El presidente estadounidense Joe Biden habla en la 153a celebración del Día Nacional de los Caídos en el Cementerio Nacional de Arlington en Arlington, Virginia, Estados Unidos, 31 de mayo de 2021. (Foto: EFE/TASOS KATOPODIS)

Washington, EE.UU.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este lunes su compromiso de acabar con las «raíces del racismo sistémico» en el país, con motivo del centenario de la masacre de Tulsa (Oklahoma), donde una turba de blancos acabo con la vida de al menos 300 negros.

Para conmemorar esta fecha el mandatario publicó una proclamación presidencial en la que instó a los estadounidenses a «reflexionar sobre las raíces profundas del terror racial» y comprometerse con «la eliminación del racismo sistémico».

Entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1921 tuvo lugar la mayor masacre racista de la historia reciente de EE.UU., cuando una turba de blancos incendió y saqueó por completo Greenwood, uno de los barrios afroamericanos más adinerados de entonces en el país.

Más de 1.200 viviendas fueron arrasadas, saqueadas y quemadas con la connivencia de las autoridades locales en una tragedia de la que a fecha de hoy se desconoce el número exacto de muertos porque nadie quiso investigar, aunque ahora los historiadores sitúan los fallecidos en al menos 300.

Biden recordó en el texto que familias y menores fueron asesinados a sangre fría y que unas 10.000 personas fueron dejadas sin techo.

A esto se sumó que «en los años siguientes a la destrucción ocasionada por la turba siguieron leyes y políticas que hicieron imposible una recuperación», dijo el presidente.

Biden hizo referencia a ordenanzas locales y medidas adoptadas por el Gobierno federal que impidieron que los vecinos negros pidieran préstamos para la reconstrucción, o a la construcción de una autopista que dividió a esta comunidad.

En consecuencia, «el ataque contra las familias negras y la riqueza negra en Greenwood persistió a lo largo de generaciones», subrayó.

Por ello, Biden consideró que el Gobierno de EE.UU. debe hacerse cargo y reconocer el papel que desempeñó en el pasado para arrebatar la riqueza y las oportunidades a las comunidades negras.

En ese sentido, manifestó el compromiso de su Administración a la hora de admitir ese papel de las autoridades y de abordar las desigualdades raciales con «inversiones históricas» en la seguridad económica de las familias y programas con fondos para pequeños negocios en zonas desventajadas, entre otros.

Biden se trasladará mañana a Tulsa para conmemorar este centenario, donde se reunirá con algunos de los supervivientes de esta masacre y tiene previsto pronunciar un discurso.

Será el primer mandatario en el cargo que acudirá a la ciudad en esta fecha especial, y lo hace después de la ola de protestas por la justicia racial que ha vivido EE.UU. en el último año, desencadenadas por la muerte del afroamericano George Floyd tras ser asfixiado por policía blanco en Mineápolis (Minesota).

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