Fotografía de archivo que muestra una granja de pollos. (Foto: EFE/Hotli Simanjuntak)

Atlanta (GA),EE.UU.- Una de las mayores plantas avícolas del país, ubicada en una zona rural de Carolina del Norte, enfrenta múltiples denuncias de trabajadores hispanos que aseguran que durante meses han estado expuestos a un químico tóxico que los ha enfermado.

La situación en las instalaciones de Mountaire Farms, en Lumber Bridge, un pequeño pueblo a más de 120 millas al este de la ciudad Charlotte, ha forzado a muchos de los afectados a renunciar y a otros a buscar desesperadamente ayuda, dijo a Efe Ilana Dubester, la directora ejecutiva de El Vínculo Hispano.

Dubester y la organización sin fines de lucro que dirige en la localidad de Siler City han recibido decenas de denuncias de hispanos que trabajan -o que estuvieron empleados- en esta «pollera» que afirman que desde hace cuatro meses comenzaron a percibir un fuerte y sofocante olor que los estaba enfermando.

«Parece que había algún tipo de contaminación que llevó a la planta a aumentar el uso de químicos. Los trabajadores dicen que estaban sufriendo mucho, con dolor de garganta, tos o desmayos. Algunos fueron a buscar ayuda médica o al hospital. Son cientos de afectados», manifestó.

De acuerdo con Dubester, algunos de los trabajadores reclamaron a los supervisores de la planta sobre la situación, pues algunos aseguran que estaban sufriendo dolor pulmonar, pero al parecer no los estaban tomando en serio: «Ellos no sabían ya qué más hacer y muchos comenzaron a dejar el trabajo porque ya no aguantaban más».

«NOS SENTIMOS DISCRIMINADOS POR SER HISPANOS»

«Rosa», una madre centroamericana de 47 años, que prefirió no revelar su verdadero nombre, es una de las afectadas por el intenso olor a químico y aseguró a Efe que se ha quejado directamente con los supervisores, quienes solo le responden en inglés con un: «I know» (Ya lo sé).

«Siento ardor en los ojos, dolor en la garganta, cansancio, dolor de cuerpo, mareo. Ese químico le llega hasta el cerebro a uno, porque te afecta todo, hasta la forma de dormir», expresó la mujer, quien indicó que la mayoría de los empleados latinos, incluyendo varios familiares que trabajan con ella, sufren de los mismos síntomas.

La centroamérica dijo sentirse «discriminada solo por ser hispana», al igual que la mayoría de sus compañeros, porque -sostiene- nadie los escucha después de cuatro meses con la misma situación.

Sin embargo, la madre indicó que no puede dejar el trabajo porque tiene que mantener a sus seis hijos, uno de los cuales tuvo que renunciar a su empleo en la «pollera» debido a su mal estado de salud.

PRESENTAN QUEJA ANTE AUTORIDADES ESTATALES

Ante la avalancha de denuncias, la directora y fundadora de El Vínculo Hispano recurrió al North Carolina Justice Center, que el pasado 19 de agosto presentó una queja formal ante el Departamento de Trabajo del estado, para que investigara y llevara a cabo una inspección del sitio.

«Son decenas de afectados, quizás cientos, porque está ocurriendo en el área de producción principal», dijo a Efe Carol Brooke, abogada del North Carolina Justice Center, que advirtió en la denuncia que algunos trabajadores incluso habían reportado «muertes recientes en la planta», algo que «hasta el momento» no ha podido corroborar.

De acuerdo con la abogada, la situación actual en la planta procesadora de pollo sigue siendo preocupante porque el fuerte olor a químico continúa, a pesar de que los empleados reportaron que «durante algunos días hubo una mejora».

«Hay un fuerte olor a amoníaco en muchas áreas de la planta», escribió Brooke en la queja, que posteriormente dio lugar a una inspección del Departamento de Trabajo a finales del mes de agosto, según confirmó la entidad y cuyos resultados aún no han sido revelados.

Tanto Dubester como Brooke señalan que, aunque existe preocupación sobre lo que está ocurriendo con su salud, también hay temor entre los empleados, que no quieren perder sus trabajos en su pequeño pueblo donde no hay muchas oportunidades laborales.

EMPRESA NIEGA EXISTENCIA DE «QUÍMICO MISTERIOSO»

Catherine Bassett, directora de comunicación y relaciones comunitarias de Mountaire Farms, rechazó de manera categórica las denuncias y los reportes de medios como The Counter, que publicó recientemente un extenso reportaje sobre cómo el olor estaba enfermando a empleados en la planta de Lumber Bridge.

«No tenemos conocimiento de que alguien se haya desmayado en el trabajo o haya experimentado dolor de pulmón», dijo Bassett en una declaración enviada a Efe en la que también niega que los trabajadores estén renunciado o que se haya presentado alguna queja sobre el olor a través de la línea telefónica que han habilitado para hacerlo de manera anónima.

«Tenemos el personal completo. Entonces, cualquier sugerencia de que algún químico misterioso está causando que nuestros empleados renuncien en masa es ridícula», sostuvo la portavoz.

Bassett sí confirmó que funcionarios de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacionales (OSHA) visitaron la planta en agosto luego de que organizaciones presentaran «estas quejas falsas» y señaló no «sugirieron ningún cambio en las operaciones» de Lumber Bridge, aunque todavía esperan su informe final.

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