
Este noviembre, los votantes de Pensilvania tendrán la oportunidad de decidir si tres jueces actuales de la Corte Suprema del estado continúan en sus cargos por otros diez años. Se trata de las llamadas elecciones de retención, procesos no partidistas en los que el electorado simplemente vota «sí» o «no» para mantener a un juez en su puesto.
Los jueces Christine Donohue, Kevin Dougherty y David Wecht, todos electos originalmente como demócratas en 2015, estarán en la boleta este otoño.

Los tres participaron el pasado lunes 8 de septiembre en una charla pública en Filadelfia, titulada “Charla Íntima: Detrás de la Boleta», organizado por la League of Women Voters of Pennsylvania, Pennsylvanians for Modern Courts y el Committee of Seventy.

Durante el evento, llevado a cabo en la Central High School, los magistrados hablaron sobre el papel de la Corte, de cómo se toman decisiones y sobre la importancia de mantener la independencia judicial.

Impacto comparte con la comunidad algunos de los puntos clave de este encuentro.
Lo más destacado del foro
Independencia judicial:
La juez Donohue enfatizó que sus opiniones políticas o religiosas no influyen en sus decisiones legales: “Nuestros puntos de vista quedan a un lado”. Recordó que, aunque fueron elegidos bajo una etiqueta partidista, “En el momento en que nos ponemos la toga negra, dejamos atrás ese título partidista”.
David Wecht señaló: “Los jueces tenemos una excelente relación. Creo que los ciudadanos de Pensilvania deberían sentirse orgullosos o, al menos, satisfechos de tener ahora una Corte Suprema enfocada en el trabajo y no en disputas internas”.
Los jueces explicaron que el tribunal revisa solo una pequeña parte de los casos que recibe y que ellos mismos deciden cuáles aceptar. Después de escuchar los argumentos orales, realizan una votación preliminar. Las diferencias de opinión se expresan principalmente en los escritos finales, donde se reflejan claramente las posturas de cada juez.

¿Por qué deberían seguir?
Cada juez dio sus razones para continuar en el cargo. Donohue señaló que continuar en el tribunal por 10 años más permitiría mantener la coherencia en la interpretación de la Constitución estatal: “Quiero asegurarme de que los esfuerzos para interpretarla y aplicarla continúen”.
Wecht señaló que la Corte también administra el sistema judicial estatal, y que su permanencia les permitiría “seguir promoviendo los procedimientos más modernos y transparentes en la elaboración de normas judiciales y buenas prácticas”.

Dougherty describió la votación de noviembre como una oportunidad para que los ciudadanos evalúen si los jueces han cumplido su juramento de aplicar la ley de forma justa e igualitaria. “Creo que los tres lo hemos hecho”, señaló.
En resumen, el evento fue un espacio público poco común que permitió a los jueces explicar su labor, defender su imparcialidad y responder a una campaña política muy activa que busca cuestionar su permanencia en el cargo.






