Hubo alertas sobre comportamiento errático de sospechoso del ataque contra Guardia Nacional

Esta foto, proporcionada por la Fiscalía de Estados Unidos el jueves 27 de noviembre de 2025, muestra a Rahmanullah Lakanwal. (Fiscalía de Estados Unidos vía AP)

FARNOUSH AMIRI

El hombre afgano acusado de disparar contra dos miembros de la Guardia Nacional a pocas cuadras de la Casa Blanca había estado desmoronándose durante años, incapaz de mantener un trabajo y alternando entre largos períodos de aislamiento sin luz y viajes repentinos de semanas a través del país.

El comportamiento de Rahmanullah Lakanwal se deterioró tan drásticamente que un defensor de la comunidad se comunicó con una organización de refugiados para pedir ayuda, temiendo que estuviera volviéndose suicida.

Mensajes de correo electrónico obtenidos por The Associated Press revelan advertencias crecientes sobre el solicitante de asilo cuyo comportamiento errático desató alarmas mucho antes del ataque que sacudió a la capital de la nación el miércoles, la víspera del Día de Acción de Gracias. Las preocupaciones previamente no reportadas ofrecen la imagen más clara hasta ahora de cómo estaba batallando en su nueva vida en Estados Unidos.

Aun así, cuando el miembro de la comunidad que trabaja con familias afganas en el estado de Washington vio en las noticias que Lakanwal fue señalado como sospechoso del ataque, dijo que estaba atónito, incapaz de conciliar el hecho violento con el recuerdo de haber visto a Lakanwal jugar con sus hijos pequeños. La persona habló bajo condición de anonimato para compartir detalles no divulgados al tiempo que cooperaba con el FBI en su investigación.

En Afganistán, Lakanwal sirvió en una unidad especial del Ejército afgano respaldada por la CIA, conocida como una de las Unidades Cero. Ingresó a Estados Unidos en 2021 a través de la Operación Bienvenidos Aliados, un programa que evacuó y reasentó a decenas de miles de afganos tras la retirada estadounidense de Afganistán. Muchos habían trabajado junto a tropas y diplomáticos de Estados Unidos.

Al tiempo que los investigadores trabajan para determinar un motivo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo el domingo en el programa «Meet the Press» de la cadena NBC que las autoridades estadounidenses «creen que fue radicalizado desde que está aquí en este país. Creemos que fue a través de conexiones en su comunidad y estado en que radica y vamos a seguir hablando con aquellos que interactuaron con él, que eran sus familiares». No ofreció información adicional para respaldar su declaración.

Lakanwal se reasentó con su esposa y sus cinco hijos, todos menores de 12 años, en Bellingham, Washington, pero tuvo dificultades, según el miembro de la comunidad, quien compartió mensajes de correo electrónico que habían sido enviados al Comité de Refugiados e Inmigrantes de Estados Unidos (USCRI, por sus siglas en inglés), un grupo sin fines de lucro que brinda servicios a refugiados.

Los correos electrónicos describían a un hombre que luchaba por asimilarse, incapaz de mantener un trabajo estable o de comprometerse con sus cursos de inglés cuando alternaba entre «períodos de oscuro aislamiento y viajes imprudentes». A veces, pasaba semanas en su «habitación oscura, sin hablar con nadie, ni siquiera con su esposa ni con sus hijos mayores». En un momento de 2023, la familia enfrentó un desalojo después de meses sin pagar el alquiler.

En una entrevista, el miembro de la comunidad habló de preocuparse por que Lakanwal estuviera tan deprimido que terminaría haciéndose daño a sí mismo. Pero el miembro de la comunidad no vio ningún indicio de que Lakanwal cometería actos violentos contra otra persona.

Los miembros de la familia de Lakanwal a menudo recurrían a enviar a sus hijos pequeños a su habitación para llevarle el teléfono o mensajes porque no respondía a nadie más, según un correo electrónico. Un par de veces, cuando su esposa lo dejó con los niños durante una semana para viajar a visitar a familiares, los niños no se bañaron, no se cambiaron de ropa y no se alimentaron bien. Las autoridades de la escuela de los niños expresaron preocupaciones sobre la situación.

Esta foto, proporcionada por la Fiscalía de Estados Unidos el jueves 27 de noviembre de 2025, muestra a Rahmanullah Lakanwal. (Fiscalía de Estados Unidos vía AP)

Pero luego, había semanas «interinas» en las que Lakanwal intentaba enmendarse y «hacer las cosas correctas», según el correo electrónico, volviendo a involucrarse con el Departamento de Servicios Sociales y de Salud del Estado de Washington, como lo exigían los términos de su entrada a Estados Unidos.

«Pero eso rápidamente ha evolucionado en episodios ‘maníacos’ de una o dos semanas a la vez, en los que se va en el auto familiar y conduce sin parar», detallaba el correo electrónico. Una vez fue a Chicago y otra vez a Arizona.

Jeanine Pirro, la fiscal federal en el Distrito de Columbia, dijo la semana pasada que Lakanwal condujo por el país desde Bellingham, a unos 130 kilómetros (80 millas) al norte de Seattle, hasta la capital de la nación.

En respuesta a los dos correos electrónicos, el USCRI visitó Bellingham unas semanas después, en marzo de 2024, e intentó ponerse en contacto con Lakanwal y su familia, según el miembro de la comunidad, quien, tras no recibir actualizaciones, se quedó con la impresión de que Lakanwal rechazó su asistencia.

USCRI no ha respondido, por el momento, a una solicitud de comentarios y aclaraciones.

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