Elementos del altar mayor fueron remodelados. (Foto: Leticia Roa Nixon)

En el imaginario común se suele creer que los jugadores importantes de la economía son las grandes corporaciones comerciales o los grandes conglomerados industriales, y se olvida con facilidad que la pequeña y mediana empresa no solamente gestiona cerca del 90 % de las finanzas a nivel internacional, sino que son responsables de más del 50 % de los empleos, según un informe del Banco Mundial.

Por eso es importante traer a la luz el aporte que los emprendedores latinos le agregan al mercado laboral y a las finanzas del país, a pesar de ser todavía un porcentaje desbalanceado, respecto al tamaño de esta población.

De acuerdo con el censo de 2020, los latinos hoy constituyen el 19 % de la población de Estados Unidos, es decir, unos 62,1 millones de personas, y se proyecta que llegarán a un 29 % para el año 2050, ya que en la actualidad, 1 de cada 5 niños en Estados Unidos es latino.

Según un estudio de la Escuela de Graduados de Negocios de Stanford, esta formidable base de consumidores le agrega al mercado una cuota de consumo equivalente a 1,85 billones de dólares. El informe también muestra que los latinos están iniciando negocios y emprendimientos comerciales a un ritmo mayor que el de los otros grupos étnicos, mostrando una tasa de crecimiento del 44 %, en comparación con un 4 % de crecimiento de los negocios no latinos. Si a esto se suman los gastos en adquisición de propiedades, los latinos le agregan unos 2,75 billones de dólares a la economía nacional.

Sin embargo, estas buenas noticias también tienen su contraparte, pues el mismo estudio muestra que estos negocios crecen menos rápido y generan menores niveles de ganancia que los emprendimientos no latinos. Por eso es de tanta importancia que los emprendedores latinos aprovechen las ofertas e instrumentos que ofrecen organismos oficiales y privados para ayudarles a mejorar sus habilidades empresariales y financieras.

El estado de Pensilvania y el área de Filadelfia también son un espacio donde los empresarios latinos han encontrado un ambiente de negocios privilegiado. Según cifras de la Cámara de Comercio Hispana Conurbada de Filadelfia, se calcula que hay unas 12.000 pequeñas empresas en Filadelfia y casi el doble en el área circundante, que son de propiedad latina, de acuerdo a las cifras que recoge una nota del diario Inquirer.

Una encuesta adelantada por la CCHGF arrojó como las mayores preocupaciones de los emprendedores hispanos eran, primero, desarrollar estrategias efectivas para atraer nuevos clientes; segundo, tener acceso a capital de trabajo y préstamos bancarios, y otras como acceso a tecnología para rediseñar o mejorar sus productos; acceso a entrenamiento financiero y profesional, estrategias para gestionar la competencia y mejor conocimiento de las leyes y regulaciones del gobierno para abrir y administrar negocios.

De allí la importancia de aprovechar las múltiples opciones que existen actualmente para conseguir asesoría en varios campos. A nivel nacional hay iniciativas como la Stanford Latino Entrapreneurship Initiative, o la Latino Business Action Network (LBAN), de JP Morgan. Localmente, la misma Cámara de Comercio Hispana ofrece cursos y talleres sobre temas tan importantes como el acceso a capital desde programas del gobierno; cursos en entrenamiento financiero, conocimiento de las regulaciones laborales y empresariales, y acceso a redes de “networking” para ampliar su base de clientes potenciales.

Así mismo, el Departamento de Comercio Municipal, que la nueva alcaldesa Parker ha puesto bajo la dirección de Alba Martinez, una experta en el tema y latina, tiene un amplio programa para ayudar en el desarrollo y el crecimiento de los emprendimientos hispanos, y cubre desde tópicos como el acceso a estímulos financieros y facilidades para incorporar empleados, hasta entrenamiento en como diversificar su área de producción y sus nichos de clientela; cómo acceder a contratos y hacer negocios con las distintas ramificaciones del gobierno local, y como navegar las áreas de la burocracia en temas laborales y comerciales.

Con todas estas ventajas a disposición de la comunidad, es un buen momento para que los emprendedores hispanos y latinos con buenas ideas y una voluntad de trabajo determinada, se hagan adelante para aprovechar estas herramientas y tener la oportunidad de abrir puestos de empleo para muchos que lo buscan y, además, prestar servicios a las diversas áreas que la sociedad requiere.

En esta edición, además de seguir celebrando las voces afrolatinas de la región, celebramos a iniciativas y emprendedores que siguen poniendo en el mapa nacional el sabor latino de Filadelfia.

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