Globos de Oro
Margot Robbie llega a la 81a edición de los Globos de Oro el domingo 7 de enero de 2024, en el Hotel Beverly Hilton en Beverly Hills, California. (Foto: AP/Chris Pizzello)

A los Globos de Oro les gusta considerarse la fiesta del año, pero en lugar de una diversión libertina alimentada con champán, a veces pueden parecer más bien una extraña reunión de estudiantes de secundaria extremadamente famosos.

Algunos se ponen al día con viejos amigos y compañeros de elenco, otros besan a sus parejas a plena vista y otros más adulan a los chicos geniales que aún no conocen. A veces sucede frente a la cámara, como cuando el director de “Poor Things” (“Pobres criaturas”), Yorgos Lanthimos, se emocionó por su proximidad con un ídolo personal, Bruce Springsteen, pero la mayoría de las veces esas interacciones se guardan para cuando las cámaras están apagadas, aunque Timothée Chalamet y Kylie Jenner claramente no recibieron el recado de que todavía había cámaras en vivo, incluso durante las pausas a comerciales.

En los Globos de Oro, nada parecía indicar que regresaban después de años plagados de escándalos cuando se realizaban en el mismo salón donde se han llevado a cabo por años. La charla era sobre lo divertido que se sentía estar de regreso, si Travis Kelce asistiría, o no, con Taylor Swift (no lo hizo) y quién obtendría impulso para los Oscar. Algunos se quejaron de la asignación de lugares de último minuto para los asistentes más famosos, a quienes no se les revelaron sus compañeros de mesa hasta el sábado por la tarde.

LAS PRISAS

Siempre hay una oleada de emoción en los momentos previos al comienzo de la ceremonia, cuando las estrellas más importantes salen corriendo de la alfombra roja para el monólogo de apertura. Jennifer Lawrence, destacada admiradora del “chardonnay tibio”, entró a minutos de que comenzara la ceremonia con un martini en la mano y determinación en los ojos. Justo detrás de ella iba Oprah Winfrey, aparentemente la única estrella en la sala con todo un equipo de seguridad que despejaba el camino para ella y Gayle King.

Muchas de las caras más famosas estaban sentadas a nivel del escenario donde Harrison Ford ocupó su lugar temprano, en una mesa con Selena Gomez, quien estaba entusiasmada con el sushi Nobu que se servía. Los asistentes quedaron muy entusiasmados por la elección mejorada de alimentos después de años de pollo, pescado y tubérculos que generalmente ya habían desaparecido cuando todos tomaban su asiento.

Martin Short se unió a Gómez, en un lugar claramente marcado para “Meryl Streep”. Short se levantó rápidamente para hablar con Ford, quien le hizo un gesto para que permaneciera sentado. Short lo ignoró, y ambos se echaron a reír. Más tarde, Ford se acercó a su director de “Indiana Jones”, Steven Spielberg, y a su antigua coprotagonista Kate Capshaw para ponerse al día con ellos.

Mientras hablaban, Ben Affleck se dirigió directamente al ejecutivo del estudio Tom Rothman, quien conversó y se rio antes de que Affleck se fuera para tomar asiento junto a su amigo Matt Damon. Kristen Wiig también se aseguró de detener a Paul Giamatti para felicitarlo por su actuación en “The Holdovers” (“Los que se quedan”).

En otra parte de la sala, Gary Oldman le dio un beso en la mejilla a su director de “Oppenheimer”, Christopher Nolan, mientras se cruzaban y una voz en los altavoces instía a todos que ocuparan sus asientos lo antes posible.

La estrella de “Priscilla”, Cailee Spaeny, se veía deslumbrada en su camino hacia su asiento, mientras un camarero le decía a Quinta Brunson lo hermosa que se veía.

LAS MESAS Y LAS CONVERSACIONES

A diferencia de años anteriores, las mesas con estrellas de televisión eran una atracción tan grande como las de las películas, con el elenco de “The Bear” sentado en un área de alto tráfico que se volvió más concurrida con sus victorias posteriores. Ayo Edebiri y Jeremy Allen White permanecieron cerca la mayor parte de la noche, mientras Edebiri tomaba fotografías de su coprotagonista Matty Matheson con una cámara digital que llevaba.

La estrella de “Beau is Afraid”, Joaquin Phoenix, también se mantuvo cerca de su director Ari Aster, mientras que detrás de ellos Emily Blunt y John Krasinski saludaban a Martin Scorsese con un abrazo y Katharine McPhee tomaba una foto del salón con su teléfono.

El incómodo monólogo de Jo Koy hizo que muchos fueran por otra bebida al principio del programa. Los Globos colocaron elegantemente la barra, la mesa de postres y algunos extras de sushi en una sala separada en la parte trasera del salón que a lo largo de la noche se llenó con artistas como Florence Pugh, Helen Mirren, Shameik Moore, Barry Keoghan y Christina Ricci.

De vuelta en la sala, Ali Wong tuvo una charla significativa con la estrella de “All of Us Strangers”, Andrew Scott, sobre su desgarradora película.

“No sabía de qué se trataba” antes de verla, dijo Wong. “Me rompió”.

Scott también tuvo una animada plática con Pedro Pascal, mientras Allison Williams se tomaba una fotografía con su antiguo novio de “Girls” y actual miembro del elenco de “The Bear” Ebon Moss-Bachrach.

El elenco de “The Bear” estaba sentado justo al lado de la mesa de “The Crown”, cuya actriz Elizabeth Debicki fue una de los que se acercaban para hablar y reír con White y Edebiri. Robert Downey Jr. optó por el método de gritar al otro lado de la habitación. “¿Qué pasa BEAR?”, exclamó lanzándoles besos.

La compañera de reparto de Downey Jr. en “Oppenheimer”, Florence Pugh, que permaneció cerca de su amiga Zoe Lister-Jones toda la noche, también iba a felicitar a Ebediri, pero Gillian Anderson la apartó y se tomó una selfie con su amiga.

Pugh y Lister-Jones iban de camino a la barra para comer sushi y tomar una copa. ”¡Tengo hambre!” -exclamó Pugh. Dondequiera que uno mirara había conversaciones divertidas, como Riley Keough riéndose con Colman Domingo o Charles Melton hablando con Barry Keoghan (quizá sobre prostéticos).

CASI AL FINAL DE LOS GLOBOS DE ORO

Aproximadamente, dos horas después de comenzada la ceremonia, muchos tomaron un descanso en el baño. Fue allí donde Natasha Lyonne vio a Elizabeth Olsen y habló efusivamente de su vestido, y donde algunas otras estrellas de Marvel se rieron al encontrarse en el lavamanos.

“Quiero cambiar”, le dijo Pom Klementieff a su coprotagonista de “Guardians of the Galaxy” (“Guardianes de la Galaxia”), Karen Gillan.

Gillan estuvo de acuerdo y Klementieff suspiró: “Volvamos, volvamos al infierno”.

Después de la gala, en el vestíbulo, Brie Larson, descalza, corrió hacia Greta Gerwig y Noah Baumbach gritando ”¡Gret-A, Gret-A!”, antes de saltar para abrazar a la directora de “Barbie”.

Eran algunas de las muchas celebridades que caminaban por el lobby hacia otras fiestas de estudios y agencias en Los Ángeles, donde muchos analizarían lo que significan los resultados de la noche para los Oscar. ¿Es “Oppenheimer” ahora la líder? ¿Podrán recuperar terreno “Maestro” y “May December” (“Secretos de un escándalo”)? ¿Por qué “Barbie” ganó SÓLO dos premios?

O quizá todo iba a ser ligero y divertido, porque en esas fiestas las cámaras realmente están apagadas.

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