Vista de la estatua del líder confederado Robert E. Lee en el parque Market Street de Charlottesville, Virginia (Estados Unidos). (Foto: EFE/Jim Lo Scalzo/Archivo)

Washington, EE.UU.- La ciudad de Charlottesville (Virginia) retiró finalmente este sábado la polémica estatua del general confederado Robert E. Lee, casi cuatro años después de que sirviese de inspiración para una violenta manifestación de supremacistas blancos que dejó una persona fallecida.

La grúa levantó la estatua de su pedestal en un parque en el centro de la ciudad a primera hora de la mañana.

«La retirada es un pequeño paso para acercarnos al objetivo de ayudar a Charlottesville, Virginia y Estados Unidos a encarar su pecado de estar dispuestos a destruir a los afroamericanos para lograr beneficios económicos», dijo Nikuyah Walker, la alcaldesa de la ciudad, mientras la estatua era trasladada a un recinto municipal, según recogen los medios locales.

Poco después, las autoridades se llevaron también la estatua de otro general confederado, Thomas J. «Stonewall» Jackson.

La decisión de retirarlas fue tomada en 2016, pero varias apelaciones legales aplazaron la medida hasta que finalmente, este año, el Tribunal Supremo de Virginia respaldó la medida.

Ambas efigies habían sido levantadas en la década de 1920.

Esa localidad del estado de Virginia, de unos 47.000 habitantes, fue escenario de enfrentamientos después de una manifestación convocada por supremacistas blancos entre el 11 y 12 de agosto de 2017, durante los cuales una mujer blanca murió arrollada por un neonazi y 19 personas resultaron heridas.

Una estatua del general confederado Robert E. Lee en Market Street Park en Charlottesville, Virginia, EE. UU., 9 de julio de 2021. (Foto: EFE/EPA/JIM LO SCALZO)

El bando confederado, que perdió la guerra civil de Estados Unidos (1861-1865), estuvo formado por estados secesionistas y favorables a la esclavitud, y muchos afroamericanos consideran ofensivos aquellos emblemas suyos que aún permanecen en el país.

En junio de 2020, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto que ordenaba perseguir «en la mayor medida posible» cualquier acto de vandalismo contra propiedades federales.

El decreto se adoptó en respuesta a la ola de protestas contra el racismo que sacudió a EEUU por la muerte, en mayo del año pasado, del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco, y que derivó en el derribo de numerosas estatuas.

Hace dos meses, el actual presidente de EEUU Joe Biden, revocó una serie de decretos de su antecesor, entre ellos el referido a la destrucción de estatuas confederadas.

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