Migrantes de origen haitiano protestan en la garita internacional de San Ysidro (México). EFE/Joebeth Terriquez/Archivo

De Los Ángeles a Nueva York, defensores de los inmigrantes iniciaron este martes campañas de presión al futuro Gobierno del presidente electo Joe Biden para actuar con rapidez y proteger a la comunidad inmigrante.

Los llamados en varios estados se dieron a un día después de que el Colegio Electoral de Estados Unidos confirmó que la fórmula demócrata Joe Biden-Kamala Harris ganó las elecciones del pasado 3 de noviembre, despejando su camino a la Casa Blanca tras semanas de intentos del presidente Donald Trump de echar abajo los resultados. La convocatoria más grande se dio en la costa este, donde delegaciones de siete estados se unieron en Nueva Jersey a una caravana que partió hacia Wilmington, Delaware, la ciudad natal de Biden y donde tiene su oficina general, para instar al demócrata a actuar y trabajar por los inmigrantes desde su primer día en la Casa Blanca.

La caravana reunió a casi 500 personas que llevaban decorados sus vehículos pidiendo a Biden tomar medidas urgentes que ayuden a los latinos.

Jenna DeFosse, de la organización CASA in Action, dijo que los activistas tocarán la puerta de Biden con estas solicitudes, que incluyen un pedido al presidente electo para que voltee a ver a Puerto Rico, y las necesidades que enfrenta la isla.

“Elegimos una nueva visión para nuestro país, una que comienza con un camino hacia la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados y comienza a corregir el daño sufrido por nuestras comunidades durante los últimos cuatro años de una Administración que fue cruel e inhumana con las vidas de inmigrantes y refugiados”, dijo Sulma Arias, portavoz de FIRM, en un comunicado.

La campaña “We Are Home” (Estamos en Casa), recientemente formada por decenas de organizaciones, impulsó más de 50 eventos en 27 estados, que incluyen acciones en Alabama, Arizona, Arkansas, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Distrito de Columbia, Florida, Georgia, Illinois, Kansas, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Nebraska, Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Oregón, Pensilvania, Texas, Utah, Virginia, Washington y Wisconsin.

“Las promesas de campaña no son suficientes y la nueva Administración debe trabajar con el Congreso y las personas directamente afectadas”, valoró Arias.

En Los Ángeles, más de 40 organizaciones integrantes de la Mesa de California para la Reforma Migratoria, lanzaron una campaña en favor de la legalización.

“Estamos aquí para pelear por un futuro de justicia. Le decimos sí a la comunidad inmigrante y a la unidad para decirle al presidente Biden que el primer día tome acción”, dijo Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), que encabeza el esfuerzo.

“Nuestra gente está sufriendo, no tienen trabajo, no tienen comida, no tienen su hogar y no tienen papeles, y eso tiene que cambiar”, insistió la activista.

La caravana del martes en California viajó desde Los Ángeles a la oficina de Bakersfield del líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para también hacer presión sobre los conservadores en el Congreso para que apoyen una reforma migratoria antes de 2023.

“Han pasado muchos años pidiendo esta reforma; es hora de que nos escuchen y reconozcan nuestros aportes”, resaltó Salas.

El trabajo de cabildeo de las organizaciones se da después que el gobierno entrante presentara sus cuatro prioridades, en las que no figura la inmigración, destacó Daniela Burgi-Palomino, directora de Latin America Working Group (LAWG), en un seminario este lunes.

La primera prioridad de Biden sería la pandemia, seguida por la economía, el cambio climático y la equidad racial, lista que según Burgi-Palomino, deja a los activistas con la obligación de empujar por acciones.

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