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El flujo de migrantes por la frontera sur mexicana ya está controlado. Pero por los cárteles

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La migrante venezolana Lisbeth Contreras abraza a sus hijos mientras cruzan el río Suchiate, fronterizo entre Guatemala y México, desde Tecún Umán, Guatemala, el sábado 26 de octubre de 2024. (Foto: AP/Matías Delacroix)

El primer lugar donde duermen muchos de los migrantes que entran a México cruzando el río Suchiate desde Guatemala es un gran cuarto enrejado en una finca. Lo llaman “el gallinero” o “la gallera” y ahí permanecen secuestrados hasta que pagan el derecho de paso a un cártel.

Cuando lo hacen, son marcados en el brazo con un sello que les permitirá adentrarse en México.

La llegada de migrantes a la frontera de Estados Unidos se ha reducido a niveles no registrados desde agosto de 2020 —en plena pandemia—, pero en vísperas de unas elecciones donde la inmigración es uno de los grandes temas de campaña, los extranjeros siguen entrando en México.

La administración de Joe Biden asegura que esas cifras son fruto de la expansión de vías legales para migrar y de los esfuerzos de su contraparte mexicana por contener el flujo de extranjeros, pero quien controla la frontera sur mexicana no es el puñado de agentes federales o Guardias Nacionales apostados en el río, sino los cárteles.

Muchos migrantes pagan al menos 100 dólares por cabeza para librarse del secuestro con el que se encuentran nada más pisar territorio mexicano. De enero a agosto de este año, los extranjeros interceptados por el Instituto Nacional de Migración (INM) en esta zona superaron los 150.000. Y eso solo es la parte visible de las llegadas.

Seis familias de distintas nacionalidades que pasaron por este tipo de secuestros contaron a The Associated Press cómo opera la delincuencia en estas tierras. Un funcionario federal confirmó el ‘modus operandi’. Todos pidieron el anonimato por miedo a represalias.

Los agentes de inmigración mexicanos interceptaron de enero a agosto a 925.000 migrantes en situación irregular en todo el país, una cifra muy superior al total anual del año pasado y el triple del registrado en 2021. Sin embargo, sólo han deportado a 16.500, una fracción de años previos.

El río Suchiate, el punto por donde hace seis años miles de migrantes cruzaron en enormes caravanas —algunas de las cuales llegaron hasta el límite con Estados Unidos—, era uno de los pocos sitios de esta frontera porosa y mayoritariamente trazada en la selva por donde los extranjeros podrían cruzar irregularmente sin necesidad de un traficante.

Ahora, la situación es otra. Los cárteles operan en ambas orillas.

“Son ellos los que dicen quién pasa y quién no pasa”, asegura el padre Heyman Vázquez, párroco en Ciudad Hidalgo, la localidad junto al río. “Son cantidades grandes de migrantes que se llevan todos los días y lo hacen a la vista de todas las autoridades”.

Elvin Cruz, migrante hondureño, descansa sobre una colchoneta en un albergue en Tapachula, México, el lunes 28 de octubre de 2024. (Foto: AP/Matías Delacroix)

Derecho de paso hacia el norte

La mañana del lunes, un grupo de siete hondureños, entre ellos Luis Alonso Valle, de 43 años, con su esposa y dos hijos menores, se bajan de una balsa hecha con llantas de camión y maderas en la que cruzaron el río Suchiate y se adentran en Ciudad Hidalgo.

No han avanzado más de 50 metros y tres hombres en moto se acercan a decirles que no pueden seguir caminando. Al ver las cámaras de AP se alejan. Los hondureños se miran con miedo. Al llegar al parque central varias personas les abordan. “¿Ya tienen guía?”, les pregunta un hombre. “Chips (telefónicos) activados con saldo”, les ofrece otro.

Los nervios crecen. Valle explica que quieren agarrar una camioneta hasta Tapachula, 37 kilómetros al norte, la considerada capital de la frontera sur mexicana. Les señalan una estacionada a unos metros, frente a un agente de policía municipal. Mientras se acomodan dentro, el chofer pide a AP dejar de grabar. “Me va a parar la maña (el crimen organizado) ahí fuera”, susurra nervioso.

Así o de forma muy similar, engañados por taxistas o conductores de camionetas, los migrantes son llevados a una finca donde duermen encerrados y en el suelo, vigilados por individuos armados.

“Había más de 500 personas, algunas tenían 10, 15 días ahí”, cuenta una mujer venezolana que fue liberada el domingo con su esposo y sus hijos de 12 y 8 años. “El que no tiene dinero se queda y el que decide pagar, sale”.

A un panadero ecuatoriano de 28 años, que viaja con su esposa, hija y otros cuatro familiares, incluso le acompañaron al banco mientras su familia se quedaba en garantía.

Una vez hecho el depósito son trasladados a otra casa, les hacen una foto y les ponen un sello. Al panadero, que entró a México en agosto, le pusieron la letra “J”. A la familia venezolana, algo parecido a una gallina con una especie de fruta al lado.

En la ruta a Tapachula, las camionetas de pasajeros son detenidas por los narcos. Los migrantes que no llevan sello vuelven a la casilla de salida. Al llegar a la ciudad, una nueva fotografía del extranjero hecha por el chofer acredita que su ‘mercancía’ ha sido entregada.

Las familias entrevistadas dijeron no haber sufrido daños físicos pero tenían miedo después de ser liberados.

Al menos a una tercera parte de los centenares de personas que acompañó el centro de derechos humanos Fray Matías de Córdova en 2024 llevaban sellos en el brazo. “Cuando no pueden pagar con dinero, pagan el cuerpo, sobre todo mujeres, adolescentes y hombres homosexuales”, explicó su director, Enrique Vidal Olascoaga.

AP no pudo ver ninguna de las marcas. Las familias afirman que les pidieron que las borraran al llegar para evitar problemas con otras bandas.

Los más de cien migrantes liberados en septiembre por las fuerzas federales en Ciudad Hidalgo y el grupo de decenas que fue disparado por el Ejército el primer día de gobierno de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre, 100 kilómetros al norte y donde murieron seis migrantes, habían sido sometidos a la misma modalidad de secuestros y extorsión, indicó el funcionario conocedor de las declaraciones de los extranjeros.

Un grupo de migrantes descansa frenta a un local de pintura en Tapachula, México, el domingo 27 de octubre de 2024. (Foto: AP/Matías Delacroix)

Frontera México-Guatemala, nueva tierra de cárteles

La violencia —asesinatos, desapariciones, intimidaciones, desplazamiento de civiles— no ha dejado de crecer en Chiapas desde hace dos años cuando el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco Nueva Generación convirtieron ese estado en un escenario más de su guerra para controlar todos los tráficos ilegales en México. El de migrantes, dicen los expertos, es el más lucrativo.

Las organizaciones civiles se sienten cada vez más intimidadas. Este mes fue asesinado un respetado sacerdote y defensor de derechos humanos que denunció la impunidad con la que operaba la delincuencia.

En ocasiones impiden hasta que los migrantes puedan recibir ayuda humanitaria. “Esto nunca había pasado”, denuncia Vidal Olascoaga.

La administración de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) minimizó el problema. La nueva presidenta dice estar atendiendo la situación junto al gobierno de Chiapas pero mantiene la mismas políticas de su mentor de no enfrentar a los cárteles y trasladar a los migrantes del norte hacia el sur para desgastarlos, mantenerlos lejos de la frontera estadounidense y agotar sus recursos. Otras veces solo les traslada a diferentes ciudades donde, según las ONG, son abandonados y expuestos a más secuestros y extorsiones.

El ayuntamiento de Ciudad Hidalgo asegura que los cuida. “Nunca hemos tenido una situación que representa una violencia en contra de nuestros hermanos migrantes, nunca, aquí en nuestro municipio, no”, afirmó a AP Elmer Vázquez, su alcalde. Al ser preguntado por la casa de seguridad detectada por el ejército en septiembre dijo no saber de qué se trataba.

El padre Heyman Vázquez —sin parentesco con el alcalde— que lleva dos décadas defendiendo migrantes, asegura no haber visto un momento peor.

“Es una violencia terrible”, denunció. «El Ministerio Público no va a hacer nada; lo denuncias con la Guardia Nacional, no va a hacer nada; la Fiscalía de Delitos contra Migrantes no hace nada. Están coludidos con la delincuencia organizada y claro, ellos aparentan que están trabajando”.

Agentes de policía patrulla un área cercana al río Suchiate en Ciudad Hidalgo, México, en la frontera con Guatemala, el lunes 28 de octubre de 2024. (AP Foto/Matías Delacroix)

Carrera contrarreloj

En agosto, el gobierno estadounidense amplió el acceso a CBP One, un portal oficial para programar citas en línea y solicitar asilo en Estados Unidos desde el sur de México, algo que las autoridades mexicanas habían solicitado desde hacía tiempo para evitar que los migrantes tuvieran que trasladarse a la capital o al norte del país para conseguir su turno.

Eso les permite esperar lejos de la frontera y luego, en teoría, viajar más seguros justo antes de su fecha. Pero muchos denuncian que, pese a tener los documentos, a veces no les venden los boletos para viajar o incluso son secuestrados en el camino, perdiendo los turnos.

A finales de agosto México anunció la apertura de corredores de “movilidad segura”. Pero del 9 de septiembre al 11 de octubre, Migración trasladó desde Tapachula sólo a 846 migrantes, una cifra ínfima si se tiene en cuenta que las autoridades estadounidenses permitieron el paso de 44.600 migrantes con ese tipo de citas solo en el mes de septiembre.

Donald Trump ha prometido eliminar la aplicación CBP One, cerrar otras vías legales para entrar en Estados Unidos y ha hablado de deportaciones masivas, lo que genera ansiedad en muchos de los que todavía siguen en México. Algunos ya hablan de formar una caravana para salir el mismo día de los comicios estadounidenses.

El martes, los más afortunados que ya tenían cita hacían cola por la mañana en Tapachula para conseguir el permiso de tránsito de Migración y viajar al norte.

Jeyson Uqueli, un hondureño de 28 años, era uno de ellos. Había dormido ahí para ser el primero en la fila.

Planea reunirse con su hermana que vive en Nueva Orleans pero para ello tiene que llegar a Matamoros, vecina de Brownsville (Texas), antes del 6 de noviembre, la fecha de su cita. Quiere intentar volar a la ciudad norteña de Monterrey y luego tomar un autobús a Matamoros. Tenía emociones encontradas.

Estaba nervioso porque tenía que conseguir el dinero del pasaje a tiempo, pero aliviado por haber conseguido su turno antes de las elecciones “porque Donald Trump va a llegar y se va a deshacer de las citas”.

«El poder latino contra el odio MAGA: Latinos en Pensilvania tienen la llave de la Casa Blanca”

Kamala Harris, la actual vicepresidenta de Estados Unidos. (Foto: AP)

Lo que hemos presenciado a lo largo de los años —comenzando no solo en el mitin realizado en el Madison Square Garden en Nueva York, sino desde el momento en que Donald Trump descendió por esa escalera dorada— ha revelado la verdadera naturaleza de su campaña. Es una campaña que ha envalentonado a compinches y racistas por igual para difundir libremente la intolerancia hacia las minorías: latinos, inmigrantes, afroamericanos, musulmanes, judíos, e incluso ciudadanos nacidos en EE. UU. de Puerto Rico. Esto no es un incidente aislado; es el patrón recurrente del movimiento MAGA, una facción peligrosa del Partido Republicano que rechaza abiertamente la diversidad. Algunos podrían excusar la retórica reciente diciendo: «Oh, solo fue un comediante; no fue Trump», en referencia a los comentarios de Tony Hinchcliffe. Pero eso es absurdo. Tony fue invitado como orador especial en el mitin de clausura de Trump en Nueva York, una ciudad que alberga a 700,000 puertorriqueños. La campaña de Trump lo aprobó, su discurso fue revisado y aprobado, y sabían exactamente qué mensaje estaban enviando.

Hasta el martes, mientras escribo este artículo, Trump no ha hecho ninguna declaración oficial sobre estos y otros comentarios racistas hechos durante su mitin en Nueva York. En cambio, dijo: «Fue como una fiesta de amor y fue un honor estar involucrado». En serio. El nivel de intolerancia mostrado allí es inaceptable. Sin embargo, sus seguidores en el Madison Square Garden se rieron, encontrando humor en esta expresión de intolerancia. Pero esto no es gracioso para los puertorriqueños. No es gracioso para los latinos. Y definitivamente no es gracioso para aquellos de nosotros que creemos en la democracia y la inclusión. ¡PUERTO RICO SE RESPETA!

No olvidemos que, hace poco, Trump afirmó falsamente que los inmigrantes de Haití estaban robando mascotas en Springfield, Ohio, para comer, una mentira que llevó al acoso motivado por el odio hacia las familias haitianas. Niños inmigrantes fueron acosados y algunos obligados a quedarse en casa debido a amenazas de bomba, perdiéndose el día en que debían tomarse la foto escolar. Trump y su candidato a vicepresidente, J.D. Vance, sabían que estas afirmaciones eran falsas, pero las perpetuaron de todos modos, fomentando la hostilidad. Mi propia comunidad venezolana también ha estado bajo ataque. Los compinches de Trump nos han etiquetado sin fundamento como pandilleros y asesinos, acusando a venezolanos en Aurora, Colorado, de «tomar» edificios de apartamentos sin ninguna prueba.

Pero con la fuerza unida de 600,000 votantes latinos en Pensilvania, tenemos el poder de mostrarle la puerta a Donald Trump y a su grupo de racistas, con una chancla en la mano, de una vez por todas. El camino a la Casa Blanca pasa por Pensilvania. El 5 de noviembre, los latinos le entregarán las llaves a Kamala Harris.

Latino Power Against MAGA Hate: Pennsylvania Latinos Hold the Key to the White House

Kamala Harris, la actual vicepresidenta de Estados Unidos. (Foto: AP)

What we’ve witnessed over the years—starting not only at the rally held at Madison Square Garden in New York but from the moment Donald Trump descended that golden escalator—has exposed the true nature of his campaign. It’s a campaign that has emboldened cronies and racists alike to freely spread intolerance toward minorities: Latinos, immigrants, African Americans, Muslims, Jews, and even U.S.-born citizens from Puerto Rico. This isn’t an isolated incident; it’s the recurring pattern of the MAGA movement, a dangerous faction of the Republican Party that outright rejects diversity. Some may excuse the recent rhetoric by saying, “Oh, it was just a comedian; it wasn’t Trump,” in reference to Tony Hinchcliffe’s comments. But that’s nonsense. Tony was invited as a special guest and speaker at Trump’s closing rally in New York City—a city home to 700,000 Puerto Ricans. The Trump campaign approved him, his script was reviewed and vetted, and they knew exactly what message they were sending.

As of Tuesday, when I am writing this OpEd, Trump has not made any official statement about these, and other racist comments made during his New York rally. Instead, he remarked, “It was like a love fest and it was my honor to be involved.” No kidding. The level of intolerance displayed here is unacceptable. Yet, his supporters at Madison Square Garden laughed, finding humor in this bigotry. But it’s not funny for Puerto Ricans. It’s not funny for Latinos. And it’s definitely not funny for those of us who believe in democracy and inclusivity. ¡PUERTO RICO SE RESPETA!

Let’s not forget that just recently, Trump falsely claimed that immigrants from Haiti were stealing pets in Springfield, Ohio, for food—a lie that led to hate-fueled harassment of Haitian families. Immigrant children were bullied, some forced to stay home due to bomb threats, missing the day when they were supposed to have their school pictures taken. Trump and his VP candidate, J.D. Vance, knew these claims were false but perpetuated them anyway, fueling hostility. My own Venezuelan community has also been under fire. Trump’s cronies have baselessly labeled us gangsters and murderers, accusing Venezuelans in Aurora, Colorado, of “taking over” apartment buildings without any proof.

But with the united force of 600,000 Latino voters in Pennsylvania, we have the power to show Donald Trump and his group of racists, with a chancla (Flip Flop) in our hands the door for good. The path to the White House goes through Pennsylvania. On November 5, Latinos will hand the keys to Kamala Harris.

Los motivos por los que Mercedes Viana -Schlapp cree que Trump está atrayendo el voto latino

Mercedes Viana -Schlapp. Estratega republicana (Foto suministrada)

“En estados como Pennsylvania, Arizona, Nevada, donde el voto latino es bien importante, el presidente Trump está haciendo todo lo que puede para ganárselos, y estamos viendo que poco a poco lo están apoyando a él. Es un voto bien importante, es un voto que sabemos que puede hacer la diferencia el 5 de noviembre”. MVS

Mercedes Viana-Schlapp es una latina que ha trabajado en dos gobiernos republicanos; en el de George Bush y en el del expresidente Donald Trump. Dado que es más común asociar el voto hispano con el Partido Demócrata, Impacto conversó para Charlas de Impacto con esta influyente líder republicana sobre las convicciones que la hacen seguir trabajando para la reelección de Trump.

“Yo conozco al presidente Trump. Estuve con él miércoles pasado en una reunión con latinos de todos los estados y te digo, él es una persona que ha luchado y va a luchar por el pueblo estadounidense. Es alguien que entiende la importancia de poder crecer, de aprovechar las oportunidades en un país como este, en la economía, porque sabemos que muchos latinos están pasando por un estrés financiero muy fuerte y no pueden pagar sus cuentas. El precio de la comida, de la electricidad, de la renta está altísimo, y esto ha sido el resultado de las políticas de Biden y Harris. Y entonces, él está comprometido a poder ayudar a las familias latinas y a los estadounidenses” afirma Mercedes.

Y continúa, “él habla de la importancia de la seguridad en la frontera; porque sabemos que bajo la Administración Biden-Harris han entrado personas a este país que ni sabemos quiénes son; no les han revisado los antecedentes y ha aumentado el caos en la frontera, permitiendo que narcotraficantes y delincuentes involucrados en la trata de personas traigan las drogas”. La estratega conservadora con CPAC, compartió su indignación por la falta de claridad en el paradero de miles de niños que han cruzado la frontera.

Viana-Schlapp considera que el asunto de la prosperidad y también de la seguridad son cruciales para Trump, “él tiene esta visión. Tiene la convicción de que creando consenso se puede hacer avanzar el estado de vida de los latinos aquí en los Estados Unidos” asegura.

Al hablar de la economía del país es preciso tener en cuenta que la inflación ha afectado mucho a los bolsillos de los estadounidenses, pero es menor que en otros países industrializados, que han venido lidiando con la crisis económica mundial, en buena parte causada por la pandemia y las guerras. Sobre las propuestas de Harris para mejorar la economía, una de las acusaciones que se escucha a menudo contra ella, es la de ser socialista. Reciénteme ella se ha definido como una “capitalista pragmática”; al respecto Mercedes, considera que “Harris ha hablado de controles de precios en la industria de la comida, y estas son tácticas socialistas…  creo que la vicepresidenta Harris no ha podido explicar su visión económica o hacer un cambio; no ha ofrecido una solución; y menos aún, gastar más dinero, esto no va necesariamente a funcionar”.

LOS EXTREMOS

Otro de los motivos por los que la republicana se distancia de la mayoría de los latinos que votan demócrata, es por ir en contra de sus valores. “Veo al Partido Demócrata y ya yo no lo reconozco. Ellos están apoyando una agenda extremista. Promueven, por ejemplo, la ideología de género; permiten que los varones jueguen en los deportes de mujeres. Y las familias latinas responden que no; que eso no es para nosotros. Eso es demasiado, promover esa agenda radical, y muchas familias latinas no quieren que el gobierno nos diga cómo tenemos que criar a nuestros hijos; yo no lo quiero”.

Algo que para otros muchos parece muy extremista de Trump y el movimiento MAGA, es considerar a la llegada masiva de inmigrantes como una invasión, a lo que Mercedes opina que “todos están de acuerdo en que se requiere un mayor control en la frontera; es indispensable. Ella misma, Harris, ha dicho que necesitamos más control. Sabemos que este es un país increíble. Mis padres vinieron de Cuba, donde mi papá era prisionero político. Él vino para acá, pero con un proceso legal. Queremos asegurar que la inmigración sea de forma legal, no el caos ni la crisis humanitaria que hay hoy. Ahora tenemos niñas de 16, 14 y 11 años que son asaltadas sexualmente por los coyotes y los narcos. Eso es una crisis humanitaria; eso no es aceptable”, argumenta.

DISTANCIAMIENTOS Y ACERCAMIENTOS

De manera histórica, muchos republicanos han abandonado la campaña del expresidente Trump para apoyar a Harris. Cientos de republicanos destacados y que han trabajado con anteriores gobiernos conservadores, están apoyando a Harris y muchos de ellos están haciendo campaña con la demócrata, diciendo que privilegian a la nación sobre el partido.

“Sí, hay personas que trabajaron con el presidente Trump que no lo van a apoyar esta vez, pero es una minoría, y creo que en el Partido Republicano estamos bastante unidos. Al final del día el voto lo vamos a enfocar en los independientes; en aquellos que a lo mejor no quieren ser republicanos ni demócratas. Nuestro CPAC es de conservadores, y estamos invirtiendo mucho esfuerzo en América Latina; hemos hecho CPAC en México y Brasil, y pronto en Argentina. Hace poco estuve en México, que es un país muy especial, muy increíble. Allí me dijeron que ‘cuando los Estados Unidos cogen gripa a América Latina le da neumonía’. Y es verdad; en este momento Kamala Harris y su Administración han ignorado a América Latina y han permitido que enemigos como China inviertan en esta región, que es estratégica para nuestro país”.

“Y –continúa diciendo–, creo que esto es un fallo tremendo. Cuando Trump era presidente, él llamaba al presidente Obrador, tenían una relación, aunque fueran de ideas contrarias, y resolvieron problemas graves en la frontera”.

Mercedes se refiere a la política de “Quédate en México” que prevaleció durante el Gobierno de Biden a causa de la pandemia. También mencionó la nueva versión del tratado de libre comercio de Norteamérica.  Actualmente México desplazó a China convirtiéndose en el principal socio comercial de Estados Unidos.

La estratega cree que es otro punto a su favor “Los países de América Latina están mirando a los Estados Unidos diciendo ‘sí, necesitamos un líder que nos preste atención’, porque hemos visto un gran fracaso en Venezuela, en Nicaragua; y en Cuba ni qué decir, ya son décadas de fracaso. Necesitamos mostrar respeto por América Latina y buscar el modo de reducir el número de países que están cayendo al comunismo influidos por Rusia y China; no podemos ignorarlos”.

Sin embargo, algo que causa temor entre los votantes latinos, es la promesa de la campaña Trump-Vance de suspender el TPS para los nicaragüenses y venezolanos, revocar el estatus legal de los refugiados haitianos, y la ejecución de “la madre de todas las deportaciones desde el día uno”, pero la mayoría de sus seguidores apoyan la deportación masiva de indocumentados.

Sobre los temas de política internacional y los dictadores socialistas, Mercedes subraya que “Kamala Harris no tiene la capacidad ni la inteligencia para liderar esta nación. Ellos no le tienen miedo a Kamala porque saben que ella es muy débil. Maduro no respeta a Kamala y sabe muy bien que puede mandar sus criminales por la frontera para entrar al país”.

EL TEMOR DE VIOLENCIA POST-ELECTORAL

Además de la incertidumbre por quien pueda ganar las elecciones, ante una paridad en las encuestas, y la indecisión de muchos votantes que consideran que tienen que escoger entre “dos males”, existe preocupación por lo que se pudiera desatar después de las elecciones. Mientras muchos aún recuerdan los sucesos del 6 de enero con indignación y temor, Mercedes opina que “hay que orar muy fuerte por la paz, y yo estoy preocupada de que, si gana el presidente Trump, que salgan a la calle muchos de los izquierdistas, personas que han entrado en este país ilegalmente y que son parte de organizaciones terroristas de Irán, de China, que puedan causar problemas en nuestras grandes ciudades”.

“Pero –continúa–, yo no estuve de acuerdo con lo que pasó el 6 de enero, aunque después trataron de ponerle toda la culpa al presidente Trump. Yo creo que era algo que no debió pasar, fue algo terrible para nuestra nación. Muchos de los que vinieron a apoyarlo no fueron al Capitolio, fue una minoría de personas, pero fue muy desafortunado. Pero es como lo que pasó con BLM en el verano del 2020, donde destruyeron ciudades, donde nosotros no podíamos salir en Washington D.C. el día que nominaron al presidente Trump, porque había personas que estaban asaltando; quemaron lugares, saquearon, y esas personas ni siquiera fueron a la cárcel. Entonces, sí me preocupa un poco, porque yo creo que el presidente Trump va a ganar, y espero que tengamos los recursos necesarios para asegurar la paz”.

Mientras Trump hace de Puerto Rico una broma, Bad Bunny aprovecha el alma boricua

Bad Bunny
(Foto: EFE/CAROLINE BREHMAN)

En estas elecciones presidenciales, la diáspora puertorriqueña tendrá la última palabra.

Cuando Bad Bunny lanzó, «Una Velita», el 19 de septiembre del 2024, casi siete años después que el huracán María azotó a Puerto Rico, el músico más escuchado en el mundo entre 2020 y 2022 (hasta que fue destronado por Taylor Swift), habló por nosotros los boricuas, compartiendo nuestra alma. El pueblo puertorriqueño, sobre nueve millones de boricuas, sin lugar a dudas, somos un pueblo especial, y Bad Bunny, como todo puertorriqueño lo sabe.

Desde que Bad Bunny, (cuyo verdadero nombre es, Benito Antonio Martínez Ocasio) lanzó su canción de «Llamado a la acción», en la que recuerda encender una vela durante el huracán María, desgarrando así la verdadera situación en la Isla, incitando la acción entre el liderazgo, creando una unión. De ahí, semanalmente, los líderes puertorriqueños de todo el país hemos estado hablando sobre, esta situación, y reflexionando sobre, cómo la infraestructura de la isla apenas ha mejorado en los años transcurridos. De igual modo, recordando cómo la diáspora puertorriqueña de la ciudad de Nueva York fue la primera en llegar para ofrecer ayuda a la isla después del huracán.

Este pasado domingo el candidato republicano y expresidente, Donald Trump, realizó un mitin en la ciudad de Nueva York, donde «el chiste» fue, Puerto Rico. El comediante, Tony Hinchcliffe, lo llamó una «Isla flotante de basura». Los partidarios puertorriqueños de MAGA, no pueden obtener un pase en esto. El propio Trump ha llamado abiertamente sucio a Puerto Rico, y ha preguntado si podría intercambiarse por Groenlandia.

Es como si, con su canción, Bad Bunny aprovechara la frustración que todos los puertorriqueños estaríamos experimentando durante el año electoral más divisivo que hemos visto.

En Puerto Rico, es probable que miles de votantes se vean privados de sus derechos por un sistema que no quiere que participen votantes jóvenes y descontentos. En Estados Unidos, en estados críticos como Pensilvania, casi medio millón de puertorriqueños, parte de la creciente diáspora que no siempre se ha sentido incluida, ahora tienen el poder, a través de su voto, de elegir al próximo presidente de Estados Unidos.

Los boricuas no pueden olvidar que la Administración de Trump abandonó su responsabilidad, y nos dejaron a nuestra suerte para sobrevivir después de los huracanes Irma y María. Fueron los boricuas los que ayudaron unos a otros, y fue la diáspora puertorriqueña la que reunió recursos.

No podemos olvidar a los familiares que fallecieron. No podemos olvidar a los miembros de la familia que ahora viven en condiciones similares a las de los países en desarrollo. El sistema energético privatizado de Puerto Rico ha desestabilizado la economía al cobrar algunos de los costos más altos en una de las jurisdicciones más pobres de la nación.

Casi al mismo tiempo que Puerto Rico era insultado en el Madison Square Garden, la candidata demócrata y vicepresidenta, Kamala Harris, dio a conocer un plan que ofrece una Agenda de «Oportunidades» para los boricuas. Este plan incluye la paridad de fondos federales para Puerto Rico. Incluyendo créditos fiscales para las familias, apoyo para la propiedad de viviendas, emprendimiento y la capacidad de crear riqueza generacional. «Los puertorriqueños son las personas más talentosas, innovadoras y ambiciosas», dijo mientras visitaba un restaurante en un vecindario predominantemente puertorriqueño en Filadelfia.

Poco después del mitin de Trump en la ciudad de Nueva York, Bad Bunny respaldó a Harris, publicando su promesa de asistencia empática y competente a los puertorriqueños. Otros notables músicos boricuas, como Jennifer López, Marc Anthony y Ricky Martin, también lo hicieron. Siempre hemos sido un gigante dormido. Siempre hemos sido un pueblo orgulloso. Demostramos que nos pondríamos de pie en un momento de crisis. Pongámonos de pie y no dejemos que nos golpeen.

En Puerto Rico, La Alianza, una coalición política del Movimiento de Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño, está cambiando las reglas del juego al formar una coalición histórica de dos partidos, ayudando a unir al electorado dividido. Nuevas encuestas muestran que la gente está respondiendo. La historia nos está esperando. Recuerden, la diáspora puertorriqueña fue la primera en responder, y nosotros tendremos la última palabra. Haga un plan el martes 5 de noviembre para usar con orgullo su poder para votar.

Y el miércoles 6 de noviembre, «cuando salga el sol», hagamos avanzar a Puerto Rico. Le dije a la vicepresidenta que ganar la campaña puede ser la parte más fácil. Gobernar y unir a la gente es más difícil.

Publicado originalmente el 28 de octubre en The Inquirer

María Quiñones Sánchez es la primera latina elegida para el Concejo Municipal de Filadelfia de 2007 a 2022, y la exdirectora de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico en Pensilvania.

Argumentos finales destacan la marcada diferencia entre Trump y Harris

Trump
La candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, pronuncia un discurso durante un evento de campaña frente a la Casa Blanca, el martes 29 de octubre de 2024, en Washington. (Foto: AP/Stephanie Scarbrough)

A la sombra de la Casa Blanca, siete días antes de que se depositen los últimos votos en las elecciones de 2024, Kamala Harris prometió poner al país por encima de su partido y advirtió que Donald Trump está obsesionado con la venganza y sus propios intereses personales.

Menos de 48 horas antes, dentro del Madison Square Garden, Trump llamó a su oponente demócrata “una catástrofe que ha destruido todo a su paso”. Sobre el escenario, sus aliados calificaron a Puerto Rico como “una isla flotante de basura” y dijeron que Harris, quien busca convertirse en la primera mujer en llegar a la presidencia, había comenzado su carrera como prostituta.

Separados por dos noches y 320 kilómetros (200 millas), los argumentos de cierre contrastantes delinearon en términos claros la elección que enfrentan los votantes de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre, cuando evaluarán dos visiones sumamente distintas sobre el liderazgo y el futuro de Estados Unidos.

El controversial acto de campaña de Trump, repleto de insultos vulgares y racistas, destacó los elementos más feos de su coalición. Pero otras partes del evento dejaron al descubierto el atractivo del exempresario como alguien que promete arreglar a la economía y la frontera, y como una persona ajena a la política y ansiosa por desafiar todas las convenciones a pesar de los riesgos.

Harris, la vicepresidenta durante los últimos cuatro años, eligió un entorno más formal —el césped del Ellipse cerca de la Casa Blanca— para destacar la seriedad que tiene este momento en la historia estadounidense y la amenaza que Trump representa para la democracia. Se dirigió a una enorme audiencia en el mismo lugar desde donde Trump pronunció un discurso ante miles de simpatizantes el 6 de enero de 2021, antes de que irrumpieran en el Capitolio federal en uno de los días más oscuros de la historia moderna del país.

Pero más que un simple recordatorio a los votantes sobre el peligro que representa Trump para la democracia de Estados Unidos, las declaraciones de Harris tenían como objetivo destacar el historial de su oponente de dar prioridad a sus intereses personales por encima de los de la nación.

“Donald Trump ha pasado una década tratando de mantener al pueblo estadounidense dividido y con miedo el uno del otro. Así es él. Pero, Estados Unidos, estoy aquí esta noche para decir: Así no somos nosotros”, dijo Harris. “Me comprometo a ser una presidenta para todos los estadounidenses —a poner siempre al país por encima del partido y por encima de mí misma”.

Su asesora principal, Jen O’Malley Dillon, señaló que el argumento de cierre de Harris tiene como objetivo llegar a un estrecho segmento de votantes indecisos, muchos de ellos republicanos moderados.

“Sabemos que todavía hay muchos votantes que todavía están tratando de decidir a quién apoyar, o si votar en absoluto”, dijo O’Malley Dillon. “Y esta es una contienda extremadamente cerrada. Es prácticamente una contienda definida en el margen de error. Sabemos que se decidirá en esta última semana”.

El equipo de Trump está más enfocado en movilizar a su base partidista y alcanzar a votantes infrecuentes de todo el espectro político que están frustrados por la dirección en la que avanza el país y buscan un cambio.

Sin embargo, los comentarios de Trump de los últimos días tuvieron como marco una simple cuestión que atraviesa las líneas políticas, preguntando a los votantes si están mejor ahora que hace cuatro años, cuando finalizó su primer mandato. Mientras la nación aún estaba en las garras de la pandemia cuando Trump dejó el cargo, las encuestas indican que la mayoría de los votantes están descontentos con la dirección actual que lleva el país.

Trump ha prometido organizar la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos e imponer amplios aranceles para generar ingresos e impulsar la mano de obra estadounidense.

Siempre desafiante frente a las críticas, incluso de algunos republicanos, Trump se refirió el martes a su evento en el Madison Square Garden como “un festival de amor” y no abordó los comentarios del comediante Tony Hinchcliffe, quien llamó a Puerto Rico “una isla flotante de basura”. La rutina de Hinchcliffe también incluyó bromas denigrantes sobre personas negras, otros latinos, palestinos y judíos, antes de que Trump subiera al escenario.

“Nadie ha tenido nunca tanto amor”, dijo Trump sobre el evento del domingo, el cual contó con la presencia de miembros de su familia y altos colaboradores y partidarios, incluido al multimillonario Elon Musk, el psicólogo televisivo “Dr. Phil” McGraw y el expresentador de Fox News Tucker Carlson. “Fue realmente amor por nuestro país”.

El expresidente republicano también ofreció el martes una evaluación sombría sobre el liderazgo de Harris. Dijo que ella “aniquiló” las fronteras de la nación, “diezmó a la clase media”, trajo “un derramamiento de sangre y miseria” a las principales ciudades y “desató la guerra y el caos en todo el mundo”.

“A ninguna persona que ha causado tanta destrucción y muerte en casa y en el extranjero se le debería permitir nunca ser la presidenta de Estados Unidos”, dijo Trump a docenas de partidarios que se reunieron en su finca en Florida.

El asesor principal de Trump, Jason Miller, dijo que el expresidente ha dejado en claro sus planes para arreglar la economía, proteger la frontera sur y “mejorar la vida diaria de las personas”.

“Kamala Harris no ha hecho nada de eso”, puntualizó. “Es un mensaje de desesperación, ataques personales y nada de Harris o su campaña sobre lo que realmente van a hacer para ayudar a los estadounidenses. Así que es un enorme contraste”.

Harris prácticamente ha dejado atrás el estilo de campaña “alegre” que definió su entrada en la contienda presidencial hace algunos meses. La noche del martes prometió unidad, pero también describió a Trump como alguien impulsado más por la venganza y el agravio que por un compromiso con el pueblo.

“Estamos hablando de alguien que es inestable, está obsesionado con la venganza, consumido por el agravio y en busca de un poder sin restricciones”, dijo Harris. “No se trata de un candidato a la presidencia que esté buscando la manera de mejorar tu vida».

Por momentos, Harris se dirigió directamente a los votantes republicanos y prometió escuchar a aquellos que no votaron por ella si es elegida. Señaló anteriormente que incluiría a un republicano en su gabinete.

“A diferencia de Donald Trump, no creo que las personas que no están de acuerdo conmigo sean el enemigo”, explicó. “Él quiere ponerlos en la cárcel. Yo les daré un asiento en la mesa”.

Antes del discurso, el equipo de campaña de la demócrata estaba consciente de las críticas de la facción más izquierdista de su partido de que ha estado demasiado enfocada en cortejar a los votantes republicanos moderados. Instaron a Harris a centrarse más en las prioridades de la clase trabajadora que en la amenaza que Trump representa para la democracia de Estados Unidos.

En última instancia, el discurso de la vicepresidenta tenía como objetivo relacionar ambos temas. Advirtió sobre las amenazas de Trump a las normas democráticas y prometió tomar medidas contra los altos precios de los alimentos y ayudar a los compradores con el pago inicial de su primera vivienda.

El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, un importante aliado de Harris, dijo que los votantes pueden “caminar y mascar chicle al mismo tiempo, lo que significa que pueden escuchar un argumento sobre la libertad y sobre algo que afecta su bolsillo. Y creo que ella es ciertamente capaz de presentar ambos casos al mismo tiempo”.

Las hermanas Michelle Detwiler y Renee Newell condujeron desde Virginia para asistir al discurso de Harris en el Ellipse.

“Ambas tenemos hijas y estamos aquí por ellas”, dijo Newell. Detwiler destacó que la ubicación del evento es un “gran contrapunto a las imágenes del 6 de enero. D.C. es una gran ciudad para reuniones pacíficas.

“Estamos muy contentas de estar aquí y de experimentar la alegría”, dijo.

En reñida batalla los demócratas buscan alertar sobre lo que está en juego

Bob Casey presentando a John Legend. (Foto: Crédito/Erick Barragan)

Bob Casey, Jim Clyburn y John Legend alentaron a los voluntarios a hacer un último esfuerzo para llegar a votantes indecisos, mientras que Donald Trump cerraba su campaña en Nueva York con una serie de insultos indiscriminados que podrían haberle restado apoyo tanto de sus seguidores como de votantes indecisos.

El 27 de octubre de 2024, a pocos días de las elecciones presidenciales, los militantes fueron invitados a un mitin con el senador Bob Casey, quien busca su reelección y al día siguiente recorrió el barrio latino de Filadelfia. El mitin del domingo fue inaugurado por Jim Clyburn, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, quien destacó la importancia de las elecciones y su impacto en comunidades marginadas como la afroamericana y la latina. Enfatizó la necesidad de involucrar a los jóvenes y a las comunidades racializadas en el proceso electoral y recalcó que «su voz es sumamente importante».

Clyburn habló de la necesidad de proteger el derecho al voto y combatir la supresión de votantes, que afecta principalmente a las minorías. Subrayó algunos logros en justicia social y económica, pero destacó que aún queda trabajo por hacer, en especial en temas de educación, atención médica y justicia ambiental. Exhortó a todos a no solo votar, sino también a participar de lleno en la campaña para asegurar una victoria decisiva y avanzar en políticas inclusivas y progresistas.

Jim Clyburn abriendo el Mítin. (Foto: Crédito/Erick Barragan)

Casey agradeció a los militantes su compromiso en la campaña, en especial a quienes han estado llamando a puertas y movilizando a los votantes. Puso énfasis la relevancia de esta elección, y la comparó con la de hace cuatro años al señalar que esta es aún más crucial para el futuro del país.

“La movilización en Filadelfia y Pensilvania es clave para ganar”, exclamó. Agradeció a líderes como el representante Clyburn por su respaldo y liderazgo decisivo en elecciones anteriores. Casey instó a todos a seguir trabajando con ahínco en los últimos días de campaña para lograr una victoria tanto en la presidencia como en el Senado, y aseguró que, con esfuerzo conjunto, se podrá avanzar en Washington.

Luego presentó a John Legend como uno de los pocos artistas en ganar un EGOT (Emmy, Grammy, Oscar y Tony). Legend reconoció la conexión especial que tiene con Filadelfia y su rol histórico en las elecciones. Además, resaltó a los candidatos Kamala Harris y Tim Walz y su compromiso con los derechos reproductivos, la justicia social y una sociedad más equitativa y sostenible.

John Legend Invitando a los militantes a salir y tocar puertas. (Foto: Crédito/Erick Barragan)

Legend comparó la experiencia y liderazgo de Harris con la «falta de planes y propuestas concretas» de su oponente, y advirtió sobre los riesgos de los impuestos a la clase media derivados de los aranceles que el expresidente quiere imponer. «Kamala y Walz representan un futuro inclusivo y justo», aseguró el cantante, quien también alabó el papel de los sindicatos y la clase trabajadora y compartió experiencias personales sobre el trabajo duro y el compromiso de su familia.

“Bromea sobre despedir a personas en huelga, organizó una falsa manifestación sindical cuando Joe Biden estaba junto a los trabajadores en Michigan. Se puso el uniforme de McDonald’s como si supiera lo que es servir a la gente, mientras se niega a aprobar un aumento al salario mínimo”, expresó Legend, refiriéndose al expresidente. Añadió que “Kamala ha elegido a Tim como compañero de campaña, un hombre de sindicato, entrenador y veterano condecorado”.

John Legend Invitando a los militantes a salir y tocar puertas. (Foto: Crédito/Erick Barragan)

También señaló que esta será una contienda reñida, y recordó que en 2020 la diferencia fue de 80,000 votos y en 2016 de 40,000 votos. “Filadelfia es donde las cosas suceden, y ustedes son una gran parte de esto”, dijo a los asistentes, subrayando la envergadura que representa la movilización de los votantes para garantizar una victoria que defienda derechos, libertades y bienestar para la comunidad.

Mientras se realizaba este evento, la vicepresidenta Harris estaba en otro rincón de Filadelfia buscando el apoyo de la comunidad negra y latina. Se reunió con líderes puertorriqueños para presentarles su agenda para Puerto Rico. Con dos horas de diferencia, en el Madison Square Garden de Nueva York, el expresidente Trump cerraba su campaña en un masivo mitin, marcado por “chistes” racistas, insultos y amenazas. Estos comentarios podrían influir en el voto latino, sobre todo en el puertorriqueño en Pensilvania y Filadelfia, donde miles de votantes boricuas podrían decidir el destino del país, con repercusiones globales.

Los puertorriqueños deben votar por Kamala Harris

Puertorriqueños
La vicepresidenta Kamala Harris durante un encuentro con la comunidad puertorriqueña de Filadelfia, acompañada con la concejala Quetcy Lozada, el 27 de octubre 2024. (Foto: RRSS)

¡Borinquen! Nombre al pensamiento grato como el recuerdo de un amor profundo; bello jardín de América el ornato, siendo el jardín América del mundo.

-Canto a Puerto Rico, José Gautier Benítez

Hoy, todos los que amamos este bello Jardín de América, y del mundo- nos duelen las entrañas y el corazón se nos aprieta de rabia y de dolor. Este es un pueblo noble y pacífico, que ama profundamente a su isla.

El domingo, continuando con un patrón de desprecio y desinformación que Donald Trump ha mantenido durante años contra los ocho millones de ciudadanos americanos que somos puertorriqueños, el comediante Tony Hinchcliffe nos insultó durante un evento del Partido Republicano al referirse a Puerto Rico como “una isla de basura en el océano”. ¿Eso es lo que piensan Trump y el Partido Republicano sobre los puertorriqueños? La política no es un chiste y esconderse detrás de un comediante es de cobardes.

Trump mantiene por años un discurso de desprecio y desinformación contra la isla que revela una obsesión y desdén hacia un pueblo que no tiene el poder del voto para defenderse, ya que los tres millones de ciudadanos americanos que vivimos en Puerto Rico no podemos votar en las elecciones presidenciales. Sin embargo, sí pueden votar los otros cinco millones que viven en Estados Unidos, a los que también tildaron de basura. No nos olvidemos del papel toalla que nos tiró mientras sufríamos sin electricidad por meses y no olvidemos que los fondos no llegaron porque Trump -a través de Departamento de Vivienda federal- los mandó a parar por considerar a los puertorriqueños “vagos que vivimos mendigando”.

Es de cobardes insultar al que no se puede defender. En el evento del domingo no solo insultaron a los boricuas. También insultaron a los latinos, a los negros y a las mujeres. Una turba enardecida gritó prostituta a la candidata presidencial del Partido Demócrata. Además, escupieron frente a un grupo de sus seguidores. Muchos eran latinos, que aplaudían, sin entender las consecuencias. Un día les va a tocar a ustedes.

El mundo entero ha quedado aturdido ante tal despliegue repugnante de odio que trae recuerdos de los discursos del nazismo y fascismo que pretendían eliminar las minorías de todos los que no somos iguales.

¿Esta es la gran América que queremos? ¿”Let’s make América great again” y olvidemos lo que nos enseñaron los padres de la Constitución, el derecho al libre pensamiento y a la libre expresión? ¿Olvidemos que todos tenemos los mismos derechos, garantizados por leyes que defienden la libertad de culto, libertad de expresión, libertad de prensa y de afiliación? “Let’s make America great again” ¿Qué significa? No nos olvidemos de los irlandeses, ingleses, franceses, españoles, alemanes, escoceses y otros que llegaron a América y fundaron esta nación. Fueron todos inmigrantes. Pero Trump criminaliza a todo inmigrante como delincuente. Hasta llegó a decir que un inmigrante que mate a una persona será condenado a pena de muerte, sin derecho a juicio, ni presunción de inocencia.

A una semana de las elecciones, las conductas erráticas y narcisistas de Trump ponen de manifiesto una falta de equilibrio y capacidad para construir acuerdos y soluciones a los serios problemas que enfrenta Estados Unidos, sus territorios, y el amplio grupo de sus países aliados. Un mundo marcado por conflictos bélicos exige líderes sensatos y convocantes. El expresidente ha ignorado dramas urgentes como el cambio climático y, lo que es peor, promueve medidas drásticas que amenazan los derechos humanos.

Trump padece de elementos psicopáticos que evidencia al mentir reiteradamente. No tiene noción moral y cree que las reglas no le aplican. Estos son rasgos propios de aquellas personas que son calificadas como narcisistas malignos. Trump es de los peores. Con estas características huecas emocionalmente, lo único importante para ese tipo de persona son ellos mismos. Esto se ve en su distorsión de la realidad y la pérdida de proporción sobre su propia persona. Nadie es mejor que él. Solo él existe. Estamos ante uno de los momentos más críticos, no solo de la historia de los Estados Unidos, sino del mundo.

En este momento crucial, Estados Unidos demanda un líder que respete la Constitución y honre el principio fundamental de que todos los ciudadanos americanos están protegidos por una Carta de Derechos que resguarda nuestras libertades, incluyendo el derecho a opinar y discrepar sin temor a represalias. Trump, como en el pasado, intenta silenciar a la prensa fiscalizadora y manipular la rama judicial, un ámbito donde enfrenta múltiples causas legales, siendo el mandatario con más casos contenciosos en la historia del país.

Esta encrucijada electoral exige una elección clara. Las propuestas de la candidata presidencial demócrata Kamala Harris presentan un programa de gobierno que promete progreso y bienestar para el pueblo americano. Su discurso inclusivo asegura un liderazgo sólido para la principal potencia mundial.

Kamala Harris aborda de manera directa las urgencias apremiantes de Puerto Rico. Continuará varios programas ya establecidos por la administración de Joe Biden, como el grupo de trabajo federal que gestiona los asuntos insulares de forma coordinada, reportando directamente a la Casa Blanca. Este esfuerzo ha logrado romper la burocracia que impedía el acceso a fondos de mitigación de daños y subvenciones para proyectos cruciales de reconstrucción y modernización de la infraestructura. Asimismo, la administración Biden ha enfocado su atención en la transformación energética del país y la reforma del sistema educativo.

Precisamente el domingo, mientras llovían insultos hacia Puerto Rico, la candidata demócrata ofrecía un mensaje esperanzador, prometiendo mantener el grupo interagencial dedicado exclusivamente a fortalecer y crear nuevas oportunidades. Abordó aspectos clave como fomentar la inversión en las industrias del futuro, impulsar el crecimiento de pequeñas empresas, mejorar el sistema de salud y elevar a los puertorriqueños. Además, enfatizó la necesidad de lograr paridad con los estados en el acceso a programas federales dirigidos a los más desfavorecidos y a los adultos mayores. Claramente, el Grupo de Trabajo sobre la Economía de Oportunidades para Puerto Rico sería independiente del actual, establecido por orden ejecutiva de Biden.

Kamala Harris no es perfecta. La administración de Biden tiene serios problemas que atender como es el de los inmigrantes. Esos problemas no se atienden con insultos y mentiras. Hay que crear políticas que aborden la realidad y que puedan encontrar soluciones.

Trump no discrimina. Es un candidato convicto y que no solo no tiene ningún tipo de remordimiento, sinoque considera que las mujeres somos un objeto al que se le puede tocar cuando se quiera. Son muchas las que han dado la voz de alerta.

¿Cómo un padre o una madre pueden votar por alguien que hace alardes de que le toca las partes privadas a las mujeres y no pasa nada?

Todos los que se sienten insultados, discriminados y ofendidos deben ejercer su voto a favor de Kamala Harris porque, aunque no necesariamente conocemos del todo a la candidata por entrar tarde en la carrera, fue valiente en decir presente. Su discurso no ha sido uno de odio. Al contrario, es uno de inclusión. Vamos a darle la oportunidad al respeto, a la empatía, al diálogo constructivo para buscar soluciones y para poder vivir en una sociedad tolerante que se nutra de las diferencias y del debate fundamentado. Con una prensa libre y sin miedo a los ataques injustos por hacer las preguntas correctas para recibir la información que el pueblo necesita recibir.

Hoy exhortamos a todos los que aman a nuestra isla bonita, la tierra del mar y el sol, que no le presten su voto a Donald Trump. A todos los puertorriqueños que puedan votar que nos representen a nosotros, a los que no podemos votar. Voten por Kamala Harris.

– María Luisa Ferré Rangel, editora

Publicada el 28 de octubre, 2024. https://www.elnuevodia.com/opinion/editorial/los-puertorriquenos-deben-votar-por-kamala-harris/

Trump dice que su mitin en NY, marcado por insultos, «fue una fiesta de amor»

Trump
El candidato presidencial republicano, el expresidente Donald Trump, llega a un evento de campaña en su propiedad de Mar-a-Lago, el 29 de octubre de 2024, en Palm Beach, Florida (Foto: AP/Julia Demaree Nikhinson)

Instado por algunos aliados a disculparse por los comentarios racistas hechos por oradores en su mitin del fin de semana, Donald Trump optó el martes por tomar otro camino y afirmó que fue un “honor estar involucrado” en tal evento y describió la escena como un “festival de amor”, el mismo término que ha usado para describir el asalto del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.

Trump reunió a seguidores y reporteros en su finca de Mar-a-Lago dos días después de un masivo mitin en el Madison Square Garden que contó con una serie de comentarios groseros de varios oradores, incluido un segmento del comediante Tony Hinchcliffe en el que bromeó diciendo que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”. Algunos de los aliados republicanos de Trump han condenado los comentarios, y su campaña se distanció públicamente de la broma de Hinchcliffe, aunque no de los otros comentarios.

Pero, ante la oportunidad de disculparse, tanto en Mar-a-Lago como en una entrevista anterior con ABC, Trump afirmó que “nunca ha habido un evento tan hermoso” como el mitin del domingo por la noche en su ciudad natal, Nueva York.

“El amor en esa sala. Fue impresionante”, dijo. “Fue como un festival de amor, un auténtico festival de amor. Y fue un honor para mí estar involucrado”.

A una semana del día de elecciones, algunos aliados de Trump han expresado alarma de que el mitin, que debía destacar el mensaje de cierre del nominado presidencial republicano de manera grandiosa en Nueva York, ha servido más bien como una distracción e incluso un revés, dada la importancia electoral de los puertorriqueños que viven en Pensilvania y otros estados en disputa.

Trump tenía previsto realizar un mitin más tarde el martes en Allentown, Pensilvania, una ciudad con una gran población hispana, donde lo acompañará la senadora sombra de Puerto Rico, Zoraida Buxo, según un funcionario de la campaña que habló bajo condición de anonimato antes de un anuncio formal.

Buxo, quien no tiene voto en el Senado porque Puerto Rico no es un estado, expresó su apoyo a Trump en la red social X. Dijo que Trump es el “líder fuerte” que Puerto Rico necesita.

Las secuelas del evento en Madison Square Garden generan el riesgo de resaltar las preocupaciones de los votantes sobre la retórica de Trump y su inclinación por la controversia en la recta final de la campaña por la presidencia. Los oradores en el mitin también hicieron comentarios racistas sobre los latinos, los afroestadounidenses, los judíos y los palestinos, junto con insultos sexistas contra la rival demócrata de Trump, la vicepresidenta Kamala Harris, y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.

El martes, Trump intentó pasar página a la controversia y volver a centrarse en Harris, criticando el historial de su rival en la frontera y la economía.

Trump, quien no aceptó preguntas en el evento, acusó a Harris de llevar a cabo una “campaña de odio absoluto” y afirmó que ella sigue “hablando de Hitler y los nazis porque su desempeño es horrible”.

En una entrevista con ABC News el martes, Trump intentó distanciarse de Hinchcliffe, pero no criticó lo que dijo.

“No lo conozco, alguien lo puso allí. No sé quién es”, afirmó Trump, según la cadena, e insistió en que no había escuchado los comentarios de Hinchcliffe. Pero, cuando se le preguntó qué pensaba de ellos, Trump “no aprovechó la oportunidad para rechazarlos, repitiendo que no había escuchado los comentarios”, informó ABC.

Los comentarios han provocado la indignación de líderes puertorriqueños.

El arzobispo de Puerto Rico exhortó a Trump a rechazarlos, diciendo que no era suficiente que la campaña dijera que la broma no reflejaba el punto de vista de Trump. El presidente del Partido Republicano de Puerto Rico dijo que el “pobre intento de comedia” de Hinchcliffe era “vergonzoso, ignorante y totalmente reprobable”.

En Pensilvania, donde Trump planeaba hacer campaña más tarde el martes, la población de votantes latinos se ha triplicado desde el año 2000. Más de la mitad de ellos son votantes puertorriqueños.

Angelo Ortega, un residente de Allentown de larga data y exrepublicano que planea votar por Harris esta vez, dijo que no podía creer lo que había escuchado sobre el mitin de Trump.

“No sé si se me cayó la mandíbula o simplemente estaba muy irritado, enojado. No sabía qué sentir”, dijo Ortega, quien nació en Nueva York pero cuyo padre llegó de Puerto Rico. Ortega ha estado haciendo campaña por Harris y dijo que conoce al menos a un votante hispano republicano que planea cambiar de Trump a Harris como resultado de los comentarios de Hinchcliffe.

“Ya están hartos. Estaban escuchando (a Trump), pero dijeron que eso fue como la gota que derramó el vaso”, dijo Ortega, miembro del grupo activista Make the Road PA.

Aun así, algunos puertorriqueños republicanos no se inmutaron. Lydia Maldonado, quien asistió al evento de Trump en Florida el martes, dijo que era importante señalar que el expresidente no fue quien hizo el comentario sobre Puerto Rico.

“Es un comediante, y un comediante ¿vive de que? De la gracia y de la tontería. El tipo es un tonto. No sabe lo que es Puerto Rico, no conoce nuestra cultura y metió la pata. Se llama perdonar y olvidar”, comentó Maldonado, quien es puertorriqueña.

La campaña de Harris ha lanzado un anuncio que se emitirá en línea en estados en disputa dirigido a votantes puertorriqueños y que destaca los comentarios del comediante.

Uno de cada tres latinos en EE. UU. sería afectado por las deportaciones masivas de Trump

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(Foto: EFE/CAROLINE BREHMAN)

Uno de cada tres latinos en Estados Unidos sería afectado por el plan de deportaciones masivas del expresidente Donald Trump, lo que crearía una crisis humanitaria en las comunidades hispanas y golpearía la economía del país y ciertas cadenas de suministros vitales para el país, según un análisis revelado este martes.

Al menos 28 millones de personas en el país se verían impactados si el expresidente (2017-2021) lleva a cabo su plan, según un reporte de FWD.us presentado hoy por una coalición de organizaciones defensoras de los inmigrantes y el senador demócrata por California Alex Padilla.

El estudio detalló que del total de personas potencialmente afectadas, cerca de 20 millones son latinos y están en riesgo de ser deportados o sufrir separación de familias, lo que representa una tercera parte de los miembros de esa comunidad en el país.

«Muchas vidas podrían ser destrozadas si es elegido Donald Trump y cumple con las promesas (de deportaciones masivas) que ha hecho», advirtió Padilla, que preside el Subcomité de Inmigración, Ciudadanía, y Seguridad Fronteriza en el Senado de EE.UU.

El demócrata subrayó que es importante que los votantes entiendan que la deportación de los aproximadamente 13 millones de indocumentados causaría «devastación» en comunidades enteras.

«No solo estamos hablando de inmigración, sino también de economía y de cómo muchos negocios se verían afectados», añadió.

En ese sentido, Janet Murguía, directora de UnidosUS, el grupo más grande de defensa de derechos civiles de los latinos en EE.UU., destacó que la deportación de millones de personas culminaría afectando varias cadenas de producción en el país. «Es una amenaza a nuestra economía», sentenció.

Promesa que crea división

Murguía añadió que la popular promesa del candidato republicano no es sobre la seguridad sino «sobre la división».

Para Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America’s Voice, el objetivo del republicano y sus asesores es impulsar que más gente «sea deportable» y citó las palabras de Stephen Miller, el principal asesor en inmigración de Trump: «América para los americanos».

Los activistas también pusieron como ejemplo del mensaje divisivo los comentarios hechos por el comediante Tony Hinchcliffe el domingo pasado en un mitin del republicano en Nueva York, donde llamó a Puerto Rico una «isla flotante de basura» y bromeó diciendo que a los latinos «les encanta tener bebés».

Aunque la campaña republicana se desmarcó de los comentarios, el expresidente no se ha querido referir a estos y este martes dijo que el mitin celebrado el fin de semana en el Madison Square Garden fue un «festival del amor».

Gustavo Torres, presidente de CASA in Action, que alienta el voto de los latinos y este año ha enfocado sus esfuerzos en los estados clave de Georgia y Pensilvania, advirtió de que los votantes puertorriqueños y latinos en esos estados «no olvidarán» las ofensas de las que han sido víctimas e instó a los electores hispanos a salir a votar.

El reporte, además, citó estudios que demuestran que aunque la mayoría de votantes hispanos están de acuerdo con más políticas de seguridad para la frontera también apoyan una reforma migratoria con vía a la ciudadanía.