La alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot. Imagen de archivo. (Foto: EFE/TANNEN MAURY)

Uno de cada cinco votantes registrados en Chicago (Illinois) es latino y sus preferencias pueden ser cruciales en la elección, este martes, del futuro alcalde de la ciudad, si es que concurren a votar.

Chicago es la tercera ciudad más grande de Estados Unidos y los hispanos son, según el censo de 2020, un tercio de la población pero esta comunidad ya quedó decepcionada cuando en febrero su candidato favorito, el representante Jesús García, quedó rezagado en las primarias.

Las opciones son, ahora, el ex director de presupuesto municipal Paul Vallas y el comisionado del Condado Cook, Brandon Johnson, ambos demócratas, ya que los votantes en febrero también desecharon a la alcaldesa Lori Lightfoot.

Un sondeo de opinión de la Universidad Northwestern, publicado la semana pasada, encontró que los dos candidatos registran, cada uno, el apoyo del 44 % de los encuestados, con lo cual la decisión está en manos del 12 % de indecisos.

Esa encuesta entre 1.500 votantes de la ciudad mostró que el 55 % de los votantes negros apoya a Johnson y el 51 % votaría por Vallas pero Jaime Domínguez, un investigador en Northwestern, dijo en una conferencia de prensa que las campañas de ambos candidatos no han dado mucha atención a los latinos.

Según Domínguez el 46 % de los votantes latinos se inclina a favor de Vallas y el 35 % votaría por Johnson, pero un 19 % estaba indeciso, siendo éste el grupo que muestra mayor incertidumbre.

La encuesta indicó que el 60 por ciento de los latinos habilitados para votar en Chicago tiene intención de hacerlo, comparado con el 73 % los votantes afroamericanos y el 74 % de los votantes blancos.

Tanto Vallas como Johnson han centrado sus campañas proselitistas en dos asuntos que más preocupan a los residentes de Chicago, y en particular a las familias hispanas: la educación y la seguridad pública.

Con sus 2,7 millones de habitantes Chicago aparece comúnmente en los medios como un antro del crimen y, siendo una ciudad que por muchos años ha sido gobernada por los demócratas, es blanco predilecto de las denuncias de los republicanos.

Las estadísticas del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y otras colocan a Chicago entre el sitio 18 y el 20 de las ciudades con las tasas más altas de crímenes en Estados Unidos. Y estos crímenes se concentran en algunos distritos de la ciudad donde hay mayoría de residentes de bajos ingresos.

Mientras que Vallas hace énfasis en la seguridad pública, Johnson, que tiene el respaldo del Gremio de Maestros de Chicago, propone canalizar más de los fondos municipales para las escuelas y los docentes.

Vallas lleva la ventaja en la financiación de su campaña, y hasta principios de marzo había recibido 11 millones de dólares en contribuciones, en comparación con 5,8 millones en las arcas de Johnson.

García, reelegido en 2022 como representante del Distrito 4 de Illinos y quien tenía la esperanza de convertirse en el primer alcalde latino de Chicago dijo, en una entrevista con el diario The Washington Post, que la concurrencia de los hispanos a votar en febrero fue «decepcionante».

Ahora, García declaró su respaldo para Johnson, pero no es claro que los hispanos que compartían esa esperanza le sigan mañana con esa opción.

«Vuestro músculo político determinará, en gran medida, cuánto éxito tendréis en lograr que se os tome en serio en cada sitio de la sociedad», dijo García en una entrevista con el Post.

«Un progreso en la política os lleva a otros sitios, ya sea en las juntas escolares, la educación superior, las grandes empresas de EE. UU. o aún en Hollywood», añadió.

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