Vista del río Puente Nuevo crecido por el paso de la tormenta tropical Isaías este jueves en San Juan, Puerto Rico. EFE/Thais Llorca

San Juan, (EFE ).- Camino de su salida la tormenta tropical Isaías ha dejado en Puerto Rico entre tres y cuatro pulgadas (7,6 y 10 centímetros) de agua, amplias zonas anegadas en la capital, San Juan, y el sur, sin luz a 300.000 abonados y carreteras cortadas en el interior, pero el problema de la sequía en buena medida solucionado.

La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, pidió este jueves a la ciudadanía que sea prudente y no salga a la calle, ya que el sistema todavía puede generar lluvias que pongan en peligro la vida de las personas, y evitar así situaciones como la del automóvil arrastrado por una crecida en Rincón, municipio del área oeste, que ha provocado que una mujer permanezca en situación de desaparecida.

«Hay que proteger la vida y quedarse en lugares seguros», dijo Vázquez en una conferencia de prensa, tras informar de que hay un total de 58 personas que han buscado techo en 33 de los 65 refugios abiertos para atender la emergencia provocada por el paso de Isaías por Puerto Rico.

La tormenta tropical ocasionó también deslizamientos de tierras, inundaciones y ha dejado algunas carreteras, la mayor parte en el interior del territorio, cortadas por la caída del tendido eléctrico y de vegetación.

El director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz, señaló por su parte que entre 300.000 y 400.000 abonados de la compañía estatal perdieron el servicio a causa del paso del sistema.

La mayoría se encuentran sin luz desde la madrugada, en pleno paso de la tormenta, en su mayor parte por daños a la infraestructura eléctrica por los vientos con ráfagas de hasta 56 millas por hora (90,12 kilómetros por hora) que se han llegado a registrar.

Ortiz señaló que a pesar de la cifra espera que entre hoy y el viernes la totalidad de personas que perdieron el servicio lo recuperen.

«UNA FÁCIL SOLUCIÓN»

«Creo que se conseguirá una fácil solución», aseguró Ortiz, tras matizar que la principal causa de que los abonados hayan perdido el servicio fue la caída de vegetación sobre parte de la red. Dijo que se invertirán anualmente cerca de 30 millones de dólares para tareas de poda que eviten que se dañen las estructuras de la AEE y se produzcan cortes.

Explicó que la zona más afectada fue el este de la isla, además de los municipios de San Juan, Caguas y Ponce.

La directora de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Doriel Pagán, informó de que varias plantas de filtros no están funcionando debido a que parte de las tomas de agua que abastecen a la población llegan de ríos y que debido a la tormenta tropical quedaron obstruidas.

En total unos 150.000 abonados de la AAA sufren intermitencia en el suministro de agua en Puerto Rico.

La tormenta no afectó a los hospitales y el aeropuerto de San Juan, que, en líneas generales, funciona con normalidad, aunque fueron cancelados algunos vuelos.

Además, la AAA, encargada del suministro de agua, decidió abrir las compuertas de la presa de Carraízo (norte) -que apenas hace una semana estaba en muy bajo nivel de reservas, lo que había llevado a un racionamiento de agua para alrededor de 140.000 clientes-, debido a una subida súbita de su nivel.

La isla se encuentra en estado de emergencia por la sequía desde hace varias semanas y se espera que sea levantada tras el paso de la tormenta.

La presa de La Plata en Toa Alta, en el norte, también ha sido abierta.

CARRETERAS INUNDADAS Y DESLIZAMIENTOS DE TIERRA

Respecto a los efectos sobre el terreno, en algunos municipios carreteras quedaron inundadas y se registraron deslizamientos de tierras.

Uno de los más afectados fue el municipio de Peñuelas, en el sur, donde la tormenta provocó un derrumbe en la carretera PR-385, un suceso que se repitió en otras partes de la isla.

El ayudante general de la Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR), José Reyes, informó de que trasladarían equipos de rescate hasta el barrio Río Hondo en Mayagüez, donde hay una familia atrapada en una residencia por el desbordamiento del Río Mayagüez.

En el municipio de Jayuya los vientos asociados a la tormenta tropical destruyeron un globo aerostático, uno de los principales atractivos turísticos en el que se invirtieron 1,5 millones de dólares.

En el municipio de Mayagüez, cientos de personas están incomunicadas debido a inundaciones en sectores urbano y rurales, según informó la legisladora Maricarmen Mas Rodríguez.

Respecto a cómo la tormenta tropical afectó a la agricultura, la gobernadora destacó que quedaron dañadas plantaciones de plátanos y guineos, por lo que animó a los agricultores a que presenten sus reclamaciones para que puedan recibir las correspondientes ayudas.

Isaías deja en Puerto Rico mucha lluvia y 300.000 sin luz, pero alivia sequía

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