El mofongo tiene su origen en África Occidental donde se conoce con el nombre de fufú, fue traído al Caribe durante la colonización europea, ellos lo elaboraban con yuca, plátano o ñame hervidos y machacados para preparar una masa, a su llegada a América, lo adaptaron y lo convirtieron en un platillo típico de República Dominicana, Puerto Rico y Cuba. Se elabora con una fruta tropical como el plátano verde que es el ingrediente principal, triturado en un pilón (mortero que se utiliza para machacar alimentos) se mezcla con chicharrón y ajo, logrando un platillo con un equilibrio de sabores que es una de las características primordiales del mofongo, por lo que ha sido aceptado en varias comunidades hispanas que radican en Estados Unidos, especialmente en Nueva York y Florida.
Su nombre proviene de la palabra africana “mfwenge” que significa mezclar o triturar, se ha popularizado no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Es más que un plato delicioso, es un recordatorio de la historia cultural y de sus raíces africanas, su adaptación criolla y su evolución moderna refleja la diversidad e identidad puertorriqueña, dominicana y cubana.
Actualmente ha traspasado fronteras ya que es un platillo versátil, puede servirse como plato principal o acompañamiento, restaurantes en todo el mundo lo ofrecen con una gran variedad de proteínas como mariscos, carne de cerdo, tocino, pollo, etc. Manteniendo su esencia tradicional, pero experimentando con nuevos ingredientes. ¡Hoy prepararemos un mofongo tradicional de chicharrón! ¡Delicioso!

INGREDIENTES
4 plátanos verdes
3 dientes de ajo
½ kilo de chicharrón cortado en cubos pequeños
½ barra de mantequilla
Aceite de oliva (opcional)
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de pimienta molida
PREPARACIÓN
Para pelar los plátanos hay que quitar las puntas, cortar el plátano haciendo un pequeño giro con la mano para separar la pulpa. Se cortan en rodajas y se fríen en aceite bien caliente dándoles vuelta para que se suavicen por todos lados, se sacan y se escurren en toallas de papel.
El mortero se unta con una cucharadita de mantequilla, se colocan los ajos y se machacan poniendo la sal poco a poco hasta lograr una crema homogénea, se añaden algunas rodajas de plátano, se trituran, luego agrega chicharrón, machacando todo, se agrega un poco de mantequilla y se van alternando todos los ingredientes. Cuando tengas todo machacado se puede utilizar un recipiente más grande para mezclar de manera uniforme y rectificar la sal. Si consideras que la mezcla está muy seca puedes agregar mantequilla, aceite de oliva o algún caldo para que sea blando y suave. Se forman bolitas con la mezcla del tamaño de una bola de tenis aproximadamente o se puede servir utilizando toda la mezcla con una forma redonda.
Como plato principal: puede servirse con ensalada y arroz blanco.
Como acompañamiento: funciona bien como guarnición de carnes.
NOTA: También se pueden utilizar otros ingredientes, como tocino o camarones, siguiendo el mismo procedimiento.






