Funcionarios de inteligencia advierten que mucha desinformación propagada desde el exterior llega diseminarse en la prensa de EE. UU. y las redes sociales.

Las agencias de inteligencia de Estados Unidos han advertido en varias ocasiones que la desinformación que propagan servicios extranjeros malintencionados pudiera provocar un malestar entre elementos extremistas que lleve a la violencia.

Los esfuerzos constantes de servicios de inteligencia extranjeros y organizaciones terroristas globales para propagar la desinformación en Estados Unidos parecen estar funcionando, y hay temores de algún ataque terrorista en las próximas semanas, según un funcionario de Seguridad Nacional.

La advertencia, que coincide en gran parte con el boletín antiterrorismo emitido por la agencia en noviembre, tiene lugar en un momento en que el país se prepara las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, y la cercanía del aniversario del asalto al Capitolio el 6 de enero.

“La amenaza es más volátil”, dijo John Cohen, el funcionario de más rango de la Oficina de Inteligencia y Análisis de Seguridad Nacional en un foro virtual el miércoles.

El boletín antiterrorismo de noviembre advertía que EE. UU. enfrentaba una “amenaza significativa” de extremistas domésticos para el resto de 2021 y principios de 2022.

Sin embargo, Cohen dijo en el foro que el peligro se ha hecho más impredecible debido a “un alto nivel de actividad de organizaciones de inteligencia extranjeras”, muchas avanzando con campañas constantes de desinformación persistentes y muy sofisticadas.

“Lo que hace al entorno más volátil, desde mi perspectiva, es que las narrativas que promueven esos actores están llegando rápidamente hasta el ecosistema de los medios principales, donde son amplificadas por figuras públicas en los medios y el gobierno”, dijo Cohen.

Agregó que “su objetivo será político o por audiencia, pero en el entorno actual de amenaza, mientras más se compartan o propaguen estas narrativas mayor será la probabilidad de que sean consumidas por algún individuo que las use como una justificación para la violencia”.

No es la primera vez que Cohen advierte la desinformación propagada por servicios de inteligencia extranjeros ni es el único.

El martes, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, señaló la gravedad de las ramificaciones de la desinformación.

“Las narrativas falsas son un riesgo para nuestra seguridad”, dijo Mayorkas en el Foro de Tecnología Bloomberg. “Necesitamos que nuestros líderes salgan a combatirlas, porque las palabras de los líderes importan. Pueden ser muy influyentes en el discurso público”.

Exfuncionarios y analistas de inteligencia han dicho a la VOA que los esfuerzos desestabilizadores comenzaron antes de la elección de 2020, con Rusia en particular encontrando vías para generar una influencia estable en audiencias de extrema derecha y extrema izquierda en Estados Unidos.

Las autoridades estadounidenses consideran también que Irán y China han copiado el mecanismo ruso con cierto grado de éxito.

En marzo, el director del FBI, Christopher Wray, dijo que los esfuerzos de su agencia para contrarrestar la desinformación tienen un límite.

«En un final, ninguna investigación del FBI podrá por si sola aislar a nuestro país de esa amenaza. Nuestra mejor defensa es un público bien informado”, dijo Wray.

Cohen abordó esa dificultad el miércoles.

“Tratar de educar al público de que, dependiendo de donde obtienen su información, pueden ser víctimas directas de la desinformación, es el mayor desafío que estamos enfrentando ahora”, señaló. “Un subgrupo de nuestra población no va a creer lo que les dice el gobierno”.

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