
Los indios americanos han resistido durante siglos perder su identidad
El Día de la Resistencia Indígena se conmemora cada 12 de octubre en varios países que recuerdan las luchas iniciadas en 1492 por los pueblos indígenas en defensa de su cultura e integridad contra la colonización española, luego de que el navegante genovés, Cristóbal Colón, llegara al continente americano.
En Estados Unidos existen 574 tribus indígenas y nativas de Alaska reconocidas a nivel federal. A ellas se suman otras 60 tribus reconocidas únicamente a nivel estatal, además de muchas más que aún luchan por obtener reconocimiento oficial, un proceso largo y complejo. Estas tribus son comunidades que comparten idioma, religión, tradiciones y una profunda conexión con su territorio.
Según el Censo de 2020, en Filadelfia residían 3,241 personas que se identificaron como nativas americanas o nativas de Alaska, lo que representa el 0.2% de la población total de la ciudad, que entonces era de 1,603,797 habitantes.
A nivel nacional, la población indígena ascendía a 6,79 millones de personas, es decir, el 2,09% de la población estadounidense. De ellas, aproximadamente el 20% vive en territorios indígenas o aldeas nativas de Alaska.

Presencia y resistencia
En Pensilvania, el 1,1% de la población —alrededor de 130,000 personas— se identificó como “nativo americano o nativo de Alaska solamente”. California es el estado con la mayor población indígena, mientras que la ciudad de Nueva York alberga la mayor concentración urbana. Los navajos constituyen el grupo indígena más numeroso, con aproximadamente 298,000 integrantes.
El arte y la cultura han sido herramientas fundamentales de resistencia para preservar la identidad indígena. La artista Jaune Quick-to-See Smith lo resume así: “Durante mucho tiempo, los medios de comunicación nos han representado como una raza en desaparición, y los museos nos han ignorado”. Smith es curadora de la exposición Indigenous Identities: Here, Now & Always, que se presenta en el Museo de Arte Zimmerli de la Universidad Rutgers, en New Brunswick, Nueva Jersey, hasta el 21 de diciembre.

Un desafío persistente
La violencia contra las mujeres indígenas ha dado origen al movimiento Mujeres Indígenas Desaparecidas y Asesinadas (MMIW, por sus siglas en inglés). El homicidio es la tercera causa de muerte entre mujeres indígenas de 10 a 24 años, y la quinta entre las de 35 a 44 años. Además, el 40% de las víctimas de trata humana en EE. UU. son identificadas como nativas americanas. Solo en 2023, más de 5.800 mujeres indígenas fueron reportadas como desaparecidas, de las cuales el 74% eran niñas.
Según el National Congress of American Indians, el 84,3% de las mujeres indígenas han sufrido algún tipo de violencia, en su mayoría perpetrada por hombres no indígenas.
A pesar del genocidio, el confinamiento en reservaciones, la reclusión en internados diseñados para borrar su identidad cultural, las enfermedades, el hambre y el abuso, los pueblos indígenas siguen de pie, defendiendo su existencia y su legado.
Celebraciones en Filadelfia
En Filadelfia se celebra el segundo lunes de octubre con diversas actividades culturales. Este año, el 11 de octubre, el grupo local de son jarocho Son Revoltura presentará “El Fandango Afro-Indígena” en el parque FDR, como parte de esta conmemoración viva y diversa.
Entre otros eventos se destacan los organizados por Francisco Javier Hernández Carbajal, director del grupo de danza azteca-chichimeca Ollin Yoliztli Calmecac, el 12 de octubre en Bartram’s Garden, y la celebración del 13 de octubre en 1301 N. Beach, organizada por Indigenous People’s Day, bajo la dirección de Mabel Negrete y su equipo, que incluye representantes indígenas de Estados Unidos, el Caribe y América Latina.
A pesar del genocidio, forzados a vivir en reservaciones, ser enviados a internados para despojarlos de su identidad cultural, las enfermedades, el hambre, el ultraje y el abuso, los pueblos indígenas siguen de pie





