El gobernador Josh Shapiro de visita a la sede de SEPTA, donde se reunió con líderes y usuarios del transporte público para reiterar la urgente necesidad de que la Asamblea General de Pensilvania apruebe fondos cruciales para el transporte público en toda la Mancomunidad. (Foto: Cortesía/Commonwealth Media Services)

El gobernador Josh Shapiro advirtió que esta crisis afecta a todo el estado, no solo a Filadelfia.

La Cámara de Representantes (controlada por demócratas) rechazó un proyecto de ley del Senado (controlado por republicanos) que proponía $1.2 mil millones en dos años.

Al cierre de esta edición se vencía el plazo para que SEPTA asegure financiamiento y evite recortes sustanciales. Un proyecto de ley aprobado por el Senado de Pensilvania, controlado por los republicanos, no logró avanzar después de que un comité de la Cámara de Representantes lo rechazara el pasado 13 de agosto en una votación dividida por líneas partidistas.

La noche del martes, el Senado aprobó dos proyectos de ley: un presupuesto estatal similar al del año pasado, pero sin el nuevo gasto propuesto por el gobernador demócrata Josh Shapiro, y una ley de transporte que incluía un plan de financiamiento para SEPTA con recursos del fondo estatal de transporte, además de aumentos en las tarifas cada dos años, vinculados al Índice de Precios al Consumidor (CPI).

Durante el debate en el pleno del Senado, antes de la votación, el senador estatal Joe Picozzi, republicano de Filadelfia, afirmó que el proyecto “proporcionará 1.200 millones de dólares para las redes de transporte de Pensilvania durante los próximos dos años, incluyendo transporte público y carreteras”. Picozzi añadió: “Este financiamiento necesario se está realizando de manera que protege a los contribuyentes, mejora la seguridad de nuestros sistemas de transporte e implementa nuevas medidas de responsabilidad”.

El proyecto del Senado difería del plan respaldado por los demócratas que la Cámara aprobó el lunes, el cual también incluía fondos para carreteras y aumentaba la ayuda para operaciones de agencias de transporte en 292 millones de dólares —aproximadamente un 25% más— destinando la mayor parte a SEPTA. Esta propuesta fue aprobada en la Cámara por 108 votos contra 95, con la oposición de casi todos los republicanos.

El martes, los demócratas de la Cámara criticaron la propuesta republicana, señalando que no avanzaría. “Reconocemos que la crisis que enfrentamos exige ingresos recurrentes, y eso es lo que nuestra cámara ha aprobado una y otra vez”, dijo el líder de la mayoría, Matt Bradford (D–Condado de Montgomery). “Saqueando un fondo para tapar otro, sin ingresos sostenibles, no resolveremos esta crisis de financiamiento. Esto no pasará en la Cámara”.

El miércoles por la tarde, un comité de la Cámara votó y bloqueó el avance del proyecto, con todos los demócratas del comité en contra. En la sesión, el gerente general de SEPTA, Scott Sauer, y el secretario de PennDOT, Mike Carroll, respondieron preguntas y se pronunciaron en contra de usar el fondo estatal de transporte para cubrir el déficit de 213 millones de dólares. Carroll advirtió que el monto del fondo fluctúa y que redirigirlo afectaría proyectos en todo el estado. Sauer recalcó que “no hay un fondo listo para tapar un déficit de esta magnitud” y que, para reunir esa cantidad, sería necesario detener casi todo el programa de inversión de capital.

El líder republicano de la Cámara, Jesse Topper, defendió la propuesta fallida, señalando que el fondo había recibido 400 millones de dólares desde enero y cuestionando que todos los proyectos fueran “listos para iniciar”. Sin embargo, admitió que el resultado refleja lo que ocurre cuando se presentan propuestas sin consenso previo entre ambas cámaras.

Con el fracaso del proyecto, los legisladores seguían negociando en Harrisburg.

De no aprobarse SEPTA comenzaría un periodo de preparación de 10 días para aplicar recortes de servicio del 20% a partir del 24 de agosto. Estos incluirán la eliminación de rutas de autobús con baja demanda y la reducción de frecuencia en autobuses, tranvías y trenes.

Según el plan, las tarifas subirán un 21,5% el 1 de septiembre, pasando de 2,50 a 2,90 dólares por viaje en autobús, tren o tranvía. Después, la agencia impondría una congelación de contrataciones y aplicaría más recortes a partir del 1 de enero de 2026, lo que significaría eliminar la mitad de sus servicios actuales, incluyendo más rutas de tren regional y autobús, además de establecer un toque de queda a las 9:00 p.m. en el servicio ferroviario

SEPTA advirtió que, de concretarse este escenario, no podrá ofrecer servicio reforzado para eventos turísticos importantes en 2026, como partidos de la Copa Mundial de la FIFA en Filadelfia, celebraciones del 250 aniversario de Estados Unidos, el Juego de Estrellas de la MLB, el Campeonato de la PGA y partidos del torneo NCAA March Madness.

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