Fotografía de archivo fechada el 17 de abril de 2010 donde aparece un grupo de personas durante una manifestación frente al ayuntamiento de Los Ángeles, California (Estados Unidos). (Foto: EFE/Paul Buck)

Nueva York, EE. UU. – La distribución de propaganda supremacista blanca y la publicidad de eventos de grupos de esta ideología aumentaron un 38 % en 2022 con respecto al año anterior, hasta alcanzar una cifra histórica en Estados Unidos, según un informe de la Liga Anti Difamación (ADL, siglas en inglés).

De acuerdo con el informe anual de la organización, los casos reportados pasaron de 4.876 en 2021 a 6.751 en 2022, «el mayor número de incidentes de propaganda jamás registrado por la ADL».

El Centro sobre Extremismo de la ADL realizó el año pasado un seguimiento a las actividades de estos grupos, incluida la distribución masiva de volantes antisemitas, racistas y contra los LGBTQ+.

También de la difusión de pegatinas, pancartas y carteles; proyecciones con mensajes de odio con láser en edificios y estadios y reuniones presenciales de supremacistas blancos, entre otros actos.

«El enorme volumen de distribución de propaganda de supremacistas que estamos documentando en todo el país es alarmante y peligroso», advirtió Oren Segal, vicepresidente del Centro.

Además del aumento en general de incidentes, el 2022 también registró un aumento de más del doble de los de signo antisemita, pasando de 352 en 2021 a 852 el pasado año, agrega el informe de la ADL.

Según el informe, la propaganda de supremacistas se registró en todos los estados excepto Hawai, con la mayor incidencia registrada en Texas, Massachusetts, Virginia, Michigan, Pensilvania, California, Utah, Florida, Connecticut y Georgia, en orden decreciente.

Uno de los pocos lugares donde la propaganda supremacista disminuyó fue en las universidades: en tres años, los incidentes bajaron de 232 a 219, el más bajo desde que la ADL comenzó a hacer el seguimiento en los campus en 2017.

Señala además que a través del 2022, al menos 50 grupos y redes supremacistas distribuyeron propaganda, pero tres de ellos -Patriot Front, Goyim Defense League (GDL) y White Lives Matter (WLM)- fueron responsables del 93 % de toda la actividad.

Y como viene ocurriendo desde el 2019, Patriot Front, con sede en Texas, fue responsable del 80 % de esa propaganda, para la que utiliza el rojo, blanco y azul, -colores de la bandera de EE.UU.- y sus actividades se concentraron mayormente en Massachusetts, Texas, Michigan, Virginia, Pennsylvania y Utah.

El grupo sigue evitando el uso del lenguaje y los símbolos tradicionales de la supremacía en sus mensajes, usando en su lugar frases ambiguas como «Por la nación contra el Estado», «La revolución es tradición», «Recuperemos América», «América primero» y «Una nación contra la inmigración», destaca la ADL.

Igualmente señala que el surgimiento de nuevos grupos supremacistas antisemitas en 2022 contribuyó al aumento de los incidentes.

En general, la ADL documentó 167 actos de estos grupos, un 55% más que los 108 del 2021 y 219 en los recintos universitarios.

La organización señala que esas campañas permiten a los supremacistas maximizar la atención mediática y en redes de sus grupos y mensajes, al tiempo que limitan el riesgo de exposición individual, la cobertura negativa de la prensa, las detenciones y las reacciones públicas que suelen acompañar a las actividades más públicas.

«No hay duda de que los supremacistas blancos y los antisemitas están tratando de aterrorizar y acosar a los estadounidenses y han intensificado el uso de la propaganda, como táctica para dar a conocer su presencia en las comunidades de todo el país», afirmó Jonathan Greenblatt, director general de la ADL.

Greenblatt considera que se trata de «un cobarde intento» de intimidar a comunidades marginadas y a quienes no se alinean con su «retorcida visión» del mundo y para atraer miembros.

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