
PHOENIX— El vicepresidente JD Vance declaró el domingo que el movimiento conservador debería estar abierto a todos, siempre y cuando “amen a Estados Unidos”, negándose a condenar la ola de antisemitismo que ha dividido al Partido Republicano y enturbiado los primeros días de la convención anual de Turning Point USA.
Tras un largo fin de semana de debates sobre si el movimiento debería excluir a figuras como el podcaster intolerante Nick Fuentes, Vance se pronunció firmemente en contra de las “pruebas de pureza”.
“No traje una lista de conservadores a los cuales denunciar o vetar”, expresó el vicepresidente durante el discurso de clausura de la convención.
Erika Kirk —líder de Turning Point, quien tomó el mando después del asesinato de su esposo, Charlie Kirk— ha respaldado a Vance como posible sucesor del presidente Donald Trump, un gesto útil de parte de un grupo influyente con un ejército de voluntarios.
Pero la tensión que se manifestó en la reunión de cuatro días presagia las turbulentas aguas políticas que Vance, o cualquiera que intente obtener la próxima nominación presidencial republicana, tendrá que navegar en los próximos años. Las principales voces del movimiento “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez” compiten por influencia, en un momento en que los republicanos comienzan a sopesar un futuro sin Trump, y no hay un camino claro para mantener unida a su coalición.
Definiendo a un Partido Republicano post-Trump
La identidad del Partido Republicano ha estado entrelazada con Trump desde hace una década, pero la Constitución le impide postularse a la reelección, a pesar de las reflexiones de él sobre un posible tercer mandato. El comentarista Tucker Carlson dijo que la gente se pregunta: «¿Quién se queda con el poder cuando el presidente salga del escenario?”.
Hasta ahora, parece que resolver esa cuestión requerirá de muchas disputas entre conservadores. En la convención de Turning Point hubo debates sobre antisemitismo, Israel y regulaciones ambientales, sin mencionar rivalidades entre destacados analistas.
Ben Shapiro, cofundador del medio conservador Daily Wire, utilizó su discurso en la noche de apertura de la conferencia para denunciar a “charlatanes que dicen hablar en nombre de principios, pero que en realidad trafican con conspiraciones y deshonestidad”.
“Estas personas son fraudes y estafadores, y no merecen el tiempo de ustedes”, declaró Shapiro. Mencionó específicamente a Carlson por haber entrevistado amistosamente a Fuentes en su podcast.
Carlson desestimó la crítica cuando subió al escenario apenas una hora después, y dijo que la idea de una “guerra civil” entre los republicanos era “totalmente falsa”.
“Hay gente enfadada con JD Vance, y están fomentando mucho esto para asegurarse de que él no obtenga la nominación”, observó. Dijo también que Vance es “la única persona” que suscribe la “idea central de la coalición Trump”, que, según Carlson, es “Estados Unidos primero”.
El portavoz de Turning Point, Andrew Kolvet, enmarcó la discordia como un debate saludable sobre el futuro del movimiento, un proceso incómodo pero necesario para hallar consenso.
“No somos comunistas de mentalidad de colmena”, escribió en redes sociales. “Dejemos que se desarrolle”.
Si amas a Estados Unidos, eres bienvenido en el movimiento, dice Vance
Vance reconoció las controversias que predominaron en la convención de Turning Point, pero no definió ningún límite para el movimiento conservador, más allá del patriotismo.
“No nos importa si eres blanco o negro, rico o pobre, joven o viejo, rural o urbano, controvertido o un poco aburrido, o algo intermedio”, expresó.
Vance no nombró a nadie, pero hizo sus comentarios en medio de un debate cada vez más polémico sobre si la derecha debería darle una plataforma a comentaristas que defienden opiniones antisemitas, en particular a Fuentes, cuyos seguidores dicen trabajar para preservar la identidad blanca y cristiana de Estados Unidos. Fuentes tiene una audiencia creciente, al igual que la afamada Candace Owens, quien habitualmente comparte teorías conspirativas antisemitas en su podcast.
“Tenemos un trabajo mucho más importante que hacer que cancelarnos mutuamente”, expresó Vance.
El vicepresidente destacó lo que dijo son los logros del gobierno al acercarse a su primer año, destacando sus empeños en la economía y para garantizar la seguridad en la frontera. Hizo hincapié en las labores para poner fin a las políticas de diversidad, equidad e inclusión, recibiendo aplausos al afirmar que habían quedado relegadas al “basurero de la historia”.
“En Estados Unidos de América, ya no hay que disculparse por ser blanco”, manifestó.
Vance también señaló que el país “siempre será una nación cristiana”, y añadió que “el cristianismo es el credo de Estados Unidos, la ley moral compartida desde la Guerra de Independencia a la Guerra Civil y más allá».
Esos comentarios fueron bien recibidos por Isaiah White-Diller, un joven de 18 años de Yuma, Arizona, quien dijo que apoyaría a Vance si se postula a la presidencia.
“Tengo derecho a ser cristiano aquí, tengo derecho a decir lo que quiera”, declaró White-Diller.
Turning Point respalda a Vance
Vance no ha revelado sus planes para el futuro, pero Erika Kirk declaró el jueves que Turning Point quiere que Vance sea “elegido para que sea el 48vo de la manera más contundente posible”. El próximo presidente será el 48vo en la historia de Estados Unidos.
Turning Point es una fuerza de gran magnitud de la derecha, con una red nacional de voluntarios que puede ser especialmente útil en los estados donde se llevan a cabo elecciones primarias tempranas, cuando los candidatos se apoyan en la energía de las bases para generar impulso. En una presentación sorpresa, la rapera Nicki Minaj habló efusivamente en favor de Trump y Vance.
Vance era cercano a Charlie Kirk, y se apoyaron mutuamente durante años. Tras el asesinato de Kirk en un campus universitario de Utah, el vicepresidente voló en el Air Force Two para recoger sus restos y llevarlos a Arizona. El vicepresidente ayudó a los militares a transportar el féretro hasta el avión.
Emily Meck, de 18 años y residente de Pine City, Nueva York, dijo que apreciaba que Vance diera espacio a una amplia variedad de opiniones.
“Somos librepensadores; vamos a tener estos desacuerdos, vamos a tener nuestras propias ideas”, apuntó Meck.
Trump ha elogiado a Vance y al secretario de Estado, Marco Rubio, como posibles sucesores, e incluso ha planteado que podrían formar una futura candidatura republicana. Rubio ha dicho que apoyaría a Vance.
Cuando se le preguntó en agosto si Vance era el “heredero aparente” de él, Trump respondió: “Lo más probable”.
“Es demasiado pronto, obviamente, para hablar de ello, pero sin duda está haciendo un gran trabajo, y probablemente sería el favorito en este momento”, manifestó.





