así como de gobernadores, alcaldes y de líderes sindicales.
El mandatario se presentó pletórico en la ceremonia en el jardín de la Casa Blanca, donde unas 800 personas presenciaron un discurso en el que Biden bromeó en varias ocasiones.
Antes de la firma, el mandatario auguró que la ley «modernizará los puertos, los aeropuertos, el ferrocarril de mercancías… para facilitar que las compañías lleven bienes al mercado y reducir los atascos en la cadena de suministros».
Agregó que ayudará también a crear una mayor «resiliencia» frente a la sequía, los incendios y los huracanes.
UN PUNTO DE INFLEXIÓN PARA COMPETIR CON CHINA
El presidente aseguró que el plan «no deja a nadie atrás» y afirmó que supone un «punto de inflexión» a la hora de competir con China.
«Nos estamos actualizando, nuestra infraestructura solía ser la mejor del mundo —indicó—. Por ejemplo, gracias a esta ley el próximo año será el primero en 20 años que la inversión en infraestructuras de EE.UU. crecerá más rápido que la de China».
La ley contempla 550.000 millones de dólares en nuevas inversiones en infraestructuras en los próximos 5 años, además de 65.000 millones de dólares para mejorar la banda ancha y 7.500 millones dólares para crear una red de estaciones de recarga de coches eléctricos, entre otras partidas.
La Cámara Baja aprobó el proyecto el pasado 5 de noviembre con 228 votos a favor y 206 en contra, con 13 republicanos apoyando la legislación junto a los demócratas, que controlan este hemiciclo.
Esa votación puso punto final a meses de negociaciones entre los legisladores, después de que fuera aprobada en agosto en el Senado.
Pese a que la Casa Blanca la está publicitando como ley bipartidista, el plan ha suscitado profundas divisiones en Washington, donde los 13 republicanos que votaron a favor del paquete han tenido que hacer frente a la ira de un sector de su partido e incluso a amenazas de muerte.
En sus palabras de este lunes, Biden subrayó, no obstante, que esta ley es «prueba» de que ambos partidos, el Demócrata y el Republicano, pueden lograr resultados cuando trabajan juntos.
«Podemos tener resultados reales para la gente real y estamos dando un paso monumental hacia adelante para reconstruir mejor como nación», remarcó el mandatario.
A grandes rasgos la legislación contempla 312.000 millones de dólares para remozar la red de transportes, con 109.000 millones de dólares para carreteras y puentes, 66.000 millones dólares para ferrocarriles de pasajeros y de mercancías, 25.000 millones de dólares para aeropuertos, y 15.000 millones de dólares para vehículos y autobuses eléctricos.
Asimismo, recoge 260.000 millones de dólares en lo que denomina otras infraestructuras, con 65.000 millones para afrontar las lagunas en la banda ancha, otros 73.000 millones de dólares para renovar la red eléctrica y 55.000 millones de dólares para saneamientos.
El presidente estadounidense Joe Biden, rodeado de legisladores, firma la Ley bipartidista de empleo e inversión en infraestructura en el jardín sur de la Casa Blanca en Washington, DC, EE. UU., 15 de noviembre de 2021. (Foto: EFE/JIM LO SCALZO)
«ALGO HISTÓRICO DE VERDAD»
Biden consideró que la mayor parte de este plan supone «algo histórico de verdad»: «Me postulé a presidente creyendo que ya era hora de reconstruir la espina dorsal de esta nación que caracterizo como gente trabajadora de la clase media».
Esas personas «son quienes construyen el país, y para reconstruir la economía desde abajo y desde el centro afuera, esta ley trae una promesa esperada desde hace tiempo, bajo mi punto de vista: crea mejores trabajos para millones de estadounidenses», dijo el mandatario.
Antes de la firma del texto, la Casa Blanca anunció la creación de un grupo de trabajo especial para supervisar cómo se gastan los fondos de este programa.
Según un comunicado del Gobierno, entre las misiones de ese grupo figuran el gasto «eficiente» de los fondos públicos para aumentar la competitividad de EE.UU. y crear puestos con buenos salarios para millones de estadounidenses, coordinándose con los Gobiernos estatales y locales.
Previo a Biden, hablaron en la ceremonia la vicepresidenta Kamala Harris, los presidentes de la Cámara Baja y del Senado, los demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer, y los senadores Kyrsten Sinema (demócrata) y Rob Portman (republicano); estos últimos dos de los principales negociadores del paquete.
Tras sacar adelante esta ley, el siguiente reto para Biden será aprobar su plan de gasto social de 1,75 billones de dólares, que los demócratas quieren sacar adelante en el Senado, sin el apoyo de los republicanos, con lo que no pueden permitirse ninguna deserción.
Fotografía de archivo que muestra un recipiente de la vacuna de los laboratorios Pfizer/BioNTech contra la covid-19 en San Juan (Puerto Rico). (Foto: EFE/Thais Llorca)
San Juan, Puerto Rico.- Las empresas en Puerto Rico con 50 o más empleados estarán obligadas a requerir a aquellos que trabajen de forma presencial pruebas de vacunación contra la covid-19, anunció este lunes el gobernador, Pedro Pierluisi.
El jefe del Ejecutivo anunció una nueva orden ejecutiva, que entra en vigor hoy mismo y que obliga además a la vacunación de menores de entre 5 a 11 años.
«Dado que durante la pandemia se ha comprobado que los casos tienen una tendencia a surgir en ondas es posible un aumento en cualquier momento. Por eso seguiremos fomentando la vacunación para asegurar que mantenemos a nuestra población protegida», sostuvo en conferencia de prensa.
Pierluisi agregó que «en aras de evitar aumentos significativos y ante las festividades que se aproximan es necesario mantener ciertas medidas e incluir otras acciones afirmativas en sectores más vulnerables para así mantener las bajas tendencias que nos han hecho ser un ejemplo para otras jurisdicciones».
LA MASCARILLA SE MANTIENE EN ACTIVIDADES DE 50 PERSONAS
Como parte de la nueva orden ejecutiva, y como medida cautelar, se mantiene el uso de mascarilla en actividades con 50 personas o más al aire libre y se recomienda en lugares turísticos en áreas urbanas donde haya aglomeraciones.
Este requisito de mascarilla no incluye playas ni balnearios.
El Departamento de Salud también podrá exigir el uso de mascarillas en otros escenarios que determine adecuado.
Además, se sigue exigiendo el uso de mascarilla en lugares cerrados como hasta el momento, mientras que para reuniones privadas de 20 personas o menos, en las cuales todos están vacunados, la mascarilla será recomendada pero no obligatoria.
En cuanto a actividades multitudinarias en lugares cerrados se mantiene que todas las personas deberán estar vacunadas para que el establecimiento tenga un 100 % de ocupación, mientras que para los establecimientos que soliciten la prueba negativa, el aforo se limitará al 50 % de ocupación.
NIÑOS DE 5 A 11 AÑOS PODRÁN ASISTIR A EVENTOS MULTITUDINARIOS
En el caso de los menores de 5 a 11 años, podrán asistir a eventos multitudinarios en lugares cerrados hasta el 31 de enero de 2022 con un resultado de prueba negativa a la covid-19 realizada 72 horas antes de acceder al establecimiento.
A partir del 1 de febrero de 2022, estos menores se regirán por las disposiciones que aplican a los adultos.
Las disposiciones anteriores no aplicarán a menores de 5 años, quienes no podrán asistir a estos eventos salvo por una dispensa del Departamento de Salud.
Las disposiciones anteriores no aplicarán a eventos públicos o religiosos en los que se brinden servicios gubernamentales o medie dispensa del Departamento de Salud.
MASCARILLA EN AGLOMERACIONES DE 500 PERSONAS O MÁS
Para actividades en lugares abiertos con aglomeraciones de 500 personas o más deberán exigir uso de mascarilla y los organizadores deben coordinar los protocolos necesarios con el Departamento de Salud.
Para actividades al aire libre de menos de 500 personas se sigue requiriendo el uso de mascarilla en todo momento.
En cuanto a los empleados públicos o contratistas, la nueva orden también incluirá a los trabajadores municipales, quienes tendrán 45 días para cumplir con la vacunación completa, ya sea con una de las vacunas autorizadas por la Administración de Alimentos o Medicamentos (FDA, en inglés) o alguna de las listadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los empleados públicos tendrán tres opciones: vacuna, resultado negativo o resultado positivo con documento que acredite su recuperación.
Los empleados no vacunados deberán presentar a sus patronos pruebas negativas a la covid-19 cada siete días.
La familia Miranda al salir de la escuela preparatoria de North Penn después de ser vacunados los niños.
El pasado domingo 7 de noviembre el matrimonio Miranda asistió a la escuela preparatoria de North Penn en el condado de Montgomery para que sus hijos de 6 y 11 años fueran unos de los más de 1000 niños vacunados durante el fin de semana.
La familia se trasladó desde México a la ciudad de Filadelfia para conseguir una vacuna para los niños.
Durante la pandemia del 2020, ambos padres se contagiaron de COVID 19, dejando serias secuelas para ambos, en especial para la madre, quien aún se encuentra bajo tratamiento médico. Al repuntar los casos de contagio en la Ciudad de México por el coronavirus, los padres temían por que los menores se fueran a contagiar y a enfermar gravemente. Así que cuando se enteraron de que la vacuna de Pfizer había sido autorizada en Estados Unidos para su uso de emergencia en niños de 5 a 11 años, no lo dudaron y realizaron el viaje empleando para ello parte de sus ahorros.
“Primeramente, me sentí muy agradecido con mis amigos que viven cerca de Filadelfia porque me ayudaron a conseguir una cita para vacunar a mis hijos”, dijo el Sr, Miranda, quien es médico de profesión. “Sentí mucha emoción de ver cómo el personal de vacunación se preparó para recibir a los niños. Me emocioné hasta las lágrimas de ver lo bien que trataron a mis hijos, y finalmente que fueran vacunados”, nos dijo el padre de familia.
También nos comentó que definitivamente esto no es la realidad de lo que pasa en todo el mundo, ya que, debido a la situación política que se vive en su país ha sido muy difícil asegurar la vacunación para los adultos, y mucho más, esperar que los niños puedan ser vacunados. Le resulta increíble saber que haya gente en esta nación que, aun teniendo los recursos, no quiera vacunar a sus menores.
En tanto, la Sra. Miranda, agradeció la oportunidad de que sus hijos hayan sido vacunados, y lamenta que haya tantos chiquitos en México que no tendrán ese beneficio.
Al salir del recinto, los papás se mostraban felices y los niños tranquilos con un dulce en la mano. La niña de 6 años mencionó emocionada que había visto a Superman dentro de la escuela, y que después de que le pusieron la inyección la pasaron a un lugar con sillas, donde había un mago haciendo trucos con un sombrero mientras esperaba junto con sus papás. En tanto el niño de 11 años, dijo que se sentía orgulloso porque se había portado valiente, que la vacuna no le dolió y que la enfermera fue muy amable con él.
Finalmente, el Sr. Miranda espera que el gobierno de su país como el de muchos otros en Latinoamérica se “pongan las pilas” para asegurar la salud de sus ciudadanos. “Recordemos que la vacunación es un derecho universal, y que después de la potabilización del agua, las vacunas han sido una de las intervenciones más eficientes en términos de salud pública. La vacunación salva vidas”, concluyó.
EN FILADELFIA
Desde la semana pasada, todos los residentes de cinco años o más son elegibles para vacunarse en Filadelfia. La Ciudad comenzará a informar las tasas de vacunación para todos los residentes elegibles de cinco años o más en las próximas semanas. Entre los residentes de Filadelfia elegibles de 12 años o más, el 67,9 por ciento está completamente vacunado y el 83,2 por ciento ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19.
Los niños de 11 años en adelante pueden recibir la vacuna, aun sin el consentimiento de sus padres.
Debido a la dificultad para recibir datos sobre las vacunas administradas en otras jurisdicciones y las demoras en el envío de datos por parte de los aliados de vacunación, el Departamento de Salud anunció que no podrá proporcionar los recuentos de las administraciones de la vacuna pediátrica COVID esta semana. Actualmente, el Departamento de Salud planea actualizar el Panel de Vacunas COVID y publicar los primeros conteos de administraciones de vacunas pediátricas durante la semana del 15 de noviembre.
Más información en phila.gov/covid-19 y la línea de ayuda COVID-19 1 (800) 722-7112
EN ESTADOS UNIDOS
Unos 900.000 niños de entre 5 y 11 años recibieron la primera dosis durante la primera semana, del programa de inmunización. La Casa Blanca rueda de prensa en la que matizó que estos cálculos son conservadores.
El pasado 2 de noviembre, la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walenksy, estampó su firma para autorizar de forma definitiva la vacuna de vacuna Pfizer/BioNTech para ese grupo de edad.
En total, la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, espera establecer unos 20.000 lugares de vacunación específicos para niños, que empezarán a funcionar «a pleno rendimiento» en los próximos días, según Zients.
De acuerdo con datos de los CDC, desde el comienzo de la pandemia se han registrado 2 millones de casos de COVID-19 entre menores de entre 5 y 11 años, 8.300 hospitalizaciones y 94 muertes.
5.000 casos de niños de esas edades han sufrido un síndrome inflamatorio multisistémico, que supone la inflamación de varios órganos y que es una complicación derivada de la COVID-19.
Fotografía de archivo en la que se observa la sede del festival de música Astroworld en Houston, Texas, EE.UU. (Foto: EFE/Ken Murray)
Washington, EE.UU.- Un niño de 9 años se convirtió en el décimo fallecido en la tragedia ocurrida hace diez días en un concierto del rapero Travis Scott, en el festival de música Astroworld en Houston (Texas, EE.UU.), donde decenas de personas fueron arrolladas y quedaron atrapadas en medio de una multitud.
Ezra Blount, de 9 años, murió la noche del domingo en un hospital de Houston, según confirmó esta madrugada el alcalde de Houston, Sylvester Turner, en su cuenta de Twitter.
«Nuestra ciudad reza esta noche por su madre, su padre, abuelos, familiares y compañeros de clase. Necesitarán todo nuestro apoyo en los meses y años por delante. Que Dios les dé fuerza», señaló Turner.
Blount se encontraba en coma inducido tras haber sufrido graves daños en órganos vitales cuando fue arrollado por la muchedumbre en el concierto.
El niño es la víctima más joven de la tragedia, que se ha cobrado la vida de otras nueve personas.
El pasado viernes 5 de noviembre unas 50.000 personas acudieron al complejo deportivo NRG Park para disfrutar de un concierto de Scott, originario de Houston y quien en 2018 lanzó un álbum llamado Astroworld y fundó el festival de música del mismo nombre.
Sobre lo ocurrido esa noche, el jefe de bomberos de Houston, Sam Peña, indicó que hacia las 21.15 hora local (02.15 GMT del sábado) la multitud, compuesta especialmente por jóvenes, empezó a empujar en dirección al escenario, sin que se haya aclarado los motivos.
La avalancha de gente desató el pánico, provocó peleas entre los asistentes y algunos perdieron el conocimiento.
A raíz de lo ocurrido, se han presentado al menos 58 demandas civiles ante el Tribunal del Distrito de Harris, en Texas.
Cindy Johnson cree que su esposo, Steven, contrajo covid de un miembro del personal en el Blake Medical Center, en Bradenton, Florida, en noviembre de 2020. Johnson le pidió a un médico que atiende pacientes en el hospital: por favor, quite el gran letrero que dice “ABIERTO Y SEGURO”. (FOTO: CINDY JOHNSON)
Ingresaron a hospitales con infartos, insuficiencia renal o por crisis psiquiátricas.
Se fueron con covid-19, si es que se fueron.
Más de 10,000 pacientes fueron diagnosticados con covid en hospitales de los Estados Unidos el año pasado, después de ser admitidos por otra causa, según registros federales y estatales analizados exclusivamente para KHN.
Pero, de hecho, el número es un recuento insuficiente, ya que incluye principalmente a pacientes de 65 años o más, además de pacientes de California y Florida de todas las edades.
Sin embargo, entre los posibles escenarios que pueden salir mal en un hospital, es una cifra catastrófica: alrededor del 21% de los pacientes que contrajeron covid en el hospital de abril a septiembre del año pasado murieron, según muestran los datos. En contraste, casi el 8% de otros pacientes de Medicare murieron en el hospital en ese mismo tiempo.
Steven Johnson, de 66 años, esperaba que lo liberaran de una infección que tenía su cadera a carne viva en el Blake Medical Center, en Bradenton, Florida, en noviembre pasado. El farmacéutico jubilado había sobrevivido al cáncer de colon y fue meticuloso para evitar contraer covid.
Steven Johnson, de 66 años, esperaba que le curaran una infección en la cadera en el Blake Medical Center, en Bradenton, Florida, en noviembre de 2020. Su esposa, Cindy Johnson, dice que había dado negativo para la prueba de covid-19 dos días antes de ser admitido. Después de 13 días en el hospital, dio positivo, dijo Cindy. (FOTO: CINDY JOHNSON)
No podía haber sabido que, de abril a septiembre, el 8% de los pacientes con covid de Medicare de ese hospital fueron diagnosticados con el virus después de ser admitidos por otra necesidad médica.
Johnson había dado negativo para la prueba de covid dos días antes de ser admitido. Su esposa, Cindy Johnson, también farmacéutica retirada, contó que, después de 13 días en el hospital, dio positivo.
En pocas horas, estaba luchando por eliminar una flema parecida a pegamento de sus pulmones. Un equipo médico apenas pudo controlar su dolor. Le pidieron a Cindy que expresara sus últimos deseos. Ella le preguntó: «Cariño, ¿quieres que te intuben?». Él respondió con un enfático «no». Murió tres días después.
Después de que su esposo dio positivo, Cindy Johnson, entrenada en rastreo de contactos, rápidamente se hizo la prueba para covid. Dio negativo. Pero no paraba de pensar en la gran cantidad de personal del hospital que entraba y salía de la habitación de su esposo, los que, a menudo, le sacaban la máscara, y sospechó que un miembro del personal lo había infectado.
Que el hospital, parte de la cadena HCA Healthcare, todavía no haya hecho mandatoria las vacunas es «espantoso», opinó.
«Estoy furiosa», agregó.
Cindy Johnson sostiene una pintura de su esposo, Steven, un farmacéutico jubilado que había sobrevivido al cáncer de colon y tomó medidas meticulosas para evitar contraer covid-19. Steven murió de covid en diciembre de 2020, y Cindy cree que contrajo el virus en Blake Medical Center, en Bradenton, Florida, donde fue admitido por una infección en la cadera. (FOTO: EVE EDELHEIT/KHN)
«¿Cómo pueden decir en su sitio web que ‘las precauciones de seguridad que hemos implementado hacen que nuestras instalaciones estén entre los lugares más seguros posibles para recibir atención médica en este momento’?», se preguntó.
Lisa Kirkland, vocera del Blake Medical Center, dijo que el hospital «está alentando firmemente la vacunación» y señaló que sigue las pautas federales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y las normas estatales para proteger a los pacientes. El presidente Joe Biden ha pedido que todos los empleados de hospitales estén vacunados, pero el requisito podría enfrentar resistencia en una docena de estados, incluida Florida, que han prohibido los mandatos de vacunación.
En promedio, alrededor del 1,7% de los pacientes con covid internados en hospitales de los Estados Unidos fueron diagnosticados con el virus en estas instalaciones, según un análisis de los registros de Medicare del 1 de abril al 30 de septiembre de 2020, proporcionado por el doctor James Kennedy, fundador de CDIMD, una empresa de consultoría y análisis de datos con sede en Nashville.
Sin embargo, la tasa de infección fue mucho más alta en 38 hospitales donde el 5% o más de los casos de covid de Medicare se documentaron como adquiridos en el hospital. Los datos provienen de un período de tiempo desafiante del año pasado cuando los equipos de protección escaseaban, y las pruebas eran escasas o lentas para producir resultados. Los datos de Medicare para el cuarto trimestre de 2020 y este año aún no están disponibles, y los datos estatales reflejan del 1 de abril al 31 de diciembre de 2020.
Una revisión de KHN de los registros de seguridad en el trabajo, la literatura médica y entrevistas con el personal de los hospitales de alta propagación indica por qué se afianzó el virus: los líderes de los hospitales tardaron en admitir que se transmitía por vía aérea, lo que hizo que los pacientes que tosían fueran peligrosos para los compañeros de habitación y los miembros del personal, que a menudo usaban máscaras quirúrgicas menos protectoras en lugar de N95.
Los hospitales no pudieron realizar pruebas a todos los pacientes admitidos, gracias a la guía de los CDC que dejaba tales pruebas a «discreción de la instalación«. La gerencia a menudo no informaba a los trabajadores cuando habían estado expuestos a covid y, por lo tanto, estaban en riesgo de propagarlo ellos mismos.
La propagación entre los pacientes y el personal parecían ir de la mano. En Beaumont Hospital, Taylor, en Michigan, se registraron 139 infecciones por covid en empleados entre el 6 de abril y el 20 de octubre del año pasado, según muestra un informe de inspección del hospital. Casi el 7% de los pacientes de Medicare con covid dieron positivo después de ser admitidos en ese hospital por otra causa, según muestran los datos federales.
Un vocero del hospital dijo que las pruebas no estaban disponibles para evaluar a todos los pacientes el año pasado, lo que resultó en algunos diagnósticos tardíos. Dijo que, ahora, todos los pacientes que ingresan son evaluados.
El seguimiento de covid dentro de las instalaciones de salud no es una tarea nueva para los funcionarios federales, quienes informan públicamente cada semana sobre nuevos casos en empleados y residentes en cada hogar de adultos mayores a lo largo del país. Sin embargo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos informa datos sobre la propagación de covid en los hospitales solo a nivel estatal, por lo que los pacientes no saben qué instalaciones presentan casos.
KHN encargó un análisis de los registros de facturación de los hospitales, que también se utilizan de manera más amplia para detectar diversas infecciones adquiridas en el hospital. Para covid, los datos tienen limitaciones. Puede detectar algunos casos adquiridos en la comunidad que tardaron en aparecer, ya que pueden pasar de dos a 14 días desde la exposición al virus para que aparezcan los síntomas, con un promedio de cuatro a cinco días. Los registros no tienen en cuenta los casos recogidos en una sala de emergencias o diagnosticados después del alta de un paciente del hospital.
Linda Moore, de 71 años, dio positivo al menos 15 días después de una estadía en el hospital para una cirugía de columna, según contó su hija Trisha Tavolazzi. Su madre estaba en el Centro Médico Regional Havasu en Lake Havasu City, Arizona, que no tuvo una tasa de propagación interna superior al promedio el verano pasado.
El hospital implementó «protocolos rigurosos de salud y seguridad para proteger a todos nuestros pacientes» durante la pandemia, dijo Corey Santoriello, vocero del hospital, quien no quiso comentar sobre el caso de Moore, citando normas de privacidad.
Moore fue trasladada en avión a otro hospital, donde su condición solo empeoró más, dijo su hija. Después de que le quitaron el ventilador, se aferró a la vida de manera irregular durante cinco horas y media, mientras su hija oraba para que su madre encontrara el camino al cielo.
“Le pregunté a su mamá, a su papá y a su familia y oré a Dios: ‘Por favor, ven a mostrarle el camino’”, dijo Tavolazzi. «Vuelvo a vivir ese momento todos los días».
Cuando Tavolazzi buscó respuestas en el hospital sobre dónde contrajo el virus su madre, dijo que no obtuvo ninguna: «Nadie me devolvió la llamada».
Linda Moore, fotografiada con su hija Stacey Taylor, murió de covid-19 en julio de 2020. Su hija Trisha Tavolazzi dice que Moore dio positivo después de al menos 15 días en el Centro Médico Regional Havasu en Lake Havasu City, Arizona. (FOTO: STACEY TAYLOR)
De dos pruebas negativas para covid a ser el “paciente cero”
Cuando la segunda ola de covid disminuyó en septiembre pasado, los médicos del prestigioso Brigham and Women’s Hospital publicaron un estudio tranquilizador: con un control cuidadoso de la infección, solo dos de 697 pacientes con covid adquirieron el virus en el hospital de Boston. Eso es aproximadamente el 0.3% de los pacientes, aproximadamente seis veces más bajo que la tasa general de Medicare.
Brigham evaluó a todos los pacientes que admitió, superando las recomendaciones de los CDC. Fue transparente y abierto sobre las preocupaciones de seguridad.
Pero el estudio, publicado en la revista JAMA Network Open, transmitió un mensaje equivocado, según el doctor Manoj Jain, médico de enfermedades infecciosas y profesor adjunto de la Escuela de Salud Pública Rollins de la Universidad Emory. Covid se estaba extendiendo en los hospitales, dijo, y el estudio enterró «el problema debajo de la alfombra».
Poco después de la publicación, el virus comenzó una racha sigilosa a través del hospital de élite. Entró con un paciente que dio negativo dos veces, pero resultó ser positivo. Fue la «paciente cero» en un brote que afectó a 38 empleados y 14 pacientes, según un estudio en Annals of Internal Medicine publicado inicialmente el 9 de febrero.
Los autores de ese estudio secuenciaron el genoma del virus para confirmar qué casos estaban relacionados y exactamente cómo se diseminó por el hospital.
A medida que los pacientes fueron trasladados de una habitación a otra en los primeros días del brote, covid se propagó entre los compañeros de habitación 8 de cada 9 veces, probablemente a través de la transmisión por aerosol, según el estudio. Una encuesta a los miembros del personal reveló que quienes cuidaban a los pacientes que tosían tenían más probabilidades de enfermarse.
El virus también pareció haber traspasado el equipo de protección apoyado por los CDC. Dos miembros del personal que tuvieron contactos cercanos con pacientes mientras usaban una máscara quirúrgica y un protector facial también se infectaron. Los hallazgos sugirieron que los respiradores N95, más seguros, podrían ayudar a proteger al personal.
Ahora, Brigham and Women’s hace la prueba a todos los pacientes al momento de la admisión, y nuevamente poco después. Se anima a las enfermeras a que vuelvan a realizar la prueba si ven un signo sutil de covid, dijo la doctora Erica Shenoy, jefa asociada de la Unidad de Control de Infecciones del Hospital General de Massachusetts, quien ayudó a elaborar las normas en Brigham.
Shenoy dijo que las enfermeras y los trabajadores de los servicios ambientales están sentados a la mesa para la formulación de políticas: «Yo personalmente me aseguro de decir: ‘Dime lo que estás pensando'», dijo Shenoy. «‘No habrá consecuencias porque necesitamos saber'».
Las pautas de los CDC, sin embargo, dejaron un amplio margen en el equipo de protección y las pruebas. Hasta el día de hoy, dijo Shenoy, los hospitales emplean una amplia gama de políticas.
Los CDC dijeron en un comunicado que sus pautas «proporcionan un enfoque integral y en capas para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 en entornos de atención médica» e incluyen la prueba de pacientes que tienen «incluso síntomas leves» o exposición reciente a alguien con covid.
Las políticas de control de infecciones rara vez son evidentes para los pacientes o visitantes, más allá de si se les pide que usen una máscara. Pero las revisiones de los registros públicos y las entrevistas con más de una docena de personas muestran que en los hospitales con altas tasas de propagación de covid, los miembros del personal a menudo se alarmaban por la falta de prácticas de seguridad.
Enfermeras hacen sonar la alarma sobre la propagación de covid
Cuando covid llegó a Florida en la primavera de 2020, la enfermera Victoria Holland se enfrentó a los gerentes del Blake Medical Center en Bradenton, donde murió Steven Johnson.
Dijo que la suspendieron temprano en la pandemia después de participar en una protesta y «tener un ataque de enojo» cuando se le negó un nuevo respirador N95 antes de un procedimiento que involucaraba la generación de partículas aéreas. Los CDC advierten que estos procedimientos pueden propagar el virus por el aire. Antes de la pandemia, se capacitó a las enfermeras para desechar una N95 después de cada encuentro con un paciente.
Cuando terminó la suspensión, dijo Holland, sintió inseguridad. “No nos dijeron nada”, dijo. “Todo fue un rumor entre los médicos. Si tenías potenciales pacientes con covid obtendrías una pequeña máscara quirúrgica porque [ellos no] querían desperdiciar una N95 a menos que supieran que el paciente era positivo”.
Holland dijo que renunció a mediados de abril. Sus colegas de enfermería presentaron una queja ante la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) a fines de junio alegando que al personal que “trabajaba en torno a posibles casos positivos de Covid-19” se le había negado el EPP. Los miembros del personal protestaron frente al hospital en julio y presentaron otra queja de OSHA que decía que el hospital estaba permitiendo que los empleados expuestos a covid siguieran trabajando.
Kirkland, el vocero de Blake, dijo que el hospital respondió a OSHA y «no se identificaron deficiencias».
El análisis de Medicare muestra que 22 de 273 pacientes con covid, o el 8%, fueron diagnosticados con el virus después de ser admitidos en Blake. Eso es aproximadamente cinco veces más alto que el promedio nacional.
Kirkland dijo que «no existe una forma estándar para medir las transmisiones de covid-19 asociadas al hospital» y que «no hay evidencia que sugiera que el riesgo de transmisión en el Blake Medical Center sea diferente al que se encontraría en otros hospitales».
En Washington, D.C., 34 pacientes de Medicare con covid contrajeron el virus en el MedStar Washington Hospital Center, o casi el 6% de su total, muestra el análisis.
Insatisfechos con las prácticas de seguridad, que incluían la esterilización con gas y la reutilización de las N95, miembros de National Nurses United protestaron en el jardín del hospital en julio de 2020. En la protesta, la enfermera Zoe Bendixen dijo que una enfermera había muerto a causa del virus y 50 se habían enfermado: » [Las enfermeras] pueden convertirse en una fuente de transmisión de la enfermedad a otros pacientes, compañeros de trabajo y familiares».
La enfermera Yuhana Gidey dijo que contrajo covid después de tratar a un paciente que resultó estar infectado. Otra enfermera, no el personal que realiza el rastreo de contactos, le dijo que había estado expuesta, dijo.
La enfermera Kimberly Walsh contó en una entrevista que en septiembre de 2020 hubo un brote en una unidad geriátrica donde trabajaba. Dijo que la gerencia culpó a las enfermeras por llevar el virus a la unidad. Pero Walsh señaló otro problema: el hospital no estaba sometiendo a pruebas para covid a pacientes que venían de hogares de adultos mayores, donde la propagación fue desenfrenada el año pasado.
MedStar rechazó una solicitud de entrevista sobre sus prácticas de control de infecciones y no respondió a preguntas específicas.
Si bien los hospitales deben rastrear e informar públicamente las tasas de infecciones persistentes como C. diff, estafilococos resistentes a los antibióticos e infecciones del sitio quirúrgico, no se informan sobre tasas similares de covid adquiridas en el hospital.
KHN examinó una fuente diferente de datos que el Congreso requirió que los hospitales documentaran sobre las «afecciones adquiridas en el hospital». Los datos de Medicare, que indican si cada caso de covid estaba «presente en la admisión» o no, están disponibles meses después de una hospitalización en archivos oscuros que requieren un acuerdo de uso de datos que generalmente se otorga a los investigadores. KHN contó los casos, como lo hacen los funcionarios federales, en algunos casos en los que la documentación se considera insuficiente para categorizar un caso.
Para estos datos, considerar un caso de covid adquirido en el hospital recae en codificadores médicos que revisan las notas de los médicos y los resúmenes de alta y les hacen preguntas a los médicos si el estado no está claro, dijo Sue Bowman, directora senior de política de codificación y cumplimiento de la American Health Information Management Association.
Dijo que los codificadores médicos son conscientes de que los datos se utilizan para medidas de calidad hospitalaria y tendrían cuidado de revisar el rastreo de contactos u otra información en el registro médico.
Si un caso estaba en los datos que utilizó KHN, «eso significaría que fue adquirido durante la estadía en el hospital, ya sea de un trabajador de la salud u otro paciente o tal vez si un hospital permitiera visitas, de un visitante», dijo Bowman. «Esa sería una interpretación justa de los datos».
KHN (Kaiser Health News) is a national newsroom that produces in-depth journalism about health issues. Together with Policy Analysis and Polling, KHN is one of the three major operating programs at KFF (Kaiser Family Foundation). KFF is an endowed nonprofit organization providing information on health issues to the nation.
Si quieres compartir, debatir, charlar sobre temas de salud, únete a mi grupo de Facebook KHN Hablemos de Salud